Miguel Hernández
Se destacan las siguientes etapas en su poesía:
- Antes de la Guerra: escribe su primera obra, Perito en lunas, poesía de tono barroco, de influencia gongorina y vanguardista. En 1936 publica El rayo que no cesa, libro fundamental que contiene poemas que expresan el sufrimiento del amor no correspondido a través de imágenes surrealistas y de símbolos como el rayo o elementos minerales y puntiagudos, como el cuchillo.
- Durante la Guerra: pone su poesía al servicio de la causa republicana; así nace una poesía comprometida: Viento del pueblo (aparece el pueblo oprimido y el poeta como viento de salvación) y El hombre acecha (la derrota republicana ya se ve cercana y refleja el pesimismo por la muerte y los horrores de la guerra).
- Después de la Guerra: en la cárcel escribirá Cancionero y romancero de ausencias; el poeta se duele de la ausencia de los suyos y escribe intensos poemas de amor a su mujer; también recuerda una guerra que solo ha provocado odio y destrucción, pero aun así no renuncia a la esperanza. Predominan canciones y romances; las metáforas se reducen en busca de una expresión directa y esencial.
Temas de su Poesía
- La naturaleza: En su primera etapa intenta mostrar una naturaleza real, casi hiperrealista. En las últimas etapas, la naturaleza simboliza libertad.
- El amor: Ningún poema queda al margen del sentido amoroso: a la naturaleza, a la mujer, al hijo, a los amigos, al pueblo, a la vida.
- La muerte y la vida: En sus poemas, la vida y la muerte se manifiestan en dos sentidos: por una parte, un sentido existencialista (“el hombre es un ser nacido para la muerte”); por otra, la muerte como semilla de renovación.
- El compromiso social y político.
La Poesía de Posguerra (Años 40)
En los primeros años de posguerra (años 40), los poetas que quedan en España se dividen en dos grupos:
Poesía Arraigada
- Poetas que se identifican con el régimen franquista, han ganado la guerra y muestran su optimismo por ello (algunos posteriormente se distanciaron del régimen): Leopoldo Panero, Dionisio Ridruejo, Luis Rosales, Luis Felipe Vivanco, etc.
- Frente a una sociedad marcada por el racionamiento, el hambre y el aislamiento internacional, la España que aparece en sus versos es un país idealizado que se refleja a través de un lenguaje clásico y embellecedor, por lo que regresan a formas poéticas tradicionales como el soneto.
- Temas: el amor, el paisaje, la patria, Dios (aporta serenidad, armonía y confianza).
Poesía Desarraigada
- Para los poetas desarraigados el mundo es un lugar inhóspito, y la poesía, el medio para buscar la salvación. Entre ellos están: Vicente Aleixandre (Sombra del paraíso), Dámaso Alonso (Hijos de la ira), Gabriel Celaya o Blas de Otero.
- Su poesía refleja la soledad del hombre en un mundo caótico, sin sentido. Los temas serán el vacío personal, la soledad del hombre y el desarraigo.
- Lo religioso aparece con frecuencia, pero será una religiosidad conflictiva, con dudas y hasta desesperación.
- Es una poesía de estilo bronco y apasionado, directo y desgarrado con uso frecuente del verso libre y del versículo.
La Poesía Social (Años 50)
En la década de los 50, predomina en la poesía el deseo de ofrecer un testimonio crítico de la realidad. Es la poesía social, que parte de la idea de que el poeta debe anteponer los problemas y sufrimientos de los hombres de su tiempo a cualquier otra circunstancia. Creían que la poesía podía cambiar el mundo, por lo que era un instrumento útil; el escritor puro, el que solo busca la belleza, es un irresponsable, ya que todo el que no denuncia la opresión es su cómplice.
Temas fundamentales: las injusticias sociales, la solidaridad con los desfavorecidos, la opresión, la lucha por la libertad, etc. Se busca un lenguaje claro y sencillo, desnudo de recursos retóricos, con un tono coloquial. Interesa más el contenido que los valores formales o estéticos.
Blas de Otero
Tras una etapa de poesía existencial, que se incluiría dentro de la poesía desarraigada, y que expresa la angustia y el dolor del hombre, en los años 50 inicia un nuevo ciclo siguiendo las pautas de la poesía social con Pido la paz y la palabra. Le siguen En castellano y Que trata de España. El poeta arrincona sus angustias, y el camino que no encontró en la religión lo busca ahora en la solidaridad con los que sufren; es una temática social que se halla presidida por la esperanza y por los deseos de paz y convivencia fraterna. La voluntad de llegar “a la inmensa mayoría” le lleva a adoptar un lenguaje claro y hasta un tono coloquial.
A la última etapa de su poesía, con mayor presencia de la intimidad, preferencia por formas métricas más libres y liberación del lenguaje, pertenecen Historias fingidas y verdaderas, Mientras y Hojas de Madrid.
Recursos Estilísticos
- Frecuentes encabalgamientos abruptos que producen una impresión de violencia en sus versos.
- Reiteración del mismo elemento léxico, contribuye a resaltar elementos del texto produciendo ritmo insistente y repetitivo.
- Combinación de léxico culto y coloquial.
- Frecuentes paralelismos sintácticos, que logran crear un ritmo insistente, reiterado y tenaz.
- Recursos fónicos (aliteración, tartamudeo silábico).
- Variedad métrica (sonetos, liras, versos libres y versículos…).
La Poesía de los Años 60 (Generación del 50)
Contra la poesía social reacciona un nuevo grupo de poetas que comienzan a publicar a finales de los años 50 (Generación del 50): Ángel González, Jaime Gil de Biedma, José Ángel Valente, Claudio Rodríguez, José Agustín Goytisolo, etc. Se proponen la renovación del lenguaje poético, con mayor atención a los valores estéticos y formales del poema; defienden una concepción de la poesía como acto de conocimiento propio y del mundo que los rodea.
Rasgos Comunes
- En los temas se vuelve a lo íntimo: el paso del tiempo, la infancia y la juventud, lo familiar, la amistad, etc. Hay una atención a lo cotidiano; en sus poemas aparecen anécdotas de la vida real. Y el amor es un tema esencial, sin embargo, describen los sentimientos amorosos de forma poco frecuente; a veces, aparece de modo explícito el erotismo y la sexualidad e incluso el amor homosexual. Cuando en sus versos aparece la crítica social, los autores utilizan la ironía y el humor como recursos desdramatizadores.
- En el estilo, aunque continúan el estilo conversacional y antirretórico, demuestran una exigente labor de depuración y de concentración de la palabra.
Jaime Gil de Biedma
En su poesía domina el tono confesional (en primera persona) e irónico, con el que se recogen sus recuerdos de infancia y juventud, la visión descarnada de la alta burguesía a la que él mismo pertenecía y el relato de sus experiencias amorosas de carácter homosexual. Todo ello se expresa con un lenguaje aparentemente sencillo, narrativo y coloquial. La voz poética de Gil de Biedma se dirige con frecuencia a un tú o a un vosotros, lo que construye un diálogo que permite una visión irónica y distanciada.
Obras: Compañeros de viaje (el título alude a los camaradas de aventura política y recoge una expresión de Lenin para designar a aquellos burgueses que apoyaban la Revolución), Moralidades y Poemas póstumos. La poesía de Gil de Biedma se caracteriza por un tono hedonista y vital al que acompaña una aguda conciencia del paso del tiempo, tema obsesivo en Poemas póstumos, poemario esencialmente desengañado y amargo en el que el poeta toma conciencia de la pérdida de su juventud. Los poemas de los tres libros, y otros, fueron recogidos todos con el título Las personas del verbo.
Gloria Fuertes
Autora cuyo nombre está ligado a dos movimientos literarios: la mencionada Generación del 50 y el Postismo, grupo literario de posguerra al que se unió a finales de los 40. En los años 50 inició una fulgurante carrera literaria con obras como Isla Ignorada, Aconsejo beber hilo y Todo asusta. En la siguiente década, los elementos intimistas pasaron a primer plano en Ni tiro, ni veneno, ni navaja, Poeta de guardia, etc.
Una de sus vertientes internas es la poesía contestataria y desmitificadora. Al resultar la censura más transigente con géneros minoritarios como la poesía, fue más fácil para los poetas emprender su protesta. En este sentido, lo que caracteriza la poesía de Fuertes es el empleo del humor como mecanismo contestatario.
Al margen de su poesía para adultos, surgida de forma autodidacta, marcada por la tragedia bélica de la Guerra Civil, y enmarcada dentro del Postismo y el surrealismo, donde con imaginación, dosis de melancolía y puntual sentido del humor, trata temas clásicos dentro de la lírica como los asuntos sociales, la vida, el amor o el dolor, Gloria ha escrito, principalmente en la última etapa de su carrera, literatura infantil, llegando a recibir en 1968 el Premio Andersen por su trabajo.
Temas Recurrentes de la Poesía de Fuertes
- La metapoesía: la poesía aparece en su obra como forma de vida.
- El amor: evoluciona líricamente de la ilusión al desengaño, del amor al desamor. No hay nunca un sentimiento gozoso sino desgarrador, doliente y a veces imposible.
- La existencia (la soledad y el dolor, la vida y la muerte): La vida es azar, celebración y optimismo; la muerte también queda desmitificada por vía del humor que llega al sarcasmo.
- La divinidad: El tema de Dios es también constante, pero no es un problema agónico, sino que Dios es bondad, un amigo.
- La solidaridad humana: buena parte de la poesía de Fuertes puede leerse como una poética contestaria en defensa de los Derechos Humanos. La parodia resulta de la visión aparentemente “divertida” de un mundo sin justicia ante el que nadie hace nada.
En resumen, el conjunto de la obra de Gloria Fuertes se caracteriza por la ironía con la que trata temas tan universales como el amor, la soledad, el dolor o la muerte. Despuntan las metáforas, los juegos lingüísticos y el carácter fresco y sencillo que dotan a sus poemas de una gran musicalidad y cadencia cercana al lenguaje oral.