Evolución de la Novela Española de Posguerra: Realismo Social y Experimentación (1950-1970)

Los años 50: La novela del realismo social

Esta corriente es paralela a la poesía social y se caracteriza por un compromiso ético, un testimonio crítico y una denuncia social. Su talante es antiburgués e inconformista, ideológicamente de izquierdas.

Orientaciones estéticas

Entre los novelistas hay dos orientaciones estéticas principales:

  • La objetivista: Refleja, con el máximo de veracidad, el comportamiento externo y las palabras de los personajes, renunciando a cualquier comentario personal.
  • La del realismo crítico: Proyecta la ideología del autor sobre los personajes y hace más explícita la denuncia social.

Temas y estilo

Los temas se centran en lo colectivo: la dura vida en el campo, el mundo del trabajo y de las relaciones laborales, la miseria de las ciudades, la abulia y las consecuencias de la Guerra Civil. Los personajes son representativos de las distintas clases sociales y están en permanente conflicto con el entorno.

Características estructurales y técnicas

  • La estructura del relato es lineal y aparentemente sencilla.
  • Predomina el diálogo y el tiempo narrado se reduce a un corto espacio de tiempo.
  • El lenguaje adopta el estilo de la crónica, desnudo, directo y sencillo.
  • Las técnicas derivadas del objetivismo dominan en el panorama narrativo, con influencia del cine:
    • Narrador oculto que no interviene en los personajes (a modo de cámara).
    • Montaje de la trama y los hechos con métodos conductistas.
  • Aparece una preferencia por el personaje colectivo y por el representativo (tomado como síntesis de un grupo), y un rechazo de la novela psicológica.
  • En el diálogo, el autor recoge el habla viva y característica de cada grupo social representado.

Narradores destacados

Narradores objetivistas

  • Jesús Fernández Santos: Los bravos, Extramuros, Cabrera, Jinetes del alba.
  • Ignacio Aldecoa: (Novelista y escritor de cuentos) El fulgor y la sangre, Con el viento solano, Gran sol.
  • Rafael Sánchez Ferlosio: Industrias y andanzas de Alfanhuí (precedente del realismo mágico); El Jarama (hito del realismo social).
  • Carmen Martín Gaite: El cuarto de atrás.

Narradores del realismo crítico

  • Juan Goytisolo: (Representa la inquietud en la búsqueda de innovaciones) Duelo en el Paraíso, Señas de identidad, Juan Sin Tierra, Makbara.
  • Ana María Matute: Primera memoria.
  • Juan Marsé: Últimas tardes con Teresa, El embrujo de Shangai, Rabos de lagartija.

Los años 60: La novela experimentalista o estructural

A principios de los años 60, el realismo social estaba agotado y los autores tienen en cuenta las aportaciones de novelistas extranjeros. Aparece una renovación de fondo y forma que da como resultado la novela estructural. Algunos autores llevarán a sus últimas consecuencias estas técnicas experimentalistas: intentarán destruir el personaje, la acción y el argumento, y centrarse solo en las técnicas (Miguel Espinosa, Marsé, Cela, Torrente Ballester).

Características de la novela experimentalista

  • El relato se estructura en secuencias, no en capítulos.
  • El argumento se relega a un segundo plano y en él se da cabida a lo fantástico y onírico junto a lo real. A veces, la anécdota se carga de significación simbólica.
  • Las historias se suceden alternativamente (técnica del contrapunto). Muchos personajes implican la técnica caleidoscópica.
  • Se propugna la desaparición del autor. La narración llega al lector desde el punto de vista del narrador omnisciente tradicional y desde la perspectiva de un punto de vista único o múltiple. Se utiliza el «tú» reflexivo que se identifica con el personaje que habla.
  • Pierde peso el diálogo a favor del estilo indirecto libre y del monólogo interior.
  • Los personajes reciben un tratamiento individualizado; en el pugilato que mantienen con la sociedad intentan encontrar su identidad y fracasan.
  • Las rupturas temporales son constantes; los saltos temporales del presente al pasado (flash back) y el desarrollo discontinuo de la acción con violentas elipsis. La organización del tiempo puede llegar a ser caótica (laberinto o rompecabezas temporal).
  • El relato comienza de manera abrupta y tiene un final abierto.
  • El lenguaje incorpora todos los registros del habla y parodia textos de diversa procedencia (ensayísticos, administrativos, periodísticos…). Se tiende a borrar las fronteras entre la prosa y el verso y el lenguaje poético penetra en la novela.
  • Ausencia de puntuación, disposiciones especiales de párrafos o líneas, etc.

Autores destacados

  • Luis Martín Santos: Tiempo de silencio
  • Juan Benet: Región y Volverás a Región.

Los años 70: La generación del 68

La novela vuelve a la escritura tradicional simplificando las estructuras narrativas. Se recupera el argumento, la trama y los personajes (historia cerrada y continua). Se vuelve al uso de la primera y tercera personas narrativas y se recuperan los diálogos.

Nuevas tendencias y preocupaciones

  • Los autores abandonan las intenciones ideológicas o políticas y reaparecen las preocupaciones existenciales y la presencia de la intimidad.
  • Se acude a los géneros narrativos tenidos por menores o de masas, como la novela negra, el folletín, el relato de aventuras o la novela de ciencia ficción.

Representantes por tendencia

  • En el experimentalismo: Luis Goytisolo, Esther Tusquets…
  • En el neorrealismo: Juan José Millás, Javier Marías, Lourdes Ortiz, Álvaro Pombo, Miguel Delibes, Juan Marsé, Torrente Ballester…
  • En la novela histórica: Antonio Muñoz Molina, Eduardo Alonso, Manuel Vázquez Montalbán…
  • Precursor de nuevas tendencias: Eduardo Mendoza.

Los narradores que empiezan a publicar a partir de los años 80 continúan el camino abierto por los anteriores y cada uno de ellos sigue una trayectoria individual. Salvo en algún caso, se alejan todavía más de las tentativas experimentales, volviendo al realismo.

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