La Literatura de la Ilustración (Siglo XVIII)
3. El ensayo ilustrado
El ensayo es el género más representativo de la literatura del siglo XVIII por su carácter expositivo y reflexivo, óptimo para la intención didáctica, divulgativa y reformista de los ilustrados.
Los ensayistas más representativos fueron los siguientes:
Fray Benito Jerónimo Feijoo
Fue el iniciador del género. Autor del Teatro Crítico Universal y Cartas eruditas y curiosas. En su obra difunde las grandes aportaciones de la ciencia y la actitud racional del intelectual.
Gaspar Melchor de Jovellanos
Destacó como político ilustrado y como prosista. Fue un gran erudito y defensor de una educación orientada a conseguir el bienestar social y de la ciudadanía. Destacan la Ley Agraria y la Memoria sobre espectáculos y diversiones públicas.
José Cadalso
Cultivó todos los géneros y estilos de su época. Destaca su obra prerromántica Noches lúgubres, su sátira en prosa Los eruditos a la violeta, y su obra más famosa, Cartas marruecas, un conjunto de noventa cartas que se dirigen entre sí tres personajes.
3.1. Las corrientes artísticas del siglo XVIII
En el siglo XVIII conviven diversas corrientes artísticas:
El Neoclasicismo: Caracterizado por su carácter didáctico, la imitación del estilo clásico y la sencillez.
El Rococó: Un estilo superficial y refinado que propone el disfrute del amor, el placer y la belleza.
El Sentimentalismo: Precursor del romanticismo, que reivindica los sentimientos frente a la razón.
4. El teatro ilustrado
El interés que despertaba el teatro en el siglo XVIII era excepcional. Para el público representaba uno de los mejores entretenimientos; para los ilustrados, un instrumento de propaganda.
Los ilustrados promovieron una reforma del teatro que dio lugar a una nueva fórmula teatral: la comedia neoclásica.
Las obras neoclásicas debían reunir estos rasgos:
Los temas deben proporcionar una enseñanza práctica. Generalmente constituyen una crítica de las costumbres de la sociedad de su tiempo.
Las piezas deben buscar la verosimilitud, imitando la realidad y representando temas contemporáneos.
Las obras respetan las unidades de acción, lugar y tiempo, así como la necesidad de acatar la regla del decoro en los personajes.
El nuevo teatro precisa de un nuevo espacio de representación, por eso se cambió de los corrales de comedias a teatros cerrados de estilo italiano.
El autor más destacado de este teatro ilustrado es Leandro Fernández de Moratín, cuyas obras reflexionan sobre los problemas de la clase media, con la intención de enseñar las buenas costumbres. Entre sus obras destacan El viejo y la niña y El sí de las niñas.
El Romanticismo en la Literatura Española (Siglo XIX)
3. El teatro romántico
El teatro del romanticismo, que rompe con la rigidez de las obras neoclásicas, recrea un contexto histórico en apariencia lejano en el que se proyectan los conflictos sociales y políticos imperantes en la actualidad.
Sus características son:
La mezcla de lo trágico y lo cómico, con apasionados argumentos melodramáticos.
La alternancia de verso y prosa y el empleo de variedad de estrofas, en un lenguaje sencillo y coloquial.
La ruptura de las unidades de espacio, tiempo y acción, y el cambio de escenario.
La artificiosidad formal.
El tema principal es el amor absoluto más allá del bien y del mal, pero sometido a una sucesión de obstáculos que lo impiden. Otros subtemas son la venganza o la crítica al poder y la autoridad.
El destino trágico persigue a los personajes. El héroe romántico se presenta como un hombre misterioso y la heroína es capaz de todo por amor.
4. La prosa romántica
Durante la primera mitad del siglo XIX se cultivó la novela histórica, los relatos fantásticos y los artículos periodísticos.
4.1. La novela histórica
La novela histórica se ambienta en un pasado en el que se mezclan hechos y personajes de ficción con otros históricos, con la intención de otorgar verosimilitud al relato.
Destacan novelas como Sancho Saldaña, de Espronceda, de Larra, y de Enrique Gil y Carrasco.
4.2. La narrativa fantástica
La narrativa fantástica y de terror recibe un gran impulso a lo largo del siglo XIX. El cuento y la leyenda fueron muy cultivados en Europa y Estados Unidos; en España estos subgéneros están representados por las Leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer.
4.3. Los artículos de opinión
Los artículos de opinión constituyen la principal forma de difusión del denominado costumbrismo. Sus principales representantes son Mariano José de Larra, Ramón Mesonero Romanos y Serafín Estébanez Calderón.
Los artículos de costumbres se caracterizan por:
Son textos breves que reflejan los ambientes, tipos y costumbres populares.
Su finalidad es reflejar las costumbres sociales pintorescas.
Fusionan las formas del cuento y del ensayo.
5. La poesía romántica
La poesía es un cauce perfecto para la expresión del espíritu romántico. La búsqueda de la libertad es el motor que impulsa la labor creativa de los artistas, en su eterna lucha entre su yo y el mundo.
Dentro de la poesía romántica distinguimos diferentes períodos:
Un primer romanticismo: Triunfa la poesía narrativa de contenido histórico y legendario. Se distinguen tendencias: El romanticismo liberal (Las leyendas de Zorrilla), y el romanticismo crítico y liberal, encarnado por Espronceda.
Un posromanticismo: La poesía adquiere un tono más lírico e intimista. Sus exponentes son Bécquer y Rosalía de Castro.
5.1. José de Espronceda
José de Espronceda cultivó varios géneros. En su obra poética destacan:
El estudiante de Salamanca: Su protagonista, burlador de la inocente Elvira, corresponde al típico héroe romántico que representa la rebelión interna profunda y el rechazo a las convenciones sociales.
El diablo mundo: Una alegoría pesimista de la condición humana, que incluye el Canto a Teresa, elegía del poeta al contemplar el cadáver de su amada.
Canciones: Poemas más breves entre los que se halla la Canción del pirata.
5.2. El posromanticismo
Inspirada en los románticos europeos y las canciones populares, los principales representantes de la poesía posromántica son Gustavo Adolfo Bécquer y Rosalía de Castro.
Gustavo Adolfo Bécquer está considerado como el punto de partida de la poesía española contemporánea. La suya es una voz honda y subjetiva que trata temas como el amor, la poesía, la naturaleza y el sentido de la existencia. Entre su producción destacan:
Las Rimas: Se consideran como un solo poema de carácter autobiográfico, estructurado en tres partes.
Las Leyendas: Sintetizan elementos procedentes de la tradición, de la novela histórica y de los relatos fantásticos.
