Movimientos Literarios y Tendencias en la Posguerra Española
- Importancia de las cuestiones existenciales en los años 40 debido a las duras condiciones de vida, la angustia provocada por una guerra fratricida y una posguerra miserable que convertirá lo religioso en un tema fundamental.
- Nacimiento de una literatura social en los años 50. Contenido social y compromiso político del escritor con la sociedad, con una intención anticonformista. El lenguaje usado es sencillo y asequible a un público mayoritario. Este compromiso ya aparece en la literatura europea en autores como Jean-Paul Sartre.
- Aparición de una literatura experimental de renovación formal en los años 60. Conflictos más íntimos y cotidianos, incorporando formas y elementos innovadores. Existe una preocupación por la elaboración artística del lenguaje.
El Exilio Literario
En el exilio, destacan una serie de líneas comunes: la dureza de la vida en el exilio, la añoranza por el pasado y la presencia del tema de la Guerra Civil.
Algunas revistas (Las Españas, La España Peregrina, Ultramar) recuperan la cultura española y denuncian lo que pasa en España. Se crean asociaciones antifranquistas.
La Poesía Española por Décadas (1940-1970)
Década de los 40
En la década de los 40, coexisten dos posiciones ideológicas opuestas: las personas partidarias de la República, muchas de las cuales —salvo Miguel Hernández— se exiliaron, y las cercanas al régimen como Luis Rosales.
Década de los 50
En los años 50, destacan publicaciones como Cantos iberos, de Gabriel Celaya (1955), y Pido la paz y la palabra, de Blas de Otero (1955). Surge la necesidad de una poesía comprometida con el mundo circundante. «La poesía es un arma cargada de futuro», capaz de transformar el mundo. Es el género idóneo para la expresión de la protesta. Se canta la injusticia social y las duras condiciones de vida, en un lenguaje sin pretensiones formales: directo, sencillo y familiar, dirigido «a la inmensa mayoría». Se observa un relajamiento de la censura.
Década de los 60
En los años 60, la poesía española evoluciona superando el enfoque social para centrarse en lo íntimo y cotidiano, con una expresión subjetiva y formalmente elaborada, aunque con lenguaje coloquial. Se influencia por autores como Celaya, Blas de Otero y Machado, y se caracteriza por la intertextualidad, el culturalismo y una actitud ética e inconformista expresada con crítica, ironía y humor. Surgen dos escuelas:
- La de Barcelona (Barral, Gil de Biedma, Goytisolo)
- La de Madrid (González, Valente, Caballero Bonald, Brines)
Década de los 70
En los 70 surge una nueva generación que busca romper con lo anterior. La revista Adonáis recoge esta poesía, que trata temas como la infancia, el paso del tiempo, el amor, la amistad, el erotismo, lo religioso y el metapoema.
Poesía en el Exilio
En el exilio, muchos autores continúan su labor literaria, como Juan Ramón Jiménez, Rafael Alberti, Concha Méndez o María Teresa León. En sus obras destacan temas como la patria perdida, la nostalgia y, más adelante, la guerra, el tiempo, la injusticia y la condición humana.
La Prosa de Ficción en la Posguerra Española
Década de los 40
En los años 40 conviven la novela triunfalista (defensora de la ideología del régimen), un realismo tradicional pesimista, o de evasión y humor como El bosque animado, de Wenceslao Fernández Flores. También destacan la novela existencialista y el tremendismo, que reflejan la amargura existencial y personal de seres inadaptados y frustrados.
El tremendismo se consolidó en la narrativa con La familia de Pascual Duarte, de Camilo José Cela, que presenta personajes y situaciones violentas, repulsivas, de baja condición social, rodeados de pobreza. Pascual Duarte, el protagonista condenado a muerte, cuya conducta asesina está determinada por el ambiente y por la herencia.
Década de los 50
En la década de los 50, la publicación de La colmena, de Cela, supone un cambio en la novela: se pasa de lo existencial a lo social y se muestra la disconformidad con la realidad del país. Se abordan la dura vida del campo, el mundo suburbial de las ciudades, pero también la situación de la mujer o la vida desocupada de la juventud burguesa.
El realismo social muestra interés por los seres oprimidos y humildes, situados en un tiempo y espacio concretos y contemporáneos, lo que descubre la realidad española. Predomina el diálogo y un lenguaje directo, claro y coloquial. El protagonismo recae en la colectividad y no en un héroe único. Entre sus tendencias destacan:
- El objetivismo
- El realismo crítico
Década de los 60
A partir de los 60, la influencia del boom de la literatura hispanoamericana de García Márquez y Vargas Llosa incorpora innovaciones en la estructura externa e interna de la obra y también en el tiempo, como el desorden cronológico.
Prosa de Ficción en el Exilio
Novelistas como Rosa Chacel, Concha Méndez, María Teresa León y la pensadora María Zambrano escriben también desde el exilio.
La Prosa de Ideas y el Ensayo en la Posguerra
En la posguerra, la prensa española se ve muy mediatizada por el régimen.
Fuera de España, también tienen cabida en el ensayo los temas de la patria perdida, las dificultades que conlleva el exilio, la desorientación y el desarraigo.
El ensayo, que había tenido escasa importancia en los años 40 por la censura, empieza a emerger en los 50 con autores como Américo Castro, Francisco Ayala, Juan Goytisolo… Se habla del realismo social, el necesario compromiso y misión de quien escribe, así como del arte en la sociedad, con un lenguaje alejado de preocupaciones estéticas. Así, la novela suple la función de una prensa controlada por la censura.
Durante los años 60, las restricciones se suavizan y aparecen textos ensayísticos en revistas como la Revista de Occidente o los Cuadernos para el Diálogo. Junto a una tendencia ideológica más conservadora, como la de Menéndez Pelayo o Maeztu, se da otra que concilia la tradición y la renovación del pensamiento, en autores como Laín Entralgo, Aranguren o Julián Marías.
El Teatro Español tras la Guerra Civil
Tras la Guerra Civil, el teatro español se ve condicionado por la censura, la muerte de grandes autores como Lorca o Valle-Inclán y el exilio de otros como Max Aub o Rafael Alberti. En la posguerra se impone un teatro de evasión al servicio del régimen, con obras de baja calidad y éxito comercial, y recuperación de comedias del Siglo de Oro. Tendencias teatrales:
Tendencias Teatrales
1. Comedia Burguesa
- Teatro moralizador con personajes burgueses, temas familiares y estructura en tres actos.
- Autores: Jacinto Benavente, José María Pemán, Juan Ignacio Luca de Tena, Joaquín Calvo Sotelo.
2. Teatro de Humor
- Humor basado en lo inverosímil, evasión y crítica indirecta.
- Autores: Enrique Jardiel Poncela, Miguel Mihura (Tres sombreros de copa).
3. Teatro Existencial y Social (años 50)
- Realismo, denuncia social, crítica disfrazada por la censura.
- Autores: Antonio Buero Vallejo: Historia de una escalera, El tragaluz, Las meninas. Evoluciona del realismo al teatro simbólico e histórico. Alfonso Sastre: Teatro de denuncia. Escuadra hacia la muerte fue censurada por criticar la guerra.
4. Teatro Experimental (años 60 y 70)
- Ruptura con el realismo, uso de símbolos, alegorías, onirismo y escenografías innovadoras.
- Teatro independiente: Grupos universitarios como Els Joglars o Comediants.
- Influencia extranjera: Brecht, Artaud, teatro del absurdo.
5. Autores Destacados del Teatro Vanguardista
- Fernando Arrabal: Pic-nic, El cementerio de automóviles. Teatro pánico, provocación, mezcla de lo absurdo y lo surrealista.
- Francisco Nieva: Pelo tormenta. Crítica a la represión y la religión con erotismo, humor y simbolismo.
6. Teatro en el Exilio
- Rafael Alberti: Teatro político y alegórico.
- Max Aub: Teatro de urgencia y testimonio del exilio (A la deriva, El rapto de Europa…).
- Alejandro Casona: Teatro de evasión, mezcla de fantasía y realidad.