Literatura Española del Siglo XVIII: Neoclasicismo
Se le llama el Siglo de las Luces, ya que los pensadores de esa época quieren desterrar la ignorancia, la superstición y las tinieblas en las que muchos estaban sumidos, ilustrando con la luz de la razón.
Características
- Buen gusto: Se valora lo bello, rechazando lo feo. Se imitan modelos clásicos y se busca la perfección formal.
- Predominio de la razón: La razón guía la creación literaria. Se racionaliza el conocimiento y el sistema mediante obras como el Diccionario de la RAE.
- Carácter moralizador: La literatura tiene una función educativa y busca mejorar la sociedad. Reflejado en las fábulas.
- Utilidad: La belleza formal queda en segundo plano respecto a la finalidad de la obra.
Lengua Literaria
Durante el siglo XVIII, el español se convierte en una herramienta de comunicación en diferentes disciplinas, de las cuales se destaca la literatura. Esto es gracias a la RAE y a la publicación del Diccionario. La lengua literaria se caracteriza por su sencillez, claridad y facilidad de comunicación. Se la califica de prosaica, literatura de reflexión, de tipo ensayístico. Los ideales se basan en la razón, el buen gusto, la verosimilitud y la pureza de dicción.
Narrativa
Un rasgo de la prosa es la decadencia de los géneros narrativos en beneficio del ensayo. El Costumbrismo es vital en el siglo XVIII. Es una narración breve que retrata una escena cotidiana. Son importantes el periodismo y los libros de viajes.
Narración barroquizante
La narrativa empieza siguiendo los modelos del Renacimiento y Barroco: novelas bizantinas, cortesanas o quijotescas.
- Autor: Diego de Torres Villarroel.
- Obra: Visiones y visitas de Torres con Don Francisco de Quevedo por la corte.
Narrativa renovadora
Se desarrolla en el último tercio del siglo e intenta reflejar el pensamiento ilustrado con cierto toque sentimental. Aparece la novela como expresión de los propios impulsos.
- Autor: José Cadalso, escritor y militar gaditano.
- Obras: Los eruditos a la violeta y Noches lúgubres.
Ensayo
Es el género del siglo XVIII por excelencia. Es el siglo donde la razón, la guía, la reflexión y la crítica ocupan un lugar central en la literatura. Tiene un estilo expositivo de gran calidad.
Características
- No encaja ni en los géneros literarios ni en la didáctica tradicional.
- Trata muchos temas: cotidianos, filosóficos, morales, políticos o religiosos.
- Suele ser un texto breve, sin un encuadre sistemático, que evita conclusiones definitivas.
- Presenta un espíritu escéptico y se sitúa fuera del contexto académico.
Formas ensayísticas
Diálogos, discursos, memorias, informes, diarios, ensayos periodísticos y cartas.
Teatro
El teatro del siglo XVIII se dividió en dos posturas: la barroca (defendía la libertad absoluta del creador) y la neoclásica (seguía las normas, buscando enseñar deleitando).
Se destacan tres corrientes:
- Teatro barroquizante: imitaba modelos antiguos, con autores como Antonio de Zamora y José de Cañizares.
- Renovación teatral: Usaba el teatro como medio de reforma social, con obras didácticas y equilibradas.
- Comedia neoclásica: Triunfa a finales del siglo, presentando sátira social y finalidad moral, con autores como Leandro Fernández de Moratín.
Leandro Fernández de Moratín
Fue el principal representante del teatro neoclásico. Sus comedias critican los problemas de la burguesía con equilibrio, sensibilidad y sátira. Mezcla lo cómico con la crítica social. Sus obras se agrupan en dos temas:
- Acuerdos matrimoniales: El viejo y la niña, El sí de las niñas.
- Crítica teatral: La comedia nueva.
El sí de las niñas es su obra más importante. Critica los matrimonios concertados sin amor, defendiendo la libertad de las mujeres.
Literatura Española del Siglo XIX: Romanticismo, Realismo y Naturalismo
Romanticismo: Fue un movimiento cultural e ideológico que condicionó todas las facetas de la vida. Surgió en Alemania e Inglaterra a finales del siglo XVIII.
Realismo: Buscó representar la realidad de manera objetiva y detallada, enfocándose en la vida cotidiana. Surgió como reacción al Romanticismo, dejando de lado la idealización.
Naturalismo: Fue una corriente del siglo XIX que mostró la realidad de forma cruda y detallada, destacando cómo la herencia y el entorno influyen en el comportamiento humano.
Romanticismo: Características
- Nacionalismo: Rescata las tradiciones y lenguas propias, con interés por la Edad Media.
- Evasión: Huye de la realidad hacia mundos exóticos, medievales o hacia la muerte.
- Exaltación del yo: Valora la expresión del sentimiento personal, como la melancolía o el desengaño.
- Rebeldía: Rechaza las normas sociales y admira a personajes marginales.
- Libertad: Defiende la libertad creativa y rompe con las reglas clásicas del arte.
- Angustia existencial: El conflicto entre deseo y realidad genera malestar y aborda temas como la muerte.
- Contradicciones: Combina religiosidad con lo macabro, y posturas liberales con conservadoras.
La Lengua Literaria Romántica
El estilo del escritor romántico es retórico, efectista y, en consonancia con el rechazo a las normas, no respeta los modelos ni las reglas de los géneros, sino que es libre.
Rasgos:
- Vulgarismos y casticismo.
- Uso de exclamaciones, con palabras agudas y esdrújulas.
- Gusto por lo macabro.
- Adjetivación valorativa y grandilocuente.
- Uso frecuente de puntos suspensivos.
Lírica Romántica y Posromántica
Poesía neoclásica (pre-romántica)
- Inspirada en el Neoclasicismo.
- Uso de formas clásicas (soneto, silva, etc.).
- Autores: Alberto Lista, Blanco White, José Marchena.
Poesía romántica
- Desde 1830, con influencia extranjera (Byron, Hugo).
- Lírica: subjetividad, amor, muerte.
- Narrativa: leyendas, historia, crítica social.
- Autores: Duque de Rivas, Zorrilla, Espronceda.
Poesía posromántica
- Desde 1850, más íntima y melancólica.
- Lírica: Menos exagerada, más reflexiva.
- Estilo: Uso de verso libre y tono sencillo.
Rosalía de Castro
Fue una de las principales figuras del Posromanticismo en España. Su poesía se caracteriza por un tono íntimo, melancólico y una profunda sensibilidad social. Rompe con las formas rígidas del verso tradicional, utilizando con frecuencia la libertad métrica y el verso blanco.
Escribió tanto en gallego como en castellano. En gallego, destacan Cantares gallegos (1863) y Follas novas (1880), donde defiende la identidad gallega, denuncia la opresión social y recupera elementos del folclore. En castellano, su obra más importante es En las orillas del Sar (1884), un libro con tono más existencial y pesimista, centrado en el dolor, la soledad y la reflexión personal.
Fue una autora pionera, considerada una voz femenina crítica en su tiempo y precursora de un incipiente feminismo literario.