Literatura Española: Ilustración, Neoclasicismo y Romanticismo

La Ilustración y el Neoclasicismo en España

En el siglo XVII en Europa se producen grandes cambios económicos, sociales y políticos, que llevan a la crisis del Antiguo Régimen. Esas transformaciones están propiciadas por la Ilustración, que es un movimiento cultural que comparte valores como:

  • El racionalismo: el hombre debe guiarse por la razón y no por otros criterios como la fe.
  • Utilitarismo y fe en el progreso: los avances en el saber deben mejorar las condiciones de vida.
  • Importancia de lo natural: como fundamento de la razón y el pensamiento.
  • Reformismo: los ilustrados aspiran a aplicar su pensamiento en la realidad.

Surge así el despotismo ilustrado: la modernización de la sociedad mediante reformas sociales, políticas y económicas. Gran importancia tiene su apuesta por la cultura y la educación como forma de perfeccionar la sociedad, pero en España esta política fue paralizada por los conservadores.

El movimiento ilustrado dio pie a la aparición del Neoclasicismo, que se inspira en el clasicismo francés y el grecolatino y se guía por los criterios de la razón y la lógica.

Características del Neoclasicismo

El Neoclasicismo presenta los siguientes rasgos:

  • Respeto a unas reglas y preceptos rigurosos con el fin de alcanzar el ideal del buen gusto.
  • Clara distinción entre los diferentes géneros y subgéneros literarios.
  • Se rechaza la mezcla de los distintos estilos y registros en el lenguaje.

Con el tiempo, estos presupuestos van siendo desplazados por otra estética: el Prerromanticismo.

El Ensayo en la Ilustración

Los ilustrados propugnaban la finalidad práctica del arte, lo que hace que casi toda la prosa sea de carácter didáctico. La prosa de ficción queda relegada a una posición marginal. Algunos autores son Diego de Torres de Villarroel o José Francisco Isla. El ensayo es el género preferido por los ilustrados porque se ajusta mejor a sus intenciones pedagógicas.

Podemos destacar los siguientes autores:

  • Ignacio Luzán: Su Poética es una obra fundamental para entender las ideas literarias de la Ilustración.
  • Fray Benito Jerónimo Feijoo: A pesar de su condición de religioso, fue uno de los principales abanderados de las ideas ilustradas, como la lucha por la modernización del país. Destacan sus obras Teatro crítico universal y Cartas eruditas y curiosas.
  • José Cadalso: Su obra ensayística se compone de dos obras:
    • Los eruditos a la violeta: sátira contra la pedantería.
    • Cartas marruecas: en ella se ofrece una visión crítica de la realidad española a través de los ojos de un extranjero marroquí llamado Gazel, que intercambia cartas con su maestro y con un amigo español. Permite formular una severa denuncia de los principales males de España, como el escaso interés por la ciencia y el retraso en la industria.
    • Noches lúgubres: obra de ficción que presenta algunas características propias del Prerromanticismo, como ambientes nocturnos y tétricos.
  • Gaspar Melchor de Jovellanos: En su obra en prosa de carácter iniciático y reformista, hay que destacar obras como Memoria sobre espectáculos y diversiones públicas o Memoria sobre la educación pública.

El Teatro en la Ilustración

Encontramos diversas tendencias:

  • Teatro postbarroco: conserva los planteamientos dramáticos del siglo XVII, como el gusto por la espectacularidad escenográfica.
  • El sainete: pieza breve de carácter cómico que se representaba en los entreactos. Tiende a subrayar los rasgos populares: personajes característicos y costumbres típicas. Destacan Ramón de la Cruz, cuyos sainetes de ambiente madrileño tuvieron gran éxito.
  • Teatro neoclásico: se trata de la respuesta de los ilustrados al teatro barroco, que consideraban un espectáculo indecente desde el punto de vista moral y estético. El teatro ha de ser un vehículo para transmitir su visión crítica de la sociedad y sus ideas reformistas. Podemos distinguir los siguientes subgéneros:
    • La comedia sentimental: de carácter realista y desenlace feliz. Sus personajes son de clase media y baja que encarnan valores burgueses. Con el tiempo, evolucionó hacia el melodrama. Su obra más representativa es El delincuente honrado de Jovellanos.
    • La tragedia de tema tradicional: que imita el modelo francés y no tuvo gran éxito. Destaca La Raquel de Vicente García de la Huerta.
    • La comedia neoclásica: alcanzó un éxito escaso y tardío. Sus principales características son:
      • Respeto de las unidades dramáticas clásicas.
      • Uso de la prosa o del octosílabo.
      • Intención didáctica propia del espíritu ilustrado.

      Principales autores de la comedia neoclásica son Moratín e Iriarte.

Leandro Fernández de Moratín

Desde joven participó en los círculos ilustrados y acabó sus días en el exilio, ya que fue un afrancesado que colaboró con José I.

Su obra dramática se compone de:

  • Tres comedias en las que critica los matrimonios concertados. Ej: El sí de las niñas.
  • La comedia nueva o El café: donde se ridiculizan las obras teatrales demasiado aparatosas.
  • La mojigata: sobre la religiosidad aparente y sus efectos en la educación.

La comedia moratiniana presenta los siguientes rasgos:

  • Propósito didáctico y reformador: sus obras combaten el teatro popular de la época y sus valores. Defiende valores ilustrados como la educación, la sensatez, etc.
  • Búsqueda de la verosimilitud: como el uso preferente de la prosa, el manejo de un lenguaje sencillo y adecuado, la búsqueda de acciones creíbles y el rechazo de la escenografía espectacular.
  • Respeto a los preceptos teatrales clásicos: sobre todo a las tres unidades dramáticas.

El Romanticismo en España

El Romanticismo es un movimiento cultural y político que se desarrolla en Europa durante la primera mitad del siglo XIX como consecuencia de los cambios sociales y los avances industriales que venían gestándose desde el siglo anterior. La figura del alemán Goethe, especialmente con su obra Werther, fue el impulsor de este movimiento. Surge como reacción contra el Neoclasicismo y propugna que en el hombre, además de la razón, existen sentimientos, fantasías e ideales. Estos no pueden expresarse mediante reglas y preceptos, sino por medio de la libertad individual. Los principales acontecimientos que tuvieron lugar fueron: la Revolución francesa, la invasión napoleónica, las Cortes de Cádiz y el régimen de Fernando VII.

Características del Romanticismo Literario

El Romanticismo literario presenta las siguientes características:

  • Irracionalismo e individualismo: El irracionalismo es una consecuencia del rechazo a la razón como forma exclusiva del conocimiento y explica el interés por lo sobrenatural y el misterio. El individualismo explica su actitud inconformista y rebelde que a veces desemboca en la frustración.
  • Subjetivismo y exaltación del yo: las pasiones y sentimientos del propio artista se convierten en uno de los temas principales.
  • Sentimiento nacionalista: que está en la base del gusto por el folclore y la recuperación del pasado medieval.
  • Naturaleza dinámica y convulsa: en la que se refleja la propia subjetividad del artista, con gusto por los ambientes nocturnos y tétricos.

Debido a las condiciones políticas, económicas y sociales del país, la implantación del Romanticismo en España fue tardía y menos importante que en el resto de Europa. Así, el arranque de la literatura romántica no se produce hasta 1830, cuando muere Fernando VII y se permite el regreso de los liberales españoles exiliados.

La Poesía Romántica

Tuvo una aparición tardía y se caracterizó por su escasa originalidad, tanto en temas como en la forma. Hay que destacar la acusada tendencia a la expresión retórica, la mezcla de géneros y la polimetría.

Entre los poetas románticos, hay que destacar a:

  • José Zorrilla: autor de obras exitosas en las que conviven la poesía lírica y la narrativa.
  • José de Espronceda: paradigma del poeta romántico. Su poesía, caracterizada por su estilo exaltado, está compuesta por composiciones líricas, sobre todo canciones dedicadas a personajes marginales. Destacan sus largos poemas narrativos: El estudiante de Salamanca y El diablo mundo.

En la segunda mitad del siglo XIX, la poesía romántica pervive bajo una nueva fórmula caracterizada por el intimismo, el simbolismo y la sencillez y naturalidad expresiva.

Los principales representantes del romanticismo tardío son:

  • Rosalía de Castro: compuso poemas tanto en gallego como en castellano. Su lírica es la manifestación de su propia subjetividad, marcada por la soledad, la melancolía y la naturaleza.
  • Gustavo Adolfo Bécquer: destacó en su relato breve con las historias fantásticas y de ambientación histórica reunidas en Leyendas. De su creación poética, solo han llegado composiciones conocidas como «Rimas», poemas por lo general breves y en los que destaca la naturalidad del lenguaje, la variedad métrica y el predominio de la asonancia, así como el manejo de la connotación y los símbolos. Su poesía resulta más sugerente y menos retórica. Sus temas se inscriben en los cánones del Romanticismo. Hay que destacar dos: la poesía, concebida como un ideal inalcanzable al que el poeta se acerca a través de la inspiración, y el amor, descrito como un sentimiento incontrolable e irracional volcado hacia una mujer ideal y que acaba en sufrimiento y soledad. Además, también utiliza temas como el desengaño, la soledad y la muerte.

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