Poetas Esenciales del Barroco Español: Góngora, Quevedo, Sor Juana y Lope

Luis de Góngora y Argote

Obra Poética: Tradición y Cultismo

En la producción de Góngora resultan visibles tanto la tradición popular como la herencia culta. La primera se refleja en composiciones como romances y letrillas, aunque con cierta tendencia a una mayor elaboración formal; la herencia culta se aprecia en los sonetos y en las obras Soledades y Fábula de Polifemo y Galatea.

Romances

En esta época, se puso de moda la corriente del romancero nuevo entre los poetas barrocos. Góngora se sumó a ella y escribió romances amorosos, de cautivos, históricos, moriscos y pastoriles, algunos de los cuales se recogen en el Romancero general. En este conjunto se incluye la Fábula de Píramo y Tisbe, de tono burlesco, en la que el poeta parodia la leyenda de estos dos amantes mitológicos.

Letrillas

Son composiciones en las que se repite, a modo de estribillo, un pensamiento expresado con brevedad. Góngora escribió letrillas burlescas y satíricas de tema diverso, en las que hace gala de su agudeza y su humor.

Sonetos

Elaboró sonetos amorosos (con los tópicos petrarquistas heredados, a los que se une la conciencia barroca del paso del tiempo), de circunstancias, heroicos, mitológicos, morales (en tono serio o de burla), religiosos y satíricos.

Poemas Mayores: Culteranismo

Las Soledades y la Fábula de Polifemo y Galatea, consideradas como poemas mayores, son las obras en las que se observan con mayor claridad los rasgos propios del gongorismo (culteranismo).

  • Soledades: Es un largo poema compuesto en silvas en el que un melancólico y solitario amante va dando cuenta de lo que ve en su peregrinar. Suponen un canto, con una gran complejidad formal, a una naturaleza idílica.
    • La Soledad primera («Soledad de los campos») contiene la sensorial descripción de las costumbres de unos cabreros.
    • En la Soledad segunda («Soledad de las riberas») el peregrino acompaña a unos pescadores a su aldea, describiendo sus sencillas ocupaciones y, en una salida en barca, una escena de caza en la ribera.
  • Fábula de Polifemo y Galatea: Es un extenso poema mitológico escrito en octavas que recrea, con un lenguaje artificioso, el fracasado amor que el gigantesco cíclope Polifemo siente por la bella Galatea, enamorada, a su vez, del pastor Acis, a quien Polifemo mata. Su sangre se convertirá en las aguas de un río.

Francisco de Quevedo y Villegas

Aspectos Formales y Estilísticos

Además del extraordinario dominio de todos los registros del idioma, en la obra de Quevedo destaca la versatilidad. Esta se aprecia en el uso de distintos tipos de estrofas (aunque prefiere el soneto) y en el lenguaje y el tono empleados en las diferentes variedades a las que pueden adscribirse sus composiciones. En ellas se observan las siguientes características:

  • Tendencia al conceptismo: Aunque es habitual en toda su obra, se da sobre todo en la poesía satírica, y se manifiesta a través de recursos como comparaciones, hipérboles, juegos de palabras, metáforas, neologismos, paradojas, paronomasias, personificaciones, etc.
  • Vocabulario sencillo: Quevedo recurre a veces a expresiones coloquiales y dichos populares, especialmente en las composiciones de tipo satírico y festivo.
  • Tono de advertencia: En las composiciones metafísicas el autor emplea con frecuencia un tono de amonestación dirigido al lector y una sintaxis más compleja.

Sor Juana Inés de la Cruz

Tipos de Poesía

  • Poesía de circunstancias: Escrita por encargo de la corte o con ocasión de acontecimientos diversos (nacimientos, funerales, etc.), usa una gran variedad de estrofas.
  • Poemas filosóficos: Probablemente sean las composiciones más apreciadas de la autora, para las que emplea fundamentalmente sonetos. Mención especial merece el largo poema en silvas titulado Sueño o Primero sueño, en el que, imitando el estilo gongorino, Sor Juana Inés trata el tema del conocimiento.
  • Poemas religiosos: Escritos en su mayor parte en romances y sonetos, tratan sobre dogmas católicos o episodios del Nuevo Testamento.
  • Poesía amorosa: En ella, la autora analiza intelectualmente el sentimiento amoroso y su poder para maravillar a las almas. En este grupo destacan las creaciones, sobre todo sonetos, dedicadas a los triángulos amorosos usuales en las comedias de enredo (un subgénero dramático con un argumento complicado e ingenioso, cultivado en el Barroco).

Lope de Vega Carpio

Temas y Estilo

La profunda relación de la trayectoria vital de Lope con su poesía se puede observar en el contenido de las obras líricas que va publicando, una excelente muestra de la diversidad poética propia del Barroco. Así, cultiva la poesía amorosa, religiosa, satírica y burlesca, además de que en su teatro hallamos también pruebas excelentes de su creatividad lírica.

Por lo que se refiere a su estilo, la idea de poesía que Lope defiende es aquella que combina concepto y adorno: el concepto ha de estar expresado con naturalidad, recurriendo al juego verbal pero sin la compleja elaboración de la poesía de estilo culterano. Observa cómo lo recrea él mismo en este poema, en el que se dirige a Quevedo.

Obra Poética

En la variada y extensa obra lírica de este autor se integran elementos tanto de la poesía tradicional (romances y letrillas) como de la poesía culta (sonetos y canciones).

Lope participó en la moda barroca de la reelaboración del romance, incluyendo en esta estrofa, al igual que otros autores, conceptos propios de la lírica renacentista. Muchos de estos romances nuevos añadían un estribillo, pues estaban destinados al canto.

Los romances predilectos de Lope eran los pastoriles y moriscos, en los que el escritor se desdobla en la figura de un pastor o un caballero moro y da expresión poética a sus amores. En estas composiciones, el autor poetiza las distintas fases (enamoramiento, aparición de otro pretendiente, celos, despecho, etc.) de su complicado amor por Elena Osorio.

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