Biografía de Carmen Laforet
Carmen Laforet nace en Barcelona el 6 de septiembre de 1921. A los dos años, su familia se muda a Las Palmas de Gran Canaria porque su padre consigue trabajo como profesor. En Gran Canaria, Carmen vive una infancia feliz con sus hermanos Eduardo y Juan José. Su familia tiene una buena situación económica y un ambiente muy cultural en casa. Le encanta leer y está siempre rodeada de libros. Durante sus años de instituto, muestra una personalidad fuerte e independiente, lo que a veces causa problemas con su padre.
La vida de Carmen cambia cuando tiene trece años: su madre muere. Dos años después, cuando ella tiene quince, empieza la Guerra Civil española y su padre se casa de nuevo. Su relación con su madrastra la marca profundamente, tanto que llega a decir: «De ella aprendí que la fantasía es siempre inferior si se la compara con la realidad».
Después de la guerra, Carmen vuelve a Barcelona y estudia Filosofía y Letras. Pasa tres años allí y, aunque ella nunca lo admitió públicamente, estas experiencias le sirven para escribir más tarde sobre la vida familiar difícil de Andrea, la protagonista de su novela Nada. En 1942, se muda a Madrid para estar cerca de su amiga Linka, una estudiante polaca que conoció en Barcelona. En Madrid estudia Derecho y empieza a escribir Nada.
Con solo 23 años y siendo una escritora desconocida, escribe esta novela en nueve meses. La obra se convierte en un referente de la literatura de posguerra y gana el Premio Nadal en 1944. Durante la escritura del libro, su amiga Linka la presenta a Manuel Cerezales, un periodista y director de la editorial Pace, quien más tarde se convertiría en su marido y padre de sus cinco hijos. Aunque su libro no encajaba con el tipo de obras que publicaba Pace, Manuel la anima a terminar rápido el manuscrito para presentarlo al premio de la editorial Destino. Carmen entrega su manuscrito en el último momento, en noviembre de 1944. Según cuentan, ella escribía a mano y su futuro marido pasaba los capítulos a máquina. El título «Nada» fue una decisión de último minuto. La novela se publica en 1945 y rápidamente se convierte en un éxito internacional.
Después del éxito de Nada, la vida de Carmen Laforet se volvió más complicada. Desarrolló una forma de fobia que le dificultaba escribir, y la crianza de sus cinco hijos también limitó su tiempo para la literatura. Aunque escribió otras obras importantes, como La mujer nueva (1955), ninguna alcanzó el mismo éxito que Nada.
En total, publicó cinco novelas, varios cuentos, un libro de viajes y numerosos artículos periodísticos. Los expertos en literatura, especialmente desde una perspectiva feminista, creen que Laforet habría sufrido menos si hubiera vivido en una época más moderna. La autora consideraba que su matrimonio fue el origen de sus problemas. Solo después de separarse en 1970, pudo liberarse de casi 25 años junto a un marido que, con sus críticas y prohibiciones constantes, había limitado su carrera como escritora.
Su vida personal también fue compleja. En 1951, experimentó un despertar religioso en la Iglesia de Los Jerónimos que la acercó al catolicismo. Durante esta época, desarrolló una estrecha amistad con la tenista Lilí Álvarez, quien se convirtió en su madrina de confirmación y a quien dedicó La mujer nueva. Según algunos biógrafos, mantuvieron una relación amorosa secreta que terminó abruptamente en 1957, cuando Lilí no pudo aceptar el embarazo del último hijo de Carmen.
A pesar de recibir reconocimientos importantes como el Premio Nacional de Literatura por La mujer nueva, Laforet siguió enfrentando dificultades. Tenía problemas para entregar sus manuscritos a tiempo y dejó sin terminar varios proyectos, incluyendo una trilogía que podría haber sido su obra maestra. Viajó a Estados Unidos en 1965 y a Polonia en 1967. Tras su divorcio en 1970, vivió en casas de amigos hasta establecerse en Roma (1972-1977), donde escribía columnas para el periódico ABC. Mantuvo contacto con escritores españoles exiliados, como Ramón J. Sender y Rafael Alberti.
Después de su etapa en Roma, trabajó para El País y vivió en Santander durante dos años. En sus últimos años, en la década de los 80, vivió entre las casas de sus hijos y viajó varias veces a Estados Unidos. Su principal preocupación era no estar sola, ya que empezaba a mostrar señales de problemas de salud. Sus últimos ingresos provenían de conferencias y artículos ocasionales. Finalmente, el Alzheimer fue deteriorando su salud. Falleció a los 83 años, el 28 de febrero de 2004, en una residencia cerca de Madrid, dejando varios proyectos sin terminar.
Argumento de Nada
La novela Nada cuenta la historia de Andrea, una joven huérfana de 18 años que viaja desde su pueblo a Barcelona para estudiar Filosofía y Letras. Llega llena de ilusiones, buscando libertad y felicidad, pero lo que encuentra es muy diferente: una casa familiar en la calle Aribau llena de conflictos y pobreza.
Al llegar a la casa de su abuela, donde vivirá durante sus estudios, se encuentra con un ambiente oscuro y deprimente. La casa está abarrotada de muebles viejos y habitada por familiares traumatizados por la Guerra Civil: su tía Angustias, sus tíos Román y Juan, la esposa de este último, Gloria, y la criada Antonia. Andrea se siente ahogada en este ambiente, pero intenta mantenerse alejada de los problemas familiares.
Su tía Angustias, muy controladora, le prohíbe salir sola y le advierte constantemente sobre los peligros de la ciudad. Esto hace que Andrea se sienta frustrada y empiece a rebelarse dando paseos por Barcelona. A través de conversaciones entre la abuela y Gloria, conocemos el pasado familiar: Gloria, la esposa de Juan, también fue cortejada por Román, el otro hermano. Juan maltrata a Gloria porque sospecha que tiene una relación con Román y cree que se prostituye. En realidad, Gloria consigue dinero jugando, no vendiendo los cuadros de su marido como ella dice. Román, que fue espía franquista, ahora se dedica al mercado negro. La rivalidad entre los hermanos viene tanto de la guerra como de su interés por la misma mujer.
Andrea encuentra algo de alegría en sus amistades de la universidad, especialmente en Ena. Sin embargo, las diferencias sociales hacen que Andrea nunca se sienta parte del grupo. La amistad con Ena se complica cuando esta comienza una relación con Román para vengar a su madre Margarita, quien tuvo una historia trágica con él en el pasado. Cuando Ena se aleja, Andrea se acerca a otro amigo, Pons, aunque en su mundo social se siente fuera de lugar. Su primera experiencia romántica resulta desagradable: el beso de Gerardo le da asco porque él siempre actúa con superioridad y paternalismo.
La historia da un giro cuando Angustias decide irse a un convento. Resulta que ella había mantenido un romance secreto con su jefe Jerónimo, pero nunca se atrevió a casarse con él porque su padre se opuso. Angustias lucha entre mantener una imagen de mujer religiosa y sus sentimientos amorosos. El suicidio de Román marca un punto de cambio importante. Con su muerte, Andrea pierde a alguien con quien compartía gustos artísticos, pero también a alguien a quien había empezado a ver como una persona malvada. La situación en la casa empeora: Juan golpea cada vez más a Gloria, y aunque Andrea y Gloria sugieren internar a Juan en un hospital psiquiátrico, la abuela se niega. Al final, Ena se muda a Madrid y le ofrece a Andrea un trabajo en la empresa de su padre. Andrea, que ya está cansada de su vida en Barcelona, acepta la oferta con la esperanza de encontrar en Madrid algo mejor que el «vacío» que encontró en Barcelona.
Estructura de Nada
La novela se divide en 25 capítulos de diferentes longitudes, organizados en tres partes principales.
- La primera parte abarca los primeros nueve capítulos, desde la llegada de Andrea a Barcelona hasta que su tía Angustias se va al convento. En estos capítulos, Andrea observa los constantes conflictos familiares. El ambiente es asfixiante, lo que contrasta con la libertad que Andrea busca en sus paseos por Barcelona, aunque su tía se los prohíba. Esta lucha entre la libertad que Andrea desea y el control que ejerce su tía representa las limitaciones que sufrían las mujeres durante el franquismo.
- La segunda parte (capítulos 10-18) muestra cómo Andrea cambia por dos razones: se convierte en confidente de Gloria y empieza a relacionarse con gente de clase alta de Barcelona. Sin embargo, las diferencias de dinero y valores, los secretos familiares, y los problemas entre Andrea y Ena por Román hacen que su búsqueda de libertad se convierta en una ilusión. Al final, Andrea se siente sola y fuera de lugar, como se ve en la fiesta de Pons.
- La tercera parte y final (capítulos 19-25) cierra todas las historias familiares. Es cuando Andrea se siente más sola que nunca: Ena se va de vacaciones, sus amigos bohemios desaparecen y Román se suicida. A pesar de todo, en la casa de la calle Aribau nada cambia: siguen las críticas a la abuela por cómo educó a sus hijos y Juan continúa maltratando a Gloria.
Personajes Principales en Nada
Los personajes de la novela los conocemos a través de los ojos de Andrea, ya que Laforet prefiere mostrar sus características poco a poco en lugar de describirlos directamente.
Andrea
Andrea, la protagonista, es una joven independiente y soñadora con grandes ilusiones. Se rebela contra las tradiciones familiares y busca su libertad paseando por Barcelona, lo que le sirve para escapar de la opresiva casa de la calle Aribau y desafiar el control de su tía Angustias. Aunque busca cariño y aceptación, se siente fuera de lugar entre sus amigos adinerados. No se preocupa mucho por su apariencia, y su vida está marcada por el hambre y la pobreza. Es muy diferente a las protagonistas femeninas típicas de la época, que solían ser dulces y crédulas.
Angustias
El nombre de Angustias refleja perfectamente su personalidad: es una mujer que representa la España tradicional y católica. Controla constantemente a Andrea, imponiéndole reglas estrictas sobre cómo debe comportarse una mujer. También intenta alejarla del resto de la familia porque no puede controlarlos. Tiene una historia de amor secreta con su jefe Jerónimo, pero nunca se atrevió a casarse con él por miedo a lo que diría su padre. Al final, se retira a un convento por no poder manejar la situación en la casa ni sus propios sentimientos.
La Abuela
La abuela es un personaje dulce pero débil, afectada por el hambre y la guerra. Intenta mantener la paz entre sus hijos. Como muchas madres de su época, dedica más atención a sus hijos varones que a sus hijas, algo que le reprochan porque sus hijas tuvieron que casarse para poder salir de casa.
Gloria
Gloria es una mujer joven, guapa y alegre, aunque no muy inteligente. Tanto Juan como Román se enamoran de ella. Sufre los maltratos de Juan pero aguanta esperando un final feliz. Mantiene a la familia con el dinero que gana jugando y vendiendo muebles. Angustias la odia, la abuela la defiende, y Andrea la ve como una «mujer serpiente».
Ena
Ena es todo lo contrario a Andrea. Es fuerte, guapa, inteligente y siempre destaca. Gracias a su buena posición económica, consigue lo que quiere. Es fría con los hombres y los manipula. Le atrae lo peligroso de Román. Aunque puede ser cariñosa, también es cruel con Andrea, especialmente cuando la aparta para poder verse con Román en secreto.
Román
Román controla a su familia desde su buhardilla, un espacio ordenado donde Andrea encuentra algo de libertad. Siempre consigue lo que quiere y trata de seducir a Gloria. Su influencia es tan fuerte que incluso después de morir afecta a Juan. Los demás personajes lo ven de dos formas: como alguien malvado y mezquino, pero también como alguien atractivo y carismático.
Juan
Juan es violento e impredecible. Está obsesionado con la idea de que Gloria tiene una relación con su hermano Román y que se prostituye para ganar dinero. Por eso la golpea constantemente. También sufre por ser un pintor fracasado.
Antonia
Antonia es una criada misteriosa que aparece poco en la historia. Se encarga de la comida en la casa y está enamorada de Román, por lo que siempre lo defiende.
Los Pretendientes Rechazados
Gerardo le da a Andrea su primer beso, pero ella lo encuentra desagradable y presumido. Pons tampoco es un buen pretendiente: es inmaduro y solo le importa el dinero.
Los Burgueses
Los amigos ricos de Ena, como Margarita, Guíxols, Pons, Jaime e Iturdiaga, representan a la clase alta de Barcelona. Al principio, Andrea los asocia con la felicidad, pero en la fiesta de Pons se da cuenta de que ella no pertenece a ese mundo.
El Significado del Título «Nada»
El título «Nada» surgió como una idea espontánea, según comentó Manuel Cerezales, el marido de Carmen Laforet, en una entrevista. Este título refleja las ideas del existencialismo y el nihilismo, dos corrientes filosóficas que tratan sobre el sentido de la vida.
Al final de la novela, Andrea dice que no se lleva nada de su año en la casa de la calle Aribau. Ella había llegado a Barcelona llena de esperanzas, queriendo estudiar y ser libre, pero sus sueños se van rompiendo uno tras otro. Sin embargo, sus palabras sugieren que más adelante podría darse cuenta de que ese año sí le aportó algo importante: conoció a su familia y, a través de experiencias difíciles, maduró como persona.
La palabra «nada» representa perfectamente tanto lo que Andrea siente en Barcelona como la situación de la España de posguerra: el hambre, la falta de comida y recursos, las peleas entre hermanos (como Juan y Román), el sentimiento de fracaso, la pérdida de ilusiones, la falta de oportunidades culturales y, sobre todo, el sufrimiento y la angustia que vivía.
Contexto Histórico de Nada
La novela Nada se publicó en 1945, durante la dictadura de Francisco Franco, quien llegó al poder tras la Guerra Civil española en 1939 y gobernó España hasta su muerte en 1975. Después de la Guerra Civil, España vivió una época muy dura. Miles de españoles tuvieron que huir del país por miedo a ser perseguidos. Más de 200.000 personas fueron condenadas a muerte, y muchas cárceles se llenaron de hombres y mujeres que se oponían al gobierno de Franco.
La guerra dejó el país en ruinas: las fábricas quedaron destruidas y muchas ciudades y pueblos devastados. La situación empeoró porque Franco había apoyado a Alemania e Italia durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Cuando estos países perdieron la guerra, España quedó aislada del resto de Europa y tuvo que sobrevivir con muy pocos recursos.
Pero lo peor fueron los efectos sociales y morales de la guerra. El conflicto dividió España en dos bandos, dejando profundas cicatrices en la sociedad. Varias generaciones de españoles crecieron en un ambiente de hambre, pobreza y miedo. La gente tenía que usar cartillas de racionamiento para conseguir comida, y el mercado negro (llamado «estraperlo») se volvió común. La desconfianza y el rencor se extendieron por todo el país. El régimen de Franco continuó persiguiendo y castigando a cualquiera que se opusiera a él durante décadas.
Este ambiente de tristeza, pobreza y sueños rotos es precisamente lo que Carmen Laforet retrata de forma brillante en su novela Nada.
Contexto Literario de Nada
Nada se publicó poco después de la Guerra Civil Española (1936-39), en una época muy difícil. En ese momento, el gobierno de Franco controlaba todo lo que se publicaba, y muchos escritores habían huido del país por miedo a ser perseguidos. Un ejemplo trágico fue el asesinato del poeta García Lorca, que hizo que muchos otros escritores se fueran de España.
La guerra también cambió la forma de escribir novelas: los autores empezaron a contar historias de una manera diferente, reflejando lo duro de la situación. Los expertos dividen las novelas de la posguerra (1939-1950) en cuatro tipos principales:
- Novelas del exilio: Las escribieron autores que tuvieron que irse de España. Sus libros estaban prohibidos en el país y contaban los horrores de la guerra y la posguerra. El autor más importante fue Ramón J. Sénder, conocido por Réquiem por un campesino español.
- Novelas triunfalistas: Defendían la guerra y el gobierno de Franco. Un ejemplo es Madrid, de corte a checa de Agustín de Foxá.
- Tremendismo: Este estilo lo comenzó Camilo José Cela con La familia de Pascual Duarte (1942). Estas novelas mostraban la violencia y la miseria de forma muy cruda.
- Novela existencial: Empezó con Nada de Carmen Laforet, seguida por obras como La sombra del ciprés es alargada de Miguel Delibes. Estas historias hablan de la frustración diaria, la tristeza y la búsqueda del sentido de la vida, siguiendo las ideas del filósofo Sartre.
Estas novelas comparten temas como la soledad, el fracaso, personas que no encajan en la sociedad y la muerte. Estos temas reflejan cómo era la vida en España después de la guerra. En Nada podemos ver claramente tres aspectos de esa época: La pobreza, la violencia y la muerte.
Temas Principales en Nada
Nada es una novela que nos muestra la dura realidad de la posguerra española. La historia se centra en cómo los sueños e ilusiones de una joven chocan con un mundo difícil y deprimente. Los temas principales de la novela son: La búsqueda de identidad y libertad, la pobreza y el hambre, la situación de la mujer, la religión y las relaciones personales.
La historia de Andrea se desarrolla en tres etapas:
- Al principio: Llega a Barcelona llena de esperanza y logra liberarse de Angustias.
- En medio: Lucha contra varios problemas (el hambre, la violencia que sufre Gloria, las dificultades en la universidad).
- Al final: Vive una tragedia que la hace perder todas sus ilusiones y termina marchándose.
El Espacio en Nada
En la novela Nada, los lugares donde ocurre la historia son muy importantes porque influyen en cómo se sienten y actúan los personajes, especialmente Andrea. Hay dos tipos principales de espacios:
Espacios Interiores: La Casa de Aribau
La casa donde vive Andrea representa todo lo negativo:
- Es un lugar sucio y oscuro.
- Refleja la pobreza y la falta de esperanza.
Tiene varias zonas importantes:
- El cuarto de Andrea: su único refugio de los problemas familiares.
- El cuarto de baño: donde el agua representa la limpieza y pureza.
- La buhardilla de Román: lugar solitario donde el artista pasa su tiempo.
- Otros espacios: la cocina y el cuarto de Gloria.
Espacios Exteriores
Los lugares fuera de la casa representan todo lo positivo para Andrea:
- La libertad y las nuevas experiencias.
- La cultura y la educación.
- Las amistades y el amor.
El Tiempo en Nada
La historia de Nada transcurre durante un año académico, empezando y terminando en otoño. Aunque no se menciona el año exacto, sabemos que ocurre a principios de los años 40, justo después de la Guerra Civil española. Por eso aparecen tantas referencias al hambre y la pobreza de la época.
La historia se cuenta de forma lineal (del principio al final), aunque a veces Andrea recuerda momentos de su pasado, como el verano que pasó con sus abuelos o su estancia en casa de su prima Isabel. Estos recuerdos felices contrastan con su vida actual en la casa de su abuela, lo que le causa una gran desilusión.
El paso del tiempo se ve claramente a través de las estaciones del año, los cambios de temperatura y las fiestas como Navidad o San Juan.
La Narradora en Nada
Aunque Carmen Laforet siempre dijo que Nada no era su autobiografía, hay muchas similitudes entre ella y Andrea, la protagonista. Las dos tienen la misma edad, van a Barcelona a estudiar Literatura, viven en la calle Aribau y al final se mudan a Madrid.
Andrea es quien cuenta la historia, por lo que todo lo que leemos está contado desde su punto de vista personal. Ella elige qué contar y qué no, dejando algunas historias sin terminar y creando cierto misterio. A medida que avanza la novela, Andrea reflexiona más sobre lo que le pasa, mostrando cómo va madurando. Como narradora, ella solo cuenta lo que ve y vive personalmente, intentando recordar y compartir cómo era aquella época.
Lenguaje y Estilo de Carmen Laforet en Nada
El estilo de Carmen Laforet en Nada es sencillo y natural, pero está muy bien trabajado. La autora utiliza dos formas principales de escribir:
- Un estilo que muestra las sensaciones y emociones de Andrea, usando verbos como «notar», «parecer» o «tener la impresión».
- Un estilo que exagera las descripciones para crear ambientes oscuros y opresivos, por ejemplo, cuando compara a los personajes con animales o describe situaciones inquietantes.
La autora juega con contrastes en toda la novela:
- Mezcla escenas oscuras y tristes con momentos luminosos y esperanzadores.
- Combina descripciones de lugares claustrofóbicos con espacios abiertos y liberadores.
- Usa el agua como símbolo de limpieza y renovación.
Las características más importantes de su escritura son:
- Descripciones realistas pero no demasiado detalladas.
- Narración desde el punto de vista personal y emotivo de Andrea.
- Mezcla de lenguaje culto y coloquial, adaptándose a cada personaje.
- Diálogos naturales entre los personajes.
- Uso de recursos literarios como:
- Comparaciones.
- Metáforas y símbolos.
- Personificaciones.
- Inclusión de algunas palabras en catalán.
La escritura es simple pero poética, y usa estos recursos para mostrar mejor los sentimientos de Andrea y el ambiente opresivo de la casa donde vive. Por ejemplo, Andrea se ducha frecuentemente para «limpiarse» de la tristeza y la miseria moral que la rodea, y la lluvia aparece como elemento que limpia y mejora las situaciones, como cuando ayuda a reconciliar su amistad con Ena.