Generación del 98: Origen y Evolución

Concepto acuñado por Azorín en 1913 para referirse al grupo de escritores que presentaban diferencias respecto a los modernistas. La conforman José Martínez Ruiz (Azorín), Miguel de Unamuno, Pío Baroja, Antonio Machado, Ramiro de Maeztu y Ramón Mª del Valle-Inclán.

Respecto a sus características, se observa una evolución:

1. Primera Etapa: Juventud y Rebeldía

   Se muestran cercanos a las posturas revolucionarias y con rebeldía. Características compartidas con el Modernismo.

2. Segunda Etapa: La Preocupación por España

   Preocupación por el tema de España. Intención moderada que pretende reformar el país sin recurrir a la acción política. Toma nombre del “Desastre del 98”. En 1898, España perdió las últimas colonias, lo que manifestó la decadencia del país. En sus obras, analizaron las causas de esta decadencia y problemas concretos en los primeros años del siglo. Para ello, conectan con la literatura del siglo XVII (Quevedo y Cervantes), continúan con las inquietudes reformistas de ilustrados (Jovellanos) y culminan con el pesimismo crítico de Larra y sus dos movimientos, el krausismo y el regeneracionismo.

3. Tercera Etapa: Subjetividad y Existencialismo

   Abandono de los intentos de cambio, centrándose de manera subjetiva en sus problemas individuales. También es el período más característico de los del 98 y está definido por tres rasgos:

   • Pensamiento enlazado con los irracionalismos del siglo XIX.
   • Temas acerca de las preocupaciones religiosas y existenciales.
   • Sigue habiendo preocupación, mas ahora subjetiva, por España y sus problemas.

Géneros Literarios y Estilo de la Generación del 98

Los géneros literarios principales son el ensayo y la novela. El ensayo es subjetivo y parte de la observación, mientras que la novela rompe con las convenciones de la novela realista y naturalista del siglo XIX.

Principales rasgos estilísticos:

1. La novela adopta una estructura abierta.
2. Novelas de protagonista individual.
3. Mayor interés en narrar desde la perspectiva del autor, más personal y subjetiva.
4. Se prescinde de una concreta localización espacial y temporal, para centrarse en el conflicto íntimo de los personajes.
5. Sobriedad expresiva y cuidado en el manejo del idioma, usando el párrafo breve y la frase corta. Usan vocabulario arcaico y léxico con neologismos.

El Modernismo: Reacción Estética y Temática

Movimiento que surge a finales del siglo XIX como reacción al Realismo y se prolonga hasta 1914 (estallido de la Primera Guerra Mundial). Convergen varias tendencias culturales diversas. Se dice que es una síntesis del parnasianismo y el simbolismo (dos escuelas poéticas francesas), pero en esta tendencia también está presente la huella de la tradición literaria española con poetas como Rosalía de Castro y Bécquer. Se incorpora una nueva temática que pretende distanciarse del realismo y el positivismo del Realismo.

Temas Centrales del Modernismo

La crítica ha destacado, entre otros, los siguientes temas:

• Desasosiego interior, manifestado en tres actitudes: la exaltación de lo irracional, gusto por lo decadente unido a una sensación general de malestar, melancolía y la angustia existencial.
• Introspección, evasión y exotismo, ya que desean escapar de la sociedad en la que viven adentrándose en la conciencia o en mundos deslumbrantes y bellos o en épocas remotas, es decir, en lo exótico, destacando Oriente.
• Cosmopolitismo y casticismo, debido a la devoción por París, donde surgen novedosas corrientes artísticas y la bohemia, alejada de la burguesía.
• Indigenismo, porque los modernistas hispanoamericanos tienen interés en los pueblos indígenas cuyo primitivismo contrasta con la sociedad avanzada.
• Panhispanismo, debido al desastre de 1898 y la expansión política y militar de EE. UU., algunos escritores promueven los lazos de solidaridad con el resto de países hermanos.

Innovaciones Estilísticas y Lingüísticas

La ruptura del Modernismo con la literatura precedente se aprecia en el manejo del lenguaje en aspectos como:

• El Esteticismo, que parte del parnasianismo y busca la perfección y la belleza sensible, procurando reproducir mediante la palabra los más variados efectos sensoriales.
• El ritmo y la musicalidad, que proceden del simbolismo. Se obtienen mediante artificios retóricos, el recurso a la rima aguda y el uso de paralelismos.
• Innovaciones que afectan al verso y a las estrofas debido a la influencia francesa que rescata el verso alejandrino y abundan el dodecasílabo y el eneasílabo.
• Arte de la sugerencia y la indefinición, también tomada del simbolismo, donde los modernistas buscan eludir la mención directa del pensamiento y recurren a la insinuación.

Autores Clave del Modernismo Hispanoamericano

Rubén Darío (1867-1916)

Rubén Darío es el mayor representante hispanoamericano del modernismo. Su obra se divide en dos etapas:

1. 1888-1896: Exuberancia y Preciosismo. Años donde publica Azul… y Prosas Profanas; la representación más exuberante y preciosista del modernismo.
   • Azul… es una colección de cuentos y poemas en los que se exalta la Grecia clásica y el siglo XVIII.
   • Prosas Profanas, culminación de la sensibilidad modernista.
2. 1896-1916: Madurez y Tono Existencial. Con Cantos de vida y esperanza, muestra madurez literaria y vital debido a un tono más existencial e intimista.

Su estilo se caracteriza por un léxico innovador con preferencia por los campos semánticos, el uso de cultismos en latín y griego o del francés, así como neologismos. Emplea una adjetivación inusual, metáforas y símiles. Busca musicalidad en sus poemas modernizando metros tradicionales. Símbolos recurrentes: Cisne (belleza), centauro (dualidad cuerpo-alma), azul (mar, cielo…), jardín (mundo interior), torre (aislamiento) y mariposa (fragilidad).

Delmira Agustini (1886-1914)

Delmira Agustini es una de las mayores representantes del modernismo hispanoamericano. Marca su obra con notoria sensualidad, recogiendo todo el desarrollo y simbología del movimiento modernista. Destacan las siguientes obras:

• El libro blanco (1907): Afán por la aristocracia, clara intención de huir de la vulgaridad. Poemas de carácter alegórico en los que aparece por primera vez el erotismo inspirador.
• Cantos de la mañana (1910): Abandona la alegoría y canta desde su yo lírico. Inspirado en lo erótico, aunque aparecen otros temas como la muerte y el recuerdo.
• Los cálices vacíos (1913): Es una selección antológica de su creación lírica tanto ya editada como inédita. Encontró la plenitud en los poemas de inspiración erótica.

Además de la alegoría y el erotismo, destaca el ensueño como forma de evasión propio del exotismo modernista. En su obra amorosa hay dualidad entre cuerpo y alma, asociado a la melancolía y al ensueño. Simbología: Flores (pueden significar pureza o castidad o sexualidad y el medio expresivo de los amantes); Cisne (poesía, cultura o erotismo, aunque adquiere significado diferente cuando es un marginado que arrastra culpa); “la musa” (representa el “yo” que quiere acercarse al modernismo luchando contra el que se quiere alejar). Otros símbolos son los relativos a lo “gótico”. Refleja la voluntad de hacer daño y liberar la angustia existencial reprimida consigo misma y con el mundo.

Grandes Figuras de la Generación del 98

Miguel de Unamuno (1864-1936)

Sus relatos de carácter existencialista recogen su actitud y visión filosófica y existencial del mundo:

• Niebla: Búsqueda de la personalidad y conflicto entre creador y personaje.
• Abel Sánchez: La envidia cainita.
• La tía Tula: Sentimiento de la maternidad frustrada.
• San Manuel Bueno, mártir: Trascendencia religiosa e inmortalidad.

Sus personajes son el *álter ego* del autor. Su novela trata de renovar el lenguaje, la forma y las técnicas narrativas. Llama a sus novelas *nivolas* para diferenciarlas de las realistas. En ellas utiliza un lenguaje más intelectual y el autor invade la realidad para manejarla de acuerdo con las leyes y criterios que él impone. Se caracterizan por el rechazo de las normas que regulan las novelas, ausencia de descripciones, presentación de la lucha existencial del protagonista y aumento de importancia al diálogo y monólogo.

Pío Baroja (1872-1956)

Reflexiona sobre la situación española en sus novelas El árbol de la ciencia y César o nada, donde ofrece una visión desoladora de la vida nacional, por lo que defiende la europeización. Obra crítica a la sociedad corrupta. Confluyen en sus obras la angustia del Romanticismo, la visión determinista del mundo del Naturalismo y las formas modernistas que pueden recogerse en el impresionismo descriptivo de ambientes y personajes. Sus novelas están casi siempre agrupadas en trilogías (*Camino de perfección*), las cuales a menudo no tienen conexión argumental directa, sino que solo mantienen el mismo protagonista. Entre 1913 y 1915 publicó 22 volúmenes de una larga novela histórica, Memorias de un hombre de acción, basada en la vida de un antepasado a través del cual refleja los acontecimientos más importantes de la Historia española del siglo XIX. Se caracteriza por la sencillez de sus obras, una narración rápida, descripciones expresivas y un diálogo verosímil y vivo.

José Martínez Ruiz, Azorín (1873-1967)

Azorín ha sido quien mejor captó el alma castellana a través del paisaje. Sus novelas son próximas a los ensayos, con estructura fragmentaria y discontinua, sin acción. Poseen un leve hilo argumental del paisaje castellano y disquisiciones filosóficas. Su estilo se basa en la precisión y la claridad, con frases breves yuxtapuestas o unidas por puntos. El detallismo en las descripciones provoca lentitud. La búsqueda de su propio estilo es una preocupación central y se descubre uno muy cuidado. Sus novelas se clasifican en etapas:

1. Predominio de elementos autobiográficos y de las preocupaciones y experiencias personales (*La voluntad*, *Antonio Azorín*).
2. Introduce reflexiones sobre la fatalidad o el destino (*Don Juan* y *Doña Inés*).
3. Últimas etapas de novela influenciada por la Vanguardia (*Félix Vargas*).
4. Las que escribe tras la Guerra Civil (*El escritor*).