Poesía y Teatro del siglo XIX en España

Poesía y Teatro de la Segunda Mitad del siglo XIX

La Poesía

A pesar de que la novela predomina en este periodo, emerge una poesía diversa influenciada por los gustos burgueses. En primer lugar, se destaca una poesía realista antirretórica representada por CAMPOAMOR, quien aboga por un lenguaje prosaico que sirva de cauce para las nuevas ideas sin ocultarlas bajo ornamentos.

En segundo lugar, surge una poesía intimista que busca superar la retórica romántica mediante la condensación y simplificación formales. Aunque comparte con el movimiento anterior el gusto por un vocabulario lúgubre y misterioso, se expresa de manera concisa, acercándose más al simbolismo que al romanticismo. El intimismo, a pesar de ser una tendencia marginal, cuenta con creadores estigmatizados, incluyendo a los referentes de la lírica posterior: BÉCQUER y ROSALÍA.

GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER

Su único libro de poesía Rimas (1871), editado por sus amigos tras su muerte, es el punto de partida de la poesía moderna española, se caracteriza por su sencillez, brevedad y la habilidad para establecer un diálogo íntimo con el lector. Aborda temas como la poesía y el poeta, el amor en su fase ascendente, tristeza y desilusión, soledad y desesperación.

ROSALÍA DE CASTRO

Compuso versos en gallego (Cantares gallegos, Follas novas) y castellano En las orillas del Sar, 1884. Su poesía refleja una expresión sincera de una intimidad conflictiva, transmitiendo inquietudes sociales y conciencia de mujer oprimida.

El Teatro

Este género se aparta de los moldes románticos para adaptarse a las demandas de la sociedad burguesa. Surge la separación del público según su origen social, con un teatro de bajo coste para las clases bajas (género chico o teatro por horas) y alta comedia para los burgueses, compuesta por dramas moralizantes en lujosos escenarios protagonizados por los burgueses. Destacan autores como TAMAYO Y BAUS o JOSÉ ECHEGARAY.

Una vía destacada de renovación dramática consiste en adaptar novelas realistas a obras teatrales, siendo GALDÓS un exponente relevante. El drama social de JOAQUÍN DICENTA representa otro intento de llevar el realismo al escenario, aunque la mayoría de estos esfuerzos no alcanzan el éxito, debiendo esperar a finales de siglo para propuestas verdaderamente innovadoras.

El teatro español anterior al 1936

Debido a la profunda crisis en la que se cuestiona todo los valores de la civilización burguesa, el teatro español anterior al 36 produce en el teatro cambios profundos que consisten, principalmente, en la importancia que cobran otros elementos de la representación (escenografía, preparación de los actores, relación con el espectador). En España, sin embargo, se encuentran obstáculos económicos y estéticos para esta renovación, lo que hace que las obras teatrales de este momento se dividan en dos: el teatro que triunfa y no innova y el teatro que no triunfa, el teatro innovador.

El teatro que triunfa (Comercial)

Jacinto Benavente y su escuela: este autor fue inicialmente respetado en círculos intelectuales, pero luego rechazado por considerarse comercial y burgués. Sus principales obras pertenecen a la alta comedia (

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