La Obra Novelística de Camilo José Cela: Trayectoria y Experimentación

Camilo José Cela: Trayectoria Literaria y Novelística

Camilo José Cela (1916-2002) fue un autor de una obra densa, desigual y variada. Además de sus novelas, cultivó la poesía (como Pisando la dudosa luz del día, de 1936, pero inédito hasta 1945, o el Cancionero de La Alcarria), narraciones cortas, bosquejos caricaturescos que él denominaba apuntes carpetovetónicos (como El gallego y su cuadrilla), ensayos (Cuatro nombres del 98), multitud de artículos periodísticos y abundantes libros de viajes (sobresale su célebre Viaje a la Alcarria (1948); también Viaje al Pirineo de Lérida, Del Miño al Bidasoa, Judíos, moros y cristianos, Primer viaje andaluz, Galicia, entre otros). También escribió memorias (La cucaña).

Otra parcela significativa de su producción la constituyen sus peculiares trabajos lexicográficos, como el Diccionario secreto (1968 y 1971). Además, fundó en 1956 la revista Papeles de Son Armadans, donde publicaron algunos escritores del exilio, y, en 1964, la editorial Alfaguara, hoy parte del grupo Santillana.

Una constante en su trayectoria fue la búsqueda de nuevos modos narrativos y formas de expresión. Escribió una veintena de novelas en las que sorprende la diversidad de construcción, ya que cada una de ellas responde –según el propio Cela– a una distinta “técnica de novelar”. A continuación, exploramos su trayectoria novelística:

1. Los Comienzos y el Tremendismo (1942-1944)

Su primera novela, La familia de Pascual Duarte (1942), marcó un acontecimiento fundamental en la novelística de la posguerra española. Es un experimento violento y amargo que combina acción y sangre en proporciones inverosímiles. Refleja el pesimismo existencial del autor a través del relato en primera persona de un campesino extremeño condenado a muerte, quien narra su vida plagada de atrocidades. Esta obra dio origen al movimiento literario conocido como “tremendismo”.

2. Otros Experimentos Narrativos y el Realismo Social (1944-1955)

La segunda novela de Cela es notablemente distinta: Pabellón de reposo (1944) es descrito como “un experimento pacífico” y “un anti-Pascual”. Con una base autobiográfica, reproduce los monólogos de varios enfermos en un sanatorio para tuberculosos.

La tercera, Nuevas andanzas y desventuras de Lazarillo de Tormes (1944), es otro experimento, un “pastiche” de la novela picaresca, fruto de sus profundas lecturas.

En 1951, Cela publica su obra cumbre, La colmena, que abre el camino del Realismo Social. Esta novela dirige una mirada compleja y pesimista hacia la mísera y triste España de la inmediata posguerra, constituyendo una de las mejores novelas de la literatura española. Utiliza un protagonista colectivo, con más de trescientos personajes. Este ir y venir de criaturas que se cruzan y entrecruzan (una técnica caleidoscópica) aspira a ofrecer un panorama de la vida del Madrid de 1943. La unidad del relato se logra por las relaciones entre los personajes y, sobre todo, por la concentración espacio-temporal: todo transcurre en poco más de dos días y los escenarios, aunque variados, se reiteran y son siempre los habituales para las relaciones sociales de la época (cafés, casas, burdeles, calles…). Esta reiteración refleja la monotonía y la rutina; el eterno presente implica que no hay futuro y, por tanto, no hay salida posible para los seres que desfilan ante el lector. Viven atrapados por el hambre, la miseria, la degradación moral, la prostitución, la tristeza, la mediocridad y el miedo.

Con sus siguientes obras, de menor fortuna crítica, Cela continuó explorando nuevos caminos narrativos. En Mrs. Caldwell habla con su hijo (1953), bucea en la locura de una mujer que escribe a su hijo muerto. Consta de 212 capítulos, verdaderos poemas en prosa de exuberante imaginación onírica, muy alejados de la inmersión en la realidad social iniciada con La colmena.

Volverá a la realidad con La catira (1955), un canto a la mujer y las tierras venezolanas, en la que muestra su extraordinaria capacidad lingüística al usar el español de América (al igual que en Tirano Banderas de Valle-Inclán).

3. Últimas Novelas y el Experimentalismo Tardío (1969-2002)

Casi quince años tardó Cela en publicar su siguiente novela, San Camilo 1936 (1969). Es un extenso e ininterrumpido monólogo interior, enmarcado en el Madrid de comienzos de la Guerra Civil, con atención a lo más sórdido: rincones inmundos, tipos monstruosos, violencia y una obsesiva presencia del sexo.

Oficio de tinieblas 5 (1973) es, como la anterior, una muestra de un experimentalismo audaz. Está formada por 1.194 párrafos de extensión variable sin puntuación alguna, que son fragmentos narrativos, monólogos, máximas… de contenido diverso que, según el autor, no constituyen una novela, sino “la purga de mi corazón”.

Diez años después, sus últimas novelas siguieron mostrando el sello de lo renovador y experimental. Mazurca para dos muertos (1983) se ambienta en el campesinado gallego y destaca por su magnífica prosa. Regresa de nuevo a los años de la Guerra Civil, pero ahora en la Galicia rural, con ecos estilísticos y temáticos de Cien años de soledad de Gabriel García Márquez.

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