La Poesía Española de los Años 40 y 50: Arraigada y Desarraigada
La poesía española de las décadas de 1940 y 1950 se articula principalmente en torno a dos corrientes fundamentales: la poesía arraigada y la poesía desarraigada.
Poesía Arraigada: El Canto del Régimen
La poesía arraigada fue cultivada por autores afines al régimen franquista. Se caracterizó por centrarse en temas intemporales y tradicionales como el amor, la religión, la familia, el paisaje y la belleza. Su ideología conservadora se reflejaba en una visión del mundo esperanzadora y optimista, que sus autores describían como coherente y ordenada. En cuanto a la forma, los poetas arraigados retomaron las formas clásicas.
Autores Destacados de la Poesía Arraigada:
- Leopoldo Panero
- Luis Rosales
- José García Nieto
- Dionisio Ridruejo
Poesía Desarraigada: La Angustia Existencial
En contraste, la poesía desarraigada fue cultivada por aquellos autores que manifestaban su desacuerdo con el franquismo. Esta corriente reflejó la profunda angustia de sus creadores ante la realidad que vivían y padecían. Se caracterizó por una desolación palpable tras los horrores de la Guerra Civil, la injusticia y la humillación.
Aunque también abordaron la religión, lo hicieron de una manera angustiada, dramática y crítica, sintiendo que Dios los había abandonado en un mundo dominado por la soledad y el sufrimiento, tanto en la vida como en la muerte.
La poesía desarraigada adoptó una temática más realista, tratando temas como las miserias sociales, la hostilidad de la existencia humana y la injusticia. En su métrica, predominó el verso libre o el versículo, aunque también se cultivaron el soneto y otras estrofas clásicas y populares.
Autor Emblemático de la Poesía Desarraigada:
- Dámaso Alonso: Su obra Hijos de la ira es un claro ejemplo de esta corriente, plasmando una visión nihilista y un tono desgarrador. Es importante señalar que Alonso, inicialmente inscrito en la Generación del 27, posteriormente evolucionó hacia la poesía desarraigada.
La Poesía Social en España: Década de 1950
La poesía social emerge en España durante la década de 1950 como una corriente literaria comprometida. Se caracteriza por su firme propósito de denunciar las desigualdades sociales y la falta de libertades políticas bajo el régimen franquista. Además, incorpora la preocupación existencial ya presente en la poesía desarraigada.
Los autores de esta corriente conciben la poesía como un arma transformadora, capaz de influir en la realidad política y social, buscando concienciar a los lectores sobre la injusticia imperante.
Precursores y Autores Clave de la Poesía Social:
- Miguel Hernández: Considerado el principal precursor de la poesía social, cultivó esta vertiente en su etapa madura. Obras como Viento del pueblo y El hombre acecha son ejemplos destacados de su compromiso social.
- Blas de Otero: Inicialmente cultivó una poesía existencial, para luego derivar hacia la poesía social, abordando temas como la injusticia, la miseria y la violencia. Entre sus obras más representativas se encuentran Pido la paz y la palabra y Que trata de España.
- Gabriel Celaya: Sus libros más destacados pertenecen a la poesía social. Celaya es conocido por su célebre frase que define la poesía como un “arma cargada de futuro”. Obras como Las cartas boca arriba y Cantos ibéricos son fundamentales en su trayectoria.
- José Hierro: Aunque en un primer momento se acercó a la temática social con obras como Tierra sin nosotros y Quinta del 42, posteriormente evolucionó hacia una poesía más personal, concibiendo la realidad como un enigma que el verso puede expresar.