Contexto literario Generación del 98

Tema 5. La Generación del 98

• Aunque con cierta polémica, la denominación «Generación del 98» se ha impuesto con fuerza para agrupar a una serie de escritores que, en mayor o menor medida, comparten actitudes vitales y rasgos estéticos similares. Estos escritores son Miguel de Unamuno, Pío Baroja, José Martínez Ruiz (Azorín), Ramiro de Maeztu, Ramón Mª del Valle Inclán y Antonio Machado.

Pedro Salinas enumeró los rasgos comunes a los integrantes del 98:

. Coincidencia cronológica del nacimiento: Unamuno, el mayor, nace en 1864; Machado, el menor, en 1875);

. Homogeneidad en la educación: casi todos son más autodidactos que de formación académica y universitaria;

. Mutua relación personal: hubo amistad entre Azorín, Baroja, Maeztu y Unamuno;

. Vivencia de un acontecimiento histórico: pérdida de las última colonias (Cuba y Filipinas) y sensibilización hacia determinadas formas de la vida española que no les gustan;

. Existencia de un guía intelectual: se ha apuntado a Nietzsche;

. Lenguaje literario común: interés, junto con los modernistas, por la renovación del lenguaje;

. Anquilosamiento de la generación anterior: todos se pronuncian contra los planteamientos de la novela realista y naturalista.

• Fundamentalmente, les une la sensación de has tío y desencanto que provocaba la situación española a finales del Siglo XIX, y en este sentido, se aproximan a los regeneracionistas, intelectuales de la segunda mitad del Siglo XIX, que mantuvieron una postura crítica hacia nuestro país movidos por su deseo de modernización.

Inquietudes estéticas y temas del 98

• Inconformismo, individualismo, pesimismo y angustia ante la existencia son cualidades que comparten, en mayor o menor medida, los integrantes del 98, especialmente en sus años juveniles. Constantemente surge en ellos la reflexión sobre el hombre y lo que le rodea, influidos por las teorías filosóficas de Nietzsche, Schopenhauer y Kierkegaard.

• Participan de la corriente vitalista que estaba imponiéndose en Europa, y la reflejan en sus obras. Para todos ellos, la vida es superior e irre ductible a la razón; el sentimiento vale más que la lógica. En sus obras encontramos pasión, voluntad, sentimiento, emoción, sensibilidad. Además, se considera al 98 precursor del existencialismo, la doctrina filosófica que se desarrolla en la década de los cuarenta, y que dramatiza el hecho de que la vida está abocada a la muerte. La idea de la muerte hace que la existencia (lo único de verdad importante), carezca de sentido, y aparezca la angustia existencial.

• Están especialmente comprometidos con el tema de España —el gran tema del 98—, criticando duramente todos los elementos que han contribuido a su atraso cultural y económico, y a la mediocridad y zafiedad de sus gentes.


Querían una España que ocupara un lugar digno entre las naciones europeas. Con el fin de intervenir de manera más operativa en la política española, algunos

Llegan a militar en partidos de ideología marxista, aunque en su madurez van adoptando posturas más conservadoras.

• Desean encontrar la verdadera esencia de España buscándola en:

– la literatura clásica española, a través de autores que se convierten en sus modelos literarios: Gonzalo de Berceo, Jorge Manrique, Cervantes, Lope, Quevedo, Larra;

– la historia medieval, donde idealizan una Castilla primi tiva, libre y auténtica, poco contaminada por influencias exteriores negativas;

– el paisaje austero de Castilla, reflejo del alma que buscan. De este modo, el paisaje cobra por primera vez protagonismo literario. En épocas anteriores, había sido el escenario, el adorno en el que se ambientaba una historia, pero ahora se convierte con frecuencia en el motivo principal de la composición literaria (Machado y Azorín). Las numerosas descripciones noventayochistas que podemos leer suelen ser precisas y, a la vez, poéticas. Aunque se idealizan sus elementos, el paisaje es el de un entorno concreto (p. Ej., el campo soriano), y el autor procura ex presar bellamente la emoción, la ternura, el entusiasmo y la espe ranza que esa realidad despierta en el alma del que la contempla. La Castilla áspera y delicada, que ellos convirtieron en un mito histórico, ético y estético, es el centro que da unidad a la diversidad de paisajes descritos por el 98.

• Estilo literario

Estos escritores presentan numerosas diferencias estilísticas, pues todos cul tivan su propia originalidad. No obstante, podríamos encontrar ciertas tendencias comunes:

– El idioma pretende ser sencillo, conciso y sobrio, alejado de la retórica modernista (excepto en Valle-Inclán y Machado al comienzo de su trayectoria literaria).

– El léxico es rico y variado, con abundancia de palabras cultas, extranjeras y populares.

• La universalidad de la generación

Aunque algunos críticos han visto como un error el enfoque que el 98 tenía del problema de España, se trataba, en todo caso, de un error creativo, ya que puso a estos hombres en contacto directo con la situación humana contemporánea. Su importancia reside en que fue el primer grupo de la litera tura moderna occidental que reflejó sistemáticamente en sus obras el fracaso de las creencias y la desconfianza existencial, temas que, a partir de entonces, han sido recurrentes en pensado res y escritores, y han servido para tomar al 98 como precursores del existencialismo.

Partiendo del pro blema de España, llegan al de la alienación del hombre moderno y de la inseguridad existencial (el hombre está sujeto a la contingencia). De este modo, la generación del 98 pasa de un plano nacional a otro uní versal. Y esto indica también que, pese al subdesarrollo en otros aspectos, España estaba a la cabeza del desarrollo cultural moderno.

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