La Casa de Bernarda Alba: Conflictos de Autoridad, Libertad y Tradición

Autoridad frente a Libertad

En «La Casa de Bernarda Alba», el conflicto entre la autoridad y la libertad se explora a través de la figura de Bernarda y sus hijas. Bernarda ejerce un dominio tiránico sobre su familia, utilizando su bastón como símbolo de autoridad. La casa se convierte en una prisión bajo su mandato, donde las órdenes y los imperativos dominan el lenguaje. La duración exagerada del luto impuesto por Bernarda y las restricciones extremas aumentan la tensión dramática. Las hijas y la madre de Bernarda son los «prisioneros» de esta casa opresiva, con reacciones que van desde la sumisión hasta la rebelión, destacándose especialmente la rebeldía de Adela.

Realidad frente a Deseo

La obra plantea una oposición entre el deseo y la realidad, un tema recurrente en la obra de Lorca. Los personajes experimentan deseos insatisfechos que la realidad frustra, lo que a menudo desencadena tragedias. Esta tensión entre el deseo y las normas sociales se refleja en los personajes, donde el deseo, tanto sexual como de otros matices, está presente en gran parte de ellos. Sin embargo, la realidad se impone en forma de convenciones y normas sociales que deben seguirse. Mientras que Bernarda representa la realidad, los demás personajes expresan principalmente deseos. Por ejemplo, la Criada anhela satisfacer sus necesidades básicas y las de su hija.

Tradición frente a Rebelión

En la obra, se presenta la oposición entre tradición y rebeldía, representando la moral convencional frente a la ruptura de estas normas. Bernarda encarna la tradición al imponer un luto riguroso a sus hijas y al prohibir la interacción entre hombres y mujeres en su casa. Esta tradición choca con la rebeldía de algunos personajes, como Adela, que desafía abiertamente estas convenciones.

La Injusticia Social

García Lorca muestra su intención de crear un «documental fotográfico», revelando la realidad social de la época. Se destaca la diferencia de clases desde el principio, evidenciando la importancia de la familia de Bernarda al recibir la visita de varios curas. Además, la Criada aprovecha la presencia de la Poncia para pedir algo para su hija, lo que resalta las duras condiciones laborales en las que trabajaba por un escaso sustento.

Estructura

«La Casa de Bernarda Alba» se estructura en tres partes fundamentales:

Planteamiento

Establece la situación dramática tras la muerte del esposo de Bernarda y presenta a los personajes principales.

Nudo

Se inicia cuando Bernarda impone un luto riguroso en la casa, desencadenando conflictos como el compromiso de Angustias con Pepe el Romano y la rebelión de Adela. Este conflicto se desarrolla a lo largo del segundo y tercer acto, mostrando las tensiones entre las hermanas y la madre.

Desenlace

Se produce en las escenas finales, donde la tragedia alcanza su punto máximo con el suicidio de Adela y la condena de la familia al luto y al silencio. García Lorca demuestra su habilidad para construir tensiones dramáticas a lo largo de la obra, llevando al espectador desde momentos de calma hasta un desenlace violento y conmovedor.

Personajes

Bernarda Alba

Representa la autoridad y la represión en la familia. Su nombre significa «fuerte como un oso». Impone las reglas en su casa y defiende la tradición y la moral conservadora. Prioriza la honra y el qué dirán sobre todo. Se muestra orgullosa de su linaje y se opone constantemente al destino trágico que parece acechar a su familia.

Angustias

Hija mayor de Bernarda, tiene 39 años. A pesar de su edad, se muestra enfermiza y físicamente débil. Es consciente de su condición económica privilegiada y se muestra orgullosa de su riqueza. Su matrimonio con Pepe el Romano es una vía para escapar de la opresión de la casa.

Magdalena

La primera hija del segundo matrimonio de Bernarda, tiene 30 años. Su nombre alude a la Magdalena evangélica. Actúa como la hermana mayor y muestra un carácter menos apasionado que sus hermanas. A diferencia de ellas, no demuestra un gran interés en el matrimonio y prefiere actividades propias de los hombres.

Amelia

La tercera hija, tiene 27 años. Es el personaje menos marcado y muestra un carácter resignado y tímido. No demuestra deseo por el matrimonio y acepta su destino de permanecer en casa.

Martirio

Tiene 24 años y sufre en silencio por un amor no correspondido. Su nombre refleja su sufrimiento. Se muestra resentida y envidiosa de sus hermanas, especialmente de Adela, con quien compite por el amor de Pepe el Romano.

Adela

La hija menor, de 20 años, representa la rebeldía y el ansia de libertad. Se enamora apasionadamente de Pepe el Romano y se rebela contra las normas impuestas por su madre. Su actitud franca y su deseo de libertad la distinguen de sus hermanas.

María Josefa

La madre de Bernarda, de 80 años, mezcla la demencia con la verdad absoluta. Anuncia proféticamente los eventos de la obra y representa la voz de la libertad y la verdad en la casa.

La Poncia

La criada de la casa, de 60 años, actúa como confidente de las hijas y como intermediaria entre la familia y el mundo exterior. Muestra resentimiento hacia Bernarda pero actúa con lealtad hacia la familia.

Pepe el Romano

El prometido de Angustias y objeto del deseo de Adela y Martirio. Representa el deseo y la atracción física, pero también la ambición y la deshonestidad. Su presencia, aunque nunca aparece en escena, desencadena la tragedia en la familia de Bernarda Alba.

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