Literatura Española del Siglo XVIII: Neoclasicismo e Ilustración
La literatura de esta época se caracteriza por el didactismo, el racionalismo, el cosmopolitismo y la preocupación por el ser humano y su educación. Estos valores están presentes en la mayor parte de la literatura del siglo XVIII. La narrativa y la poesía lírica tradicional quedan en un segundo plano.
En el siglo XVIII, la novela experimenta un retroceso respecto al periodo barroco, la poesía adopta un tono cívico y didáctico, y el teatro también reivindica los valores dieciochescos.
La Poesía en el Siglo XVIII
Se observan diversas tendencias, desde la pervivencia de la estética barroca (representada por autores como Gerardo Lobo) hasta el prerromanticismo de finales de siglo.
Tendencias poéticas destacadas:
- Poesía Rococó: Reacciona contra la estética barroca, buscando el equilibrio y un estilo menos recargado.
- Poesía Neoclásica: Incide en la pureza clasicista. Destaca Juan Meléndez Valdés.
- Poesía Ilustrada: Acorde con el espíritu del siglo, aborda temas de tipo cívico, filosófico y didáctico. Representantes notables son Jovellanos, Samaniego e Iriarte.
Autores de Poesía Ilustrada y Neoclásica:
Félix María de Samaniego (1745-1801): Conocido por sus fábulas con moraleja que abordan normas de comportamiento. Destaca su colección de fábulas, incluyendo la célebre ‘La Lechera‘.
Tomás de Iriarte (1750-1791): Autor de fábulas y cultivador de otros géneros. Uno de sus libros más conocidos es ‘Fábulas literarias‘.
Juan Meléndez Valdés (1754-1817): Escribe poesía neoclásica con temas amorosos (como los poemas recogidos en ‘La inconstancia‘) y de tipo pastoril (como sus églogas e idilios).
Distinción entre Ilustración y Neoclasicismo
La Ilustración fue un movimiento filosófico y cultural, mientras que el Neoclasicismo fue la plasmación de esas ideas filosóficas en el ámbito artístico y literario.
El Teatro en el Siglo XVIII
El teatro de esta época presentaba dos vertientes principales:
Teatro Popular: Representado por autores como Ramón de la Cruz.
Teatro Neoclásico: Representado por autores como Leandro Fernández de Moratín.
Autores destacados del Teatro del Siglo XVIII:
Leandro Fernández de Moratín (1760-1828): Es el autor teatral más destacado del siglo. Escribió solo cinco comedias, entre las que sobresale ‘El sí de las niñas‘, obra en la que defiende la libertad de las mujeres para elegir a su esposo y critica los matrimonios concertados entre jóvenes y hombres mayores. Es un ejemplo de técnica teatral neoclásica, ya que respeta a la perfección la regla de las tres unidades (acción, tiempo y lugar).
Ramón de la Cruz (1731-1794): Autor de sainetes, piezas cortas de tono costumbrista y castizo que retratan los tipos característicos de la época.
Vicente García de la Huerta (1734-1787): Su obra más célebre es la tragedia ‘Raquel‘, que narra los amores desgraciados del rey Alfonso VIII de Castilla con una judía toledana.
El Romanticismo en España (Siglo XIX)
Aunque el Romanticismo surge en Alemania a finales del siglo XVIII con el movimiento Sturm und Drang (Tempestad e Impulso), que rechazaba la razón y promovía los sentimientos, en España se desarrolla más tardíamente.
La literatura romántica representa una reacción contra el racionalismo del siglo XVIII. Por ello, uno de sus valores principales es la expresión de sentimientos y el idealismo, abordando los aspectos de la vida con pasión.
En España, el teatro será un género muy importante para el Romanticismo, albergando todos los temas propios del movimiento y presentando personajes atormentados, reflejo de los ideales y el estilo de vida románticos.
Este movimiento llegó con retraso a España debido al exilio de muchos intelectuales durante el reinado absolutista de Fernando VII y a la férrea censura teatral. Su arranque definitivo se sitúa tras la muerte de Fernando VII, en 1835, con el estreno del drama ‘Don Álvaro o la fuerza del sino‘ del Duque de Rivas. La estética romántica, especialmente en poesía, pervivió durante gran parte del siglo, destacando figuras como Gustavo Adolfo Bécquer y Rosalía de Castro.
Etapas del Romanticismo Español
Prerromanticismo: A finales del siglo XVIII y principios del XIX. Los nuevos planteamientos estéticos y temáticos conviven aún con el Neoclasicismo.
Plenitud Romántica: Se inicia tras el regreso de los intelectuales exiliados en 1833, tras la muerte de Fernando VII. Abarca aproximadamente desde 1835 (con el estreno de ‘Don Álvaro o la fuerza del sino‘ del Duque de Rivas) hasta 1844 (con ‘Don Juan Tenorio‘ de José Zorrilla).
Postromanticismo: Supone una prolongación de la estética romántica, especialmente en la poesía, hasta el último tercio del siglo. Destacan las obras de Rosalía de Castro (1837-1885) y Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870).
Características Temáticas del Romanticismo
Característica | Descripción |
---|---|
Inconformismo | El individuo romántico se siente ajeno al mundo que lo rodea y huye de él a través de la imaginación. El suicidio puede aparecer como vía de escape. |
Anhelo de Libertad | Se manifiesta en personajes que rechazan las ataduras sociales, como los piratas o los rebeldes. |
Ruptura de las Normas Artísticas | Como consecuencia del ansia de libertad, se abandonan las reglas clásicas, como las unidades dramáticas. |
Subjetivismo e Individualismo | Predomina el yo del autor. Se busca la soledad y se expresan las pasiones de forma exaltada. |
Importancia del Paisaje y la Naturaleza | El paisaje es un reflejo del estado de ánimo: la melancolía en jardines y el otoño, la tristeza en ruinas, la rebeldía en mares embravecidos. |
El Amor como Pasión Irrefrenable | Puede ser sentimental y lánguido, idealizado e inalcanzable, o pasional y turbulento. |
La Muerte y el Mundo de Ultratumba | La fascinación por la muerte y los ambientes macabros reflejan el malestar existencial y el deseo de evasión. |
Nacionalismo | Se valora lo autóctono, lo costumbrista, lo legendario y las tradiciones populares. |
La Prosa Romántica
La prosa, casi siempre de corte histórico, fue un género muy cultivado por los románticos. En España, podemos destacar a Enrique Gil y Carrasco y su obra ‘El señor de Bembibre‘ (1844).
Uno de los autores más destacados fue Mariano José de Larra, quien escribió fundamentalmente artículos de costumbres y de crítica social en periódicos, expresando su opinión sobre temas muy variados. Aunque conocido por sus artículos, también cultivó la narrativa y el teatro. De sus obras, podemos mencionar la novela histórica ‘El doncel de don Enrique el Doliente‘ y el drama ‘Macías‘, ambas centradas en la figura de un trovador medieval.
El Teatro Romántico
El drama romántico fue una de las grandes aportaciones españolas a la literatura europea. El teatro de esta época reacciona contra las normas neoclásicas y se caracteriza por:
- La temática histórica.
- El rechazo de las unidades dramáticas (acción, tiempo, lugar).
- La mezcla de prosa y verso.
- La tragicomedia (mezcla de elementos trágicos y cómicos).
- La presencia de personajes pasionales con destinos marcados por el misterio o el fatalismo.
Las dos obras más importantes son ‘Don Álvaro o la fuerza del sino‘ (1835) del Duque de Rivas, y ‘Don Juan Tenorio‘ (1844) de José Zorrilla.
En ‘Don Álvaro‘, el destino fatal se cierne sobre el protagonista, llevándolo a la desgracia y la perdición. En ‘Don Juan Tenorio‘, un personaje inicialmente sin escrúpulos encuentra la salvación de su alma gracias al amor de Doña Inés de Ulloa. Otras obras destacadas son ‘Los amantes de Teruel‘ (1837) de Juan Eugenio Hartzenbusch, y ‘El Trovador‘ (1836) de Antonio García Gutiérrez.
La Literatura en la Segunda Mitad del Siglo XIX: Realismo y Naturalismo
La segunda mitad del siglo XIX está marcada por el auge de la filosofía positivista, que defiende que el conocimiento debe basarse en la experiencia y en hechos comprobables. Esta corriente influyó en el Realismo, que buscaba ofrecer una imagen verosímil y fiel de la realidad.
En este periodo, los escritores prefirieron cultivar el género narrativo, donde triunfaron la novela y el relato breve, dando lugar a una amplia lista de autores destacados.
Características de la Novela Realista
Compromiso social: Los autores sitúan las historias en su tiempo coetáneo, actuando como cronistas de las lacras sociales y los problemas urgentes de su entorno con intención de denuncia.
Descripción objetiva: Se da gran importancia a la descripción detallada y objetiva de ambientes y caracteres, en consonancia con la intención social de los autores.
Escenario urbano: La acción suele desarrollarse en la mediana o gran ciudad.
Nuevos protagonistas: Figuras del proletariado y personajes marginales ascienden al protagonismo.
Estilo: El lenguaje se vuelve más cotidiano y familiar, adaptándose a la condición social de cada personaje.
Narrador omnisciente: El narrador lo sabe todo (pensamientos, sentimientos, pasado, futuro de los personajes). Se incluyen diálogos y, en ocasiones, el narrador expresa su propia opinión.
Orígenes y Desarrollo de la Novela Realista Española
Existe una transición desde el Romanticismo al Realismo. Inicialmente, la novela realista conserva rasgos del costumbrismo romántico.
La influencia extranjera fue importante, con la traducción de obras de escritores realistas europeos y la popularización de los relatos folletinescos que imitaban novelas francesas.
El Realismo español entronca con la tradición realista de la literatura castellana (como la picaresca).
Conceptos clave:
El Folletín era la sección de un periódico, generalmente en la parte inferior de la primera página, donde se publicaban artículos de costumbres, cuentos o capítulos de novelas por entregas.
El Costumbrismo fue una tendencia, desarrollada a menudo en la prensa, que retrataba personajes y ambientes típicos, destacando los aspectos más genuinos de la sociedad española. Mariano José de Larra es un autor clave en este ámbito.
El Prerrealismo y la Novela de Tesis
El Prerrealismo
Se inicia a mediados de siglo como una derivación del costumbrismo romántico. Incluye novelas con personajes típicos, a menudo cargadas de juicios de valor o con una clara intención moralizante.
Cecilia Böhl de Fáber (1796-1877): Más conocida por su seudónimo, Fernán Caballero. Mostró una especial predilección por el folclore popular y concedió gran importancia a la observación de la realidad en su obra. ‘La Gaviota‘ (1849) es un ejemplo, que combina la observación realista con sentimentalismo romántico y una actitud moralizante.
Pedro Antonio de Alarcón (1833-1891): Estableció un vínculo estrecho entre el costumbrismo romántico y la novela de tesis. Su obra más conocida es ‘El sombrero de tres picos‘ (1874), basada en un viejo romance popular sobre un corregidor que intenta seducir a la esposa de un molinero.
La Novela de Tesis
Son relatos cuyo objetivo principal es demostrar la conveniencia o superioridad de determinados valores ideológicos o morales.
Los escritores de novelas de tesis dejaban clara su orientación ideológica: los novelistas conservadores defendían la tradición, mientras que los liberales abogaban por la transformación social. Estas obras a menudo presentaban enfrentamientos entre conceptos opuestos (tradición vs. progreso, religión vs. ciencia, campo vs. ciudad).
Solían ofrecer una visión maniquea de la realidad, con personajes que actuaban como representantes de ideas abstractas. Este esquematismo ideológico supuso, en muchos casos, una merma en su calidad literaria. Ejemplos notables son ‘Doña Perfecta‘ (1876) y ‘La familia de León Roch‘ (1878), ambas de Benito Pérez Galdós en su primera etapa.
Benito Pérez Galdós (1843-1920)
Considerado uno de los novelistas españoles más importantes del Realismo y un «novelista integral».
Características de su obra:
Descripción de ambientes: Captó el pulso de la vida diaria en toda su variedad, especialmente en Madrid.
Retrato de personajes: Se adentró en la psicología de sus personajes, dotándolos de gran profundidad humana.
Estilo: Utilizó un estilo vivo y espontáneo, incorporando diferentes registros idiomáticos y dando voz a los personajes a través del estilo directo.
Humor: Complementa su visión crítica de la realidad con la presencia del humor.
Aunque también cultivó el teatro a principios del siglo XX con cierto éxito, su obra cumbre se encuentra en la narrativa.
Tipos de Novelas de Galdós:
Novelas de Primera Época (o de Tesis): Reflejan las ideas del autor, criticando la intolerancia y los valores tradicionales desde una óptica progresista y anticlerical. Ejemplos: ‘Doña Perfecta‘, ‘La familia de León Roch‘.
Novelas Españolas Contemporáneas: Sus personajes ganan complejidad psicológica. Incorpora elementos naturalistas. La obra cumbre es ‘Fortunata y Jacinta‘ (1886-1887), que narra las complejas relaciones amorosas de Juanito Santa Cruz.
Novelas Espiritualistas: El autor se centra en valores éticos como el amor, la caridad y la solidaridad humana, a menudo con un afán redentor. Reflejan su desilusión ante la incapacidad de la burguesía para mejorar la sociedad. Ejemplo: ‘Nazarín‘ (1895).
Episodios Nacionales
Un magno proyecto narrativo (1873-1912) con el que Galdós quiso abarcar la historia de España del siglo XIX. Consta de cinco series, cada una con diez novelas. Destacan por retratar el esfuerzo colectivo que impulsó los acontecimientos históricos, como se ve en relatos como ‘Trafalgar‘.
Leopoldo Alas «Clarín» (1852-1901) y ‘La Regenta‘
Considerada una de las obras cumbre de la novela realista española. En ella desfilan todas las clases sociales de Vetusta (ciudad ficticia que representa Oviedo), ofreciendo un retrato crítico del ambiente opresivo e hipócrita de la sociedad provinciana.
Este ambiente marca la vida de Ana Ozores, la protagonista. Las relaciones de Ana con el canónigo Fermín de Pas y su adulterio con Álvaro Mesía forman el eje central de la trama.
La novela está dividida en dos partes: la primera, con un ritmo más lento, se centra en la descripción detallada de ambientes y personajes; la segunda, con mayor dinamismo, narra el desarrollo de la acción. Las detalladas descripciones de ambientes y el profundo retrato psicológico de los personajes principales son características clave de esta obra.