La narrativa española de las primeras décadas del Siglo XX

Modernismo Y 98:
Modernismo y 98, independientemente de que sean considerados un único movimiento artístico o dos manifestaciones literarias diferentes, tienen algo en común: una intención firme de renovar la literatura hispánica del siglo XX en todos los géneros. No obstante, las diferencias radican en que cada corriente quiso modificar las cosas a su modo. La poesía está más asociada a los caracteres modernistas mientras que la novela y el ensayo son más propios del 98.

CONTEXTO HISTÓRICO

Dos circunstancias provocan la irrupción de estos autores en el panorama intelectual y literario español: el ambiente de crisis política, económica y moral que se vivía a finales del XIX, agudizado por la pérdida de las últimas colonias españolas en Cuba, Puerto Rico y Filipinas en 1898 (acontecimiento que da nombre a esta generación); y el agotamiento de los temas y las formas de la literatura del siglo anterior.

TEMAS

1. El tema de España desde planteamientos reformistas y patrióticos (Unamuno) pero también escépticos y pesimistas (Baroja), incluso desde una percepción impresionista o lírica (Azorín), según los autores. A. Paisaje, en especial el de Castilla, en el que descubren el espíritu austero y sobrio del hombre castellano. B. Historia, pero no la de los grandes hombres o acontecimientos, sino la del hombre anónimo y la vida cotidiana, a lo que Unamuno llamó “intrahistoria”. C. Literatura, volviendo o rescatando a autores medievales como Berceo, Rojas o Manrique, y a clásicos olvidados como Gracián o, del Siglo XIX, a Larra. Especial interés muestran por Cervantes y el Quijote, donde ven reflejadas fielmente las conductas españolas. 2. El tema existencial, que abarca desde la preocupación por el sentido de la vida, pasando por los conflictos psicológicos o los problemas de la religiosidad. Las diferentes actitudes varían desde la angustia y la obsesión por la inmortalidad de Unamuno, la preocupación por la caducidad de lo terrenal de Azorín o la incredulidad religiosa de Baroja. B.

ESTILO

El aspecto más carácterístico de su estilo es el rechazo de la expresión y grandilocuente. Propugnan el retorno a la sencillez y la claridad pero sin perder fuerza expresiva. Tienden a la precisión léxica. Su discurso está lleno de expresiones subjetivas.

CarácterÍSTICAS

Tienden a reflejar lo cotidiano. -El autor está omnipresente, manifiesta sus ideas sobre lo tratado. -El relato se centra en un personaje que focaliza la acción. -Estilo sobrio. -Preferencia por los relatos cortos. 

Miguel DE Unamuno

Es el escritor más peculiar del 98 por su carácter crítico, independiente y obsesivo. Su obra tiene un fuerte contenido filosófico. Las novelas más importantes de Unamuno son Amor y pedagogía, Abel Sánchez, La tía Tula, Niebla y San Manuel Bueno, mártir. Su obra presenta varias obsesiones: el tema de España, la existencia y la muerte, la relación entre Dios y los hombres, la eternidad y la nada, la fe, etc. En Niebla, una de sus nivolas –así las llamaba él para nombrar esa peculiar forma de narrar—enfoca la relación entre el Creador y sus criaturas a través de un personaje, Augusto Pérez, quien se rebela contra su propio creador, el novelista, lo cual denota la lucha entre el hombre y Dios.

PÍO BAROJA

Es quizá el mejor narrador de su generación. Su tema principal es la protesta contra la sociedad del momento, la crítica contra la hipocresía, las falsas moralidades, las dolorosas injusticias y el progresivo aburguesamiento. Las consecuencias de esta actitud serán un escepticismo absoluto ante los aspectos religiosos y éticos del hombre y una presencia importante de la acción en sus novelas. Algunos de sus libros más importantes son El árbol de la ciencia, Zalacaín el aventurero y Las inquietudes de Shanti Andía.

VALLE INCLÁN

Es uno de los escritores más vanguardistas del momento. Su obra, inicialmente modernista, evoluciona hacia esa creación tan particular llamada esperpento (aunque es quizá más notoria en el teatro, donde destacó con obras como Luces de Bohemia). Su primera obra en prosa es Sonatas, donde se presentan las memorias de un peculiar Don Juan. En 1926 escribe su segunda novela, Tirano Banderas, en la que intenta reflejar los usos lingüísticos y las costumbres de América a través del retrato de un dictador. Esta novela inaugura la tradición de novelas sobre tiranos latinoamericanos que después veremos en Vargas Llosa, Miguel Ángel Asturias o García Márquez. Su última obra es El ruedo ibérico, trilogía incompleta de tema histórico.

AZORÍN

Pretende que sus novelas sean un reflejo delicado y lírico de lo esencial de la realidad. Es un escritor minucioso, del detalle. Su preocupación por el paso del tiempo se percibe en una prosa melancólica y fluida. Sus títulos más conocidos son La voluntad, Castilla, Antonio Azorín y Doña Inés. Pese a su intención narrativa, sus libros se aproximan más al ensayo y al libro de impresiones sobre el paisaje y las gentes.

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