La novela de los años 40 y 50

La novela española de posguerra se inicia con la pérdida de muchas referencias literarias como son la muerte de escritores, el exilio, etc.


Los años cuarenta:evasión y testimonio



Literariamente, el final de la guerra civil española estuvo marcado por dos tendencias narrativas: por un lado la que marcaba una preferencia por evasión (condescendiente del régimen de Franco y permanecía alejada de los problemas de la sociedad y del hombre) y, por otro, la del testimonio (suponía una reacción anticonformista). Dos obras fundamentales son: “La familia de Pascual Duarte”(de Cela se considera como una manifestación de incalculable valor histórico y documental, es una obra narrativa plena de toda crudeza y crueldad y es un manifiesto explícito del pesimismo, la violencia y la crítica social. El protagonista es Pascual, personaje que nace y vive condicionado por la miseria social y espiritual, posee una visión negativa de la vida: sus personajes están llenos de taras físicas y morales que viven en un mundo hostil e inhumano, intuimos una ternura subyacente al contemplar esos personajes desvalidos. Esta novela inicio el fenómeno del tremendismo)
Y “Nada (de Carmen Laforet ha sido considerada como precursora del realismo social de los años 50, la vida trascurre bajo el asfixiante ambiente de la guerra civil, reflejado en un mundo de miseria moral y material).

En 1947 Delibes escribe su primera novela: La sombra del ciprés es alargada, con la que obtiene al año siguiente el Premio Nadal.


La novela de los años 50: El realismo social


Una serie de escritores, inspirados por la necesidad de proclamar que el arte debe ser útil, defienden que éste debe cumplir una función ética y casi política. Estos son una serie de escritores que orientan sus mensajes hacia el compromiso social. Al mismo tiempo, expresaron su admiración por el neorrealismo italiano, movimiento en el que se alababa a los héroes anónimos y a la gente sencilla. En estas novelas se reduce el argumento, el tiempo y el espacio, un claro ejemplo es El Jarama de Sanchéz Ferlosio. Incluimos la influencia de Jean Paul Sastre, defensor de que los escritores debían ser la conciencia crítica de la sociedad.

a)

Realismo testimonial

: sus novelas se caracterizan por la sencillez estilística y la objetividad perspectivista.
Las historias se presentan sin que se escuche la voz del narrador y sin que el estilo entorpezca el desarrollo de la acción. Autores: Ignacio Aldecoa, Sanchéz Ferlosio, entre otros.


B)

Realismo crítico

: sus novelas relatan la vida del obrero, del campesino, y en general, la historia del proletariado oprimido. Esto procede de la estética marxista. Autores: Lopez Salinas, Alonso Grosso.

Los autores exiliados abordan temas de contenido social y de recuperación de la realidad española, sin contacto con el mundo español (Sender, Max Aub o las novelas de Rosa Chacel que constituyen verdaderos exponentes de una concepción filosófica que las aproxima al ensayo).





La novela de los años 60 y 70: la renovación estética


El realismo social comienza a agotarse, se hace necesario buscar nuevas formas de expresión y nuevas técnicas narrativas.

El desarrollo de los años sesenta, junto con la apertura al exterior y el auge económico, obligan a abandonar las estructuras biológicas alenantes pero no termina por desaparecer el inconformismo de la etapa anterior. La novela que marca el nuevo rumbo de la narrativa española es Tiempo de silencio, de Luis Martín Santos. Sus características son:

Diversidad de enfoques


: frente al narrador omnisciente, se adopta la perspectiva diversificada de varios personajes o el punto de vista múltiple.

Manejo del lenguaje con absoluta libertad


: pueden coincidir en una misma obra largos pasajes con puntuación nada convencional o formas tipográficas caprichosas o experimentales.

Estructura compleja: se rompe con la estructura tradicional del planteamiento, nudo y desenlace


Abundancia de monólogos interiores

Importancia decreciente del argumento

Digresiones del autor


Los autores y novelas 60-70: Delibes: Las ratas, Cinco horas con Mario; Cela: La colmena; E. Mendoza: La verdad sobre el caso Savolta; entre otros.


La novela de los años 80, 90, 2000


La total desaparición de la censura y la liberta de expresión. No podemos hablar de grupos homogéneos o de generaciones pues predomina la independencia y la no adscripción a normas ni corsés. En los temas se da un regreso a lo subjetivo, a lo privado o íntimo por encima de lo social. Así, se retoman asuntos como el de la infancia, la juventud, las relaciones personales, los miedos, el sentimiento de culpa o la mentira.

En cuanto a las técnicas, destaca el eclecticismo (mezcla las técnicas tradicionales y vanguardistas). Las obras son de lectura más sencilla. Los argumentos vuelven a tener relevancia. Las preferencias del lector son la novela de género, la novela concentrada en si misma o la novela de registro coloquial.

En cuanto a la novela de los años 1990 y 2000 se ha incrementado el tono lírico e introspectivo de los años anteriores. Existe una tendencia al autobiografismo y a la mezcla de lo autobiográfico y de la ficción denominada autoficción de las que podría ser un exponente valido la novela Primer destino del escritor murciano Salvador García Jiménez.





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