Panorama de la Literatura Medieval Castellana: Mester, Prosa y La Celestina

El Mester de Clerecía: Poesía Culta Medieval

En el siglo XIII, en España, emergen poemas narrativos cultos, creados por poetas eruditos que, por primera vez, emplean el castellano para una producción literaria escrita y de carácter culto. Se conoce como Mester de Clerecía a la obra de un grupo de escritores de los siglos XIII y XIV que utilizan una técnica poética precisa: la cuaderna vía.

Este movimiento recibe su nombre porque fue cultivado por clérigos, hombres doctos y conocedores de los saberes latino-eclesiásticos, cuyo propósito era acercar al pueblo temas cultos y religiosos con una clara intención didáctica y moralizadora.

La Cuaderna Vía: Estrofa Característica

La estrofa distintiva del Mester de Clerecía es la cuaderna vía, caracterizada por su regularidad métrica. Consiste en:

  • Cuatro versos monorrimos.
  • Catorce sílabas cada verso (alejandrino).
  • Fuerte cesura intermedia.
  • Rima consonante.

Su esquema métrico es: 14 A / 14 A / 14 A / 14 A.

Autores Destacados del Mester de Clerecía

Entre los principales exponentes del Mester de Clerecía, sobresalen dos figuras clave:

  • Gonzalo de Berceo (siglo XIII)
  • Juan Ruiz, Arcipreste de Hita (siglo XIV)

Gonzalo de Berceo (Siglo XIII)

Clérigo del monasterio riojano de San Millán de la Cogolla, la producción de Berceo se centra en vidas de santos y obras marianas. Su obra más reconocida es Milagros de Nuestra Señora, una colección de veinticinco relatos. Muchos de estos se inspiraron en textos populares en Europa de la época, donde la Virgen actúa como intercesora de los seres humanos.

En sus obras, el espectro de la sociedad medieval se ve influenciado por los poderes sobrenaturales de la Virgen. El objetivo principal es la preservación del orden establecido, invocando la posibilidad del milagro cotidiano y la promesa de una vida eterna o, por el contrario, un castigo ejemplar. Las creaciones de Berceo también ofrecen valiosa información sobre la religiosidad popular, reflejando las creencias y prácticas del pueblo llano.

Juan Ruiz, Arcipreste de Hita (Siglo XIV)

En la emergente sociedad burguesa-materialista del siglo XIV, el sentido didáctico y moralizador del Mester de Clerecía adquiere un tono satírico y jocoso en el caso del Libro de Buen Amor, del Arcipreste de Hita, considerada la obra más importante de este movimiento.

El eje temático de este extenso poema es el amor, abordado tanto en su dimensión humana (el loco amor) como en la divina. La tensión entre ambas concepciones genera la deliberada ambigüedad de la obra. El poema se estructura como una sucesión de fingidas aventuras amorosas protagonizadas por el propio poeta. Esta autobiografía ficticia es el núcleo argumental del libro, en el que se insertan:

  • Episodios alegóricos.
  • Adaptaciones de textos latinos medievales.
  • Cuentos y fábulas.
  • Disquisiciones didácticas, morales y burlescas.
  • Varias composiciones líricas de carácter religioso y profano.

La mayoría de las estrofas están escritas en cuaderna vía (ocasionalmente con versos de 16 sílabas), aunque en las composiciones líricas el poeta recurre al verso de arte menor. En el Libro de Buen Amor (LBA) confluye una amalgama de tradiciones culturales y literarias diversas, incluyendo la Biblia y las literaturas latinas clásica y medieval. El LBA presenta el conflicto entre el «yo pecador», incapaz de resistir los impulsos naturales, y el «yo moralizante», que ha interiorizado los valores cristianos dominantes.

La Prosa Medieval Castellana: Orígenes y Desarrollo

Las primeras manifestaciones de la prosa castellana surgen en la primera mitad del siglo XIII, consistiendo principalmente en traducciones de textos latinos preexistentes.

Alfonso X el Sabio: Creador de la Prosa Castellana

En la segunda mitad del siglo XIII, la figura de Alfonso X el Sabio emerge como el auténtico artífice de la prosa castellana. Él dotó al idioma de los instrumentos esenciales para elevarlo a la categoría de lengua de cultura, procediendo a:

  • La fijación del sistema ortográfico.
  • La flexibilización de las estructuras sintácticas mediante la creación de nuevas conjunciones.
  • El enriquecimiento del caudal léxico con la incorporación de nuevos vocablos.

Su vasta obra, de la que fue impulsor más que autor material, abarca amplias ramas del saber, incluyendo tratados históricos, jurídicos y científicos.

Don Juan Manuel: El Nacimiento de la Prosa Literaria

En el siglo XIV, se produce el nacimiento de la prosa literaria. Uno de los autores más relevantes de este periodo es Don Juan Manuel. Su producción literaria es extensa, destacando entre las obras conservadas El conde Lucanor.

El Conde Lucanor: Didactismo y Estilo

Esta obra didáctica se compone de cincuenta cuentos o exempla de origen clásico y oriental, a través de los cuales el conde Lucanor es instruido por su criado y consejero Patronio. Sus enseñanzas morales promueven una actitud práctica ante la vida, donde la astucia y la cautela son fundamentales para desenvolverse.

En El conde Lucanor, Don Juan Manuel no se limita a compilar material preexistente, sino que recrea esta herencia de forma personal, con un estilo claro y preciso. La estructura de cada exemplo se repite en un marco narrativo constante:

  1. El conde Lucanor expone un problema práctico a su consejero Patronio.
  2. Patronio, para aconsejarle, le narra un cuento.
  3. El conde aplica con éxito el consejo de Patronio.
  4. El propio Don Juan Manuel resume el consejo en un par de versos finales.

La Lírica Culta: Poesía de Cancionero en el Siglo XV

Se denomina poesía de cancionero al conjunto de composiciones de temática muy diversa, creadas por poetas vinculados a la corte y recopiladas en extensas antologías.

Influencias y Características del Amor Cortés

En el siglo XII, Provenza vio nacer un tipo de poesía que ejercería una gran influencia en toda Europa: la lírica provenzal. Cultivada por trovadores, esta poesía aborda fundamentalmente el tema del amor. Dado que se desarrolla en una sociedad feudal, cuya máxima expresión es la corte, este sentimiento amoroso recibe el nombre de amor cortés.

El amor cortés se concibe como un servicio que el caballero rinde a la dama. Esta, de clase social superior, se muestra inicialmente desdeñosa, lo que provoca un profundo sufrimiento en el enamorado. Al estar la dama casada, el enamorado debe reprimir la expresión de sus afectos, convirtiéndose así en un amor clandestino y discreto.

La poesía de cancionero del siglo XV será heredera de las formas y la sensibilidad de la lírica provenzal. Además de esta influencia, también se perciben las irradiaciones del Dolce Stil Nuovo italiano y de Petrarca, que espiritualizan el sentido del amor de los trovadores provenzales.

Todos estos elementos configuran un modelo de poesía amatoria cuyos rasgos identificadores son:

  • Reserva y contención verbal.
  • Abundancia de alegorías y personificaciones de ideas.
  • Aislamiento emocional.
  • Cierto gusto por el alarde de ingenio.

El concepto del amor se ajusta sustancialmente al amor cortés, manifestándose en:

  • Amor-servicio.
  • Actitud esquiva de la dama.
  • Turbación del poeta en su presencia.
  • Sufrimiento gozoso.
  • Deseo de la muerte liberadora.

Cancioneros de gran importancia incluyen el Cancionero de Baena, el de Estúñiga y el de Palacio. Entre los numerosos poetas de cancionero, destacan figuras como el Marqués de Santillana, Juan de Mena y Jorge Manrique.

Jorge Manrique: Las Coplas a la Muerte de su Padre

La elegía Coplas a la muerte de su padre, de Jorge Manrique, es un poema didáctico-moral en el que el autor, tras el fallecimiento del maestre don Rodrigo Manrique, su padre, evoca y ensalza su figura.

La Copla Manriqueña: Estructura y Rima

Jorge Manrique emplea la denominada copla manriqueña, caracterizada por:

  • Doce versos agrupados en dos sextillas de pie quebrado.
  • Versos octosílabos, excepto el 3º y el 6º, que son tetrasílabos (el pie quebrado).
  • Rima consonante, distribuida de la siguiente forma: abc abc / def def.

Estructura de las Coplas

La obra se divide en tres partes:

  1. Primera parte (coplas I-XIV): Consiste en una exposición doctrinal que establece reflexiones generales de carácter filosófico sobre la fugacidad de la vida humana y la inconsistencia de los bienes terrenales, sujetos a la acción destructora e implacable de la fortuna, el tiempo y la muerte.
  2. Segunda parte (coplas XV-XXV): Se aducen ejemplos de personalidades relevantes del pasado, todas ellas víctimas de estos agentes (fortuna, tiempo, muerte).
  3. Tercera parte (coplas XXVI-XL): Contiene el elogio del difunto y su encuentro con la muerte.

Tópicos y Temas en las Coplas

El poema se configura a partir de un conglomerado de motivos extraídos de la tradición, que son tópicos o lugares comunes que expresan verdades universales aceptadas en la Edad Media:

  • El menosprecio del mundo (de contemptu mundi): El mundo es un lugar de tránsito donde el ser humano tiene la oportunidad, mediante sus buenas obras, de alcanzar la salvación de su alma. Por ello, no debe aferrarse a los bienes terrenales, pues estos son engañosos y fugaces.
  • El mundo como vanidad de vanidades (vanitas vanitatum): Expresa la idea de que realizar acciones buscando satisfacer el orgullo no merece la pena, ya que una vez satisfecho, se deseará más. También alude a la vanidad del ser humano que busca igualarse a Dios, olvidando su condición mortal.
  • La inestabilidad de la fortuna: La fortuna es un azar ciego que desencadena las tragedias humanas. Se la representa como una rueda inestable que reparte caprichosamente la felicidad y la desgracia.
  • La fugacidad del tiempo (tempus fugit): El tiempo es fugaz, carece de consistencia, es inaprensible y todo queda reducido a pasado. Por ello, es inútil que el ser humano deposite sus esperanzas en los frágiles cimientos de lo terrenal.
  • El poder igualitario de la muerte: Ante la muerte, todos los seres humanos son iguales; no establece diferencias ni respeta jerarquías. Las danzas de la muerte medievales recogen este tópico.
  • El tópico del ubi sunt (¿dónde están?): Consiste en preguntar por el paradero de poderosos personajes del pasado inmediato para ejemplificar la fugacidad de los bienes mundanos. La respuesta es el silencio, que representa lo que queda de ellos, a lo que han sido reducidos por la fortuna, el tiempo y la muerte: a la nada.
  • El tema de la fama: Para el ser humano, lograr que su nombre perdure tras la muerte es una forma de prolongar la vida. El concepto manriqueño de la fama se inscribe dentro de un sentido cristiano. Para él, la fama es la consecuencia de una vida honorable y ejemplar; la única defensa contra los ataques de la fortuna, el tiempo y la muerte; un consuelo para los que quedan vivos y el medio para alcanzar la salvación eterna.

Jorge Manrique supera la concepción medieval de la muerte aterradora (poder igualitario, aparición imprevisible, poder destructor, carácter ineludible, imagen macabra, crueldad implacable) haciéndole recobrar su sentido trascendente: si la muerte es ineludible, el ser humano ha de aceptarla con serenidad, como la liberación de las penalidades terrenas y como puerta de acceso a la eternidad.

Por su sencillez estilística y el uso original de sus imágenes, las Coplas de Jorge Manrique permiten vislumbrar la renovación poética del Renacimiento.

La Celestina: Obra Cumbre de la Transición Medieval al Renacimiento

En 1499 se publica la Comedia de Calisto y Melibea. En 1500, se reedita acompañada de unos preliminares donde aparece el nombre de su autor, Fernando de Rojas, quien afirma haberse encontrado el acto I ya escrito por un desconocido y haber continuado la obra. En 1502, se imprime con un nuevo título, Tragicomedia de Calisto y Melibea, y con importantes novedades: cinco nuevos actos (pasando de 16 a 21), diversas modificaciones y un prólogo.

Argumento Central de La Celestina

La acción se inicia con una circunstancia fortuita: el joven Calisto, mientras persigue un halcón, entra casualmente en el huerto de Melibea, de quien se enamora. Fascinado por su hermosura, le declara su amor, pero la muchacha lo rechaza violentamente al percibir sus intenciones deshonestas.

Ante el rechazo de Melibea, Calisto contrata a una vieja alcahueta, Celestina, quien, con la ayuda de los servidores del propio Calisto, Pármeno y Sempronio, logra finalmente la rendición de la joven. Cegada por la codicia, Celestina se niega a compartir la recompensa obtenida con sus cómplices; estos la asesinan y son ajusticiados.

Los jóvenes, ajenos a los acontecimientos que los rodean, se entregan desenfrenadamente al disfrute de su amor hasta que una caída fortuita acaba con la vida de Calisto, lo que lleva a Melibea, desesperada, a suicidarse.

Creación de Caracteres en La Celestina

La creación de los caracteres es uno de los logros más sobresalientes de La Celestina (LC). Sus personajes no son arquetipos, sino criaturas singulares y fuertemente individualizadas:

  • Calisto: Dominado por la pasión amorosa, es inseguro, egoísta y amoral, sin dudar en transgredir normas morales y sociales para satisfacer su apetito. Habla con un lenguaje empapado por el estilo retórico de la literatura cortesana, y se le ha interpretado como una parodia del héroe de los libros sentimentales.
  • Melibea: Al principio, rechaza con violencia las insinuaciones del joven galán; luego duda y, finalmente, se entrega a él sin reparos. Las interpretaciones de su personaje varían, desde quienes la consideran, como Calisto, un ejemplo de comportamiento inadecuado cegado por la pasión, hasta quienes resaltan la pureza de sus sentimientos.
  • Celestina: Cuyo antecedente literario es la vieja Trotaconventos del Libro de Buen Amor, constituye una de las creaciones más robustas de la literatura universal. Intermediaria de los amores de Calisto y Melibea, se ha erigido en prototipo de la alcahueta. Dominada por la pasión de la codicia, persigue un único objetivo: obtener riquezas. Para ello, moviliza todas sus dotes naturales: la perspicacia y sagacidad, que le permiten captar con rapidez y penetración las situaciones, y el arte de la seducción y el engaño, que prodiga con la ayuda de dos poderosos aliados: la habilidad para halagar y el don de la elocuencia.
  • Sempronio: Representa a una servidumbre vinculada a su señor por relaciones estrictamente económicas, no afectivas. Movido por el interés y la lujuria, es falso, desleal, cobarde y violento.
  • Pármeno: Más complejo, este criado de Calisto experimenta una evolución en su trayectoria vital: inicialmente se muestra fiel a su señor, censura su conducta y le previene contra los manejos de Celestina; más tarde, dolido por la ingratitud de su amo y presionado por la elocuencia de la vieja alcahueta, mantiene una lucha interior y claudica.
  • Elicia y Areúsa: La búsqueda del provecho rige también su conducta. Conscientes de su condición de desheredadas, manifiestan repetidas veces su envidia y resentimiento contra la clase dominante.
  • Alisa y Pleberio: Padres de Melibea. Alisa es una gran señora, orgullosa y altiva, pero insensata. Pleberio representa al padre tierno con su hija, aunque demasiado confiado y negligente.
  • Tristán y Sosia: Criados de Calisto.
  • Lucrecia: Criada de Melibea.
  • Centurio: Personaje de antecedentes clásicos, es un soldado fanfarrón y cobarde, utilizado por Areúsa para vengarse de Melibea.

Temas Centrales de La Celestina

La obra se articula en torno a varios núcleos temáticos:

  • El amor: Se muestra, ante todo, como una pasión incontrolable y avasalladora que desestabiliza el ánimo de los individuos, los arrastra al desorden moral y, por último, los destruye y aniquila. El amor engendra el caos, la perdición y la muerte.
  • La codicia: Es otra pasión que enloquece a los criados y ofusca el entendimiento de Celestina hasta provocarles la muerte.
  • La fortuna: Un azar ciego y arbitrario, responsable de las tragedias humanas.
  • La magia: Cumple en la obra una clara función dramática: despertar en Melibea el fuego amoroso.
  • El tiempo: Los personajes de LC son conscientes de su irreversibilidad, lo que les impulsa al goce frenético del momento presente.
  • La muerte: Carece del significado trascendente que le concede Manrique en sus Coplas; tampoco aparece con un semblante macabro, como destructora cruel de la vida. Rojas la presenta como un simple dejar de existir.

Género Literario y Estilo de La Celestina

La adscripción de La Celestina (LC) a un determinado género literario ha suscitado una larga controversia. Algunos la consideran una novela dialogada y niegan su carácter dramático, basándose en las dificultades que plantea su puesta en escena (es una obra muy extensa cuya acción transcurre en múltiples lugares). Otros, sin embargo, la consideran perteneciente al género dramático, argumentando que no existe narrador y que la pieza se configura a través del diálogo (de él nace la acción y en él los personajes cobran vida y maduran). Además, la obra no estaría destinada a la representación pública, sino a la lectura colectiva, según la costumbre de la época. A esto se suman los modelos literarios de los que parte: la comedia romana y la comedia humanística.

Además del diálogo, de tipología variada, en LC encontramos otras formas de expresión:

  • Monólogos: Extensos, en los que el personaje desahoga sus emociones, expresa sus conflictos anímicos y muestra su carácter.
  • Apartes: Convención dramática por la cual un personaje hace un comentario que no es percibido por su interlocutor, pero sí por el público.
  • Acotaciones: Indicaciones del dramaturgo sobre las circunstancias en que se desarrolla la acción, intercaladas en los diálogos o monólogos.

En LC confluyen dos registros idiomáticos: el culto, retórico y saturado de erudición; y el coloquial, espontáneo y salpicado de refranes. En general, los personajes utilizan uno u otro registro según su condición social, aunque algunos, como Celestina, pueden alternarlos según las necesidades de la situación comunicativa. La variedad lingüística demuestra, en definitiva, el poder de la palabra en LC.

Espacio, Tiempo y Transformación Social en La Celestina

En cuanto al espacio, en LC destaca la multiplicidad y simultaneidad de escenarios. La trama se desarrolla en múltiples lugares, tanto interiores (las casas) como exteriores (calles, plazas, jardín de Melibea…). Para representar situaciones que coexisten en el tiempo, Rojas crea espacios simultáneos recurriendo al procedimiento de conceder la palabra, de forma alternativa, a distintos grupos de personajes.

Por otro lado, el autor maneja dos tiempos:

  • Uno explícito y corto, en el que la acción progresa de forma continua.
  • Otro implícito y más largo, en el que transcurren los acontecimientos no representados en escena. Este último es necesario para el desarrollo verosímil de la acción dramática y el proceso de maduración de los personajes.

En LC es ya palpable la transformación de la sociedad medieval. Esto se aprecia, por un lado, en el establecimiento de nuevas relaciones entre los distintos estratos sociales. La nobleza ha sido desplazada por la alta burguesía, y ya no es el linaje, sino la riqueza, lo que determina el prestigio social. Además, los antiguos sentimientos de respeto y fidelidad mutuos entre señores y criados han sido sustituidos por relaciones estrictamente económicas.

Por otro lado, la transformación social se manifiesta en la configuración de un nuevo código moral cuyos principios rectores son:

  • La conciencia de la propia individualidad.
  • El anhelo de libertad.
  • Un cierto pragmatismo orientado hacia la búsqueda del provecho propio.
  • El afán de lucro.

La Celestina cerraría, de este modo brillante y revelador, la literatura castellana medieval, mostrando abiertamente el conflicto entre los viejos y nuevos valores.

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