Los años 50: La novela del realismo social
Esta corriente es paralela a la poesía social y se caracteriza por un compromiso ético, un testimonio crítico y una denuncia social. Su talante es antiburgués e inconformista, ideológicamente de izquierdas.
Orientaciones estéticas
Entre los novelistas hay dos orientaciones estéticas principales:
- La objetivista: Refleja, con el máximo de veracidad, el comportamiento externo y las palabras de los personajes, renunciando a cualquier comentario personal.
- La del realismo crítico: Proyecta la ideología del autor sobre los personajes y hace más explícita la denuncia social.
Temas y estilo
Los temas se centran en lo colectivo: la dura vida en el campo, el mundo del trabajo y de las relaciones laborales, la miseria de las ciudades, la abulia y las consecuencias de la Guerra Civil. Los personajes son representativos de las distintas clases sociales y están en permanente conflicto con el entorno.
Características estructurales y técnicas
- La estructura del relato es lineal y aparentemente sencilla.
- Predomina el diálogo y el tiempo narrado se reduce a un corto espacio de tiempo.
- El lenguaje adopta el estilo de la crónica, desnudo, directo y sencillo.
- Las técnicas derivadas del objetivismo dominan en el panorama narrativo, con influencia del cine:
- Narrador oculto que no interviene en los personajes (a modo de cámara).
- Montaje de la trama y los hechos con métodos conductistas.
- Aparece una preferencia por el personaje colectivo y por el representativo (tomado como síntesis de un grupo), y un rechazo de la novela psicológica.
- En el diálogo, el autor recoge el habla viva y característica de cada grupo social representado.
Narradores destacados
Narradores objetivistas
- Jesús Fernández Santos: Los bravos, Extramuros, Cabrera, Jinetes del alba.
- Ignacio Aldecoa: (Novelista y escritor de cuentos) El fulgor y la sangre, Con el viento solano, Gran sol.
- Rafael Sánchez Ferlosio: Industrias y andanzas de Alfanhuí (precedente del realismo mágico); El Jarama (hito del realismo social).
- Carmen Martín Gaite: El cuarto de atrás.
Narradores del realismo crítico
- Juan Goytisolo: (Representa la inquietud en la búsqueda de innovaciones) Duelo en el Paraíso, Señas de identidad, Juan Sin Tierra, Makbara.
- Ana María Matute: Primera memoria.
- Juan Marsé: Últimas tardes con Teresa, El embrujo de Shangai, Rabos de lagartija.
Los años 60: La novela experimentalista o estructural
A principios de los años 60, el realismo social estaba agotado y los autores tienen en cuenta las aportaciones de novelistas extranjeros. Aparece una renovación de fondo y forma que da como resultado la novela estructural. Algunos autores llevarán a sus últimas consecuencias estas técnicas experimentalistas: intentarán destruir el personaje, la acción y el argumento, y centrarse solo en las técnicas (Miguel Espinosa, Marsé, Cela, Torrente Ballester).
Características de la novela experimentalista
- El relato se estructura en secuencias, no en capítulos.
- El argumento se relega a un segundo plano y en él se da cabida a lo fantástico y onírico junto a lo real. A veces, la anécdota se carga de significación simbólica.
- Las historias se suceden alternativamente (técnica del contrapunto). Muchos personajes implican la técnica caleidoscópica.
- Se propugna la desaparición del autor. La narración llega al lector desde el punto de vista del narrador omnisciente tradicional y desde la perspectiva de un punto de vista único o múltiple. Se utiliza el «tú» reflexivo que se identifica con el personaje que habla.
- Pierde peso el diálogo a favor del estilo indirecto libre y del monólogo interior.
- Los personajes reciben un tratamiento individualizado; en el pugilato que mantienen con la sociedad intentan encontrar su identidad y fracasan.
- Las rupturas temporales son constantes; los saltos temporales del presente al pasado (flash back) y el desarrollo discontinuo de la acción con violentas elipsis. La organización del tiempo puede llegar a ser caótica (laberinto o rompecabezas temporal).
- El relato comienza de manera abrupta y tiene un final abierto.
- El lenguaje incorpora todos los registros del habla y parodia textos de diversa procedencia (ensayísticos, administrativos, periodísticos…). Se tiende a borrar las fronteras entre la prosa y el verso y el lenguaje poético penetra en la novela.
- Ausencia de puntuación, disposiciones especiales de párrafos o líneas, etc.
Autores destacados
- Luis Martín Santos: Tiempo de silencio
- Juan Benet: Región y Volverás a Región.
Los años 70: La generación del 68
La novela vuelve a la escritura tradicional simplificando las estructuras narrativas. Se recupera el argumento, la trama y los personajes (historia cerrada y continua). Se vuelve al uso de la primera y tercera personas narrativas y se recuperan los diálogos.
Nuevas tendencias y preocupaciones
- Los autores abandonan las intenciones ideológicas o políticas y reaparecen las preocupaciones existenciales y la presencia de la intimidad.
- Se acude a los géneros narrativos tenidos por menores o de masas, como la novela negra, el folletín, el relato de aventuras o la novela de ciencia ficción.
Representantes por tendencia
- En el experimentalismo: Luis Goytisolo, Esther Tusquets…
- En el neorrealismo: Juan José Millás, Javier Marías, Lourdes Ortiz, Álvaro Pombo, Miguel Delibes, Juan Marsé, Torrente Ballester…
- En la novela histórica: Antonio Muñoz Molina, Eduardo Alonso, Manuel Vázquez Montalbán…
- Precursor de nuevas tendencias: Eduardo Mendoza.
Los narradores que empiezan a publicar a partir de los años 80 continúan el camino abierto por los anteriores y cada uno de ellos sigue una trayectoria individual. Salvo en algún caso, se alejan todavía más de las tentativas experimentales, volviendo al realismo.
