Temas y Simbolismo en la Poesía de Miguel Hernández: Vida, Muerte y Compromiso Social

La Vida y la Muerte en la Poesía de Miguel Hernández: Un Viaje Existencial

El mundo poético de Miguel Hernández se reduce a tres grandes temas: la muerte, la vida y el amor. En su obra se suceden todas las fases del crecimiento del individuo. Poéticamente, la vida y la muerte se aúna en dos sentidos:

  • En el sentido existencial del filósofo: el hombre es un ser nacido para la muerte.
  • En el sentido solidario de la muerte-semilla: el hombre es un ser que vela por la especie y que permanece en ella.

En la obra Cancionero y Romancero de Ausencias, la muerte y la vida se abrazan. La visión de la muerte en M.H. no nos ahoga en el nihilismo, sino que nos conduce a creencias del más allá o del cielo. Algunos símbolos se relacionan intrínsecamente con la vida y la muerte. Los más frecuentes son los huesos, los muertos y el cementerio, ya que son símbolos de la permanencia de la especie humana. Los huesos aparecen en cuatro etapas de su poesía, pero su significado va evolucionando. Otro símbolo recurrente es la lluvia, que puede representar el amor, la pena por la muerte, el esfuerzo y el trabajo del proletariado. Sin embargo, en sus últimos poemas, la identifica con su hijo muerto.

Compromiso Social y Político en la Obra de Miguel Hernández

En la primera etapa de M.H., de carácter religioso, el poeta sublima el trabajo y la abnegación como peldaños de la escalera con la que se alcanza a Dios. Su primera obra teatral, Quién te ha visto y quién te ve y sombra de lo que eras, de temática religiosa, condena los actos revolucionarios de los campesinos y critica con acritud las posiciones políticas de los anarquistas, comunistas y sindicatos obreros. Este periodo conformista y reaccionario va desapareciendo cuando percibe la realidad con otros ojos y lejos de su pueblo natal.

En Madrid, empieza a asimilar que se considera parte del pueblo, y su poesía se carga de mensajes, aportando soluciones y propuestas para resolver los problemas sociales y políticos; propugna una reforma agrícola para un mejor reparto de tierras. Puso sus fuerzas para defender al hombre del campo y concienciarlo de sus derechos y de las posibilidades de conseguirlos. El poeta se decanta por el lado más débil: el obrero.

En la segunda mitad de 1935, surge una poesía impura, una poesía «manchada» en la que reniega de su pasado reaccionario e inicia un camino de resistencia a lo establecido: la poesía social. Declarada la guerra, se decanta por el bando republicano, que se identifica con los pobres. Considera que su única arma es la poesía, y cultivará una poesía de propaganda y aliento que paseará por las trincheras.

Viento del pueblo y El hombre acecha son dos libros muy distintos. El primero constituye una faceta optimista, alentadora, entusiasta y combativa, impulsada por la esperanza en la victoria. El poeta es viento que da vida a través de la palabra. Exalta la virtud del amor a la patria y los valores de virilidad como fuente de libertad y heroísmo. Con la derrota republicana inminente, y ante el fúnebre balance de odio, heridas inútiles, muertos y cárceles, lanza un desgarrado grito con El hombre acecha. Este libro ofrece una visión pesimista de la guerra en general, ya sin necesidad de tomar partido. El poeta cierra este libro con una petición de esperanza.

En definitiva, la poesía social es aquella que nace de un compromiso con los seres más desprotegidos de la sociedad; toda la obra de M.H. recoge un profundo contenido social que nace del reconocimiento de su origen.

Imágenes y Símbolos en la Poesía de Miguel Hernández

Su mundo poético se moldea según evolucionan su poesía y su temática. Crea un mundo propio y de intertextualidad interna que lo convierte en un poeta elaborado. Las imágenes y símbolos varían en intensidad y significado según la etapa creativa y vital del poeta. Hay dos fuentes que nutren el imaginario y la simbología de M.H.: una conecta con lo telúrico y la otra lo sume en lo cósmico.

En cada etapa, destacan algunos símbolos clave:

Primera Etapa: La Luna

La luna es un motivo central en su universo poético durante la primera etapa, la de la poesía de la naturaleza. Sigue los siguientes procesos:

  • La luna inmediata y real.
  • Metáforas inocentes; en el contexto amoroso, se la asocia con el llanto.
  • En Perito en Lunas, la luna se erige en el centro de su universo. M.H. se muestra experto en dos acepciones: una, la natural (contemplación como pastor); y otra, la artística (todos los objetos de su entorno quedan plasmados poéticamente como formas lunares).
  • En obras de etapas posteriores, este símbolo aparece asociado a la vida, la plenitud, la muerte, la destrucción y la fatalidad.

Segunda Etapa: El Rayo y el Toro

En la segunda etapa, hace presencia el sino sangriento y la pena amorosa. El poeta inicia su andadura rebelde e inconformista. Ahora son frecuentes imágenes de cuchillos, navajas, puñales, espadas… y la del rayo.

  • En El rayo que no cesa, experimenta el goce carnal y tropieza con las reglas sociales que se lo impiden. Surge como símbolo de la pesadumbre, la angustia y la fatalidad; el rayo es el deseo no satisfecho.
  • Más tarde, el rayo tendrá significados enfrentados: como amenaza y maldición, o como fuerza y garra.

El toro es uno de los símbolos más hernandianos. En sus primeras composiciones, el toro se identifica con la muerte física y real. En el contexto amoroso, tiene dos interpretaciones:

  • El toro bravo, en libertad, simboliza la virilidad y la masculinidad de los instintos naturales.
  • El toro de lidia, en la plaza, simboliza el destino fatal que lo aboca al dolor y a la muerte.

Tercera Etapa: El Viento y la Tierra

El viento, símbolo de la poesía épica de M.H. En esta época, simboliza el compromiso social y político, asociado a la idea de solidaridad y democracia. El viento es la fuerza del pueblo; la poesía desempeña una función social, y el poeta es «viento del pueblo».

La tierra, símbolo de la naturaleza, se concibe como madre, tanto la que da la vida como la que acoge tras la muerte. En la obra hernandiana, el símbolo de la tierra tiene varios significados:

  • La tierra representa la naturaleza, la agricultura y el mundo del trabajo.
  • En el contexto amoroso, se relaciona con el amor e indica la vitalidad del mismo.
  • En otros contextos, se asocia tanto a la germinación como a la sepultura y la muerte.

Cuarta Etapa: Luz y Sombra

En la última etapa de su poesía, se imponen los símbolos de la luz y la sombra. La sombra se apodera de su mundo poético conforme avanza la guerra, tras la muerte de su primer hijo y durante el período carcelario. El poeta cierra su peripecia vital y poética con unos versos de reafirmación de la victoria de la luz sobre la sombra. Se sobrepone al desánimo y triunfa la esperanza en la lucha.

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