La Lírica Renacentista Española
En esta etapa, conocida como Siglo de Oro de la literatura española, el Humanismo impuso, siguiendo a los clásicos, la visión del hombre como centro y medida de todo. La naturaleza fue vista como reflejo de la belleza ideal, fuente del desarrollo de todas las facultades humanas y camino para llegar a Dios. El Renacimiento, el “renacer” de la cultura grecolatina, propagó una nueva imagen del mundo centrada en la armonía y la perfección.
La Poesía Lírica y el Influjo Italiano
En el llamado Siglo de Oro de la literatura española tiene lugar una verdadera revolución lírica por medio de la influencia italiana. Los temas proceden sobre todo de la tradición clásica latina, pero también de Italia, especialmente del Cancionero de Petrarca.
El petrarquismo retoma y difunde el amor cortés provenzal (caracterizado por la identificación entre amor y sufrimiento). En la poesía de Petrarca, el amor cortés se cristianiza; las damas se transforman en ángeles, criaturas divinas de una belleza perfecta e inalcanzables por su virtud.
La influencia italiana, además de en los temas, se hace patente en la métrica. Así, frente al tradicional octosílabo español, los versos endecasílabos italianos, junto al heptasílabo, se combinan en distintas estrofas: tercetos encadenados, lira, octava real y soneto.
Primer Renacimiento
También se conoce como Renacimiento italiano y coincide con el reinado de Carlos I, durante el cual se extiende un periodo de apertura y se reciben con interés las novedades literarias del exterior. El núcleo temático es el amor, que a menudo se sitúa en una naturaleza idealizada y otras veces se encarna en personajes mitológicos. Destacan Juan Boscán y Garcilaso de la Vega.
Garcilaso de la Vega
Vivió en Italia y absorbió las influencias del petrarquismo. Se casó y poco después conoció a Isabel Freyre (Elisa), que le inspiró un amor verdadero y es a quien canta el amor en sus poesías.
En sus poesías predominan dos temas:
- El amor: siempre en tono petrarquista, es un doloroso sentir. El enamorado consagra su vida a una mujer que no le corresponde.
- La mitología clásica.
La obra poética de Garcilaso consta de tres églogas, dos elegías, una epístola a su amigo Boscán, una oda, cuatro canciones y treinta y ocho sonetos.
Églogas de Garcilaso
Género poético de origen clásico en el que el poeta expresa sus sentimientos a través del diálogo de pastores idealizados. En sus tres églogas se muestra el tópico del locus amoenus.
- Égloga I: En ella, el pastor Salicio se lamenta del rechazo de Galatea, mientras que Nemoroso llora la muerte de su amada.
- Égloga II: El pastor Albanio, desesperado por el desdén de la ninfa Camila, con la que había tenido una relación amorosa, intenta quitarse la vida.
- Égloga III: A orillas del Tajo, cuatro ninfas tejen escenas de amor. Tres de esas escenas son de tema mitológico y la cuarta es el amor desdichado entre Nemoroso y Elisa.
Estilo de Garcilaso
El lenguaje de Garcilaso posee naturalidad y sencillez, con una justa combinación de palabras cultas y elegantes, y expresiones del habla corriente, amoldadas a la rítmica fluidez de sus versos endecasílabos. Destaca su musicalidad y su ritmo, de clara influencia italiana.
Segundo Renacimiento
Conocido también como Renacimiento cristiano, coincide con el reinado de Felipe II. Aunque la lírica sigue con sus modelos italianizantes, los cambios sociales y el ambiente de la Contrarreforma imprimen un giro religioso en la poesía. Destacan dos corrientes: la ascética, que reflexiona sobre la búsqueda esforzada de la perfección moral, y la mística, que describe la experiencia misteriosa de la unión con Dios.
Fray Luis de León
Su figura representa la síntesis de las corrientes culturales de su tiempo: la herencia clásica, la influencia italiana y la religión. Sus temas no son amorosos, sino religiosos, filosóficos y morales.
Entre su obra poética destacan sus odas. Las más conocidas son:
- Oda a la vida retirada, donde se desarrolla el tópico Beatus ille (“dichoso aquel que decide retirarse de la vida mundana y disfrutar de la tranquilidad espiritual en plena naturaleza”).
- Noche serena y A Francisco Salinas, dos odas que recogen su deseo de contemplar la armonía divina.
San Juan de la Cruz
El místico San Juan de la Cruz debe su fama a sus poemas Cántico espiritual, Llama de amor viva y Noche oscura del alma. El tema de los tres es el mismo: la unión mística del alma (“la Amada”) con Dios (“el Amado”), simbolizada por el amor de un hombre y una mujer. Cada composición tiene un doble plano: el literario y el alegórico. En los poemas se describe en clave erótica el proceso místico. En su poesía abundan los simbolismos y las imágenes para expresar esta unión mística.
Santa Teresa de Jesús
Su poesía es sencilla y a la vez apasionada, y sirve de vía para expresar sus inquietudes y experiencias místicas. Aparte de su poesía, escribió varias obras místicas de carácter didáctico, entre las que sobresalen Camino de perfección y Las moradas, obras en las que explica los conceptos de la mística y la ascética.