Trayectoria Poética de Antonio Machado
Parece válida para su obra en conjunto la definición que él mismo dio en 1931: «la poesía es la palabra esencial en el tiempo». Con estas palabras quería sintetizar su doble objetivo: captar la esencia de las cosas, a la vez que su fluir temporal. La angustia fundamental de toda poesía machadiana se debe al paso irremediable del tiempo; a lo inagotable de su sed espiritual; a la obsesión por la muerte. Antonio Machado entiende el tiempo como algo vivo, personal; no como concepto. Es la historia individual de cada ser que se hace y que permanece en la memoria.
Su trayectoria poética aparece marcada por el itinerario del **YO** al **NOSOTROS** y se puede dividir en tres etapas:
Primera etapa (1900-1907)
Mirada hacia dentro. Corresponde a los años de militancia modernista. Por aquellos años, Rubén Darío, combatido hasta el escarnio por la crítica al uso, era el ídolo de una selecta minoría. Se refería a sí mismo hablando de «ese modernista del año tres». Se trata, eso sí, de un **Modernismo Intimista**, con esa veta romántica que recuerda a Bécquer o a Rosalía de Castro. Esos sentimientos universales conciernen a estos tres temas: el **tiempo**, la **muerte** y **Dios**. Es decir, el problema del destino del hombre. **Soledad**, **angustia** y **melancolía** son los resultados de esa mirada hacia el fondo del alma.
Soledades, Galerías y Otros Poemas es el libro de las emociones íntimas, del dolor, de los recuerdos, de la melancolía, y de la exploración de los caminos interiores del alma. Su poesía es ante todo un diario de su propia alma. El papel del poeta es, en definitiva, descifrar el misterio que subyace en el fondo de su alma.
Buscaba, pues, una poesía centrada en el análisis del yo poseedor de sus sentimientos porque creía que el sentimiento es lo más personal y al mismo tiempo universal que el hombre posee. La realidad solo interesaba cuando podía producir sentimientos o construir símbolos:
Símbolos clave en la primera etapa:
- El **agua** es símbolo del fluir temporal, de la vida cuando brota, símbolo de la fugacidad cuando corre, símbolo de la muerte cuando está quieta o es el mar. Además, a veces, es alegría, frivolidad.
- El **camino** es frecuentemente el símbolo de la vida. La idea de que el camino no está hecho, sino que se hace a la vez que el acto lo realiza («se hace camino al andar») se ve reforzada por otras imágenes.
- La **noria** es monotonía de vivir por el movimiento incesante. Símbolo del hombre en general, clavado a la rueda del eterno comienzo.
- La **tarde**, el **crepúsculo**, el **ocaso**… son símbolos de la melancolía, la «vejez» espiritual, la tristeza, la soledad, los recuerdos…
- Las «**galerías**» es la fusión de la imagen de cripta con la personalidad. El poeta se interna por las galerías del alma en busca de su íntima realidad, de su angustia.
- El **jardín** simboliza la intimidad.
Segunda etapa (1907-1917)
Son los años de su toma de conciencia crítica. En esta época compone Campos de Castilla (1912 y 1917), libro con el que Machado se incorpora al grupo de escritores que denuncia la pobreza, la incultura y el atraso en España; esta se llama la **Generación del 98**. Pero Machado no deja de dar voz a su fondo melancólico, acentuado por la muerte de su esposa, Leonor, en 1912. La visión del paisaje y el paisanaje castellanos alterna con la contemplación de la propia intimidad.
Temas en esta etapa:
- La **preocupación patriótica** le inspira poemas sobre el pasado, el presente o el futuro de España. En ellos se observa una visión crítica que motivó su adscripción a la Generación del 98.
- El simple **amor a la naturaleza**. El paisaje parece recogido en algunos poemas con una objetividad absoluta. Sin embargo, un estudio atento permite ver en tales poemas un claro componente subjetivo.
- El **amor y el dolor por la pérdida de su esposa**, cuyo recuerdo se asocia en numerosas ocasiones al paisaje.
- **Meditaciones** sobre los enigmas del hombre y el mundo.
En el romance La tierra de Alvargonzález consigue la expresión popular de «lo elemental humano». Se trata de un poema narrativo que gira alrededor de la codicia, producto de la miseria de aquellas tierras.
En Campos de Castilla, Machado inicia un aspecto que más tarde cultivará copiosamente: son unas veces chispazos líricos y otras meditaciones filosóficas.
Tercera etapa (1917-1936)
Se caracteriza por la búsqueda de una comunicación literaria de mayor carga ideológica en la que ocupan un lugar central el cultivo del **cantar popular** de contenido sentencioso y la **prosa ensayística**. En Nuevas canciones destacan los poemillas de la sección «**Proverbios y cantares**», en el que se revela el interés de Machado por la filosofía. Aquí vuelven a retomarse los temas propios de Machado: inquietud religiosa, injusticia social, etc.