PANORAMA DEL SIGLO XVIII: Destacan
El didactismo: conjunto de condiciones apropiadas para la enseñanza.
El racionalismo: sistema de pensamientos que acentúa el papel de la razón.
El cosmopolitismo: la gente entendía mucho más, eran más cultos.
Preocupación del ser humano y su educación.
La poesía: se mueve entre la continuidad del estilo barroco y la búsqueda de nuevas formas más acordes con los tiempos.
Félix María de Samaniego: conocida por sus fábulas que ilustran normas de comportamiento. Sus obras más importantes son «La lechera» y «La cigarra y la hormiga».
Manuel José Quintana: de ideas ilustradas, hombre muy activo en la política. Escribió una obra poética de tema patriótico y filosófico. Sus obras más importantes son «A la paz entre España y Francia en 1795» y «A la invención de la imprenta».
Tomás de Iriarte: era fabulista y cultivó otro estilo y género. Lo más famoso son «La ardilla y el caballo» y «El burro flautista».
Juan Meléndez Valdés: cultiva la poesía neoclásica con temas amorosos como los recogidos en «La inconstancia» y otros de tipo pastoril como sus églogas y sus idilios. También escribió odas anacreónticas.
La prosa: en esa época se manifestará a través de subgéneros como los artículos, las memorias, las cartas, los diarios, etc. Se divide en:
- La novela: los autores del siglo XVIII parecían haberse estancado y sus obras no tienen el valor de las obras de Francia e Inglaterra. Destacamos «Vida» de Diego de Torres Villarroel, que narra la experiencia vital de su autor desde un punto de vista picaresco. También se destaca «Historia del famoso predicador Fray Gerundio de Campazas, alias Zotes» de José Francisco de Isla, que se escribió como crítica a los predicadores ridículos que abundan en su tiempo.
- El ensayo: un género que se basa en la exposición de ideas y en la argumentación con una temática muy variada. Aportará una renovación en el léxico y del lenguaje, en la que tuvo un papel muy importante la publicación de los primeros periódicos.
Gaspar Melchor de Jovellanos: personaje fundamental de la política, encarcelado por sus ideas reformistas y por su espíritu ilustrado. Sus obras tienen un carácter didáctico y tratan de política, economía, filosofía, etc. Destacan «Memorias para el arreglo de la policía de espectáculos» y «El informe sobre la ley agraria». Escribió algunos poemas y obras de teatro como «El delincuente honrado».
José Cadalso: lo más importante es su obra «Cartas marruecas», mediante el género epistolar, enseña la correspondencia entre dos marroquíes y un español. Las utiliza para hacer una reflexión crítica sobre España. También escribió «Noches lúgubres», donde el protagonista pretende desenterrar el cuerpo de su amada muerta.
El teatro: se ajustó a las formas y temas propios de la Ilustración y tendrá un tono didáctico. Rescatará las tres unidades clásicas (lugar, acción y tiempo) y vuelve la separación: comedia y tragedia. En el teatro se distinguen dos orientaciones: el teatro popular (Ramón de la Cruz) y el teatro neoclásico (Leandro Fernández de Moratín).
Leandro Fernández de Moratín: es el más relevante del siglo XVIII y su obra es el mejor reflejo del neoclasicismo en la escena española. Escribió cinco comedias: «La comedia nueva», «El café» (que censura y critica a los malos autores de teatro) y «El sí de las niñas», en la que defiende la libertad de la mujer para elegir a su marido y critica los matrimonios entre viejos y jóvenes. Las obras son ejercicio de técnica teatral neoclásica porque respetan la regla de las tres unidades.
Censura: acción de examinar una obra destinada al público, suprimiendo o modificando la parte que no se ajusta a determinados planteamientos políticos, morales o religiosos, para determinar si se puede o no publicar.
Etapas del romanticismo:
- El prerromanticismo: a finales del siglo XVIII y principios del XIX, en el que los nuevos planteamientos conviven con la estética neoclásica.
- La plenitud romántica: tras la vuelta del exilio, en 1833, de los intelectuales que huyeron del absolutismo de Fernando VII. Abarca un periodo desde 1833 (estreno de «Don Álvaro», del duque de Rivas) hasta 1844 (estreno de «Don Juan Tenorio», de José Zorrilla).
- El postromanticismo: que supone una prolongación de la estética romántica hasta el último tercio del siglo con la obra de Rosalía de Castro.
Características temáticas del romanticismo:
- Inconformismo: el romántico se siente ajeno al mundo y huye de él, refugiándose a través de la imaginación en la Edad Media.
- Anhelo de libertad: afecta los planos moral, religioso, político… los personajes no tienen ataduras con el mundo, como los piratas.
- Ruptura de las normas en la creación artística: como consecuencia del ansia de libertad. En el teatro no habrá respeto a las viejas unidades y en la poesía se dará una rebelde libertad métrica.
- Subjetivismo e individualismo: el deseo de libertad y el protagonismo de los sentimientos conducirán a una búsqueda de la soledad y la expresión de las pasiones exaltadas del autor.
- Importancia del paisaje y la naturaleza: se convierte en reflejo del estado de ánimo del autor: la melancolía se plasma en los jardines y paisajes otoñales, la tristeza en ruinas y cementerios, y la rebeldía en los mares y en las tormentas.
- El amor como pasión humana irrefrenable: puede ser sentimental y lánguido o pasional y turbulento.
- La muerte y el mundo de ultratumba: la muerte se convierte en la gran aliada del romanticismo porque le permite escapar de un mundo que le desagrada. Los ambientes macabros también expresan ese malestar.
- Nacionalismo: como reacción al cosmopolitismo de los ilustrados, se busca lo autóctono, lo costumbrista, lo legendario. Se valoran las lenguas regionales y se idealizan las tradiciones y el pasado como base de la esencia y cultura de los pueblos.
La poesía de la literatura romántica: será el comienzo de la renovación poética desarrollada a lo largo del siglo XIX y XX. Los rasgos más importantes son la libertad métrica, la polimetría (mezcla de versos con diferentes medidas, o muy largos o muy cortos) y el tono declamatorio (presencia de interrogaciones, exclamaciones, puntos suspensivos…)
José de Espronceda: el representante del romanticismo liberal exaltado. Su labor literaria se centró en la poesía, aunque escribió novela y teatro. Lo más importante son «Canción del pirata», «El estudiante de Salamanca» y «El diablo mundo».
Gustavo Adolfo Bécquer: uno de los más influyentes en la poesía. Su obra más importante son «Las rimas». En ellas distinguimos como temas fundamentales la reflexión sobre la creación poética, el amor feliz y correspondiente, desengaño amoroso, la soledad, la muerte y el miedo.
La prosa de la literatura romántica: casi siempre de corte histórico. Género muy cultivado por los románticos y destacó en Inglaterra. En España, Enrique Gil y Carrasco con «El señor de Bembibre».
Mariano José de Larra: escribió fundamentalmente artículos de periódicos en los que expresa la opinión sobre la política y temas sociales: educación, burocracia, pena de muerte… Lo más importante es «El doncel de don Enrique el doliente».
