Español Septentrional
Cuenta con los dialectos hablados en la mitad norte de la Península. Sigue la norma toledana del siglo XVI, que fue la que se aplicó a la norma escrita, e incluye al aragonés y al asturleonés, pero no es en absoluto homogéneo. Se observan ciertas interferencias lingüísticas:
- Pronunciación bastante adecuada al sistema fonológico.
- Yeísmo (pronunciar LL igual que Y).
- Pronunciación de la /d/ final como Z (Madriz). A la vez, desaparece la /d/ final (verdá).
- Pronunciación de x- (ante consonante) como /s/ (tasi).
- Fuerte tendencia a cambiar hiatos en diptongos: ahora > ara.
- Leísmo, laísmo y loísmo.
- Como coloquialismo, anteposición del artículo masculino el al pronombre interrogativo qué:
—¿Has traído el balón?
—¿El qué? (en lugar de ¿Qué?).
Igualmente, en las regiones de contacto con los dialectos históricos, que no llegaron a convertirse en lenguas, también el castellano tiene unas influencias y peculiaridades especiales:
- El castellano de la zona asturiana cierra en /u/ las palabras acabadas en /o/ (toru) y sustituye el pretérito perfecto compuesto por el simple.
- El castellano de la zona aragonesa tiende al alargamiento de las vocales abiertas y a construir los diminutivos en –ico.
Dialectos Históricos
No son dialectos del castellano sino variedades derivadas directamente del latín que nacieron al mismo tiempo que el castellano primitivo, pero que no se convirtieron en lenguas, sino que fueron absorbidas por el castellano: el asturleonés y el aragonés.
- Asturleonés: Surge en el antiguo reino de León y perviven rasgos arcaizantes distribuidos en Asturias, centro y oeste de Cantabria, León y Zamora. Rasgos:
- Fonéticos: cierre de la vocal final de palabra (comió: comiú); los grupos –as, -áis y –an se pronuncian –es, éis y –en (las vacas: les vaques).
- Morfosintácticos: artículo delante de posesivos (la mi muyer); posesivos sin apocopar (mía choza); uso de nos y vos por nosotros y vosotros.
- Aragonés: Se conserva en algunos valles pirenaicos y solo en algunos rasgos:
- Fonéticos: el grupo –kt- latino intervocálico evoluciona a –it- (pectum: peito); la l- inicial se transforma en ll- (luna: lluna); los grupos latinos pl-, cl- y fl- se conservan: flama.
- Morfosintácticos: imperfectos en –eba/-iba (poneba); haber por tener (he fambre); ser con valor de estar (es lueñe); diminutivo en –ico (zagalico).
Español Meridional
Está constituido por el andaluz, el canario, el murciano y el extremeño.
Los rasgos lingüísticos comunes que presentan son:
- La confusión de –r y –l en posición final de sílaba: cardo (caldo).
- El yeísmo. Pronunciar la ll como y: yavero.
- La aspiración de –s en final de sílaba o de palabra: tócate lo(h) pié(h).
- La aspiración de la j: reláhate.
- La aspiración de la h- inicial: (j)arto.
- La supresión de sonidos y sílabas finales en algunas palabras: caló.
- El andaluz: Es el dialecto más diferenciado, con más hablantes y con mayor aceptación social. Existen dos zonas de diferenciación: la zona occidental, y la zona oriental. Rasgos generales:
- El seseo y el ceceo: sélebre, camiza.
- La pérdida de –d- intervocálica: ¡Qué cansao estoy!
- La relajación en la pronunciación de la ch: pushero.
- La distinción entre el singular y el plural mediante la mayor apertura de la vocal final en el plural: lA[s] casA[s].
- El murciano: Se le conoce también como panocho. Recoge algunos rasgos del aragonés y del valenciano, además del castellano y andaluz. Características:
- Seseo, sobre todo en posición final: lus.
- Presencia de sonidos nasales: muncho.
- Pérdida de la –d- intervocálica: piazo.
- Uso del diminutivo –ico: cansaíco.
- Dialectalismos léxicos: albercoque (albaricoque).
- El extremeño: Comparte rasgos del leonés y el andaluz, según las zonas. Características:
- Presencia de las vocales i, u en vez de e, o: nochi, solu.
- Pérdida de la –d- intervocálica.
- Conservación de la –e tras r, d y z: mare, rede, sede.
- Pérdida de la –e en las terceras personas del presente: tien, vien.
- Preferencia por los diminutivos en –ino: muchachino.
- Dialectalismos léxicos: lampuzo (goloso).
- El canario: Su origen es el andaluz. Ha recibido una gran influencia del español de América y son muy abundantes los términos gallegos y portugueses. Características: Confusión de –r y –l en posición final; no aspiran la –s al final de sílaba; se da el seseo; utilizan la forma ustedes para la tercera persona del plural; uso de americanismos y lusismos (papa, guagua, fechar); Particularidades léxicas propias: (cigarrón-saltamontes).
Español de América
Lo que genéricamente denominamos español de América, constituye la variedad geográfica más rica y viva de nuestro idioma. El descubrimiento del Nuevo Continente en 1492 fue la causa de la penetración del español en estas tierras.
El español de América es el resultado de una larga historia con dos características generales muy importantes: la estrecha relación de los rasgos dialectales meridionales del español y la existencia de una gran diversidad lingüística en toda Hispanoamérica.
Es en la lengua coloquial y en las jergas donde se aprecian las grandes diferencias.
- Rasgos fónicos: La entonación presenta mayores matices melódicos; el seseo: reseta; el yeísmo: cabayo; aspiración de la h- inicial, procedente de f inicial latina; aspiración o pérdida de la –s final de sílaba; confusión entre –r y –l al final de sílaba: amol.
- Rasgos morfosintácticos:
- Voseo: uso del pronombre vos en vez de tú, con formas verbales antiguas de segunda persona del plural (vos tenés).
- Cambio de género en algunos sustantivos: el cerillo.
- Mayor uso de los diminutivos, incluidos los adverbios: madrecita, ahorita.
- Adverbialización de los adjetivos: Espero que te vaya bonito.
- Anteposición del posesivo en los vocativos: Mi vieja.
- Rasgos léxicos: Los cambios de significado sufridos en palabras patrimoniales de origen castellano (manejar por conducir); la presencia de indigenismos (pampa, guajolote); la permanencia de arcaísmos (valija por maleta); tendencia a introducir numerosos neologismos, sobre todo del inglés (elevador por ascensor o rentar por alquilar).
Español en EEUU y el Espanglish
En EEUU se contabilizan unos cuarenta millones de hispanohablantes. Unidos al grupo de competencia limitada, elevan la cifra a 56 millones. Allí, es la segunda lengua más hablada y cuenta con numerosos canales de televisión y emisoras de radio. El español que allí se habla guarda muchas similitudes con la modalidad mexicana, aunque existen variaciones según las zonas y la procedencia de los emigrantes hispanos.
En algunas zonas ha surgido el espanglish, mezcla de inglés y español, producto de la interacción de ambas lenguas en zonas meridionales de EEUU (Ejemplos: plomero -> fontanero, de plumber; lonchear -> comer, de lunch).