Multiculturalismo y Orientalismo: Reconfiguración del Canon Literario Global

Multiculturalismo y Orientalismo: Desafíos al Canon Literario

Las teorías del multiculturalismo y el orientalismo están todavía en proceso de creación. Se interesan por el problema de Oriente, la identidad del otro, la colonización, entre otros. Constituyen una rama fundamental dentro del amplio marco de los estudios sobre la cultura.

Estas nuevas líneas de la crítica son muy recientes y siguen abiertas a día de hoy. Vivimos en una sociedad global, pero con particularidades identitarias. Enfocándonos en el multiculturalismo, esta perspectiva de la crítica literaria surge en un amplio debate en torno al canon. Busca una alternativa: subvertir los principios que regían el canon occidental, el eurocéntrico, que pone su punto de enfoque en Europa.

La «Weltliteratur» de Goethe y su Crítica

Estos estudios multiculturales plantean o tratan de rebatir una categoría, la “Weltliteratur” (Literatura Mundial) de Goethe, es decir, una literatura que supere las fronteras nacionales; debemos buscar una literatura de carácter supranacional.

La poesía es, según Goethe, patrimonio de la humanidad y debe tener una representatividad de todos y para todos. Goethe plantea así que las grandes obras literarias deben presentar valores universales.

Barthes, en *El Imperio de los signos*, plantea las diferencias entre Oriente y Occidente mediante categorías diferenciadoras. El concepto de Goethe surge en el siglo XIX, concretamente en 1827, con la motivación de romper con el nacionalismo y la búsqueda de la identidad de los pueblos, propia del Romanticismo, para abordar un conocimiento más amplio. Toda obra debe buscar valores universales, que la harán representativa para las demás naciones.

Desde este punto de vista, Goethe plantea que los valores, si son universales, no cambian, son inmutables. Esto plantea problemas, ya que los valores literarios cambian con el tiempo y están sometidos al paso del tiempo. ¿Por qué triunfa la picaresca en el siglo XVII? Por la crisis, los valores corrompidos, el aburrimiento del héroe. Los cánones van variando.

La Weltliteratur tiene validez en su época porque Goethe quería salir de la visión nacionalista romántica. Sin embargo, al buscar los valores eternos, se olvida de lo específico, lo concreto, que define una tradición literaria. La literatura mundial solamente acoge el sistema literario artístico occidental y deja fuera otras visiones del mundo, como las orientalistas, las visiones más propias de los estilos culturales. Cuando hablamos de una reformulación del canon literario, partimos de la base de que un canon es un sistema de reglas que dictaminan que una obra es perfecta, considerándola lo mejor que ha producido una civilización.

El Condicionante Ideológico en la Selección del Canon

Los estudios culturales buscarán, por tanto, lo contrario: no lo universal, sino los rasgos específicos definitorios de cada civilización poscolonial. Este procedimiento de selección de obras y autores nunca es azaroso, sino que posee un condicionante ideológico. Hay que tener en cuenta que existen fuerzas sociales que dirigen el canon en una determinada dirección. Se seleccionan obras hegemónicas, como Homero, Dante o Shakespeare. Surge entonces la pregunta: ¿para qué incluir una literatura que no tiene nada que ver con la estética central? ¿Para qué incluir un autor hindú, por ejemplo? Cada canon ha seleccionado distintas obras:

  • Ernest Curtius, en *Literatura europea y Edad Media latina*, afirma que el gran canon de la literatura europea se centra en obras que van desde Homero hasta Goethe.
  • Otro estudioso, Erich Auerbach, en su obra *Mímesis: la representación de la realidad en la literatura occidental*, analiza textos desde Homero hasta Virginia Woolf, abarcando un período más actual que Curtius. De nuevo, plantea las distintas obras que han marcado un corpus de obras y autores occidentales y fundamentalmente europeos.

Estudios de Multiculturalismo: Hacia una Visión Inclusiva

Partiendo de este marco general, los estudios multiculturalistas pretenden abrirse camino a otras tradiciones. El debate se dio en los años 20 y 30 del siglo XX, concretamente en Estados Unidos. En este país, sufren la famosa crisis del 29 y también comienza a aparecer el movimiento de los intelectuales negros del barrio de Harlem, quienes no se sienten representados en la sociedad blanca europea ni en las obras maestras de la literatura. En Shakespeare u Homero, evidentemente, no hay afroamericanos.

Bernheimer, en *Literatura comparada en la era del multiculturalismo*, señala que, a raíz de darse cuenta de que el canon debe reformularse e incluir otras obras y autores que no sean propiamente occidentales, como las marginales, las de la figura del subalterno, o las que siempre están en la periferia del canon (como el de Bloom). El objetivo es superar la tradición eurocéntrica para dar visibilidad a otras obras que no se incluyen en un canon clásico, especialmente aquellas de autores que han tenido una posición crítica o marginal.

Es en Estados Unidos donde surge este *maremágnum* de revolución literaria, a partir de la revolución negra en Harlem. Se plantea la necesidad de una literatura que incluya también su propia visión del mundo: el movimiento negro, el afroamericanismo.

El Renacimiento de la Negritud reivindica la identidad negra. Muchos de estos intelectuales fueron a París y se nutrieron de la vanguardia parisina de la época.

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