Contexto Histórico del Teatro Español (Siglo XX)
Desde el punto de vista histórico, el siglo XX estuvo marcado por eventos cruciales como el estallido de la Primera Guerra Mundial, la Revolución Bolchevique y los primeros movimientos fascistas. En España, el siglo se inicia con la pérdida de las últimas colonias de Ultramar (Desastre del 98) y culmina en 1936 con el inicio de la Guerra Civil Española.
Características del Teatro en las Primeras Décadas
El teatro español en las primeras décadas del siglo se caracterizó por:
- La presencia de un público muy numeroso, impulsado por el éxodo rural y el crecimiento urbano. El teatro se convirtió en un espectáculo básico en la vida social.
- La necesidad de variedad de géneros (comedia, drama, sainete, zarzuela) debido a la gran demanda.
- Una alta producción autoral, lo que limitaba el tiempo para la innovación teatral. Las obras eran a menudo convencionales y pensadas para la aceptación inmediata del público.
- El auge de la zarzuela, con argumentos sencillos y acompañamientos musicales. Destaca la obra La Revoltosa.
Corrientes Teatrales: Continuidad y Renovación
Teatro Continuista (Realismo y Ambientación Burguesa)
Esta corriente estaba dominada por el tono realista y la ambientación burguesa:
- Jacinto Benavente: Desarrolla un teatro natural que denuncia aspectos de la burguesía (hipocresía, apariencias, falsedad de espíritu). Obra destacada: Los intereses creados.
- Hermanos Álvarez Quintero: Se centran en el sainete y la comedia, marcados por las costumbres populares andaluzas (ej. La reja y El patio).
- Carlos Arniches: Cultiva el sainete ambientado en Madrid, utilizando un lenguaje castizo y popular. Destacan sus tragedias grotescas, donde combina caricatura y compasión (ej. La señorita de Trevélez).
También se popularizó el teatro en verso, buscando una lectura optimista tras el Desastre del 98. Surge un teatro evasivo y legendario, sobresaliendo Eduardo Marquina (ej. Las Hijas del Cid o En Flandes se ha puesto el sol).
Teatro de Renovación (Vanguardia y Experimentación)
Autores con voluntad de renovar la escena:
- Miguel de Unamuno: Cultiva el teatro ideológico, transmitiendo su pensamiento a través de extensas intervenciones cargadas de fundamentos filosóficos (ej. Freda o El hermano Juan).
- Rafael Alberti: Desarrolla el auto sacramental calderoniano con simbolismo moderno (ej. El hombre deshabitado).
- Miguel Hernández: Comienza con el auto sacramental (Quién te ha visto y quién te ve) y evoluciona hacia el teatro social (Los hijos de la piedra).
- Valle-Inclán: Su trayectoria se clasifica en tres etapas: modernista, de transición (trilogía Las comedias bárbaras) y la etapa esperpéntica. En esta última, deforma y critica la realidad con un lenguaje grotesco (ej. Luces de Bohemia).
- Federico García Lorca: Destaca por el carácter poético y experimental de su teatro, con una unidad temática propia (ej. Bodas de Sangre, Yerma y La Casa de Bernarda Alba).
El Impacto de la Guerra Civil (1936-1939)
El panorama teatral posterior a la Guerra Civil quedó profundamente afectado y mutilado. Este periodo se caracteriza por:
- La muerte de grandes dramaturgos (Lorca, Valle-Inclán o Unamuno).
- La marcha al exilio de figuras clave (Alberti, Casona, Salinas).
- La imposición de una estricta censura.
El Teatro Español Durante el Franquismo (1939-1975)
Cuando la Guerra Civil terminó en 1939, España se encontraba sumida en un estado de profundo dolor. La sociedad estaba dividida, y la integración de las dos partes fue una labor lenta y penosa, especialmente para los ciudadanos, quienes tuvieron que ceder para poder vivir en paz. El teatro fue quizá el área que más se resintió a esta inercia. Por un lado, los vencedores propugnaban la restauración de las virtudes nacionales (religiosas, políticas y sociales) y rechazaban las formas libres que habían caracterizado al otro pueblo español.
En 1975, con la muerte de Franco, se produjo la restauración de las libertades democráticas, lo que permitió la llegada a los escenarios del teatro que había permanecido apartado.
El Teatro en los Años 40: Exilio y Comedia
El Teatro en el Exilio
En la primera década de la posguerra, los años 40, se produjo un teatro en el exilio como consecuencia directa de la guerra. Este teatro contempló tres posibilidades:
- Un teatro que observa la situación de la España del momento.
- Un teatro atemporal.
- Un teatro que hace obras ambientadas en lugares problemáticos de sus nuevos sitios de acogida.
Destacan autores como Max Aub y Alejandro Casona con obras como La dama del Alba.
El Teatro en España (Años 40)
En España se representaron principalmente dos tipos de teatro:
- La Comedia Burguesa: De clara raíz benaventina. Destacan Ignacio Luca de Tena y Joaquín Calvo Sotelo con obras como La Muralla.
- El Teatro del Humor: Fuera de los esquemas tradicionales.
Dentro del Teatro del Humor, sobresalen:
- Enrique Jardiel Poncela: Inventa situaciones rebuscadas y chocantes, creando un humor inverosímil (ej. Cuatro corazones con freno y marcha atrás, Eloísa está debajo de un almendro).
- Miguel Mihura: Escribió Tres sombreros de copa en 1932, pero no se pudo representar hasta 20 años después, siendo estrenada en París. En ella aparecen elementos fundamentales de su teatro: la crítica de convencionalismos, su sentido del humor y la caracterización psicológica de los personajes.
En el campo del melodrama frívolo, destacan Pedro Muñoz Seca, cultivando el astracán con La venganza de Don Mendo, y Adolfo Torrado, creador del «torradismo», haciendo de sus obras las más representadas y mejor pagadas del momento.
El Teatro Social y la Generación de los 50
A finales de los años 40 surge el teatro social, representado por dos posturas ideológicas opuestas:
- Antonio Buero Vallejo: Creía posible realizar una crítica de los males del sistema dentro de las limitaciones de la censura. A esto lo llamó “posibilismo”.
- Alfonso Sastre: Consideraba imposible la crítica bajo censura y defendía un realismo social de carácter revolucionario con función claramente política, conocido como “imposibilismo”.
La Obra de Antonio Buero Vallejo
El teatro de Buero se divide en tres etapas:
- Primera etapa (Años 50, Realista): Presenta una preocupación social. Destaca Historia de una escalera, obra fundamental que inauguró el teatro social y defendió valores ilustrados. También incluye La ardiente oscuridad.
- Segunda etapa (Años 60, Dramas Históricos y Críticos): Obras como Las Meninas.
- Tercera etapa (Años 60 y 80, Experimentación): Busca una mayor implicación del público, como en la obra La fundación.
La Obra de Alfonso Sastre
Alfonso Sastre crea un teatro trágico, de protesta, que invita a reflexionar sobre la necesidad del cambio social. Escribe Escuadra hacia la muerte.
Los Años Sesenta: El Teatro del Pánico y la Crisis Testimonial
En los años sesenta, la escena se diversifica:
- Fernando Arrabal: Evoluciona desde un teatro absurdo hacia lo que llamó “teatro del pánico”. Entre sus obras destaca Pic-nic.
- Neovanguardia Teatral: Hacia finales de los sesenta, el teatro testimonial entra en crisis. Surge la neovanguardia, que recurre a la parodia o a la farsa.
Destaca Francisco Nieva, en cuya producción se distinguen el teatro furioso, el teatro de la farsa (ej. La señora tártara) y el teatro de crónica.
Grupos de Teatro Independiente
Los grupos de teatro independiente buscaron nuevas técnicas y formas de representación. Destacan:
- Tábano (Madrid)
- Els Joglars (Barcelona)
- Els Comedians (Barcelona)
El Teatro en la Transición y Finales de Siglo (Años 80 y 90)
Durante las décadas de los ochenta y noventa, algunos autores continúan el teatro simbólico, mientras que otros inician un teatro comercial. Esta etapa está influida por los dramaturgos del teatro independiente de los sesenta y setenta.
Autores destacados:
- Antonio Gala: Con obras como Los bellos durmientes.
- Luis Alonso de Santos: Maestro de la comedia costumbrista (ej. La estanquera de Vallecas).
- José Sanchis Sinisterra: Con obras emblemáticas como ¡Ay, Carmela!.
