Poema a mi amada

Annabel Lee de Edgar Allan Poe

 El autor de este poema es Edgar Allan Poe, de nacionalidad estado unidense, nacido en Boston, Masachucces en la época del siglo XX.

El titulo de este poema es Annabel Lee clasificándose como epónimo, ya que concuerda con el nombre de uno de los personajes, emblemático porque nombra a la persona de la que se va a hablar en el poema, y simbólico ya que representa a un personaje.

La historia trata de un hombre muy enmarado de una mujer que finalmente muere. Este poema tiene un narrador interno que adopta en ciertas oportunidades una actitud conversacional con el lector, como se puede apreciar en el pasaje: “… cuyo nombre os daré a conocer…”,

Annabel Lee se caracteriza como Romanticismo, un movimiento artístico que ejerció una influencia absolutamente predominante en varias manifestaciones del arte y la cultura en Europa, desde el siglo XVIII hasta el siglo XIX. el romanticismo se caracteriza por el predominio de las emociones y de los sentimientos.

El poema se inicia “Hace ya muchos años, muchos años”. Acá el yo lírico nos ubica en el tiempo, en un pasado remoto, muy similar comienzo con los cuentos de hadas, intención que se intensifica con la ubicación espacial, la historia narra en verso, sucede en “un reino junto al mar turquí”. Este es un lugar mítico que evoca un mundo de fantasía y de evasión de la realidad, característica propia del ser romántico. El color turquesa, azul, refuerza la idea del misterio, de zona desconocida. En ese lugar mágico “vivía un a muchacha” de quien nos da a conocer su nombre, ya anticipado en el titulo “Annabel Lee”. De ella sabemos que es joven, o más aún casi una niña que tiene un solo objetivo: vivir para amarlo. En estas palabras se desea destacar otra característica del ser romántico, el egocentrismo. Este aspecto también lo podemos apreciar cuando dice, “yo era un chiquillo, y ella una chiquilla”. Aquí el yo lírico recurre al desorden lógico-gramatical, hipérbaton, expresión típica del yoísmo romántico.

Los serafines, son sobrenaturales, puros. Estoa a pesar de ser seres de luz, cercanos a lo divino, casi perfectos en amor, experimentan envidia del sentimiento sublime de los jóvenes.

En la siguiente estrofa, a través de la metáfora, “soplara el viento de una nube helando a mi bella adorada Annabe Lee” nos informa de la desgracia que le ocurrió a su mujer, ha muerto. También es posible darse cuenta del amor que él sentía y además poder observar que seguramente ella era perfecta para él. Luego continúa dando una breve información sobre los padres de su bella; por ultimo nos dice lo cruel y doloroso que fue haberla perdido y también la forma cruel de cómo se la arrancan y llevan para sepulcral cerca del mar turquí.

Para continuar vuelve a insistir que los ángeles, seres casi divinos, cercanos a lo perfecto, enviaban su amor tan puro,  a tal punto que los presenta casi como culpables de la muerte de su amada.

Lo que sigue es una estrofa hiperbólica porque hay varias exageraciones para acentúa la idea de su amor tan perfecto como el de Dios y de los ángeles. Posee una antítesis entre el cielo, en donde se encuentran los serafines, y el mar turquí, lugar de connotación negativa que aloja a los demonio. El “mar turquí” es el lugar donde se amó con si bella, lugar perfecto y propio para ese amor. Los demonios van hacia allí, ya que representan el mal, y este va hacia lugares donde se encuentra el bien, el mar turquí. Ni las dos fuerzas opuestas mas poderosas del mundo (bien y mal) podrán apagar o terminar con el amor.

Como en el resto del poema, en dicha estrofa, se observa una alteración del orden sintáctico para darle musicalidad al poema y así generar una tono infantil. Esto se puede ver en la sita textual: “pero fue mas inmenso el amor nuestro”.

Presenta versos cesurados en dos hemistiquios, cuando dice: “que el de aquellos, mas graves que yo fui, que el de aquellos, mas listos que yo fui”. Podemos observar que iguala su amor con el de los ángeles, que son seres puros y de luz, llevando una vida solitaria. Su visión de dicho amor era como algo sublime, puro, noble, semejante al de dos adolescentes que se enamoran por primera vez.

Él se refiere a su amada como “bella adorada” mediante una adjetivación que tiene como fin resaltar su esencia de mujer ángel y entonces se puede apreciar una concepción femenina del romántico.

Por último, en la última estrofa, aparecen imágenes propias de la naturaleza evocadas por el yo lírico, propio del romanticismo.

La luna y las estrellas, elementos nocturnos que reflejan la presencia constante de la joven. Esto se debe a que él ve la muerte de su amada como algo angelical. Vemos entonces el eufemismo para atenuar la muerte de Annabel Lee, y evitar el sentimiento de dolor.

En la sita, “flujo y reflujo…” tiene que ver con la luna y la marea. La luna ejerce una fuerza a todos en la naturaleza; Annabel Lee manipula la naturaleza y forma parte de ella, siendo esto una metáfora.

Si ella no mira las estrellas, ellas no van a aparecer, el agua no se va a mover, la compara con una diosa.

Encontramos una adjetivación, cuando menciona “triste, sepulcro, abandonado”, siendo otra característica del romanticismo.

En el pasaje, “duermo junto a mi esposa Annabel Lee…” vemos el tálamo nupcial de ellos, la tumba.

Dentro del acto ficticio de este poema, él muere junto a ella. Por esto se dice que es un amor noble, aunque no se hayan casado ella es su esposa, y duermen juntos en su sepulcro.  


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