Personajes y Simbolismo en La Casa de Bernarda Alba: Un Vistazo Profundo

Personajes y Simbolismo en La Casa de Bernarda Alba

La obra de Federico García Lorca, La casa de Bernarda Alba, presenta un elenco de personajes complejos, cada uno con un simbolismo profundo que contribuye a la atmósfera opresiva y al desarrollo del drama. A continuación, se detallan los perfiles de los personajes principales y secundarios, así como los elementos clave que configuran el universo de la obra.

Personajes Femeninos y sus Significados

Angustias es la hija mayor de Bernarda Alba y, por lo tanto, la heredera de toda la fortuna familiar. Tiene 39 años y desea casarse con Pepe el Romano para así salir de la casa de su madre, donde no es feliz. El nombre de Angustias cobra el significado de “deprimente y oprimida”, reflejando su estado emocional y su situación vital.

Magdalena es la segunda hija de Bernarda. Su nombre es bíblico y hace referencia al dicho de “llorar como una Magdalena”, lo que subraya su carácter deprimido, triste y su facilidad para el llanto. Magdalena tiene 30 años y es la hija que más se ha entristecido por la muerte de su padre. Siente envidia de su hermana mayor, Angustias, por casarse y poder salir de la casa de su madre.

Amelia es la tercera hija de Bernarda Alba. Amelia tiene 27 años y su nombre significa “la de carácter noble”, siendo la más amable de las cinco. Aunque tiene un papel secundario, también es víctima de los malos tratos por parte de su madre, por lo que también desea escapar de la casa. Además, mantiene la versión de que el novio de su hermana mayor solo quiere casarse con ella para quedarse con el dinero de su padre.

Poncia es la criada que más años lleva al servicio de la familia. Tiene 60 años y su nombre está relacionado con el bíblico Poncio Pilatos. Bernarda y Poncia se criaron juntas desde niñas, por lo que es la confidente más fiable de Bernarda, aunque en realidad la odia por cómo se comporta. Además, Poncia es la criada principal y sabe todo lo que ocurre en la casa y todo lo que las hijas pretenden esconder a Bernarda.

María Josefa es la madre de Bernarda Alba y tiene 80 años. Su nombre es bíblico y representa tanto a la madre (María) como al padre de Jesús (José). A esta anciana la consideran trastornada, pero encarna el único personaje capaz de criticar y de decir la verdad delante de Bernarda. Por este motivo, Bernarda la mantiene encerrada en su habitación o en el desván.

Prudencia es una amiga y vecina de Bernarda que las visita para interesarse por el estado de la familia tras el fallecimiento del marido de Bernarda. Su nombre quiere decir “vieja prudente y sabia”, lo que se alinea con su rol en la obra.

La Criada es una señora de 50 años que sirve en casa de Bernarda y que, como todas, odia a su señora por su hipocresía y tiranía. Además, se intuye que en algún momento mantuvo algún romance (unilateral o no) con el difunto marido de Bernarda.

La hija de la Librada era una muchacha del pueblo que fue condenada por los aldeanos por mantener relaciones extramatrimoniales, quedarse embarazada y asesinar al bebé para ocultar su deshonra. Ocultó el cadáver, pero unos perros lo descubrieron, por lo que las gentes del pueblo decidieron tomarse la justicia por su mano y asesinarla también por su crimen. Todas parecían conformes con el castigo ejemplar de la muchacha, menos Adela, que reaccionó con un sufrimiento visible por el destino de la vecina.

Personajes Masculinos y su Influencia

Pepe el Romano se configura como un personaje clave en el devenir de la obra, pese a no aparecer nunca en escena. Mantiene una relación interesada con Angustias, lo que, sin duda, se convierte en el generador de conflicto. Es concebido por todas las hijas como un elemento liberador del mundo cerrado de Bernarda.

Elementos Dramáticos Clave

El Espacio: La Casa como Prisión

En cuanto al espacio en el que transcurre el fragmento, es la casa familiar de estilo andaluz que pertenecía a la familia de Bernarda. En ella, Bernarda y sus hijas deben permanecer con puertas y ventanas cerradas durante los ocho años que dure el luto. Concretamente, la acción del fragmento transcurre en (…).

El Tiempo: La Opresión Temporal

Con el propósito de ahogar el discurrir temporal (no se sabe con exactitud cuánto tiempo transcurre entre el primer acto y el tercero), la acción dramática parece desarrollarse en una única jornada de un caluroso verano. Sí sabemos que el tercer acto tiene como marco temporal la noche, momento de encuentros amorosos que dan lugar al drama. El fragmento carece de referencias temporales explícitas.

El Lenguaje: Reflejo de la Sociedad y el Poder

Federico García Lorca utiliza un lenguaje estándar y acorde a la cultura de los personajes, que no dejan de ser mujeres aldeanas con un nivel intelectual medio-bajo, a pesar de su supuesto estatus social dentro del pueblo. Utiliza así numerosas metáforas, dichos y refranes propios del lenguaje coloquial de la época. Además, en el lenguaje se refleja la severidad y el control que ejerce Bernarda sobre sus hijas con una profusión de verbos en imperativo: «…».

Por otra parte, es pertinente señalar que las acotaciones transmiten una información escénica muy precisa en las que predominan las indicaciones sobre movimientos de personajes («…»), tonos de voz requeridos («…») y sonidos («…»).

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