La Generación del 27: Fusión de Tradición y Vanguardia
1. La Generación del 27: Origen y Miembros
La Generación del 27 la conforma un grupo de poetas amigos que comparten muchas características: edades similares, formación universitaria y un profundo conocimiento de las novedades de la poesía europea. Reciben este nombre debido a la conmemoración del tricentenario de la muerte de Góngora en 1627.
Autores Destacados:
- Pedro Salinas
- Jorge Guillén
- Gerardo Diego
- Federico García Lorca
- Vicente Aleixandre
- Dámaso Alonso
- Emilio Prados
- Luis Cernuda
2. Características de la Generación del 27
2.1. Unión de Tradición y Vanguardia
Los poetas del 27 integran las mejores características de la poesía clásica y de la moderna:
- De la poesía medieval recuperan la gracia y la frescura del romancero y de las canciones populares.
- De Garcilaso, Lope, Quevedo y Góngora recogen la brillantez y la perfección del lenguaje, así como el soneto como forma poética.
- De Bécquer y de sus contemporáneos, Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez, toman la necesidad de depurar la poesía y el poder del símbolo poético.
- De las vanguardias adoptan las posibilidades que ofrecen el subjetivismo, la irracionalidad y la experimentación lingüística.
2.2. Equilibrio entre Hermetismo y Claridad
Estos poetas son muy innovadores en el lenguaje empleado, empleando metáforas y comparaciones visionarias, pero equilibran este lenguaje vanguardista con formas métricas clásicas, como romances, canciones y sonetos.
Es importante recordar que la metáfora tradicional establece una relación lógica entre los elementos real e imaginario (R e I), por ejemplo: Tus cabellos son de oro. Mientras que la metáfora visionaria establece una relación ilógica entre ambos elementos, por ejemplo: Un pajarillo es un arco iris; es la mirada subjetiva del poeta la que establece la relación entre ambos elementos.
A menudo eligen temas tradicionales, pero expresados de forma brillante y revolucionaria, como se puede comprobar en el romance San Gabriel de Lorca.
Poetas Clave de la Generación del 27
3. Rafael Alberti (1902-1999)
Rafael Alberti publica, a los 23 años, su primer libro de poemas: Marinero en tierra (1925), por el que recibe el Premio Nacional de Literatura. Esta obra se inscribe en la corriente neopopularista, que rescata la sencillez temática y métrica de la poesía popular, pero renovada por la influencia de la vanguardia. El mar representa la libertad, la infancia y la felicidad, y el ritmo de sus olas inspira el ritmo de sus versos.
Más tarde, y dentro de la estética surrealista, Alberti publica Sobre los ángeles (1929), libro que refleja su crisis espiritual y personal. Tras la Guerra Civil se exilia a Argentina e Italia. En esos años escribe sobre su añoranza de la patria lejana en obras como Entre el clavel y la espada (1940) o El poeta en la calle (1931‑1965), donde recoge su poesía social. Metamorfosis del clavel es uno de los poemas que Alberti escribió en el destierro tras la Guerra Civil. En él, el amor romántico también simboliza el amor a la patria lejana.
4. Pedro Salinas (1891-1951)
Los primeros libros de Pedro Salinas están influenciados por la poesía pura de Juan Ramón Jiménez. Salinas no siguió la corriente surrealista; su labor consistió en depurar el lenguaje para darle la mayor exactitud y precisión. Sin embargo, su poesía es muy densa, pues utiliza sobre todo antítesis, paradojas y juegos de palabras para concentrar todo lo posible el significado en unos versos breves y sin rima. A pesar de que Salinas no presenta rasgos vanguardistas evidentes, sí podemos encontrar pistas del futurismo en sus poemas.
Salinas publica un libro de poesía amorosa que ha quedado como uno de los mejores poemarios de amor del siglo XX: La voz a ti debida (1933). Es un poema unitario, fraccionado en unidades más pequeñas. En él reflexiona sobre todos los estados del amor: la búsqueda, la felicidad y el desencuentro. El libro tuvo una segunda parte: Razón de amor (1936), donde escribe sobre el fin de aquella historia amorosa.
5. Luis Cernuda (1902-1963)
Luis Cernuda es el poeta más solitario e introvertido del grupo. Convierte en poemas sus experiencias personales: sus amores desafortunados, su soledad y el exilio por la Guerra Civil. En ellos refleja siempre la tensión entre sus sueños y la realidad, y por este motivo reúne en 1936 todos sus libros bajo un solo título: La realidad y el deseo.
Sus primeros libros importantes están dentro de la influencia del surrealismo: Los placeres prohibidos (1931) y Donde habite el olvido (1932). Poco a poco abandona los artificios del surrealismo para escribir con un lenguaje más cercano, como sucede en Las nubes (1940), Poemas a un cuerpo (1950-1956) y Desolación de la quimera (1956). Cernuda busca la sencillez del lenguaje hablado y el tono coloquial, aunque con cierto clasicismo.
6. Federico García Lorca (1898-1936)
Federico García Lorca dejó una importantísima obra poética y teatral antes de ser asesinado a los 38 años, al principio de la Guerra Civil.
6.1. Obra Poética
Primera Etapa (1921-1928): Fusión de Tradición y Vanguardia
En estos libros hay una perfecta fusión de tradición y vanguardia. La influencia vanguardista se manifiesta en el lenguaje empleado, lleno de símbolos y metáforas, y la tradición se refleja en los temas populares y la métrica: canciones de tipo tradicional con estribillo, y el romance octosilábico.
De esta etapa son:
- Canciones (1927)
- Romancero gitano (1928)
Romancero gitano consta de 18 romances. El protagonista es el pueblo gitano, que simboliza la rebeldía y la lucha por mantener sus propios valores frente a la opresión.
Segunda Etapa (1928-1935): Surrealismo y Crisis
En 1929, Lorca viaja a Estados Unidos con una beca de estudios. Allí escribe Poeta en Nueva York (1929), cuyo lenguaje surrealista le permite expresar, mediante acumulaciones caóticas y metáforas visionarias, el desconcierto de la gran ciudad sumida en plena crisis económica y también su propia crisis personal.
A su regreso de Estados Unidos, y también dentro de la corriente surrealista, pero matizada por la tradición, escribe Llanto por Ignacio Sánchez Mejías (1936) y Sonetos del amor oscuro, publicados después de su muerte.
6.2. El Teatro de Lorca
Federico García Lorca escribe tres obras que lo elevan a la cumbre del teatro del siglo XX:
- Bodas de sangre (1933)
- Yerma (1934)
- La casa de Bernarda Alba (1936)
El tema de estas obras de teatro, al igual que en muchos de sus poemas, es el destino trágico que conduce a la muerte a sus protagonistas en plena juventud. Este tema une toda su obra, tanto la poética como la teatral, como una premonición dramática de su propio destino vital.