Comentario Crítico de Historia de una Escalera de Antonio Buero Vallejo
1. Introducción y Contexto Biográfico del Autor
El texto que vamos a comentar pertenece a Antonio Buero Vallejo y corresponde a su obra más famosa, Historia de una escalera, concretamente al final del acto tercero. El famoso dramaturgo español del siglo XX nació el 29 de septiembre de 1916 en Guadalajara y falleció en el año 2000.
1.1. Trayectoria Vital y Formación
Buero Vallejo pasó toda su infancia en su ciudad natal, excepto dos años (desde 1927 hasta 1928) que vivió en Larache. Su vida transcurrió en una etapa muy difícil en España, marcada por la incertidumbre y el temor debido a la Guerra Civil, un conflicto que influyó profundamente en su obra y en su vida personal.
Tenía una gran afición por la pintura, alentada por su padre, y se formó de manera autodidacta gracias a la biblioteca paterna. A pesar de querer ser pintor, también mostró interés por la música, la lectura y el dibujo. En 1934, se trasladó a Madrid para estudiar en la Escuela de Bellas Artes y asistía constantemente al teatro.
En 1936, la Guerra Civil Española interrumpió sus estudios. En 1937, Antonio Buero decidió incorporarse al frente del Jarama, en el bando republicano. Debido a esto, en 1939 fue encarcelado, entrando en contacto con Miguel Hernández. En 1946, obtuvo la libertad condicional con destierro en Madrid, donde decidió ganarse la vida dibujando.
En 1949, gracias a su obra Historia de una escalera, logró el Premio Lope de Vega. Los críticos consideran esta obra de Buero Vallejo como la más importante desde el inicio de la Guerra Civil hasta nuestros tiempos. El famoso escritor es el autor más representativo de la época.
1.2. Evolución Dramática
En cuanto a su evolución dramática, apreciamos tres grandes etapas:
- Primera época (1949-1957): Desde Historia de una escalera (1949) hasta Las cartas boca abajo (1957). Predominan las obras realistas, basadas en conflictos ideológicos y simbólicos.
- Segunda época (1958-1968): Desde Un soñador para el pueblo (1958) hasta Mito (1968). Predominan los dramas históricos, utilizando momentos y situaciones del pasado con la intención de criticar problemas de la actualidad.
- Tercera época (1970-1989): Desde El sueño de la razón (1970) hasta su última obra, Música cercana (1989). Es la etapa de los grandes dramas filosóficos, que podemos relacionar con la cercanía del final de su vida y el inicio de una profunda reflexión sobre la existencia y los problemas del hombre actual.
2. Espacio, Tiempo y Personajes
2.1. El Espacio Simbólico: La Escalera
El espacio en el que se ambienta la obra, como ya señala su título, es una escalera. Este lugar está perfectamente descrito desde la primera acotación. La gran presencia de adjetivos en la obra y en sus acotaciones nos ayuda a situar la historia con exactitud.
Además, el lugar goza de un valor simbólico, ya que el desgaste de la escalera coincide con el paso de las vidas de las personas que habitan la obra. Este deterioro se debe a que es un ambiente fijo donde se sucede toda la historia, y la calificación del entorno y sus objetos (polvorientos, sucios) al inicio del acto segundo lo subraya.
Al inicio del tercer acto, vemos que algo ha cambiado, pero el autor nos avisa desde la acotación de que todo es un disfraz que el casero ha superpuesto a la escalera, acostumbrada a la rutina y llena de momentos con gran similitud entre ellos. La escalera permanece siempre inamovible a través de los actos y de las generaciones, como único testigo de todo lo que sucede a lo largo del tiempo.
2.2. El Tiempo: La Posguerra Española
El tiempo en el que transcurre la obra coincide con el que está viviendo el autor tras salir de la cárcel en 1946, es decir, en plena posguerra. Es una época en que España está destruida a causa de la guerra, y este ambiente social se refleja en la obra: los personajes viven como pueden, trabajando en empleos ocasionales y mal pagados. Solo los que tienen más suerte o algún «enchufe» consiguen un poco más de dinero y no pasan tantos apuros.
2.3. Caracterización de los Personajes
Si hay algo a destacar en cuanto a las características de la obra, es la abundancia de personajes. Sin embargo, en este fragmento solo aparecen el hijo de Fernando y la hija de Carmina. Para conocer a los hijos, primero hay que conocer a los padres, ya que el autor basa la personalidad de los descendientes en la de sus progenitores, condenándolos a cometer los mismos errores.
- Fernando (padre)
- Chico alto, guapo y atractivo. Pertenece a la familia con más dificultades económicas de la obra. Está enamorado de Carmina y no le gusta trabajar, ya que prefiere vivir de ilusiones profesionales que él mismo se crea.
- Carmina (madre)
- Al principio es una chica tímida y tranquila, pero su carácter va cambiando a lo largo de la historia. En su juventud está enamorada de Fernando, pero se acaba casando con Urbano. Es hermana de Pepe, hija de doña Generosa y esposa de Urbano.
- Fernando (hijo)
- Hijo de Fernando y Elvira. Es muy similar a su padre cuando era joven: atractivo, gandul, mujeriego y siempre haciendo planes para el futuro. Está enamorado de Carmina (hija).
- Carmina (hija)
- Hija de Urbano y Carmina. Su carácter se parece mucho al de su madre y está enamorada de Fernando (hijo), pero el amor entre ellos no es permitido por sus respectivos padres.
3. Rasgos de Estilo y Temática Central
3.1. Estilo y Lenguaje
En el texto siempre aparecen acotaciones al comienzo de cada acto que nos ayudan a situar la historia en un ambiente concreto y a comprender la obra, ya que goza de una buena adjetivación. En las acotaciones, apreciamos también un lenguaje culto, pero completamente accesible a todo el público.
Los símbolos son fundamentales en la historia. En este acto concretamente, la escalera, que siempre está en escena, se va desgastando con el paso del tiempo, al igual que las familias, correspondiéndose así con el proceso hereditario que nos quiere dar a entender el autor. Los hijos de Fernando y Carmina se enamoran inocentemente como sus padres, cayendo de esta manera en el mismo error.
El narrador está en tercera persona y es totalmente externo a la obra, apareciendo en paréntesis en medio de la obra y en las acotaciones. No ofrece un punto de vista ni observaciones personales para no afectar la apreciación de la obra por parte del lector; se limita a contar lo que sucede, sin decantarse hacia ningún lado.
Además, los protagonistas tienen un lenguaje muy familiar, tal vez a veces un poco tosco y no propio de gente con educación. Los diálogos son muy fluidos, ya que cuando algún personaje tiene una intervención muy larga, el personaje que le sigue hace una intervención corta, para no aburrir al lector o al espectador. Las funciones apelativa y expresiva del lenguaje son dominantes, por eso abundan los vocativos: «¡Carmina, mi Carmina!», «¡Fernando!», etc.
3.2. El Tema de la Condena Hereditaria
El tema planteado es que los hijos están condenados a repetir los mismos errores que sus padres. Esto es lo que Buero Vallejo nos plantea en esta obra. Vemos cómo Fernando y Carmina (padres) se enamoran inocentemente en un momento de la historia y caen en un error, porque su amor no llega a nada.
Con el paso del tiempo, las vidas de estos dos personajes se vuelven a entrecruzar, pero esta vez con sus hijos, quienes cometen los mismos errores y se enamoran también, cayendo en un amor ciego, con el que concluye la obra. El autor no concreta qué pasa después de ese amor de sus hijos, pero intuimos que les sucederá lo mismo, ya que ese amor (Fernando padre y Carmina madre; Fernando hijo y Carmina hija) goza de gran similitud. Además, los hijos se llaman igual que sus padres, un aspecto con el que el autor quiere darnos a entender que la historia se repetirá, apoyando la idea de que los hijos están condenados a cometer los mismos errores que sus padres.
3.3. Debate sobre la Herencia de los Errores
Este tema abre el debate sobre la posibilidad de que los hijos, quizás por herencia o por desconocimiento propio del individuo, estén destinados a cometer los mismos errores que sus padres.
- A favor: Los padres son quienes dan la educación a sus hijos. Si esa educación es equívoca en algún aspecto, los hijos aprenderán lo que ven y lo que sus padres les enseñen y, por lo tanto, cometerán los mismos errores.
- En contra: Con el paso del tiempo, ese hijo puede cambiar en cuanto a personalidad, pensamientos e ideologías y, por lo tanto, cometer sus propios errores, aprendiendo de los de sus padres para no volver a cometerlos. Además, se puede estar de acuerdo con que tengan las mismas equivocaciones cuando son pequeños, ya que no saben tomar decisiones por sí mismos y dependen totalmente de sus padres, pero cuando una persona es autosuficiente, puede tomar decisiones sin depender de ellos.
4. Conclusión
En conclusión, Historia de una escalera nos parece una obra muy buena con un gran significado y contenido que nos ha querido transmitir este famosísimo dramaturgo español del siglo XX. Bajo nuestro punto de vista, es una obra bastante entretenida y para leerla o verla más de una vez, ya que si se entiende, la historia logra atraparte en un mundo imaginario repleto de momentos de incertidumbre al desconocer qué puede pasar de un momento a otro. Cabe destacar también que, si bien quizás si hubiera habido algún ambiente más en la obra hubiera sido más entretenida, habría perdido contenido y significado, ya que se sitúa en una escalera y, como nos dice el título, es la Historia de una escalera.
Párrafo Adicional (Sin Relación Temática con la Obra)
Hay mujeres que lo hacen simplemente porque les gusta y aparte cobran; las hay porque fueron obligadas o engañadas y están «presas» en esa actividad; hay mujeres que lo hacen de manera ocasional para solventar gastos imprevistos; hay mujeres que lo hacen por el gusto del dinero, otras por mantener a sus familias (hijos, padres), etc. No hay víctimas ni victimarios, porque es hipócrita esa postura feminista, sino una actividad de comercio sexual de mutuo consentimiento. El 99% de los hombres que acuden con una prostituta lo hacen por morbo, por necesidad sexual o como una fuga del estrés cotidiano, ya que al no tener una pareja fija o sana, acuden con las Damas del Tacón Dorado. No puedo opinar sobre la prostitución masculina porque eso es otra cosa y es tabú para las mujeres y/u homosexuales. Existen millones de personas que no cobran por lo que hacen y parece que a esas personas no se las sataniza porque eso está bien ante los ojos de la sociedad hipócrita en que vivimos, ¿o no? Y hay que quitarse el sombrero ante una mujer como ellas porque hacen lo que mucha gente nunca se atrevería a hacer: dejar su vergüenza afuera de la habitación y cumplirle al cliente.
