Resumen del argumento
Pascual nace en un ambiente de miseria y violencia familiar. Su padre es agresivo y su madre es una mujer alcohólica y cruel, incapaz de mostrar cariño. Uno de los primeros signos de su carácter violento aparece cuando mata a su propia perra de un disparo, solo porque siente que lo miró mal.
Su hermano Mario, que tiene una discapacidad mental, muere en circunstancias terribles: unos cerdos le arrancan las orejas, y el amante de su madre le patea las heridas. Pascual no solo sufre estas desgracias, sino que acaba cometiendo varios asesinatos, entre ellos el asesinato de su madre, a quien degüella después de que ella le arranque un pezón de un mordisco. Este es uno de los momentos más violentos y simbólicos de la novela.
La historia está llena de calamidades, como:
- La muerte de sus dos hijos: uno muere antes de nacer, y el otro a los once meses.
- Su relación con Lola, que al principio parece ser una oportunidad para cambiar, acaba en tragedia: ella pierde un hijo tras un aborto provocado por una caída de una yegua, y más tarde muere misteriosamente.
Tras estos eventos, Pascual se convierte en un hombre triste, sin esperanza, que solo encuentra sentido en la venganza y el odio.
Estilo y tono de la novela
La novela tiene un tono trágico y desolador desde la primera frase: «Yo no soy malo, aunque no me faltarían razones para serlo.» Esto ya nos adelanta que vamos a conocer a un personaje marcado por el sufrimiento.
Aunque la historia está contada por Pascual, el narrador no se detiene demasiado en explicar sus emociones, sino que describe los hechos con crudeza, lo que provoca un fuerte impacto en el lector. A veces, esta crudeza se mezcla con un lenguaje poético y cierto humor negro, como si las desgracias fueran tan extremas que resultaran irónicamente absurdas.
Uno de los momentos más importantes del libro es el corto periodo de felicidad que Pascual vive con Lola, cuando se casan y esperan un hijo. Sin embargo, esta paz es solo temporal, porque todo se derrumba con el aborto y la muerte del segundo hijo. Esta parte es clave porque muestra cómo la vida le niega cualquier posibilidad de redención.
El viaje y el regreso
Después de matar por segunda vez, Pascual huye del pueblo. Esta parte de la novela recuerda a la novela picaresca, ya que el protagonista conoce nuevos personajes, se mete en problemas, bebe, juega y vive de forma desordenada. Sin embargo, el tono sigue siendo pesimista y oscuro.
Finalmente, regresa al pueblo, pero no para encontrar paz. Su madre sigue viva, y él, cada vez más dominado por el odio, termina asesinándola, lo que marca el clímax de la novela. Solo después de este asesinato, Pascual siente una especie de liberación, como si al acabar con su madre también hubiera matado la raíz de todos sus males.
El tremendismo en la novela
El tremendismo se ve en toda la novela:
- Escenas de violencia extrema, como asesinatos, maltratos, muertes de animales y niños.
- Personajes animalizados, es decir, que se comportan más como bestias que como humanos.
- Ambientes sórdidos y decadentes, donde reina la miseria moral y material.
- Lenguaje directo y realista, con momentos de ironía o humor negro.
- Crítica social, especialmente hacia las diferencias de clase, la injusticia y el abandono del medio rural.
El caso de Pascual es un ejemplo perfecto del tremendismo: es un hombre que no nació malo, pero que fue formado por un ambiente violento y sin amor. El odio hacia su madre es uno de los elementos centrales de su personalidad y de sus desgracias. Pascual actúa muchas veces por impulso, sin reflexionar, como si fuera guiado por instintos animales.
Incluso el asesinato del Conde de Torremejía tiene un significado simbólico: es el único crimen que no está relacionado con su familia, sino con la clase social dominante, lo cual refuerza la crítica social de la obra.
Conclusión
La familia de Pascual Duarte es una novela dura, trágica y profundamente humana, que refleja los aspectos más oscuros del ser humano. A través de la figura de Pascual, Cela muestra cómo un hombre puede convertirse en un asesino cuando la vida le niega toda oportunidad, y cómo la violencia puede ser consecuencia del abandono, la miseria y la falta de afecto.
El tremendismo que domina la obra nos obliga a mirar de frente a la parte más cruel de la realidad, pero no solo para provocarnos, sino para hacer una crítica profunda de la sociedad española de la época. Es una obra que conmueve, incomoda y hace reflexionar.