El Renacimiento se caracterizó por una visión optimista, impulsada por la estabilidad económica y la democratización del conocimiento gracias a la invención de la imprenta en 1450, que abarató considerablemente el precio de los libros. El reinado de Carlos I, durante la primera mitad del siglo XVI, marcó una época de gran vitalidad y apertura a las ideas europeas. Sin embargo, en la segunda mitad del siglo, Felipe II adoptó una postura más restrictiva, cerrando fronteras e impulsando la Contrarreforma.
El Humanismo y su Influencia
Una corriente fundamental fue el humanismo, un movimiento antropológico originado en Italia en el siglo XIV. Este ponía al ser humano en el centro del universo y promovía el estudio y la dignificación de las lenguas vernáculas.
La Prosa Renacentista
En la prosa, el objetivo principal era imitar el habla cotidiana, buscando la naturalidad y contribuyendo a la estabilización del castellano. Un ejemplo destacado es el Diálogo de la lengua de Juan de Valdés.
Auge de la Novela y Nuevos Géneros
La imprenta impulsó el auge de la novela, dando lugar a diversos subgéneros:
- Novela bizantina: Narra las aventuras de dos personajes separados que se reencuentran al final, como en Selva de Aventuras de Jerónimo Contreras.
- Novela pastoril: Presenta pastores idealizados, siendo un ejemplo La Diana de Jorge de Montemayor.
- Novela morisca: Ambientada al final de la Reconquista, similar a la novela de caballerías, como Historia del Abencerraje y La hermosa Jarifa.
El Lazarillo de Tormes: Obra Cumbre de la Prosa
La obra más influyente de la prosa es El Lazarillo de Tormes, cuyas primeras ediciones datan de 1554. Aunque su autoría es incierta, se atribuye a un erasmista cercano a Juan de Valdés. Escrita en forma epistolar y con influencias de El Asno de Oro de Apuleyo, la novela puede interpretarse de varias maneras:
- Novela de aprendizaje: El protagonista aprende que la inocencia no basta para sobrevivir.
- Crítica social, política y religiosa: Una profunda reflexión sobre la sociedad de la época.
Su estructura lineal, marcada por el cambio de amos, destaca por su tono realista, verosimilitud e ironía.
El Teatro en el Siglo XVI
A partir del siglo XVI, el teatro adquirió mayor relevancia, dividiéndose en dos corrientes principales:
- Corriente religiosa: Trataba temas como la Navidad y representaba a la Iglesia. Las obras se recopilaron en el Códice de Autos Viejos.
- Drama profano: No vinculado a la Iglesia, se representaba en salones cortesanos y corrales de comedias.
Autores y Obras Teatrales Destacadas
- Juan del Encina: Autor de églogas religiosas y profanas, como Égloga de Cristino y Febea.
- Lucas Fernández: Conocido por sus Églogas de Navidad.
- Bartolomé Torres Naharro: Escribió comedias a noticia (Soldadesca) y a fantasía (Comedia Himenea).
- Gil Vicente: Autor de La Tagicomedia de Don Duardos.
- Lope de Rueda: Considerado el primer hombre de teatro, creador de los pasos (escenas cortas y cómicas).
La Poesía del Renacimiento
La poesía renacentista fusionó la tradición española, como el uso del octosílabo, con las innovaciones italianas, como el soneto.
El Petrarquismo y la Renovación Literaria
El petrarquismo introdujo una nueva concepción del amor cortés, cristianizado y vinculado al neoplatonismo, especialmente durante el reinado de Carlos I. Los máximos exponentes de esta renovación fueron Juan Boscán y Garcilaso de la Vega.
Garcilaso de la Vega: El Poeta Cumbre
Garcilaso de la Vega compuso tres églogas, dos elegías, una epístola, la “Oda a la flor de Gnido” y treinta y ocho sonetos. Sus temas amorosos, teñidos de melancolía petrarquista, se dirigían a una dama idealizada, Elisa. Utilizaba la mitología clásica para expresar sus sentimientos, empleando un estilo elegante, sencillo y sombrío, enriquecido con encabalgamientos, epítetos e hipérbatos para lograr fluidez.
Poesía Religiosa: Ascética y Mística
En el segundo Renacimiento, marcado por la Contrarreforma, floreció la literatura religiosa, dividida en dos corrientes:
- Ascética: Busca la purificación del alma a través de la renuncia y el esfuerzo.
- Mística: Describe la unión del alma con Dios a través de la experiencia directa.
Fray Luis de León: La Armonía Clásica y la Fe
Fray Luis de León, con una sólida formación clásica e influencia italiana, abordó temas teológico-filosóficos. Sus obras más célebres incluyen “Oda a la vida retirada”, “Noche Serena” y odas religiosas como “La ascensión”.
San Juan de la Cruz: El Éxtasis Místico
San Juan de la Cruz es el máximo exponente de la poesía mística. Sus obras exploran la relación entre el alma (la esposa) y Dios (el esposo), culminando en la unión mística. Destacan:
- Cántico Espiritual: Narra la búsqueda del amado por parte de la esposa.
- Llama de amor viva: Describe el éxtasis místico.
- Noche oscura del alma: Relata la huida del alma hacia Dios.
Su poesía se caracteriza por el uso de paradojas, la musicalidad y un profundo simbolismo.
Santa Teresa de Jesús: La Experiencia Ascética
Santa Teresa de Jesús, autora ascética, dejó treinta textos de estilo sencillo, entre los que se encuentra “Vivo sin vivir en mí”.
Fernando de Herrera: Puente al Barroco
Fernando de Herrera es considerado un puente entre el Renacimiento y el Barroco, anticipando las tendencias del siglo siguiente.
Cervantes: El Genio Literario
Miguel de Cervantes Saavedra, nacido en 1547, vivió en una época de esplendor imperial español, pero también de crisis social y económica en la segunda mitad del siglo XVI. El humanismo y el Renacimiento dejaron una profunda huella en su obra.
Características de la Obra Cervantina
- Agudeza e ironía: Una estética que valora la perspicacia y el humor.
- Visión crítica: Una mirada profunda sobre la sociedad y la condición humana.
- Renovación de géneros y temas: Reconstrucción de códigos literarios para aportar originalidad.
- Originalidad y realismo: Reflejo fiel de la sociedad de su tiempo.
- Caracterización psicológica: Profundidad en la creación de personajes.
- Competencia lingüística: Dominio excepcional del idioma.
La obra de Cervantes sirvió de puente entre el idealismo renacentista y el realismo barroco.
Obras Principales de Cervantes
- La Galatea (1585): Su primera obra, de carácter pastoril, protagonizada por Erastro, Galatea y Elicio.
- El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha: Concebida inicialmente como una parodia de los libros de caballerías, se convirtió en una novela monumental. Estructurada en dos partes (1605 y 1615), narra las tres salidas del hidalgo. La primera parte, de gran éxito, mezcla diversos géneros. La segunda parte dialoga con la obra apócrifa de Avellaneda. El Quijote destaca por su complejidad, la doble perspectiva narrativa (narrador y cronista Cide Hamete), la evolución de sus personajes (Don Quijote y Sancho Panza) y el uso magistral de la ironía, la riqueza léxica y el tono realista.
- Novelas ejemplares (1613): Colección de relatos originales de carácter didáctico, influenciados por la novela italiana. Incluyen novelas idealistas (Las dos doncellas), realistas (Rinconete y Cortadillo) y de idealización de la realidad (La Gitanilla).
- Los trabajos de Persiles y Sigismunda: Publicada póstumamente, es un relato de aventuras de corte bizantino.
