El Realismo y Naturalismo en España: Contexto Histórico y Literario

Contexto Histórico del Realismo y Naturalismo en España

La Revolución Gloriosa de 1868 derrocó a Isabel II, iniciando una etapa de inestabilidad política con la proclamación de la Revolución Democrática. Esto marcó el comienzo de profundos cambios en el sistema político de España. Tras la Revolución Gloriosa, España vivió alternancia entre gobiernos monárquicos y republicanos hasta la Restauración Borbónica en 1874 con Alfonso XII. La política se caracterizó por el «turno pacífico» (alternancia entre los partidos dinásticos: liberales y conservadores). El Pacto del Pardo de 1874 fue un acuerdo entre partidos políticos que permitió la restauración de la monarquía borbónica con Alfonso XII y estabilizó el régimen político, aunque con el control de los partidos tradicionales.

A pesar de la industrialización, España seguía siendo una sociedad predominantemente rural. La pobreza, la miseria y la falta de progreso eran comunes en las zonas rurales. Surgieron movimientos obreros como el PSOE (Partido Socialista Obrero Español) y la UGT (Unión General de Trabajadores), fundados en 1879, que defendían los derechos de la clase trabajadora. En el ámbito intelectual, se enfrentaban las ideas tradicionales de la Iglesia y la monarquía contra el krausismo, una corriente filosófica progresista influenciada por Karl Krause, que promovía una visión de la sociedad y la educación más moderna y racional.

El Realismo en España y Europa

Ante esta situación social y política, llega el Realismo en España. Como antecedentes en España se encuentran «La Gaviota» (1849) de Fernán Caballero, que aunque romántica, presenta elementos realistas, especialmente en la representación de la sociedad y la vida rural, y «La Fontana de Oro» (1870) de Benito Pérez Galdós, que marca la transición del Romanticismo al Realismo en la novela española. En Europa, el Realismo comienza a afianzarse en Francia en 1830 con autores como Honoré de Balzac y Stendhal, como reacción al Romanticismo.

El Naturalismo en España

El Naturalismo en España es una corriente narrativa derivada del Realismo, influenciada por las ciencias y el determinismo social. Los personajes están condicionados por su entorno y herencia genética. Entre sus características destacan:

  • Determinismo: Los personajes no son completamente libres, sino que están influenciados por su entorno social y biológico.
  • Temas sórdidos: Se abordan aspectos oscuros de la vida como la pobreza, la prostitución y la violencia.
  • Objetividad y realismo crudo: Se busca una representación detallada y precisa de la vida, sin adornos ni idealización.

Émile Zola (Francia) fue un gran exponente del Naturalismo, aplicando el método científico a sus obras, como en su ciclo «Les Rougon-Macquart» (1880).

Autores Prerrealistas

Los autores prerrealistas sirven de transición entre el Romanticismo y el Realismo, introduciendo más objetividad y crítica social.

  • Pedro Antonio de Alarcón, con obras como «El sombrero de tres picos», comienza a mostrar una visión más realista de la sociedad.
  • Juan Valera, en «Pepita Jiménez», combina el análisis psicológico con elementos románticos, pero con una perspectiva más realista.
  • José M. Pereda, con obras como «Sombra sobre vidrio esmerilado», presenta la vida rural, aunque aún conserva tintes románticos.

Principales Autores Realistas

Entre los autores realistas en España destaca Benito Pérez Galdós.

  • En sus Novelas de Tesis (década de 1870), como «Doña Perfecta», presenta las confrontaciones ideológicas entre liberales y conservadores.
  • En sus Novelas Contemporáneas, a partir de 1880, profundiza en la psicología de los personajes, como en «Miau» y «Fortunata y Jacinta».
  • En sus Novelas Espirituales, como «Misericordia» y «Tristana», explora las emociones y dilemas internos de los personajes.

Leopoldo Alas «Clarín», en su obra «La Regenta», realiza una crítica a la hipocresía social y religiosa, especialmente de la Iglesia, y presenta a una protagonista atrapada en su deseo y culpa. En «Su único hijo», analiza los dilemas morales y espirituales de un hombre influenciado por las estrictas enseñanzas religiosas de su madre.

Poesía y Teatro en el Realismo

En cuanto a la poesía y el teatro en el Realismo, la poesía fue un género menos cultivado. Predominan los temas políticos y sociales, como en la poesía de Ramón de Campoamor y Dolores.

En el teatro, destaca:

  • La comedia costumbrista, con autores como Bretón de los Herreros, que reflejan la vida y costumbres populares.
  • La alta comedia, con Manuel Tamayo y Baus, autor de obras como «Locura de amor», donde el orden y la paz se restablecen tras situaciones dramáticas.
  • El drama neorromántico, con José Echegaray y su obra «El gran Galeoto», que presenta situaciones inverosímiles y recursos efectistas.
  • El drama social, con Joaquín Dicenta y su obra «Don José», que aborda problemas sociales.
  • El teatro menor, con la zarzuela como parte de la tradición teatral.

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