Comentario de Texto Periodístico: Estructura y Tipología
Tema, Resumen y Estructura
En el texto propuesto para comentar se habla de…
El tema de … le viene a la autora muy bien para ofrecer así una crítica…
Tipología Textual
El texto es un artículo de opinión, concretamente periodístico, publicado en …, el … . Su autora, … , trata de forma subjetiva un tema de actualidad, como es …
Los textos periodísticos de opinión se caracterizan por poseer un carácter subjetivo, por tener una estructura más libre que otros tipos de textos, por ser más breves y condensados, ya que poseen un espacio limitado, y, sobre todo, por hacer un uso especial del lenguaje usando todos los recursos posibles.
Se observa en el mismo un registro formal. Puede apreciarse también el uso de adjetivos con carácter afectivo o valorativo y el empleo de diferentes recursos literarios.
Al ser un texto periodístico de opinión, destaca en él la función apelativa del lenguaje, pues la intención de la autora es llamar la atención de los lectores y convencerles de que su postura sobre ese tema es la correcta, por eso echa mano de diferentes recursos, ya enunciados más arriba, para conseguirlo.
Opinión Personal
Mi opinión personal sobre el tema propuesto es…
Sintaxis
Definición de Palabras
- Sustantivo, adjetivo, verbo…
- Género (masculino / femenino), número (plural / singular).
- Definición.
- Frase.
La Poesía Española desde la Guerra Civil hasta los Años Sesenta
La Guerra Civil y el inicio de la dictadura cortaron la evolución de la poesía española, especialmente las tendencias vanguardistas y las del Grupo poético del 27.
Sin embargo, a pesar de la pobreza de la cultura durante la primera década de la posguerra, la poesía es el ámbito en el que hay mayor diversidad y riqueza artística, ya que los censores pensaban que la poesía no era un género literario de amplio consumo.
Miguel Hernández: El Nexo de Unión
Uno de los autores más destacados de este periodo es MIGUEL HERNÁNDEZ, que recibió la denominación de «genial epígono» por parte de Dámaso Alonso, puesto que fue el nexo de unión entre el grupo del 27 y la llamada Generación del 36 o de posguerra. Nacido en Orihuela, su infancia estuvo marcada por su ansia de aprender, y pronto encontró su vocación poética. Cuando se traslada a Madrid, su obra será alabada. Destaca su amistad con Pablo Neruda. Cuando estalla la guerra, se alista en el bando republicano. Sus últimos años los pasó encerrado en la cárcel, donde terminó muriendo de tuberculosis con 32 años.
Etapas Poéticas de Miguel Hernández
Inicios: Observamos el influjo de Góngora, en especial en su obra Perito en lunas, compuesta por 42 octavas reales en las que los objetos humildes y usuales son sometidos a una elaboración metafórica hermética y deslumbrante.
Plenitud: Alcanza la plenitud poética con El rayo que no cesa, en la que los temas como el amor, la vida y la muerte se articulan, mayoritariamente, en forma de sonetos. Además de los sonetos, la gran composición del libro es la «Elegía a Ramón Sijé». Otro poema que debemos destacar es «Mi sangre es el camino».
Poesía Comprometida (Guerra): Cuando llega la guerra, comienza la etapa de la poesía comprometida, en obras como Viento del pueblo, en la que destacan poemas de clara preocupación social como «El sudor» o «Las manos». Estos se simplifican con el objetivo de que estuvieran al acceso de una mayor parte de la población.
Última Obra: Finalmente, compone un libro de inspiración popular, Cancionero y romancero de ausencias, obra en la que muestra su dolor por la ausencia de su esposa y de su hijo, así como la soledad que vive en prisión.
Años Cuarenta: Poesía Arraigada y Desarraigada
En los años inmediatos a la guerra, la poesía publicada exalta a los vencedores y denigra a los perdedores.
Poesía Arraigada (Afín al Régimen)
El grupo de los autores afines al régimen franquista comienzan a publicar poemas en dos revistas, Escorial y Garcilaso. Entre estos escritores encontramos a Dionisio Ridruejo, Leopoldo Panero o Luis Rosales. Esta poesía cultiva temas tradicionales como el amor o la religión en las formas métricas clásicas. Su visión optimista del mundo difiere de la realidad miserable del momento, motivo por el que Dámaso Alonso engloba esta poesía bajo el nombre de POESÍA ARRAIGADA.
Poesía Desarraigada (Existencial)
La otra línea que se cultiva en esta época es la POESÍA DESARRAIGADA, en la que se transmite una profunda angustia por la existencia, el paso del tiempo y la muerte. Comienza con la publicación de Sombra del paraíso, de Vicente Aleixandre, e Hijos de la ira, de Dámaso Alonso.
Otras Tendencias de los Cuarenta
Simultáneamente, aparece la revista Espadaña, en la que a través de un tono dramático y pesimista, muchos autores expresan su disconformidad con el mundo caótico, teniendo lugar los primeros indicios de protesta social y política.
Otras tendencias poéticas menores fueron la poesía intimista de la revista Cántico, de corte romántico y en la que se exalta el arte puro; y una poesía más cercana a las vanguardias, cultivada por la revista Postismo (abreviatura de postsurrealismo).
Poesía en el Exilio
Los poetas exiliados tras la Guerra Civil escriben en los primeros años sobre la derrota, la nostalgia de la patria perdida, el anhelo de regreso, y el régimen franquista, al que criticaron con dureza. Más adelante, asimilada su condición de exiliados, sus poéticas evolucionan de forma diferente. Esto sucede con la mayoría de poetas del 27, también con autores como José Moreno Villa, Concha Méndez o León Felipe.
Años Cincuenta: Poesía Social
Durante los años 50 continúan su labor poética muchos autores de posguerra. La poesía dominante en este periodo es el REALISMO SOCIAL, que se caracteriza por el lenguaje sencillo y coloquial, y por la importancia que cobra el contenido frente a la estética. La poesía se concibe como una herramienta de conciencia social y que debe colaborar en la transformación de la realidad. Autores como Blas de Otero exaltan el lema de Juan Ramón Jiménez «a la inmensa mayoría» y la poesía de Antonio Machado se revaloriza. Los poetas más destacados son Blas de Otero y Gabriel Celaya.
Blas de Otero
BLAS DE OTERO se inicia con la poesía existencial desarraigada que indaga sobre la existencia del ser humano y que interroga con angustia a un Dios que no responde. Su estilo destaca por un tono dramático y tenso, que se refleja con el uso de encabalgamientos que rompen modelos estróficos clásicos. En esta etapa englobamos Ángel fieramente humano y Redoble de conciencia, posteriormente recogidos en un solo libro titulado Ancia. En su etapa social se centra en la preocupación por España y sus poemas muestran la dolorosa lucha a favor de la justicia, la libertad y la paz. En este periodo publica En castellano y Que trata de España.
Gabriel Celaya
GABRIEL CELAYA escribe la poesía social más directa y de mayor carga política de los años 50, con obras como Las cartas boca arriba y Cantos iberos. Su carácter crítico se caracteriza por una fusión de lo culto y lo popular. Destaca su tono irónico.
Repetición de Tendencias Menores (Contenido Original)
Simultáneamente, aparece la revista Espadaña, en la que a través de un tono dramático y pesimista, muchos autores expresan su disconformidad con el mundo caótico, teniendo lugar los primeros indicios de protesta social y política.
Otras tendencias poéticas menores fueron la poesía intimista de la revista Cántico, de corte romántico y en la que se exalta el arte puro; y una poesía más cercana a las vanguardias, cultivada por la revista Postismo (abreviatura de postsurrealismo).
Repetición de Poesía en el Exilio (Contenido Original)
Los poetas exiliados tras la Guerra Civil escriben en los primeros años sobre la derrota, la nostalgia de la patria perdida, el anhelo de regreso, y el régimen franquista, al que criticaron con dureza. Más adelante, asimilada su condición de exiliados, sus poéticas evolucionan de forma diferente. Esto sucede con la mayoría de poetas del 27, también con autores como José Moreno Villa, Concha Méndez o León Felipe.
Repetición de Años Cincuenta: Poesía Social (Contenido Original)
Durante los años 50 continúan su labor poética muchos autores de posguerra. La poesía dominante en este periodo es el REALISMO SOCIAL, que se caracteriza por el lenguaje sencillo y coloquial, y por la importancia que cobra el contenido frente a la estética. La poesía se concibe como una herramienta de conciencia social y que debe colaborar en la transformación de la realidad. Autores como Blas de Otero exaltan el lema de Juan Ramón Jiménez «a la inmensa mayoría» y la poesía de Antonio Machado se revaloriza. Los poetas más destacados son Blas de Otero y Gabriel Celaya.
Repetición de Blas de Otero (Contenido Original)
BLAS DE OTERO se inicia con la poesía existencial desarraigada que indaga sobre la existencia del ser humano y que interroga con angustia a un Dios que no responde. Su estilo destaca por un tono dramático y tenso, que se refleja con el uso de encabalgamientos que rompen modelos estróficos clásicos. En esta etapa englobamos Ángel fieramente humano y Redoble de conciencia, posteriormente recogidos en un solo libro titulado Ancia. En su etapa social se centra en la preocupación por España y sus poemas muestran la dolorosa lucha a favor de la justicia, la libertad y la paz. En este periodo publica En castellano y Que trata de España.
Repetición de Gabriel Celaya (Contenido Original)
GABRIEL CELAYA escribe la poesía social más directa y de mayor carga política de los años 50, con obras como Las cartas boca arriba y Cantos iberos. Su carácter crítico se caracteriza por una fusión de lo culto y lo popular. Destaca su tono irónico.
ca arriba y Cantos iberos. Su carácter crítico se caracteriza por una fusión de lo culto y lo popular. Destaca su tono irónico.
El Teatro Español desde la Posguerra hasta los Años Cincuenta
En los años posteriores a la guerra, el teatro muestra la miseria cultural del país. Sin embargo, no se produce en la escena española una ruptura tan abrupta con la tradición anterior como en el caso de la novela. Se aprovecha esa tradición teatral para la propaganda política o ideológica o como evasión de la realidad para el público. A la muerte y exilio de autores, directores y actores habría que añadir las presiones comerciales e ideológicas para explicar la pobreza que afecta a este teatro.
El teatro de los años cuarenta está condicionado por la sociedad burguesa y dirigido a su ideología. Representa una realidad falsificada, es anticuado y desprecia la experimentación.
Años Cuarenta: Comedia Burguesa y Teatro de Humor
Durante los años cuarenta sobresalen dos corrientes: una comedia burguesa en la línea de la alta comedia de Benavente y un teatro de humor.
La Comedia Burguesa
La COMEDIA BURGUESA se caracteriza por la cuidada construcción, la importancia de la intriga y la alternancia entre escenas humorísticas y sentimentales. Los personajes que aparecen en estas obras pertenecen a clases acomodadas; los temas más frecuentes están relacionados con los asuntos matrimoniales; y los ambientes suelen ser interiores de casas burguesas. Los autores más destacados son Luca de Tena, Edgar Neville y el propio Benavente hasta su fallecimiento.
El Teatro de Humor
Por otro lado, en cuanto a EL TEATRO DE HUMOR, también son frecuentes en la posguerra las obras humorísticas poco trascendentes; los únicos autores interesantes son:
Enrique Jardiel Poncela: Aunque su ideología es afín a la de los escritores conservadores que triunfan en la época, se considera que es un gran innovador. Sus obras se caracterizan por la imaginación y lo absurdo. Todas parten de una premisa inverosímil, con la que se encadenan diálogos ingeniosos de personajes misteriosos y dominados por la locura. Sus obras más conocidas son Eloísa está debajo de un almendro y Los ladrones somos gente honrada.
Miguel Mihura: Su caso revela las limitaciones del teatro comercial español durante el siglo XX: su primera comedia, Tres sombreros de copa, no se representó hasta veinte años más tarde. Esto tuvo consecuencias: por un lado, impidió que a partir de ella se consolidara en ese momento una línea de renovación del teatro y por otro lado, cortó las alas literarias de Mihura, que no regresaría al teatro hasta los años cincuenta. En esta obra se critica la mediocridad de la burguesía. Se respeta la estructura clásica. Sin embargo, la transgresión formal viene dada por las situaciones insólitas y los juegos lingüísticos.
Más adelante se decantaría por comedias más convencionales como El caso de la señora estupenda o Maribel y la extraña familia.
Teatro en el Exilio
En los países americanos prosigue la actividad dramática de los exiliados españoles. Destacamos el caso de Margarita Xirgu, quien estrenó allí obras tan significativas como La casa de Bernarda Alba (Lorca) o La dama del alba (Casona).
Destacamos la obra de dos autores:
MAX AUB: Compuso importantes obras teatrales durante el exilio como Cara y cruz. Tratan sobre la Guerra Civil, los campos de concentración, el nazismo y sus secuelas o el exilio. Destaca por su carácter realista.
ALEJANDRO CASONA: Entre las obras escritas en el exilio destacan Prohibido suicidarse en primavera o Los árboles mueren de pie. Se caracterizan por su lenguaje poético y por el conflicto entre realidad y fantasía.
Años Cincuenta: Realismo Social en el Teatro
También en el teatro se puede hablar desde mediados de los años 50 de REALISMO SOCIAL. Sin embargo, cabe destacar que el teatro comercial sigue predominando entre el público burgués. No obstante, en los círculos universitarios comienzan a desarrollarse piezas críticas con la dictadura.
Ante la dificultad que tienen estas obras para llegar a ser representadas, surgen dos posturas:
El Posibilismo: Decide suavizar su crítica para poder llegar a los escenarios. Destaca Antonio Buero Vallejo.
El Imposibilismo: Pretende expresarse con toda libertad ignorando la censura. Destaca Alfonso Sastre.
Rasgos Característicos del Teatro Social-Realista
Este teatro social-realista trata temas relacionados con la injusticia social y la explotación obrera. Se presentan personajes marcados por su condición de víctima. Con respecto al lenguaje, estas obras se alejan del refinado lenguaje de la alta comedia y se sirven de una lengua directa, violenta y provocadora, en la que priman formas populares y coloquiales. Estéticamente, la escena imita espacios cotidianos.
Antonio Buero Vallejo: Compromiso y Evolución
El dramaturgo de mayor interés durante el periodo franquista es ANTONIO BUERO VALLEJO. Su producción está marcada por el compromiso ante los temas humanos, ya sean de tipo existencial o social.
En su teatro pueden distinguirse varias etapas:
Teatro Existencial (hasta finales de los cincuenta): Historia de una escalera, que contrasta con el teatro español de la época. También destacan En la ardiente oscuridad o La tejedora de sueños. Abundan en estas obras los símbolos, la fantasía y el misterio.
Etapa de Crítica Social más Decidida (hasta finales de los sesenta): Con el estreno de Un soñador para un pueblo se abre una nueva etapa en su teatro: el drama histórico. La ambientación histórica es un recurso para sortear la censura; sería su modo de hacer un teatro posible, trasponiendo los problemas actuales al pasado, por lo que los espectadores tendrían que entender los conflictos de siglos anteriores como una alegoría del presente.
Otras obras: Las Meninas, El concierto de San Ovidio y El tragaluz.
Teatro Último (Equilibrio e Innovación): Busca el equilibrio entre la preocupación social y la innovación formal. En los años setenta, introduce novedades técnicas como los efectos de inmersión (ya presentes en alguna obra de su etapa anterior), que ayudan a mejorar la experiencia del espectador con la presencia de sueños o visiones y el empleo de efectos sonoros. Algunas obras de este periodo son La fundación o Caimán.
