Panorámica General de la Posguerra Española
La realidad española de la posguerra estuvo profundamente condicionada por el resultado de la Guerra Civil (1936-1939). Fueron años marcados por enormes dificultades económicas, el racionamiento y el hambre. La década de los 60 trajo consigo un cambio significativo, impulsado por fuertes inversiones extranjeras y la afluencia masiva de turismo.
Aunque la censura franquista se encargó de limitar severamente las libertades de pensamiento y creación, especialmente en el teatro y la novela, no todos los libros pasaban por ella, lo que permitió cierto crecimiento de la industria editorial. La mayor parte de los intelectuales, de tendencia republicana, sufrieron sus consecuencias. Hacia finales de los años 60, comenzó a notarse un importante cambio en el panorama literario.
La Poesía de Posguerra
Generación del 36
Esta generación está constituida por poetas que padecieron directamente la Guerra Civil, sufriendo en muchos casos la cárcel o el exilio. Dentro de esta generación, Dámaso Alonso distinguió entre poetas arraigados y desarraigados:
- Poetas Arraigados: Publicaron en revistas como Escorial y Garcilaso.
- Poetas Desarraigados: Publicaron en revistas como Corcel, Proel y Espadaña.
Poetas Arraigados (Revistas Escorial y Garcilaso)
Vinculados ideológicamente a la derecha y al falangismo. Dionisio Ridruejo dirigió la revista Escorial, siendo sustituido posteriormente por Luis Rosales. Buscaban una poesía humana, alejada de la pureza vanguardista, aunque a menudo cayeron en el formalismo. Luis Rosales fue el más conocido, destacando su obra La casa encendida, considerada su obra maestra, un libro de memorias construido sobre instantes superpuestos de la infancia y la adolescencia.
Poetas Desarraigados (Revistas Proel, Corcel y Espadaña)
Proclamaban una poesía social y existencial. Trataban temas como el amor, Dios, la naturaleza y los problemas sociales. La poesía social, que pretendía concienciar al pueblo sobre la opresión y las injusticias para incitar a la rebelión, pervivió hasta la muerte de Franco. Sus representantes más destacados son Blas de Otero y Gabriel Celaya.
Blas de Otero
Uno de los poetas más representativos e influyentes de la posguerra española. Sus libros más famosos son Ángel fieramente humano y Redoble de conciencia, que refundiría posteriormente en Ancia (neologismo formado por la primera sílaba del primero y la última del segundo), donde expresa su vacío interior. En Pido la paz y la palabra cambia de registro. Su obra presenta dos vertientes principales:
- Poesía existencial y religiosa: Marcada por la búsqueda del sentido de la vida, la desolación, el vértigo y el vacío (Ancia).
- Poesía social: Con un enfoque de denuncia y compromiso (Pido la paz y la palabra).
Gabriel Celaya
Adoptó diversos pseudónimos, que él mismo llamaba heterónimos, como el de Juan de Leceta, bajo el cual se presentaba como un poeta sencillo. Su poesía está muy influida por las vanguardias, especialmente por el Surrealismo. La evolución de su obra abarca distintas etapas:
- Surrealista (años 30)
- Existencialista (años 40 y 50)
- Social y de compromiso político
Esta evolución se refleja en libros como Tranquilamente hablando, Las cosas como son (un decir) y Avisos de Juan Leceta.
A esta primera generación también pertenece José Hierro, autor de Tierra sin nosotros.
Segunda Generación de Posguerra o Generación del 50
Se distinguen dos focos principales: los poetas de la Escuela de Madrid y los de la Escuela de Barcelona (quienes a menudo se sentían marginados). Juntos constituyeron la llamada Generación del 50.
Características:
- Muestran su intimidad y relatan sus experiencias personales (amor, vida cotidiana) sin pudor.
- Valoran la palabra poética cuidada y el uso del simbolismo.
- Predomina el verso libre.
- Inclusión frecuente de anécdotas en el poema.
- Mantienen una cierta conciencia social, aunque menos directa que la generación anterior.
Autores Destacados:
- Ángel González (Palabra sobre palabra)
- José Ángel Valente (La memoria y los signos)
- José Agustín Goytisolo (Salmos al viento)
- Jaime Gil de Biedma (Según sentencia del tiempo)
- Claudio Rodríguez (Don de la ebriedad)
- Francisco Brines (Las brasas)
Los Novísimos o Generación del 70
Antologados por José María Castellet en Nueve novísimos poetas españoles (1970).
Características:
- El «yo» del autor tiende a desaparecer o se disfraza (culturalismo).
- Fuerte influencia del cine, la música pop y los medios de comunicación de masas.
- Lenguaje poético a menudo exuberante y experimental.
- Culturalismo y exotismo.
Autores Representativos:
- Pere Gimferrer (Arde el mar)
- Guillermo Carnero (Dibujo de la muerte)
- Ana María Moix
- Leopoldo María Panero (Así se fundó Carnaby Street, aunque Antes que llegue la noche es una antología posterior)
- Luis Antonio de Villena (Huir del invierno)
Poesía Posterior: Generación de los 80 y Tendencias Actuales
Surgen diversas tendencias poéticas:
- Neosurrealismo: Fernando Beltrán, Blanca Andreu.
- Minimalismo o Poesía del Silencio: Manuel Martínón, Álvaro Valverde.
- Poesía de la Experiencia: Luis García Montero, Javier Salvago. Continuadora en cierto modo de la línea del 50.
- Elegíacos y Épicos: Eloy Sánchez Rosillo, Julio Martínez Mesanza.
El Teatro de Posguerra
El teatro también reflejó las tensiones y realidades de la época, desarrollándose en varias vertientes:
1. Comedia Burguesa
Obras de evasión destinadas a la clase acomodada, con tramas y diálogos bien construidos, a menudo centradas en temas como la infidelidad y el adulterio, pero con un enfoque conservador y moralizante.
- Autores: Juan Ignacio Luca de Tena, Víctor Ruiz Iriarte (Un día de gloria), Edgar Neville (El baile).
2. Teatro Humorístico
Buscaba la risa a través del ingenio verbal, el absurdo y la caricatura de costumbres.
- Enrique Jardiel Poncela: Con un humor basado en lo inverosímil y lo ilógico (Eloísa está debajo de un almendro, Cuatro corazones con freno y marcha atrás).
- Miguel Mihura: Creador de un humor más poético y melancólico, cercano al teatro del absurdo (Tres sombreros de copa, Ninette y un señor de Murcia).
3. Teatro Social y Existencial
Planteaba una crítica a la sociedad española y reflexionaba sobre la condición humana desde una perspectiva comprometida.
- Alfonso Sastre: Con un teatro de denuncia y compromiso político (La taberna fantástica, Escuadra hacia la muerte).
- Antonio Buero Vallejo: El gran renovador del teatro de posguerra, con obras que exploran la tragedia del ser humano en una sociedad opresiva (Historia de una escalera, El tragaluz, La Fundación).
4. Teatro Poético
Continuaba la tradición del teatro en verso o con un fuerte componente lírico.
- Alejandro Casona: Aunque desarrolló gran parte de su obra en el exilio (La dama del alba, Los árboles mueren de pie).
- Antonio Gala: Con un lenguaje cuidado y temas históricos o simbólicos (Anillos para una dama, Las cítaras colgadas de los árboles).
5. Teatro Independiente y Experimental
A partir de los años 60 y especialmente tras la muerte de Franco, surgen grupos y compañías de teatro independiente que buscan nuevas formas de expresión, rompiendo con las convenciones del teatro comercial y explorando vías experimentales, de creación colectiva y de mayor compromiso social y político (Els Joglars, Comediants, Tábano).
Teatro de Denuncia y Protesta (Dentro del Social y Experimental)
Este teatro, a menudo representado en circuitos alternativos debido a la censura, adoptó diversas formas:
- Realista: Siguiendo la línea de Sastre y Buero.
- No realista o Simbólico: Utilizando alegorías y símbolos para sortear la censura (ej. algunas obras de Buero, Lauro Olmo con La camisa).
- Teatro de los 70: Más explícito y a menudo vinculado a grupos independientes.
- Últimos dramaturgos del franquismo y la Transición: Autores como Francisco Nieva o Fernando Arrabal (este último desde el exilio) con propuestas muy vanguardistas y críticas.