Federico García Lorca y La Casa de Bernarda Alba: Drama, Represión y Legado Literario

Federico García Lorca y la Generación del 27

Federico García Lorca: Biografía y Contexto

Federico García Lorca (Fuente Vaqueros, 5 de junio de 1898), poeta y dramaturgo español. Estudió Filosofía y Letras, así como Derecho, en la Universidad de Granada. Formó parte de la Generación literaria del 27. Murió fusilado tras el golpe de Estado que dio origen a la Guerra Civil Española en Víznar (Granada).

La Generación del 27: Origen y Características

La Generación del 27 es un grupo de escritores que, nacidos en fechas cercanas y movidos por un acontecimiento de su época, se enfrentan a los mismos problemas y reaccionan de modo semejante ante ellos. Algunos de sus principales exponentes son: Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Federico García Lorca. El acontecimiento que los unió y les dio el nombre fue el homenaje que el grupo hizo a Luis de Góngora en el año 1927 en Sevilla, al conmemorarse el tercer centenario de su muerte.

Impacto de la Guerra Civil Española en la Generación del 27

La Generación del 27 sufrió un quiebre debido a la Guerra Civil Española; la mayoría defendió de forma activa la República y luchó en el bando republicano. Casi todos se vieron obligados al exilio tras la finalización de la guerra en 1939. La muerte de Lorca fue un factor que contribuyó a su dispersión. Después de la guerra, los temas centrales de los exiliados se referían a sus experiencias vividas, mientras que los que se quedaron escribieron poesías angustiadas.

La casa de Bernarda Alba: Drama, Represión y Simbolismo

Subtitulación y Universalidad de la Obra

«La casa de Bernarda Alba» se subtitula como una obra de drama en vez de tragedia, ya que, a diferencia de las obras anteriores de Lorca, en esta no se presentan personajes sobrenaturales ni coros que subrayen la acción. Según diferentes autores, esta obra no debe ser catalogada con un fin político, sino como una magnífica intención artística; se podría considerar que es la obra más universal de Lorca.

Argumento Central y Temas Principales

«La casa de Bernarda Alba» es una obra dramática de Federico García Lorca que narra la historia de un ser malévolo, una mujer llamada Bernarda Alba, quien es estricta, tradicional e intolerante hasta el extremo. Puede ser considerada una mujer cuya razón de ser es el odio y la represión que impone a otros, en este caso a sus hijas. En esta obra, el esfuerzo individual humano quedará truncado por la colectividad represiva. Es una obra que empieza y termina con el luto impuesto; empieza y termina con la muerte.

Estudio Detallado de un Fragmento Clave

Estructura del Fragmento

El tema de nuestro extracto de la obra aborda la rivalidad entre las hermanas y el reflejo de la historia de Adela en la hija de la Librada. La obra está organizada en diálogos. Existen tres divisiones de apartados con subtemas:

  • Primer Apartado (Líneas 1-40): Las Dudas y el Control de Bernarda

    Iniciaremos el estudio por apartados con el primero. La Poncia, en las primeras cuatro líneas, cuenta que su hijo mayor escuchó a Pepe el Romano hablando con alguien por las rejas de la casa de Bernarda a las cuatro y media. Esto sorprendió a Bernarda y a Angustias, quien aseguró que Pepe se había retirado a la una. Es en la línea 11 cuando Martirio entra en el diálogo para añadir que ella también sintió a Pepe marcharse tarde. En la línea 16, Martirio dice: «Entonces…» justo después de que Amelia había entrado por la puerta, insinuando que algo extraño estaba pasando. Posteriormente, en la línea 18, La Poncia hace uso de una expresión coloquial española: «¡Cuida de enterarte!», dirigiéndose a Bernarda para advertirle de que debía enterarse por ella misma de la relación que mantenía Adela con Pepe. Entre las líneas 20-21, existe una hipérbole y una anadiplosis, repitiendo la palabra «seguro» para resaltar la idea anterior. Bernarda, al enterarse de que la gente del pueblo estaba comentando hechos sobre asuntos de su casa, hace uso de una expresión dialógica en las líneas 24-25: «Si las gentes del pueblo quieren levantar falsos testimonios, se encontrarán con mi pedernal», haciendo énfasis en que si la gente continúa haciendo «falsos» comentarios sobre su familia, ella hará uso de su poder para frenarlos. También podemos encontrar una imagen en las líneas 24-25 donde se resalta la idea de que los vecinos siempre están atentos a lo que sucede en la casa de Bernarda y pueden perjudicarla con una «ola de fango», como si ella fuera el centro del pueblo. Mediante el uso del pleonasmo, Bernarda, en la línea 28, resalta la idea del control de la «madre opresora» hacia las personas que la rodean. Se puede observar nuevamente esta idea en las líneas 31-33, donde Bernarda dice: «¡Tú no tienes derecho más que a obedecer!» para demostrar que ella es la que manda. También, mediante el uso de una hipérbole: «¡Aquí no se vuelve a dar un paso que yo no sienta!», hace énfasis en que aumentará su control en la casa. En la línea 36, se introduce el hecho de la matanza de la hija de la Librada, donde Bernarda hace uso del verbo imperativo: «¡Corre!», para ordenarle a La Poncia que saliera para enterarse de qué estaba sucediendo afuera.

  • Segundo Apartado (Líneas 41-54): La Rivalidad entre Hermanas

    Al comienzo del segundo apartado, Martirio introduce el tema de la rivalidad entre las hermanas con la frase: «¡Agradece a la casualidad que no desaté mi lengua!», dirigiéndose a Adela, con quien mantiene una constante rivalidad por el amor de Pepe. Con el verbo «desatar» se puede interpretar que ella estaba reprimida sin poder expresarse. Adela, al verse ofendida por su hermana, le responde que ella también hubiera contado la historia de Martirio con Pepe, pero la verdad es que nunca llegó a tener alguna relación con él. «¡Querer no es hacer!», dice Martirio en la línea 43. En la línea siguiente, Adela dice: «¡Hace la que puede y la que se adelanta! ¡Tú querías, pero no has podido!», confirmando que existía una atracción de Pepe por parte de las dos hermanas. En las líneas siguientes, Martirio la amenaza con cortar su relación con Pepe y, en respuesta, Adela se defiende con convicción de mantenerse con su amado. Adela le cuenta que Pepe la quiere más a ella y se puede inferir que él ha elegido a Angustias por sus posesiones económicas que ha heredado. Adela hace uso de una comparación para explicar su atracción hacia Pepe: «He ido como arrastrada por una maroma». Al finalizar este apartado, en la línea 53, Martirio da a conocer el nivel de intención que tiene por dañar la relación entre Adela y Pepe, diciendo: «¡Primero muerta!».

  • Tercer Apartado (Líneas 55-74): El Reflejo del Destino y la Tragedia

    En el tercer apartado, se dan a conocer los hechos sucedidos sobre la hija de la Librada. En la línea 57, La Poncia, tras haber salido bajo las órdenes de Bernarda para enterarse de qué se trataba el escándalo, llegó con la noticia de que la hija de la Librada había tenido un hijo y no se sabía con quién. Posteriormente, se proporciona más información, la cual cuenta que ella había matado y enterrado al hijo bajo unas piedras para ocultar su vergüenza. Unos perros sacaron al bebé y ahora la gente del pueblo quiere matarla por haber hecho tal barbaridad. Bernarda concordaba con la gente del pueblo; pensaba que había que matar a la hija de la Librada. Adela, asustada por el futuro de la hija de la Librada, reclama que no la maten. «¡Y que pague la que pisotea su decencia!», dice Bernarda para recalcar el destino de la hija de la Librada. En la línea 70, Adela ruega para que tengan piedad con la mujer: «¡Que la dejen escapar!». Luego, Martirio mira a Adela diciendo que tiene que pagar lo que debe, con una intención perturbadora. Bajo el arco de su casa, en la línea 72, Bernarda grita que la mataran rápidamente antes de que llegaran los guardias para impedirlo. También, mediante una hipérbole: «¡Carbón ardiendo en el sitio de su pecado!», Bernarda vuelve a expresar su ira e intención con la hija de la Librada. En las últimas líneas del fragmento, Adela suplica nuevamente que no la maten mientras se toma el vientre. Es aquí donde se puede inferir, tras haberse leído la obra completa, que Adela estaba embarazada de Pepe y defendía a la hija de la Librada porque podía ver su imagen representada en el destino de esta.

Conclusiones sobre La casa de Bernarda Alba y su Fragmento

Para concluir, «La casa de Bernarda Alba» se subtitula como una obra de drama en vez de tragedia, donde no se presentan personajes sobrenaturales ni coros. En la obra, se impone un control de poder por parte de Bernarda hacia las personas que la rodean, en este caso sus hijas y sirvientas, ejerciendo costumbres tradicionales, estrictas e intolerantes. Se pudo observar cómo la colectividad represiva truncó el esfuerzo humano individual. Centrándonos en nuestro fragmento, pudimos observar cómo la rivalidad entre las hermanas por Pepe destrozó a la familia, llevando esto, junto con otros factores, a la muerte de Adela. También pudimos estudiar cómo Bernarda prioriza la reputación y la honra sobre todo para quedar bien ante la gente del pueblo, resaltando su hipocresía. Por último, vimos cómo se reflejaba Adela en el trágico destino de la hija de la Librada.

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