La Edad de Plata de la Literatura Española: Generaciones y Vanguardias

Relaciones Semánticas Fundamentales

Homonimia

La homonimia es la relación entre dos o más palabras formalmente idénticas, pero con significado distinto. Pueden ser homógrafas, que se escriben igual, y homófonas, que suenan igual. Ejemplo: banco.

Sinonimia

Se da entre palabras con significados idénticos o similares. Pueden ser:

  • Absolutos: mismo significado, intercambiables en cualquier enunciado.
  • Parciales: solo comparten alguno de sus significados y no son intercambiables en todos los enunciados.

Ejemplos: coche/automóvil, tristeza/depresión.

Antonimia

Se da entre palabras con significados opuestos. Hay tres tipos:

  • Complementarios: sus significados son incompatibles (vivo/muerto).
  • Inversos: expresan puntos de vista contrarios (dar/recibir).
  • De grado: expresan los extremos de una escala (frío/caliente).

Hiperonimia

Se da entre una palabra de significado general (hiperónimo) y otras cuyo significado queda incluido en el de aquella (hipónimos). Ejemplo: fruta (hiperónimo) – kiwi, fresa… (hipónimos).

Meronimia

Relación entre una palabra que designa un todo (holónimo) y las palabras que designan sus partes (merónimos). Ejemplo: casa (holónimo) – vestíbulo, salón… (merónimos).

El Teatro Español en el Primer Tercio del Siglo XX

En el primer tercio del siglo XX se origina un clima convulso e inestable, caracterizado por la Primera Guerra Mundial a nivel internacional y la Guerra Civil en España. En este periodo, el teatro se divide en dos grandes tendencias: comercial e innovador.

Teatro comercial

Por una parte, el teatro comercial satisface los gustos del público burgués y sigue la estética tradicional. Se subdivide en tres géneros:

  • Teatro poético: En verso, tiene como propósito ensalzar a los héroes del pasado glorioso de España, como Las hijas del Cid de Marquina.
  • Teatro cómico: Lo integran el sainete, una pieza breve, superficial y humorística de escenas costumbristas (El santo de la Isidra de Arniches); la tragicomedia grotesca, que satiriza la sociedad mediante situaciones dramáticas y personajes ridículos (La señorita de Trevélez de Arniches); y, por último, el astracán, de chiste fácil y con juegos de palabras (La venganza de don Mendo de Muñoz Seca).
  • Comedia burguesa: Expone las costumbres burguesas con ironía y un ligero tono crítico. Cabe destacar a Jacinto Benavente, Premio Nobel de Literatura, cuya obra maestra es la farsa Los intereses creados.

Teatro innovador

Por otra parte, el teatro innovador explora las nuevas formas de expresión dramáticas, tanto técnica como ideológicamente. Dentro de la Generación del 98, Unamuno es el pionero junto con Azorín. Los dramas esquemáticos de Unamuno no reciben una buena acogida debido a su extrema desnudez, como Fedra. Sin embargo, el genial innovador de la Generación es Valle-Inclán. Su producción evoluciona en tres etapas cada vez más esperpénticas: el ciclo mítico (Divinas palabras), el de la farsa y el del esperpento (Luces de Bohemia). Este consiste en una deformación grotesca de la realidad con ironía, cuyo fin es desenmascarar las lacras de la sociedad burguesa. A su vez, el teatro vanguardista viene de la mano de Jacinto Grau (El señor de Pigmalión) y Gómez de la Serna. En cuanto a la Generación del 27, Lorca alcanza niveles inigualables de calidad artística.

La obra de Federico García Lorca

La obra de Federico García Lorca se puede dividir en tres etapas:

  1. Teatro modernista en verso: Con obras como Mariana Pineda.
  2. Búsqueda de nuevas formas: Su segunda fase le lleva a cultivar farsas y dramas surrealistas. Con las farsas, tanto para guiñol (Tragicomedia de don Cristóbal y la señá Rosita) como para personas (La zapatera prodigiosa), pretende la exhibición grotesca de las pasiones humanas. Mientras que sus “comedias imposibles” encierran un profundo simbolismo, como El público.
  3. Obras de madurez: Alcanzan prestigio a nivel internacional. Las tragedias rurales son Bodas de sangre, que trata la represión de los impulsos amorosos, y Yerma, sobre la maternidad frustrada. Los dramas son Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores, sobre la opresión de la mujer, y La casa de Bernarda Alba, un drama trágico que plantea la lucha entre el poder de Bernarda y las ansias de libertad de sus hijas, encerradas bajo rígidas prohibiciones.

Comentario sobre El misterio de la cripta embrujada de Eduardo Mendoza

La novela de Eduardo Mendoza, El misterio de la cripta embrujada, fue publicada en 1978, durante la época conocida como la Transición, en la que surge una nueva generación de autores a la que pertenece este escritor.

Contexto y Género

La novela se desarrolla en los años 70 en la ciudad de Barcelona, justo al finalizar la dictadura franquista, la cual influyó mucho en la sociedad española. El género de este relato es la novela policiaca (con rasgos de la novela picaresca), que tiene como objetivo captar al lector y elaborar un relato crítico de la sociedad de la Transición. También destaca el paralelismo con el Quijote y el Lazarillo, la narratividad, la subjetividad, un estilo muy cuidado, el clasicismo, la ironía y el sarcasmo.

Argumento

El libro relata la historia de un enfermo mental, que representa los valores de un pícaro, al que le ofrecen una oportunidad para salir del manicomio en el que estaba recluido. Para su liberación, necesita resolver un caso de desaparición de unas chicas adolescentes en un colegio dirigido por monjas. A medida que transcurre la acción, va conociendo nuevos personajes que le van dando pistas sobre el caso, y el lector va quedando cada vez más intrigado por saber cómo se resolverá la trama.

Análisis y Valoración

Tras leer la obra, se aprecia el principal objetivo del autor, que es exponer la sociedad barcelonesa de la época, influida por la dictadura y en un proceso de transición hacia la democracia. También trata de mostrar las desigualdades sociales del momento y cómo, en función del estatus social, eras tratado de una forma o de otra. Lo que más me ha llamado la atención de la obra es el personaje del protagonista y cómo Eduardo Mendoza, sin siquiera revelarnos su nombre, consigue hacernos conocerle a la perfección e incluso simpatizar con él.

Novecentismo y Vanguardias

A partir de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), surgen en Europa grupos de jóvenes que defendieron la creación de un nuevo orden internacional. En España, en un contexto de conflictividad social durante la decadencia del turnismo y la dictadura de Primo de Rivera, el afán por la modernización fue protagonizado por el Novecentismo y las Vanguardias.

El Novecentismo

El Novecentismo comienza en 1914. Los escritores se caracterizan por defender el regeneracionismo con una actitud optimista, tener una sólida formación universitaria y mostrar un talante al mismo tiempo liberal y elitista. A su vez, es notable su espíritu científico, racionalidad y vocación europeísta. Esta generación cultiva diversos géneros, siendo el ensayo el más destacado.

José Ortega y Gasset

El ensayista más importante de la Generación es José Ortega y Gasset, filósofo de gran relevancia que interviene activamente en la vida pública (fundador de la Revista de Occidente). Sus ensayos se pueden dividir según su tema:

  • Filosóficos: Propone la doctrina del raciovitalismo en obras como Meditaciones del Quijote.
  • Estéticos: Destaca La deshumanización del arte, en el que sostiene que las bases del arte nuevo son el elitismo (reservado a un público culto), la tendencia a la depuración, el antirrealismo y la intrascendencia (fin del puro goce estético).
  • Sociológicos: Analiza las causas de la decadencia española. En La España invertebrada, culpa al separatismo y nacionalismo regional y al particularismo social, y en La rebelión de las masas, a la indisciplina de las masas.

Asimismo, otros ensayistas destacados fueron Eugenio d’Ors, Gregorio Marañón, Madariaga, Ramón y Cajal y Menéndez Pidal.

Prosa y Poesía Novecentista

Dentro de la prosa, también se da la novela. Gabriel Miró continúa la novela modernista en la acumulación de sensaciones e idealización del paisaje, como en Nuestro padre San Daniel. Por otro lado, Ramón Pérez de Ayala combina el simbolismo modernista con una actitud intelectual en Belarmino y Apolonio. En cuanto a poesía, Juan Ramón Jiménez atraviesa diversas etapas buscando la perfección. Deja atrás su primera época sensitiva (modernista) con Diario de un poeta recién casado, iniciando así su etapa intelectual (novecentista). En esta lleva a cabo un proceso de depuración que culmina en la poesía pura, como en Eternidades.

Las Vanguardias

Se denomina Vanguardias a los movimientos que surgen en el primer tercio del siglo XX en Francia y Alemania y se extienden por Occidente. Comparten el deseo de crear un arte radicalmente distinto que rompiera definitivamente con el realismo. Experimentan con las formas y los juegos literarios y extreman el interés por el mundo interior. Entre sus características comparten:

  • Internacionalismo
  • Espontaneidad
  • Contradicción
  • Libertad absoluta del artista

Entre estos movimientos se encuentran: el futurismo, el cubismo, el dadaísmo, el surrealismo, el ultraísmo y el creacionismo. En España, Ramón Gómez de la Serna encarna el espíritu vanguardista. Crea la greguería: composiciones que hacen referencia a la realidad mediante la mezcla de la metáfora y el humor.

Modernismo y Generación del 98

A finales del siglo XIX, España sufre una fuerte decadencia marcada por el Desastre del 98 y, a nivel internacional, se crea un clima convulso que desembocará en la Primera Guerra Mundial. En este periodo surgen en España dos movimientos artísticos coetáneos, contrarios al realismo: el Modernismo y la Generación del 98.

El Modernismo

El Modernismo hispano tiene su origen en la síntesis de la tradición literaria española de Bécquer y Rosalía de Castro, y de dos escuelas poéticas francesas: el parnasianismo y el simbolismo. Mientras que el parnasianismo se fundamenta en el ideal de “el arte por el arte”, el simbolismo apuesta por el uso de símbolos para expresar la realidad inefable de los sentimientos. El Modernismo se basa en la musicalidad, el arte de la sugerencia, el individualismo y una estética lograda mediante recursos como la sinestesia, el desplazamiento del calificativo y el símbolo. Los temas más comunes son el desasosiego interior, la introspección espacial, la evasión y el exotismo. Su género principal es la lírica. Su máximo representante es Rubén Darío, que trae el Modernismo a España en 1892. Tanto en Hispanoamérica como en España, el movimiento se divide en una primera fase parnasiana y una segunda simbolista.

  • En Hispanoamérica, en la primera etapa Rubén Darío escribe Azul y en la segunda, Cantos de vida y esperanza.
  • A su vez, en la fase parnasiana española encontramos Alma de Manuel Machado y en la simbolista, Arias tristes de Juan Ramón Jiménez y Soledades de Antonio Machado.

Dentro de la prosa modernista, cabe destacar Platero y yo de Juan Ramón Jiménez.

La Generación del 98

Existe disparidad de opiniones sobre si la Generación del 98 es una generación literaria independiente del Modernismo. Su tema central es la decadencia de España y su regeneración mediante la europeización y la tradición, que se reflejan en el aprecio por escritores anteriores (Berceo, Cervantes, etc.) y la descripción del paisaje castellano. Otro tema principal es la angustia existencial. Su lenguaje es preciso, sobrio y recupera palabras tradicionales. Los escritores de la Generación del 98 cultivan todos los géneros.

  • Lírica: Destacan obras del Antonio Machado noventayochista, como Campos de Castilla.
  • Prosa: La novela del 98 rompe con la realista. En concreto, las “nivolas” de Unamuno mezclan la novela con el ensayo filosófico, difuminan la realidad y la ficción y tratan conflictos existenciales. Por ejemplo, Niebla y San Manuel Bueno, mártir. Otras novelas de gran importancia son El árbol de la ciencia de Pío Baroja y Tirano Banderas de Valle-Inclán.
  • Ensayo: Es un género muy cultivado. Unamuno escribe Vida de don Quijote y Sancho; Azorín, La ruta de don Quijote y Ramiro de Maeztu, Hacia otra España. Se puede apreciar en sus obras cómo los ensayistas experimentan una evolución de ideales renovadores a conformistas.
  • Teatro: Se divide en teatro comercial (sainete, teatro costumbrista, tragedia grotesca y astracán) y teatro renovador (teatro intelectual, «superrealista» y poético), y destaca Valle-Inclán y su visión deformada y grotesca de la realidad, como en Luces de Bohemia.

La Generación del 27

A comienzos del siglo XX, en el contexto de la dictadura de Primo de Rivera y la Segunda República, España atraviesa graves conflictos sociales y una inestabilidad política que desembocan en la Guerra Civil. A nivel internacional, estalla la Primera Guerra Mundial, acompañada de sus fuertes repercusiones.

Características y Componentes

La Generación del 27 es un grupo de escritores unidos por una amistad formada por la convivencia en la Residencia de Estudiantes, la colaboración en las mismas revistas y la conmemoración del tricentenario de la muerte de Góngora, evento que da nombre a la Generación. Todos ellos comparten una edad aproximada, similar educación y un pensamiento liberal, progresista y laico. Sus componentes son Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Federico García Lorca, Dámaso Alonso, Luis Cernuda, Rafael Alberti, Emilio Prados, Manuel Altolaguirre y Miguel Hernández (genial epígono de la generación). Cabe destacar a diversas mujeres conocidas como las Sinsombrero, como Concha Méndez y Rosa Chacel. Aunque también cultivan otros géneros (como Lorca el teatro), el favorito de la Generación del 27 es el poético.

Rasgos de su poesía

Su poesía comparte rasgos comunes. Reciben tanto influencias clásicas (Góngora y Bécquer) como modernas (Ortega y Gasset y Juan Ramón Jiménez). Sus temas principales son el destino del hombre (amor, muerte, compromiso social, etc.) y sus hábitats. Dentro de estos, la ciudad representa el progreso y la naturaleza incluye paisajes castellanos y el mundo interior del poeta. Estos poetas combinan lo culto y lo popular, lo internacional y lo español, y la renovación métrica con la métrica clásica.

Etapas de su Producción Poética

La producción literaria de estos poetas se divide en tres etapas.

Primera fase (1918-1929)

Predominan tres tendencias:

  • Poesía vanguardista: En especial el ultraísmo y el creacionismo, como en Manual de Espumas de Gerardo Diego.
  • Poesía pura: Desvinculada de lo sentimental y humano, es la empleada por Cernuda en Perfil del aire.
  • Neopopularismo: Aborda el sentimiento más profundo y humano. Ejemplos de estas obras son Marinero en tierra de Alberti y Romancero gitano de Lorca.

Segunda etapa (1929-1939)

Experimentan un proceso de rehumanización en tres tendencias principales:

  • Poesía surrealista: Pretende ofrecer una imagen totalizadora del ser humano. Destacan las obras: La destrucción o el amor de Aleixandre, Los placeres prohibidos de Cernuda y Poeta en Nueva York de Lorca.
  • Poetas neorrománticos: Inspirados en la tradición clásica, cabe destacar a Salinas con La voz a ti debida y a Cernuda con Donde habite el olvido.
  • Poesía social y política: Trata la Guerra Civil española, como Dámaso Alonso en Hijos de la ira.

Tercera etapa (tras la Guerra Civil)

Con el final de la Guerra Civil, se inicia la tercera etapa, en la que la generación se dispersa. Aunque se cultiva la poesía clasicista que canta a tópicos tradicionales, es de especial relevancia la poesía desarraigada. Esta expresa la desazón existencial de los poetas, como es el caso de Alberti en Entre el clavel y la espada. Para finalizar, Miguel Hernández escribe El rayo que no cesa, vanguardista, y Viento del pueblo, social.

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