Movimientos Literarios y Autores Clave del Realismo al 98

El Contexto Literario: Del Prerrealismo al Naturalismo

Prerrealismo (1849-1868)

  • Temas sentimentales.
  • Inclusión de descripciones de escenarios y personajes.
  • Pervive la evasión e idealización de la realidad.

Realismo (Desde 1868)

  • Reflejo objetivo de la sociedad contemporánea.
  • Supresión de elementos fantásticos.

Naturalismo (Último tercio del siglo XIX)

  • Personajes determinados por el medio social y la herencia genética.
  • La obra aspira a la transformación de la sociedad.
  • Aplicación del método científico: observación, diagnóstico del mal, propuesta de transformación.
  • Interés por los aspectos más desagradables y violentos de la realidad.

Benito Pérez Galdós: Etapas y Obras Fundamentales

Las Novelas de Tesis (1870-1878)

Bajo este nombre se incluyen las primeras novelas del autor, centradas todas ellas en el análisis de diferentes conflictos ideológicos: la tradición frente a la modernidad, el mundo rural frente al urbano, el anticlericalismo, la tolerancia y la hipocresía. Los personajes de estas obras representan posturas ideológicas enfrentadas, resultan demasiado esquemáticos y poco desarrollados, y están sometidos a la intención del autor de denunciar el conservadurismo de la sociedad española. Entre las novelas de este periodo deben destacarse Doña Perfecta, La familia de León Roch y Marianela.

Las Novelas Contemporáneas (1881-1889)

Doce novelas componen esta etapa en la que Galdós crea un mundo imaginario que refleja la diversidad de la realidad de su tiempo. A través de los barrios y calles de Madrid, el autor ofrece su visión de España, pero sin caer en la simplicidad de la etapa anterior. Los personajes son ahora mucho más complejos y profundos, repletos de matices.

Desde el punto de vista técnico, las novelas también son más perfectas que las anteriores y responden claramente a los caracteres del realismo narrativo:

  • El narrador omnisciente se comporta como un cronista que adopta un punto de vista objetivo sobre los acontecimientos y personajes.
  • El diálogo gana protagonismo en los relatos y se convierte en el vehículo para presentar diferentes perspectivas sobre la misma realidad.
  • El pensamiento de los personajes se muestra a través de los abundantes monólogos interiores y del estilo indirecto libre.

Entre las novelas de esta etapa debe destacarse Fortunata y Jacinta (1887), una de las obras maestras del autor. La novela narra la historia de dos mujeres, Jacinta, la esposa de Juan Santa Cruz, y Fortunata, su amante. Al hilo de los personajes principales, Galdós retrata la sociedad madrileña del último tercio del siglo XIX, los conflictos entre clases y el ambiente político y cultural. La novela se divide en cuatro partes.

Las Novelas Espiritualistas (1890-1915)

En su último ciclo narrativo, Galdós se dedicó al estudio de virtudes morales como el amor o la caridad. El escenario seguirá siendo Madrid, pero ahora el escritor se concentra en los barrios más pobres y en los seres que los pueblan: artesanos y obreros, mendigos, y clase media venida a menos.

Con estas herramientas traza un retrato desilusionado de la realidad, mostrando el fracaso de la burguesía en su esfuerzo transformador de la sociedad. En este desolador panorama, son las gentes sencillas quienes atesoran las virtudes más elevadas: capacidad para perdonar, solidaridad, etc.

Junto a Tristana y Nazarín debe destacarse Misericordia, otra de las obras maestras del escritor canario publicada en 1897. La acción se centra en Benigna, criada de doña Paca y su hija Juliana, que se ve obligada a mendigar en secreto para mantener a la familia de su señora. En la iglesia donde pide limosna entabla relación con el ciego Almudena y ambos son encarcelados por practicar la mendicidad. Al salir de la cárcel, Benigna será despedida por su ama, que considera deshonroso su comportamiento. La novela termina con la visita de Juliana a Benigna. Juliana piensa que sus hijos van a morir como castigo divino por el mal comportamiento de la familia con Benigna. El último diálogo de la obra es una muestra más de la altura moral de Benigna, que perdona a Juliana.

Los Episodios Nacionales

Entre 1873 y 1912 Pérez Galdós escribió cuarenta y seis relatos sobre los acontecimientos históricos más relevantes del siglo XIX. La intención del autor era explicar la situación del momento a través de los hechos históricos que la hicieron posible. Esta intención aleja los Episodios nacionales de la novela histórica característica del Romanticismo, ya que no buscaba el autor la evasión de la realidad que vivía ni el simple entretenimiento. Sin embargo, el escritor no olvida que se trata de obras de ficción, por lo que junto al relato de los hechos históricos construye unas tramas protagonizadas por personajes imaginarios. En ellas se vale de trepidantes aventuras y enredos amorosos que sirven como nexo de unión entre las novelas de cada serie.

Los Episodios se agrupan en cinco series de diez novelas cada una, excepto la última, compuesta por tan solo seis narraciones. Cada serie cuenta un periodo histórico y en cada una destaca una novela, como se puede ver en el cuadro de la derecha.

Emilia Pardo Bazán

Nació en La Coruña en 1851 en el seno de una familia perteneciente a la nobleza. Tras su separación matrimonial, la escritora gallega se estableció en Madrid, donde se dedicó por completo a la literatura como autora de novelas y cuentos, ensayista y conferenciante.

La Cuestión Palpitante y el Naturalismo

Pardo Bazán publicó en 1883 el ensayo La cuestión palpitante, en el que analizaba el Naturalismo francés. La escritora alababa en su ensayo la precisión descriptiva de las novelas naturalistas; sin embargo, rechazaba los principios fundamentales de la tendencia: la idea de que los seres humanos están determinados por el medio social y la ascendencia genética, así como la especial atención de las obras a los asuntos más escabrosos de la vida.

Obra Creativa: Los Pazos de Ulloa

En el terreno creativo, la obra más importante de la escritora gallega es Los pazos de Ulloa, novela que narra la llegada de un joven sacerdote a las posesiones del marqués de Ulloa. La obra se centra en tres cuestiones principales:

  • La descripción del mundo rural gallego, marcado por la violencia y el atraso.
  • La degradación de los seres humanos, como la aristocracia pueblerina.
  • El choque entre la barbarie rural y la civilización de los personajes procedentes del mundo urbano.

La novela incorpora elementos procedentes del Naturalismo, como la presencia de abundantes, minuciosas y bien documentadas descripciones de lugares y personajes, la capacidad del medio para influir en los comportamientos humanos o la presencia de situaciones escabrosas de naturaleza sexual.

Leopoldo Alas, Clarín

La obra literaria de Leopoldo Alas es casi exclusivamente narrativa, aunque también es autor de ensayos sobre diversos asuntos (crítica literaria, así como cuestiones filosóficas, políticas y sociales). Fue asimismo autor de cuentos y responsable de la incorporación en España de las nuevas tendencias europeas en relación con la narrativa breve. Sus relatos se clasificaron en dos grupos:

  • Aquellos en los que predomina una visión dulce y melancólica de la sociedad más desfavorecida. Estos relatos no están exentos de denuncia, pero prevalece la ternura del narrador hacia los personajes más humildes. Entre estos relatos destaca ¡Adiós, Cordera!, texto en el que el autor opone la dureza del mundo moderno y la vida tradicional apegada a la naturaleza.
  • En otros relatos, en cambio, se muestra más agresivo en su crítica. Así puede observarse en Pipá, protagonizado por un «niño de la calle» que muere trágicamente. El escritor aprovecha su historia para denunciar la falta de humanidad de la buena sociedad y los poderes públicos hacia las criaturas desvalidas.

Leopoldo Alas escribió tan solo tres novelas largas: Su único hijo, Cuesta abajo y La Regenta, uno de los relatos más importantes escritos durante el siglo XIX.

Juan Valera

La obra narrativa de Juan Valera responde a unos caracteres que permiten incluirla en el Realismo:

  • Rechaza la literatura fastidiosa y el exceso.
  • Describe con precisión los caracteres de los personajes y los escenarios en que se desarrollan sus tramas.
  • Piensa que la novela debe reflejar la vida contemporánea y sus conflictos, especialmente los que tienen que ver con la religión y el amor.

Sin embargo, dos aspectos diferencian al autor andaluz de sus compañeros de la generación de 1868:

  • Sus obras presentan una realidad idealizada y embellecida.
  • Opina que la novela es ante todo arte de la palabra, por lo que cuida al máximo el lenguaje y huye de la simplicidad y el prosaísmo característicos de la narrativa realista.

Entre sus obras merecen destacarse Juanita la Larga, publicada en 1893, y su primera novela, Pepita Jiménez, aparecida en 1874.

Pepita Jiménez: Idealización y Conflicto

Pepita Jiménez narra la historia de los amores entre el seminarista Luis de Vargas y la joven viuda Pepita Jiménez, que se ha comprometido con don Pedro, el padre de Luis de Vargas. A través de la obra, el lector asiste al enamoramiento del muchacho, al debate interior entre la vocación religiosa y la atracción por Pepita y al remordimiento del joven que ve en sus sentimientos una traición a su padre. El final de la novela ofrece al lector una solución satisfactoria, pues el padre comprende la mutua atracción de los jóvenes y favorece la relación. En el siguiente fragmento se puede observar la idealización del personaje de Pepita, presentada como un ser que ennoblece todo cuanto la rodea:

«Ya he dicho a usted en otras cartas que los ojos de Pepita, verdes como los de Circe, tienen un mirar tranquilo y honestísimo. Se diría que ella ignora el poder de sus ojos, y no sabe que sirven más que para ver. Cuando fija en alguien la vista, es tan clara, franca y pura la dulce luz de su mirada, que, en vez de hacer nacer ninguna mala idea, parece que crea pensamientos limpios; que deja en reposo grato a las almas inocentes y castas, y mata y destruye todo incentivo en las almas que no lo son. Nada de pasión ardiente, nada de fuego hay en los ojos de Pepita. Como la rojiza luz de la luna es el rayo de su mirada.»

La novela se presenta como una colección de documentos atribuidos al deán de la catedral y tío de Luis de Vargas. La estructura se divide en tres partes.

Modernismo y Generación del 98

El Modernismo

En la segunda mitad del siglo XIX, diversas tendencias artísticas se opusieron a reducir el arte al reflejo de la realidad. Entre ellas destacaron las siguientes:

  • El Parnasianismo francés, movimiento que se centró en los aspectos formales de las obras y trató contenidos alejados de los conflictos contemporáneos.
  • El Simbolismo, que se ocupó de temas y sentimientos ocultos tras la realidad visible: melancolía, función del artista, desajuste entre realidad y deseo.

En el mundo hispánico, surgió a finales del siglo XIX el Modernismo, movimiento nacido en Latinoamérica con escritores como Rubén Darío y Leopoldo Lugones, que reunía las aportaciones del Parnasianismo y Simbolismo. Este movimiento llegará a España muy pronto y a él se sumarán los escritores que protagonizaron el cambio de siglo en nuestro país. Los principales temas de la literatura modernista fueron los siguientes:

Temas del Modernismo

  • La expresión de la intimidad, que se manifiesta en asuntos como la melancolía y la nostalgia, el sentido de la vida, el amor visto desde una perspectiva erótica y la espiritualidad.
  • La búsqueda de la identidad cultural del artista, que se proyecta en diversos motivos temáticos a veces contrapuestos: el rescate de la tradición indígena americana; la defensa de los valores hispánicos que nos distinguen de otras culturas; el artista como parte de una comunidad que trasciende las fronteras.
  • El deseo de evasión de una realidad insatisfactoria, presente en la actitud elitista y aristocrática de los escritores, en el recurso a la fantasía y en la ambientación de las obras en lugares exóticos.

Aspectos Estilísticos del Modernismo

  • La innovación en los versos, motivada por la búsqueda del ritmo poético y el deseo de apartarse de las estrofas tradicionales.
  • La ampliación del vocabulario mediante la inclusión de arcaísmos y cultismos.
  • La abundancia de recursos retóricos, en especial de aquellos que sugieren diferentes planos sensoriales: metáforas y símbolos, adjetivación sensorial, sinestesia y recursos fónicos.

El Grupo del 98

Tradicionalmente se han estudiado en la literatura española de principios del siglo XX dos movimientos bien diferenciados: el Modernismo y el Grupo del 98. En el primero se incluía a autores como Salvador Rueda, Juan Ramón Jiménez (en sus primeras obras) y Manuel Machado; mientras que en el segundo se inscribía a Antonio Machado, Ramón M.ª del Valle-Inclán, Miguel de Unamuno, Pío Baroja, José Martínez Ruiz, Azorín y Ramiro de Maeztu. La realidad es que todos estos escritores tenían más o menos la misma edad, compartían preocupaciones existenciales, aspiraban a similares objetivos artísticos y estaban influidos por los mismos autores y movimientos, por lo que deben ser entendidos como parte de un único movimiento modernista que protagoniza la literatura hispánica entre finales del siglo XIX y la Primera Guerra Mundial.

Pese a todo, resulta útil emplear el término Grupo del 98 para referirse al conjunto de seis autores que mejor mostraron en sus obras la crisis espiritual de la época. Estos escritores presentan grandes diferencias entre , pero también algunos caracteres comunes:

  • Cultivan diversos géneros literarios con la intención de renovarlos y alejarse de la estética realista.
  • Apuestan por una renovación del lenguaje literario en el que destaca una cierta sencillez expresiva, la ampliación léxica y el punto de vista subjetivo sobre la realidad.
  • Muestran su preocupación por el tema de España, denunciando la decadencia del país y la necesidad de modernizarlo. Junto a la crítica de la situación en la que viven, también se interesan por el paisaje castellano, pues lo consideran un símbolo del alma española.
  • Expresan los conflictos religiosos y existenciales propios de la época: la búsqueda de un sentido de la vida, el debate sobre la existencia de Dios o el análisis de la angustia del hombre de su tiempo.

Autores Clave de la Generación del 98

José Martínez Ruiz, Azorín

El escritor alicantino cultivó el ensayo, el teatro y también la novela, género en el que destacó especialmente.

Obra Narrativa de Azorín

En su obra narrativa pueden distinguirse distintos momentos:

  • Primera etapa: Compone novelas en las que incorpora numerosos elementos autobiográficos y da rienda suelta a su visión crítica sobre la sociedad y a la reflexión sobre las cuestiones existenciales. Obras destacadas del periodo son La voluntad y Antonio Azorín.
  • Segunda etapa: Se reduce paulatinamente el tono crítico de las obras y el autor se concentra en la reflexión existencial y cultural (Doña Inés y Don Juan), así como en la introducción de técnicas que lo alejan de la narración tradicional (Superrealismo).

Antonio Machado

La obra literaria de este autor se compone de textos ensayísticos y reflexivos en prosa (Juan de Mairena es la obra más relevante de este tipo), obras teatrales compuestas en colaboración con su hermano Manuel y, sobre todo, una obra única que lo convirtió en uno de los maestros de la literatura española de principios del siglo XX.

Concepción Poética de Machado

La concepción de la poesía de Antonio Machado se define por unos rasgos que la hacen única en su tiempo. Entre ellos pueden destacarse los siguientes:

  • Tendencia hacia una sencillez formal que va imponiéndose a medida que pasan los años.
  • Consideración del poema como diálogo entre el yo lírico y diferentes personajes poéticos: el paisaje castellano, el recuerdo de Leonor, amigos y conocidos, modelos literarios, y el propio yo desdoblado.
  • Superposición de escenarios y tiempos que se asocian con estados de ánimo diferentes.
  • Uso del símbolo, que encierra parte de la carga temática del poema: el paso del tiempo es aludido por el reloj, la tarde, las estaciones del año, los caminos y las galerías; a la muerte se refiere mediante las campanas, cipreses, el mar o el lago; la vida es nombrada a través del sueño, el río o el camino.
  • Los temas poéticos reflejan el compromiso del yo lírico con los grandes conflictos del hombre contemporáneo:
    • El problema religioso: Búsqueda de una fe que dé respuesta al sufrimiento humano y desdén por la religiosidad popular.
    • El problema existencial: Angustia causada por el fluir del tiempo y la presencia constante de la muerte, sensación de soledad y conflicto entre la realidad y el deseo.
    • El problema social: Lamento por la decadencia de España y contemplación del paisaje castellano como símbolo de la patria.

En el siguiente poema se aprecian algunos de los caracteres citados: la superposición de espacios y tiempos, la rima asonante y un lenguaje más directo, el diálogo sin respuesta entre el yo lírico y una Leonor recordada, la contemplación del paisaje y la angustia provocada por la soledad, el tiempo y la muerte.

Ramón M.ª del Valle-Inclán: Luces de bohemia

Esta obra constituye la dramatización de la última noche de la vida de Máximo Estrella, poeta modernista ciego y arruinado que se enfrenta al absurdo de la vida madrileña.

Temas Principales

  • La condición humana: A través de los dos protagonistas, Valle-Inclán muestra dos caras del ser humano: la dimensión heroica de un Max Estrella que se enfrenta a su destino trágico, la muerte; y la falta de moralidad de Latino de Híspalis, que le permite sobrevivir incluso en el Infierno.
  • La crítica de la vida española: Valle denuncia cinco aspectos de la sociedad contemporánea: la falsedad del mundo artístico, la corrupción política, la brutalidad policial, la falta de independencia de la prensa y la insolidaridad entre los ciudadanos.

Estructura de la Obra (Quince Escenas)

EN VIDA DE MAX (ESCENAS I-XII)

Recorrido de Max por la noche madrileña:

  • La partida (escena I): Exposición del contexto personal y familiar del protagonista.
  • El viaje (escenas II-XI): Peregrinación del protagonista y paulatina toma de conciencia política.
  • El destino (escena XII): Regreso y muerte.

TRAS LA MUERTE DE MAX (ESCENAS XIII-XV)

Funciona como un epílogo que sirve para cerrar los conflictos abiertos:

  • La situación de la familia de Max tras su fallecimiento.
  • La vida de Latino tras la muerte.

Pío Baroja

Fue esencialmente autor de novelas y relatos, aunque también cultivó de manera puntual el género ensayístico y teatral.

Concepción Narrativa de Baroja

Su concepción del género narrativo podría sintetizarse en cinco aspectos:

  • Entiende la novela como un género abierto en el que cabe la narración de unos hechos; pero también la reflexión sobre los mismos, el lirismo o la argumentación. Se esfuerza en sus obras en incluir diversos mecanismos que doten de unidad al conjunto. Entre esas estrategias destacan los personajes recurrentes en diversas obras, los lugares donde se desarrolla la acción y las distintas posiciones filosóficas e ideológicas que se enfrentan en sus relatos.
  • Sus novelas se centran en un personaje característico que refleja al hombre de su tiempo. Son seres inadaptados que adoptan dos actitudes contradictorias ante la vida: unos son pasivos, coincidiendo así con la posición real del autor, mientras que otros se muestran activos.
  • Los temas coinciden con los característicos de su generación: la expresión y el análisis de la angustia existencial, la denuncia de la situación social de España y el problema de Dios. Baroja también se interesó por la recuperación de la memoria histórica del país y por el relato de aventuras.
  • Apuesta por la sencillez y la claridad lingüística, así como por el uso del diálogo como mecanismo para penetrar en la personalidad de sus personajes.

Etapas de la Obra de Pío Baroja

A lo largo de su vida, Pío Baroja compuso numerosas novelas que pueden clasificarse en tres etapas diferentes:

  1. Primera Etapa (Hasta 1912)

    Escribe obras que reflejan el caos espiritual de principios del siglo XX. Muchas de ellas se agrupan en series de tres o cuatro relatos que comparten personajes, asuntos o lugares de desarrollo de la acción. Entre las novelas de este periodo deben destacarse Camino de perfección, La busca, Zalacaín el aventurero y, por supuesto, El árbol de la ciencia.

  2. Segunda Etapa (1913-1935)

    Baroja se aplicó a la tarea de reconstruir la historia de España durante el siglo XIX mediante las veintidós novelas que componen las Memorias de un hombre de acción. La serie está protagonizada por Eugenio de Aviraneta, personaje real que participa en los acontecimientos determinantes del siglo.

  3. Tercera Etapa (Desde 1936)

    Desde 1936 hasta el final de sus días, el escritor vasco concentra su esfuerzo en la redacción de su autobiografía (Desde la última vuelta del camino), aunque compone también algunas novelas que no alcanzan el nivel de las anteriores.

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