Panorama Literario Español: Poesía, Novela y Teatro (1940-1970)

La poesía social

Los poetas buscan un acercamiento a la mayoría, se produce el paso del yo al nosotros. Surgirá así una corriente de poesía social, que cristaliza en la obra de Blas de Otero, Gabriel Celaya y Ángela Figuera Aymerich y que será predominante en la década de los 50 hasta aproximadamente 1965. Esta poesía nació por unas causas muy concretas: la situación nacional y europea al término de la Segunda Guerra Mundial, las tensiones internas de la Guerra Fría y el propósito de colaborar en la transformación de esta situación social, a lo que debe unirse el ambiente literario.

Sus presupuestos estéticos son claros: Una poesía realista, de orientación narrativa y vocación eminentemente comunicativa, en la que predominaba el tema sobre la forma, con tendencia a la sencillez y la repetición de estructuras formales, incluso una deliberada tendencia hacia el prosaísmo.

Los temas, a partir de sus presupuestos ideológicos, son los que afectan a la colectividad:

  • Solidaridad e injusticia
  • Guerra
  • Recuperación del tema de España en reflexiones políticas sobre la sociedad española
  • En la época final, motivos internacionales: capitalismo, Vietnam, Che Guevara…

Junto a Blas de Otero, los más destacados son Gabriel Celaya y Ángela Figuera Aymerich. Obras significativas son:

  • Cantos Íberos de Gabriel Celaya
  • Pido la paz y la palabra de Blas de Otero
  • El grito inútil de Ángela Figuera

La novela desde 1940 a los años 70

La Guerra Civil supuso un profundo corte en la evolución literaria española debido a una serie de razones:

  1. La muerte de algunos de los grandes modelos de la novela del siglo XX.
  2. El exilio obligado de otros autores que habían comenzado a destacar en la década de los años treinta.
  3. Las nuevas circunstancias políticas y la censura impiden que se siga con una tendencia de novela de corte social que se venía haciendo. La novela que se inicia después del año 1939 debe comenzar de nuevo.

La crítica literaria ha señalado tres etapas sucesivas:

  • Posguerra
  • Realismo social
  • Renovación técnica

Varias generaciones de novelistas se han ido incorporando a lo largo de estos años.

El realismo social en la novela

En los años 50 se produce un gran auge en la novela. En esta década la censura se relaja y este hecho permitirá la aparición de novelas en las que la denuncia de la pobreza, persecución e injusticia sean los temas predominantes. A esta tendencia se ha llamado novela social o realismo social.

La novela social, como subgénero narrativo con unos condicionamientos formales y temáticos específicos, se da como fenómeno literario en la década que va de los cincuenta a los sesenta.

Algunos autores:

  • Ignacio Aldecoa
  • Carmen Martín Gaite
  • Jesús Fernández Santos

Desde una posición ideológica, se proponen dar testimonio de la realidad histórica y social y así se desarrolla una novela realista de actitud crítica. El novelista no acepta la realidad tal como es y pretende explicarla poniendo de relieve sus mecanismos profundos y denunciándola.

El enfoque es objetivista: el novelista se comporta como un observador de la realidad. Y se sitúa entre el compromiso moral y una posición política explícita.

Características:

  • Abandono de los aspectos técnicos y formales para dar valor al contenido y subordinar a él los procedimientos formales.
  • La estructura del relato es sencilla y se tiende a la narración lineal.
  • Condensación espacial y temporal (los lugares suelen ser únicos o cambiar poco).
  • Concentra su acción en un corto espacio de tiempo.
  • Preferencia por los personajes colectivos, desplazando al protagonista individual.
  • Predominio del diálogo; ceden la palabra a los personajes como manifestación directa de su conducta y pensamientos. Por ello, existe un esfuerzo por reflejar los rasgos lingüísticos propios de los distintos grupos sociales a los que se adscriben los personajes.
  • Persiguen la sencillez y la claridad, y emplean un lenguaje directo: la frase sencilla, los giros coloquiales, las formas lingüísticas populares y los vulgarismos.
  • Los temas principales son la dureza de la vida en el campo, el mundo del trabajo urbano, la ciudad, las clases trabajadoras, la burguesía, la Guerra Civil y sus consecuencias.

El teatro español de posguerra

El teatro en los años 40 y 50: la alta comedia

En los años 40 y 50 se representa un teatro oficial: el llamado drama burgués, una comedia intrascendente, pretendidamente costumbrista.

Los temas son propios de la comedia burguesa:

  • Honor
  • Celos
  • Infidelidades
  • Conflictos generacionales

…que siempre alcanzaban un buen fin. Muestran el dominio del diálogo.

Los autores más destacados son: José María Pemán y Edgar Neville. Estos escriben la llamada comedia de ilusión, por su buen tono y elegancia.

La comedia del humor

Destacan dos autores: Enrique Jardiel Poncela y Miguel Mihura. Son renovadores del humor, anticipadores del teatro del absurdo.

Miguel Mihura fue director y escritor de revistas de humor, la más popular La Codorniz. En 1932 escribe Tres sombreros de copa, donde con un humor absurdo se presenta el conflicto entre el individuo y las convenciones sociales, pero no fue representada hasta 1952.

Mihura evolucionó hacia un teatro más comercial: continuó sorprendiendo al público con la espontaneidad. Entre sus obras merecen destacarse:

  • Ni pobre ni rico, sino todo lo contrario
  • El caso de la mujer asesinada
  • La tetera

Intentos renovadores

Por lo que se refiere al teatro no comercial, el grupo de Arte Nuevo constituye el primer intento de teatro experimental de arte y ensayo. Duró dos años y logró la representación de veintitrés piezas dramáticas. En este grupo participó Alfonso Sastre.

En 1945 se recupera el Premio Lope de Vega, que en 1949 se concedería a un autor novel: Antonio Buero Vallejo.

El teatro realista de Antonio Buero Vallejo

Historia de una escalera es su primera obra, estrenada en 1949, ofrecida por primera vez en la posguerra, una versión no idealizada de la realidad.

Podemos dividir su producción en tres etapas:

1ª etapa realista:

Pertenecen a esta etapa una serie de obras cuyo tema central lo constituye la realidad contemporánea. La acción se sitúa en un tiempo real y un espacio escénico que reproduce lugares concretos. Algunas obras de este periodo son Historia de una escalera.

Introduce algunos elementos innovadores, como los lugares insólitos:

  • Una escalera
  • La azotea

2ª etapa de reflexión histórica:

Se inicia en 1958. Escribe una serie de obras de tema histórico en las que se sirve del pasado para reflexionar sobre el presente, con lo consiguiente burlar la censura. A este recurso se le denominó posibilismo.

Pertenecen a esta etapa Las Meninas

En estas obras se da la discontinuidad temporal y la acción se sitúa en lugares escénicos abstractos.

Al final de esta etapa se escriben dos obras de transición. Introduce personajes intermedios entre la historia y el público que interrumpen, narran y comentan.

3ª última etapa:

Se caracteriza por el punto de vista subjetivo. La acción llega al espectador a través de la visión subjetiva de uno de los personajes, que padece alguna limitación física o psíquica.

Algunos títulos son La fundación y La detonación.

El teatro de protesta y denuncia: Alfonso Sastre

Con esta etiqueta se designa a un grupo de autores de posguerra que por motivos políticos no pudieron publicar sus obras. Alfonso Sastre siempre se ha preocupado por la investigación teórico-práctica del hecho dramático.

Impulsa la renovación de las formas dramáticas y la búsqueda de métodos hacia el cambio social revolucionario.

Sus obras, dotadas de una técnica y una fuerza dramática indiscutible, se distinguen en tres etapas:

1ª época:

Teatro metafísico, de inquietud existencial, sobre la guerra atómica.

2ª época:

Teatro de crítica social «dramas de la revolució»), sobre la destrucción de los poderosos en la Guerra Fría.

3ª etapa:

Tragedia compleja. Corresponden a este periodo sus últimas obras, como Crónicas romanas.

Últimas tendencias (desde 1975)

La restauración de las libertades democráticas a partir de 1975 posibilitó la llegada a los escenarios de buena parte del teatro que había permanecido soterrado, invisible. Nos encontramos una gran diversidad de tendencias. Vemos algunas de las más significativas:

a) Obras de técnica vanguardista:

Que continúan las experimentaciones del periodo anterior. En esta tendencia destacan Francisco Nieva, Fernando Arrabal y los grupos del teatro independiente.

b) Obras de técnica y orientación realista:

Tenemos por un lado obras de tema histórico y contenido crítico, frente a sus obras de corte más comercial. José Luis Alonso de Santos es un maestro de la comedia de costumbres, ambientada en la ciudad moderna con los problemas que en ella se encuentran:

  • Paro
  • Delincuencia

c) Nuevas obras de autores ya consagrados:

Que se han ido adaptando a las nuevas tendencias y a los nuevos problemas de nuestra sociedad.

Autores, obras y personajes destacados

  • Miguel Mihura, Tres sombreros de copa: Paula y Dionisio.
  • Antonio Buero Vallejo, El concierto de San Ovidio: Priorato, David, Sor Lucía.
  • Alfonso Sastre, Escuadra hacia la muerte: Pedro, Javier, Luis, Cobas.
  • José Luis Alonso de Santos, Bajarse al moro: Jaimito, Chusa, Alberto…
  • Camilo José Cela, La colmena: Don Roberto, el niño que canta flamenco, Purita, Martín, Doña Margot.
  • Jesús López Pacheco, Central eléctrica: Higinio.
  • Ignacio Aldecoa, Solar del Paraíso: Pío, María, Ramón, Pascual.
  • Rafael Sánchez Ferlosio, El Jarama: Mely, Alicia, Santos.

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