La Generación del 27: Características y Evolución del Grupo Poético
El concepto “Generación del 27” es muy amplio, ya que con él nos referimos a cualquier manifestación artística –pintura, cine, etc.– con la ideología del momento. Por ello, al hablar de los poetas de dicha generación, debemos especificarlo como el “Grupo Poético del 27”.
Puntos de Encuentro y Afirmaciones Estéticas Comunes
Existen entre ellos gustos y afirmaciones estéticas comunes:
- Publicaciones compartidas: Colaboraron en las mismas revistas, como la Revista de Occidente y La Gaceta Literaria.
- Homenaje a Góngora: Se reunieron en el Ateneo de Sevilla en 1927 para conmemorar el tricentenario de la muerte de Góngora.
- Lugares clave: La Residencia de Estudiantes fue un lugar de encuentro privilegiado, al igual que el Centro de Estudios Históricos, donde varios de ellos trabajaron con Menéndez Pidal y Américo Castro.
Características Esenciales: La Búsqueda del Equilibrio
En los miembros del Grupo Poético del 27 se observa una tendencia al equilibrio y a una original síntesis de características relevantes:
- Entre lo intelectual y lo sentimental: Se les acusó de intelectualismo, pero también había en ellos un escondido patetismo.
- Entre la concepción cuasi-mística y la lucidez rigurosa: Abunda la idea de la poesía como algo “inexplicable” (demiúrgico), un impulso cercano a lo religioso (la fusión del hombre con lo creado). Pero también destaca la exigencia de lucidez y rigor técnico. Es un equilibrio entre una concepción romántica y una concepción clásica de la elaboración creativa poética.
- Entre la concepción estética y la autenticidad humana: Todos manifestaban ansias de belleza. Con los años, la preocupación por la autenticidad humana fue en aumento, sin abandonar la exigencia estética.
- Entre lo minoritario y la “inmensa compañía”: Un anhelo de selección acerca la poesía a un “arte de minorías”, aunque sin llegar al lema de Juan Ramón Jiménez: “…siempre a la inmensa minoría…”. En sus trayectorias alternan hermetismo y claridad; conviven lo culto y lo popular, y se puede hablar, en todos, de una apertura del “yo” al “nosotros”.
- Entre lo universal y lo español: Desde el inicio se subrayó la sintonía de aquellos jóvenes con la poesía universal; aspiraban a ser universales, pero con hondas raíces españolas. Lo que más los une es su original posición ante el binomio tradición/renovación.
Universalidad y Fuentes Literarias
Cuando se observan sus gustos comunes, que van del escritor más rabiosamente actual hasta el poeta primitivo, es cuando más claramente se entiende su universalidad. Están a tono con los movimientos de vanguardia, pero tienden a frenar estridencias y a cribar innovaciones.
Por lo que respecta a sus fuentes literarias, observamos que de la generación anterior admiten un doble magisterio: J. R. Jiménez y Gómez de la Serna. Más atrás, admiraron a Unamuno, Antonio y Manuel Machado y Rubén Darío. Del siglo XIX admiten con fruición la influencia de Bécquer.
Sienten devoción reverencial por los clásicos: Manrique, Garcilaso, Fray Luis de León, San Juan de la Cruz, y poemillas populares exhumados por Lope de Vega. Esto nos lleva a una honda veneración por las formas populares: el Romancero viejo y las cancioncillas de Gil Vicente.
En definitiva, su respeto por la tradición no contradice esa inmensa labor en la renovación de la lírica española.
Evolución del Grupo Poético del 27 (Según Dámaso Alonso)
El “Grupo Poético del 27” posee una evolución conjunta que, según Dámaso Alonso, se reduce a tres fases:
Fase Inicial (Hasta 1927)
Inicialmente se nota la presencia de tonos becquerianos, junto a resabios posmodernistas. Pronto se deja sentir el influjo de las primeras vanguardias: Ultraísmo y Creacionismo. A la vez, el magisterio de J. R. Jiménez los orienta hacia la poesía pura.
El gran instrumento de este arte puro es la metáfora, con audacias nuevas aprendidas de Gómez de la Serna y Vicente Huidobro. Sin embargo, en ellos no se llega a la deshumanización; lo humano había penetrado por múltiples puertas, entre las que destaca el influjo de la lírica popular con su pureza cálida y humana. Así se desemboca en el fervor por Góngora y su propuesta de utilizar estilísticamente un lenguaje especial para la poesía, con sus deslumbrantes metáforas.
Fase de Rehumanización (1927 hasta la Guerra Civil, 1936)
Empieza a notarse un cansancio del formalismo. Se inicia así el proceso de rehumanización: hay en ellos un deseo de comunicación más cordial, lo que coincide con la irrupción del Surrealismo.
Pasarán a primer término los más hondos sentimientos humanos: amor, ansia de plenitud, frustraciones, inquietudes existencialistas o sociales. Según Dámaso Alonso, ha comenzado una nueva época de poesía: de gritos, poesía trascendente, humana y apasionada.
Con la llegada de la Segunda República, los nuevos tiempos históricos traen nuevas inquietudes: los acentos sociales y políticos también entran en la poesía. Véase el caso de Poeta en Nueva York de Federico García Lorca.
Fase Posterior a la Guerra Civil (Desde 1939)
Lorca ha muerto, y excepto Vicente Aleixandre, Dámaso Alonso y Gerardo Diego, los demás parten a un largo exilio: Rafael Alberti, Luis Cernuda, Pedro Salinas, Manuel Altolaguirre y Jorge Guillén.
En el exilio, el mismo Guillén –poeta puro– con Clamor atiende al dolor humano. Con posterioridad, todos sienten muy íntimamente la nostalgia de la patria perdida.
Paralelamente, en España la temática deriva hacia un humanismo angustiado y existencial, como bien se refleja en dos obras primordiales: Hijos de la ira de Dámaso Alonso e Historia del corazón de Vicente Aleixandre.
Autores y Obras Representativas del Grupo del 27
Otros autores y obras importantes del Grupo del 27 son:
- Pedro Salinas: La voz a ti debida y Razón de amor.
- Jorge Guillén: Toda su obra está resumida en un título global, Aire nuestro, que contiene títulos como Clamor, Homenaje y Cántico.
- Gerardo Diego: Manual de espumas y Versos humanos.
- Rafael Alberti: Marinero en tierra y Sobre los ángeles.
- Luis Cernuda: Desde 1936 reunió sus diversos libros bajo un título común, La realidad y el deseo. De ellos destacan Perfil del aire, Un río, un amor, Los placeres prohibidos y Donde habite el olvido.
- Emilio Prados: Cuerpo perseguido y La voz cautiva.
- Manuel Altolaguirre: Las islas invitadas y Soledades juntas.
- Federico García Lorca: Obras memorables incluyen Impresiones y paisajes, Libro de poemas, Poema del cante jondo, Romancero gitano y el ya mencionado Poeta en Nueva York.
