La Generación del 27: Etapas, Tendencias y Teatro
La Generación del 27, uno de los movimientos literarios más influyentes de la literatura española del siglo XX, se caracteriza por su riqueza y diversidad. A continuación, se detallan sus principales etapas y tendencias, así como el panorama teatral de la época.
Etapas de la Generación del 27
Primera Etapa (1918-1927): La Poesía Pura y el Neopopularismo
En esta fase inicial, el gran instrumento de este arte puro es la metáfora y la imagen intelectualizada. Abunda la tendencia a la poesía pura, cultivada por autores como Jorge Guillén, Pedro Salinas y Dámaso Alonso. Paralelamente, surge el Neopopularismo, representado por Federico García Lorca con su célebre Romancero gitano, y Rafael Alberti. Es evidente la influencia de Juan Ramón Jiménez, Ortega y Gasset, el Ultraísmo y Góngora.
Segunda Etapa (1927-Guerra Civil Española): Surrealismo y Compromiso
Desde 1927 hasta el estallido de la Guerra Civil Española, las inquietudes existenciales y sociales encuentran su expresión en el lenguaje surrealista, cultivado por Lorca, Alberti o Cernuda. Con la influencia del Surrealismo, pasan a un primer plano los sentimientos humanos, como el amor, el ansia de plenitud, las frustraciones, las inquietudes existenciales o sociales. En cuanto a la temática, destacan:
- Escenarios urbanos y sociales contemporáneos.
- Situaciones problemáticas o angustiosas.
- La soledad entre la multitud.
- La marginalidad.
- La pérdida del rumbo o de la identidad.
En esta etapa, destaca el uso del verso libre, sin rima ni estrofas.
Tercera Etapa (Después de la Guerra Civil Española): Dispersión y Poesía Humana
Después de la Guerra Civil Española, cada poeta sigue su propia evolución personal. Federico García Lorca muere en 1936 y Miguel Hernández en 1942. Todos los poetas, excepto Dámaso Alonso, se exilian, lo que supone la dispersión del grupo. Sin embargo, ninguno abandonará los caminos de una poesía humana.
Tendencias Poéticas de la Generación del 27
Poesía Pura, Desnuda o Intelectual
El creador de la llamada poesía pura, desnuda o intelectual fue Juan Ramón Jiménez en su segunda etapa, y algunos poetas de la Generación del 27 la van a imitar. Este tipo de poesía busca alcanzar la esencia de las cosas, es decir, aquello que no está sujeto a las coordenadas del tiempo y del espacio, sino que permanece eterno e inmutable. Las características más destacables de la poesía pura son:
- Búsqueda de lo que se considera esencial de la realidad, eliminando todo lo narrativo y sentimental.
- Consideración del poema como algo autónomo, cerrado y autosuficiente, como si en el poema se encerrara la auténtica realidad.
Jorge Guillén es considerado el mayor representante de la poesía pura. Su lenguaje es sumamente elevado, sometido a un riguroso proceso de eliminación y selección, desprovisto de halagos, musicalidad o cualquier otro recurso que pueda provocar la sensibilidad del lector, lo que hace que resulte difícil y fría en un primer momento.
Por otra parte, Dámaso Alonso fue pionero de la poesía pura. Luis Cernuda, en su etapa inicial, se acerca a la poesía pura con obras como Perfil del aire.
Poesía Vanguardista
Esta tendencia consiste en aceptar el influjo de las primeras vanguardias que llegan a España, principalmente de la mano de Ramón Gómez de la Serna. Pronto, los jóvenes de la Generación del 27 se van a sentir atraídos por ellas y van a publicar sus propias revistas, imitar las corrientes europeas o crear sus propias vanguardias. Las características más importantes de la poesía vanguardista son:
- Predominio de la imagen y, por tanto, de la metáfora.
- Rechazo de lo sentimental.
- Empleo del ingenio y del humor como forma de expresar lo irracional.
- Gusto por lo ilógico.
- Predilección por los motivos relacionados con adelantos técnicos: el cine, los deportes, el automóvil, la luz eléctrica.
Poesía Clasicista y Neogongorismo
Esta tendencia consiste en la imitación de los autores de los Siglos de Oro, debido al deseo de perfección formal sin renunciar a lo humano. Todos sienten verdadero fervor por Góngora, cuyo centenario ha dado nombre a la Generación. Góngora fue creador de un lenguaje especial para la poesía, alejado completamente del lenguaje usual, una especie de código artístico acompañado de deslumbrantes metáforas. Con el autor de Las Soledades, son rehabilitadas las grandes figuras secundarias barrocas. Las características más importantes son:
- Uso de versos y estrofas de la tradición culta y clasicista.
- Clara imitación del estilo de varios autores, especialmente de Góngora, por lo que se habla también del Neogongorismo.
El Teatro en España en la Época de la Generación del 27
En España, apenas hubo teatro realista ni naturalista. El teatro que había triunfado era la llamada alta comedia, un teatro romántico que aparentaba ser realista. El llamado género chico consistía en obras breves y cómicas. En general, el teatro seguía siendo técnicamente atrasado. En España, triunfan tres corrientes principales:
- La Comedia Burguesa: Representada por Jacinto Benavente, Premio Nobel de Literatura de 1922. Pronto cede al éxito y se adscribe a la alta comedia. Sus obras suelen estar ambientadas en salones de alta sociedad, de las que critican sus vicios con mucho diálogo y poca acción. Los conflictos suelen solucionarse con el amor. En su obra maestra, Los intereses creados, introduce personajes de la commedia dell’arte italiana, y al final los sentimientos verdaderos ganan a las falsedades.
- Teatro Poético en Verso: Es un teatro tradicional de mero escapismo mediante el drama histórico que exalta los valores nobiliarios y los mitos nacionales. Una de las obras representativas son Las hijas del Cid. Los hermanos Machado firmaron juntos siete obras en verso que obtuvieron mucho éxito; la más famosa es La Lola se va a los puertos.
- Teatro Cómico: Se basa en la presentación de costumbres y tipos populares a la manera de los sainetes del siglo XVIII o el género chico del siglo XIX. El autor más destacado de sainetes y comedias es Carlos Arniches, pero la obra más famosa es La venganza de Don Mendo.