Poesía deshumanizada

Etapas en la poesía de la generación del 27


–En la primera etapa, hasta 1927, adoptan como guía el magisterio de Juan Ramón Jiménez y su concepción de la poesía pura. La mayoría de los poemas de esta época son de difícil interpretación, por lo que su poesía fue tachada de “deshumanizada”.

–En la segunda etapa, que abarca hasta el comienzo de la Guerra Civil, se percibe una intensa influencia del Surrealismo;

Se rehumaniza

En un primer momento, se orientan hacia la expresión de inquietudes existenciales y vivencias personales; más tarde, con la proclamación de la República, hacia problemas sociales.

–La tercera etapa está marcada por el exilio. En 1939, la Generación del 27 se desintegró como grupo de forma dramática y jamás volvería a reunirse. Lorca había sido fusilado al comienzo de la guerra, y el resto, con la excepción de Gerardo Diego, Vicente Aleixandre y Dámaso Alonso, tuvo que exiliarse. Por ello, predomina en ellos la nostalgia del país y la rebeldía frente a su destino.

Poetas del 27 y sus obras más significativas


Rafael Alberti


Con “Marinero en tierra” ganó el Premio Nacional de Literatura, incorporando las novedades vanguardistas a temas como la juventud y el juego. También escribíó “Cal y canto” y “Sobre los ángeles”.

Dámaso Alonso


En su trayectoria existen tres momentos: en la primera etapa (“Poemas puros. Poemillas de la ciudad”) se aprecia una fuerte influencia de Juan Ramón Jiménez y de Antonio Machado; en la segunda etapa expresa el dolor existencial y el desarraigo con “Hijos de la ira” y “Oscura noticia”; en la tercera etapa escribíó “Hombre y Dios”, “Gozos de la vista” y “Duda y amor sobre el Ser Supremo”.

Jorge Guillén


Recoge toda su producción hasta 1950 en “Cántico”. En “Clamor” expresa su protesta ante el presente histórico y asoma el recuerdo de España.

Pedro Salinas


Sigue los pasos de Juan Ramón Jiménez, sus obras principales “La voz a ti debida” y “Razón de amor” le consagran como el poeta del amor.

Emilio Prados


En sus primeros libros, “Tiempo” y “Cuerpo perseguido”, trata los problemas existenciales. Después, su actitud comprometida le lleva hacia una poesía militante ante los conflictos del país: “Llanto en la sangre” y “Cancionero menor para los combatientes”. Tras la guerra vuelven las inquietudes existenciales en “Jardín cerrado”.

Vicente Aleixandre


En “La destrucción y el amor”, el tema amoroso es tratado de forma apasionada y dramática. Imagina un mundo libre de sufrimiento y muerte en “Sombra del Paraíso”. Con “Historia del corazón”, expresa su solidaridad y su esperanza en la gente. Finalmente, en “Poemas de consumación”, reflexiona sobre la vejez.

Gerardo Diego


Como vanguardista escribíó “Imagen” y “Manual de espumas”.

Manuel Altolaguirre


Recogíó toda su producción poética anterior a la guerra en “Las islas invitadas”.

Federico García Lorca:


La principal carácterística de su obra es la síntesis de lo popular y lo culto.
El tema dominante es el destino trágico, englobando en él el amor como frustración, la soledad y la muerte. El otro gran tema lorquiano es la naturaleza. Dentro de su producción poética pueden apreciarse dos etapas:

Primera etapa

Abarca sus obras hasta 1928. Destacan “Canciones”; “Romancero gitano”, un canto a los gitanos andaluces que se ven abocados a la marginación y la muerte, y “Poema del cante jondo”.

Segunda etapa

Incluye las obras que escribíó hasta 1936, como “Poeta en Nueva York”, donde los temas que trata son los negros, la muerte, la homosexualidad y la religiosidad. A esta época también pertenecen “Llanto por Ignacio Sánchez Mejías”, “Seis poemas galegos”, “Diván de Tamarit” y “Sonetos del amor oscuro”.

Luis Cernuda:


Cernuda reuníó sus obras bajo un título común: “La realidad y el deseo” (las dos palabras que expresan certeramente el conflicto de su vida y de su poesía). Las etapas que integran esta obra son:

-El periodo sevillano

Abarca hasta 1928. En “Perfil del aire” se percibe la influencia de Jorge Guillén; y en “Égloga, elegía, oda y homenaje”, la influencia de Garcilaso.

-La etapa madrileña

Donde pertenecen las obras publicadas hasta 1934, como “Un río, un amor”, “Los placeres prohibidos” o “Donde habite el olvido”, vinculado a un amor desdichado del poeta. En 1936 reuníó toda su producción bajo el título “La realidad y el deseo”. En “Las nubes”, dedica el poema “A un poeta muerto”, a Lorca.

-El exilio

Como quien espera el alba”, “Ocnos”, “Vivir sin estar viviendo”, “Con las horas contadas” y “Desolación de la quimera” pertenecen a esta etapa. Es una poesía de madurez en la que nos ofrece un balance de su vida.

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