Grandes Figuras y Movimientos del Siglo XX

La Novela Nada (Carmen Laforet)

La novela Nada, de Carmen Laforet, está protagonizada y narrada en primera persona por Andrea, una joven que se traslada a Barcelona para ir a la universidad. Sus sueños y sus ilusiones se estrellan contra una realidad caracterizada por la hipocresía y la falsedad moral.

Renovación del Teatro a Finales del Siglo XIX

A finales del siglo XIX comienza la renovación del teatro, que es menos intensa que en la poesía o en la narrativa y se manifiesta en dos corrientes:

• El teatro comercial.
• El teatro renovador.

Ramón María del Valle-Inclán y el Esperpento

La obra de Valle-Inclán es extensa y original, y su cumbre es la creación de la concepción literaria del esperpento.

Luces de Bohemia (1920)

Esta obra no pudo ser representada hasta cincuenta años después debido a su complejidad técnica. En ella se narra la última noche de Max Estrella por las calles de Madrid, un observador crítico de la miseria y la estupidez que lo rodean. La obra constituye una crítica feroz a la ineficacia política, la mediocridad cultural, la injusticia, la represión y la violencia.

Federico García Lorca: Poesía y Crítica Social

La obra de García Lorca es poética y crítica con las convenciones sociales. Suele tratar el conflicto entre la realidad y el deseo. Los protagonistas son habitualmente mujeres cuya frustración está causada por la soledad, la muerte, el machismo o las convenciones sociales. Sus obras más conocidas son Bodas de sangre, Yerma y La casa de Bernarda Alba.

La Casa de Bernarda Alba (1936)

Esta obra fue terminada poco antes del fusilamiento de su autor y no fue estrenada hasta nueve años después, en Argentina. En ella, cinco jóvenes son obligadas a encerrarse en casa durante ocho años para guardar luto por su padre. Pero el frágil equilibrio que las mantiene sometidas a su madre estalla con la llegada de un hombre que quiere casarse con una de las hermanas para hacerse con la herencia del difunto.

Compromiso Social: La Barraca

García Lorca también plasmó su compromiso social en el proyecto teatral de La Barraca, que recorría los pueblos de España para acercar el teatro a las personas sin acceso a una formación cultural.

La Poesía Española Tras la Guerra Civil: Dos Tendencias

Tras la Guerra Civil, la poesía española se divide en dos tendencias principales:

1. La Poesía Arraigada

• Temas: Amor, familia, fe católica, paisaje castellano y el ensalzamiento de la dictadura.
• Estilo: Búsqueda de la belleza y la perfección formal, con un lenguaje sobrio y equilibrado.
• Autores destacados: Leopoldo Panero, Dionisio Ridruejo o Luis Rosales.

2. La Poesía Desarraigada

• Contenido: Existencial, percibe el mundo como un caos angustioso. Trata la búsqueda del porqué de la existencia humana, dominada por el desasosiego ante el tiempo y la muerte.
• Estilo: Gran fuerza expresiva, lenguaje desgarrado y tono dramático.
• Autores destacados: Dámaso Alonso (con su obra Hijos de la ira) y José Luis Hidalgo.

Miguel Hernández: Poeta de la República

Miguel Hernández fue un poeta que defendió la causa republicana en la Guerra Civil y falleció de tuberculosis en prisión en 1942.

Su estilo se caracteriza por una apasionada vitalidad y por el uso riguroso de moldes poéticos, tanto clásicos como de vanguardia. Entre sus obras destacan Perito en lunas, El rayo que no cesa y Viento del pueblo.

Muchos otros poetas afines a la República se exiliaron durante los años de la dictadura y desarrollaron trayectorias poéticas diferentes.

El Teatro Comercial y la Visión Burguesa

El teatro comercial se centra en comedias de entretenimiento que defienden los valores tradicionales desde una visión burguesa. Destacan dos autores:

Jacinto Benavente (Premio Nobel 1922)

Benavente ganó el Premio Nobel en 1922 por una obra caracterizada por sus cuidados diálogos. Se inició con comedias burguesas y dramas rurales ligeros, centrados en conflictos amorosos, que evolucionaron hacia la crítica de los valores y las costumbres burguesas.

Enrique Jardiel Poncela

Jardiel Poncela, al igual que otros dramaturgos de posguerra, cultivó un teatro heredero de la obra de Benavente. Sus obras destacan por su humor deslumbrante, basado en situaciones disparatadas, con el que critica a la sociedad dentro de los límites impuestos por la censura.

La Novela en la Década de los Cuarenta

Durante la década de los cuarenta se desarrollaron dos tendencias principales:

1. La Novela Idealista

Compuesta por obras propagandísticas que exaltan la guerra y el régimen dictatorial, como Javier Mariño, de Gonzalo Torrente Ballester. Dentro de esta corriente, otros autores optan por una novela de evasión, centrada en personajes corrientes, con tratamiento humorístico (como las obras de Jardiel Poncela, por ejemplo, Los gozos).

2. El Realismo Existencial

Formado por novelas que son un reflejo amargo de la vida. Sus temas centrales son la soledad, la muerte, la frustración de las ilusiones y el desarraigo. Destaca La sombra del ciprés es alargada, de Miguel Delibes.

La Novela del Exilio en la Posguerra

Durante la posguerra, los novelistas en el exilio tuvieron mucha influencia. El tema principal de su narrativa es la historia reciente de España y, sobre todo, la manera en que la guerra y el inicio de la dictadura afectaron a la vida de las personas.

En esta narrativa del exilio destacan novelas como la serie El laberinto mágico de Max Aub, y obras de Ramón J. Sender y Francisco Ayala.