Este documento aborda aspectos fundamentales de la literatura española del siglo XX, centrándose en la contextualización de obras y autores clave dentro de sus respectivos movimientos y épocas.
1. Carmen Laforet y la Novela de Posguerra: Nada
d) Identificación del autor y obra. Contextualización en la historia de la literatura.
El fragmento pertenece a la novela Nada (1945), escrita por Carmen Laforet, una obra clave de la literatura española del siglo XX y ganadora del primer Premio Nadal. Se considera una novela iniciadora de la narrativa de posguerra en España, escrita desde una mirada femenina, introspectiva y existencial.
Laforet se enmarca en la posguerra española, una etapa literaria marcada por la represión del franquismo, la censura y un ambiente de desesperanza. Aunque no formó parte oficialmente de ninguna generación literaria, su novela comparte rasgos con el realismo existencial, anterior al realismo social de los años 50. Nada es una obra profundamente renovadora en su lenguaje, sensibilidad y enfoque narrativo, mostrando una España gris, opresiva, donde la protagonista, Andrea, vive un proceso de maduración marcado por el conflicto emocional, la pobreza, la decadencia familiar y la pérdida de ilusiones.
El estilo de Laforet combina la sencillez expresiva con una gran carga simbólica y emocional. El ambiente claustrofóbico de la casa familiar, la incomunicación y el vacío existencial reflejan no solo una experiencia personal, sino la de toda una generación que busca sentido y libertad en un mundo dominado por el silencio y la miseria.
2. Miguel Hernández y la Poesía del Amor Trágico: El rayo que no cesa
a) Identificación del autor y obra. Contextualización en el marco de la historia de la literatura.
El poema pertenece a Miguel Hernández, poeta alicantino de la primera mitad del siglo XX, asociado a la Generación del 36 o del grupo de escritores vinculados a la Guerra Civil. El texto forma parte del poemario El rayo que no cesa (1936), una de sus obras más destacadas, centrada en el tema del amor apasionado, herido y trágico.
Miguel Hernández es un autor singular que conecta con las principales corrientes de su tiempo: el neopopularismo de Lorca, el barroquismo de Góngora y Quevedo, y la poesía más comprometida ideológicamente. Su obra combina la inspiración clásica y popular con una expresión intensa y desgarradora, reflejo de su vida breve y turbulenta.
En el contexto de la literatura de la posvanguardia, su poesía se caracteriza por una gran fuerza emotiva, imágenes potentes y un lenguaje que mezcla lo culto y lo popular. En El rayo que no cesa, el amor se convierte en un tema central, tratado con una intensidad dramática que anticipa el tono existencial y dolorido de sus obras posteriores, marcadas por la guerra, la prisión y la muerte.
3. La Renovación del Teatro Español en el Siglo XX: Valle-Inclán y Lorca
En las primeras décadas del siglo XX, el arte es especialmente fértil. Se produce una explosión creativa, de cuya diversidad da idea la multitud de movimientos estéticos y renovadores que se suceden y solapan en pocos años: el modernismo y las vanguardias. En este contexto, el teatro español ofrece una clara dicotomía:
- Por una parte, un teatro que triunfa porque goza del favor del público burgués y de los empresarios atentos a sus gustos (teatro benaventino, de Jacinto Benavente).
- Por otra parte, se realizan repetidos intentos de renovación que se estrellan contra las barreras comerciales o el gusto establecido.
3.1. Ramón María del Valle-Inclán y el Esperpento
Centrándonos en este teatro renovador, Valle-Inclán y Lorca se alzarán como cumbres de tales inquietudes, aunque también habrá otros autores de la Generación del 98 que innovarían como, por ejemplo, Unamuno (Fedra), Azorín (Lo invisible) o Gómez de la Serna (Los medios seres).
Sin embargo, Valle-Inclán fue la cumbre del teatro de la Generación del 98, iniciándose en un teatro modernista (El Marqués de Bradomín) y llegando a la cumbre artística con la creación del esperpento (con su obra más representativa Luces de Bohemia y con la trilogía de Martes de Carnaval).
El esperpento es una técnica literaria que se basa en una distorsión de la realidad para realizar una crítica de los males de la sociedad. Así, mostró en su teatro una visión grotesca, deformada de la realidad que le sirve como reflejo de la época que le tocó vivir.
3.2. Federico García Lorca y el Teatro Poético
Por último, Lorca sobresale en la Generación del 27 como renovador del teatro, pues depura el teatro poético, incorpora las vanguardias y tiene como propósito acercar las representaciones al pueblo. Lleva a escena destinos trágicos, pasiones condenadas a la soledad o a la muerte. Sus principales influencias fueron el drama rural, los clásicos del Barroco, el teatro de títeres y la vanguardia.
Cabe destacar que Lorca tuvo varias etapas en su producción, pero en su época de plenitud fue en la que aunó el rigor estético y el alcance popular, y es aquí donde escribió La Casa de Bernarda Alba, meses antes de que fuera fusilado en la Guerra Civil española. Otras obras representativas de Lorca son Yerma y Bodas de sangre.