Don diego-don carlos-doña irene-doña paquita-rita-don simón-calamocha del sí de las niñas


Acto primero:


Don Diego informa a Simón de sus intenciones de casarse con Doña Paquita, pero este lo malinterpreta y cree que destina a la joven a su sobrino Don Carlos, pero Don Diego estaba muy enojado con Carlos porque le hizo creer que había llegado a Zaragoza mientras estaba detenido en el camino.

Doña Paquita y Doña Irene llegaron de donde la monja tía de Paquita e informan a Don Diego del aprecio que le tienen todas las monjas del convento y le muestran los regalos que le han dado a la niña. Doña Paquita se marcha y Doña Irene comenta a Don Diego lo feliz que esta Paquita con su boda, este le pregunta si todas estas cosas las ha dicho ella, pero Doña Irene le contesta que no, que ella es quien se lo h dicho a Paquita, pero que esta la escuchaba con tanta atención que pareciera una persona mas mayor y que la niña esta muy conciente de lo beneficioso que sería para ambas el matrimonio.

Llega Simón y le dice a Don Diego que alguien lo esta esperando, por lo que este se ve presto a salir e informa a Doña Irene que parten a Madrid a las seis de la mañana.

Doña Irene pregunta a Rita por el tordo y se va a su habitación a escribir una carta a Circuncisión, la tía monja. Al salir Rita de la habitación se encuentra con Calamocha, quien le informa que el y Don Carlos han salido de Zaragoza el mismo día que recibieron la carta de Doña Paquita informándole de la boda y Rita le cuenta que Doña Paquita tuvo que aceptar el matrimonio porque se vio agobiada por las cartas de su madre y las insinuaciones de su tía monja allá en Guadalajara, pero que esta estaba sufriendo mucho, que hacían pocos días la madre había llegado al convento acompañada del supuesto esposo a recoger a Doña Paquita y que estaban en Alcalá visitando otra tía monja que la niña tenía.

Calamocha se va a buscar a Don Carlos y Rita corre a decirle a Doña Paquita que su amado esta en la posada y que tienen que planear la manera en que se van a ver. Rita quedó de ir abajo y avisarle de su llegada. Paquita se muestra muy entusiasmada con la presencia de Don Carlos en Alcalá, al que ella y Rita conocen como Don Félix.

Acto segundo:

Paquita esta muy impaciente porque Don Carlos aun no aparece, llega su madre y le dice que la ha dejado muy sola y le reclama que no muestra suficiente entusiasmo frente a Don Diego, le dice que este esta muy sentido por eso y le recuerda lo beneficioso que resultará el casamiento para las dos.

Llega Rita a la habitación y Paquita le pregunta si Don Carlos no ha llegado, a lo que esta le responde que vendrá, luego Doña Irene ordena a Rita que le diga a Simón que envíe la carta que escribió y que le prepare una sopa.

Doña Irene vuelve a decir a Paquita lo maravilloso que es Don Diego y lo beneficioso de su casamiento, también le dice que como duró tanto tiempo entre monjas ya de seguro quiere ser una de ellas, pero que eso no puede ser porque su deber como buena hija es permanecer al lado de su madre y no darle pesadumbres.

Don Diego llega a la posada y se excusa diciendo que unos amigos lo han detenido en el camino. Doña Irene le dice que la niña siempre esta acordándose de sus monjas, por esto Don Diego le pregunta a Doña Paquita si volvería al convento de buena gana, pero Doña Irene interrumpe cada vez que ella intenta hablar, lo que enfurece a Don Diego. Paquita dice que no quiere decir nada que los enfade y obedecerá a lo que se le mande, por lo que Don Diego responde que los padres no deben mandar en materia de matrimonio porque seria un desastre y que espera que a pesar de sus casi 60 años Paquita se enamore de él. Doña Irene dice a Paquita que la quiere mucho y que solo busca su bien por lo que los tres empiezan a llorar.

Rita llama a Doña Paquita y le dice que Don Carlos ha llegado, los dos enamorados se encuentran y conversan de las penas de amor que tienen y se prometen fidelidad, Don Carlos le dice que cuenta con el apoyo de un tío en Madrid y que impedirá que ella se case con ese señor. Los jóvenes se despiden y Don Carlos y Calamocha van a comer.

Calamocha y Carlos se encuentran con Simón, quien los interroga acerca de que hacen en Alcalá; desde lejos Don Carlos logra escuchar la voz de su tío Don Diego y asustado sale a saludarlo, este no quiere recibir su saludo por el enojo que tiene con él, Carlos le dice que se siente mal porque esperaba sorprenderlo en Madrid y se lo encuentra en la posada. Don Diego, enojado, le dice que no puede andar abandonando sus compromisos militares así por así, que debía regresarse a Zaragoza de inmediato y que mientras sus caballos descansaban debía irse de la posada y dormir en el mesón del frente.

Doña Paquita comenta a Rita lo feliz que se siente de que Don Carlos la haya ido a buscar y que le pagara con amor y agradecimiento siempre. Su felicidad se espanta porque habla con Simón y este le dice que los dos militares que estaban en la posada se han ido y Rita lo comprueba al ver que el cuarto de ellos no hay nada.


Es una comedia dramática, una comedia de enredo con una moraleja o enseñanza, realizada principalmente para el ‘entretenimiento del público pero con un mensaje pedagógico sobre lo funesto de educar a los hijos callando sus verdaderos sentimientos y sujetándolos a la obediencia estricta de sus progenitores.
Sobre todo critica la práctica frecuente de la época de concertar matrimonios de conveniencia sin que los cónyuges apenas se conozcan o no se amen.
El tema central es la libertad del individuo para romper los prejuicios morales o normativos que impedían el pleno desarrollo de su personalidad

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