Poesía humanizada Dámaso alonso

Tema 6. Novecentismo o Generación del 14. Carácterísticas de la novela y el ensayo. Juan Ramón Jiménez


Epígrafe 6.1. El Novecentismo o Generación del 14: definición y carácterísticas

Introducción histórica

El desastre del 98 y pérdida de las últimas colonias fue la gota que colmó el vaso de la crisis española desatando un auténtico colapso social y económico. Al atraso económico y educativo se uníó el agotamiento político, pues el sistema de la Restauración era incapaz de resolver los problemas. En 1902 accede al trono Alfonso XII en pleno auge de las ideas regeneracionistas, que pretendían modernizar al país mediante el desarrollo económico y educativo. Pero esta tendencia renovadora se encontrará con la resistencia conservadora: Iglesia, élites económicas y Ejército. Esto provocará el aumento de la conflictividad obrera, que será reprimida duramente. Los sucesivos gobiernos no lograrán parar la tensión que culminará con en el golpe de Primo de Rivera en 1923. Es en este contexto donde se sitúa el Novecentismo

Definición y principales representantes

Se conoce con el nombre de Generación del 14 (por su coincidencia con la Primera Guerra Mundial) o Novecentismo (término acuñado por uno de sus componentes, Eugenio d’Ors) a un grupo de escritores españoles, cronológicamente situados entre el Modernismo y la Generación del 98 por un lado, y por otro la Generación del 27.

Para ellos la inteligencia, la disciplina en el trabajo y la perfección artística son los valores más apreciados en el arte. Desde el punto de vista estético, proclaman la deshumanización de la obra de arte y el intelectualismo, lo que favorecerá la penetración y consolidación de las vanguardias europeas en España. Su objetivo principal es renovar estéticamente la literatura y el arte de la época, acercándolo a la modernidad propia del Siglo XX. Los escritores pertenecientes a este grupo generacional abordaron diferentes aspectos del saber, sin ceñirse exclusivamente al ámbito literario. Algunos fueron intelectuales de renombre. Tuvieron una función esencial los ensayistas, entre los que sobresalen Ortega y Gasset, Eugenio d’Ors, Manuel Azaña o Américo Castro. El Novecentismo también dio importantes novelistas, como Ramón Pérez de Ayala, Gabriel Miró o Wenceslao Fernández Flores, y, aunque el movimiento se circunscribe casi exclusivamente al ámbito de la novela y el ensayo, también se suele estudiar como miembro de esta generación al inclasificable poeta
Juan Ramón Jiménez.

En las obras de estos escritores se pueden rastrear ciertos rasgos comunes, rasgos que no se reducen solo a la forma de concebir la literatura, sino también a otros factores, como las circunstancias sociales y políticas del momento:

  • Frente a la generación anterior, autodidacta y anarquizante, los novecentistas se caracterizan por su sólida formación intelectual y por la sistematización de sus propuestas. De ahí la pulcritud frente a la bohemia modernista; y el examen racionalista y objetivo de los problemas, en contraste con el irracionalismo y la angustia existencial del 98.
  • Los novecentistas se sienten atraídos por la cultura europea y analizan los problemas de España desde esa nueva perspectiva. Su propuesta consiste en modernizar intelectualmente al país, frente al casticismo del 98.

Pero este movimiento no será solamente teorizador. Se produce una incorporación a la vida activa y oficial para aprovechar los resortes del poder en la transformación del país. Quieren llevar a cabo sus propuestas, y para ello participan activamente en la vida política y social de España.

La generación del 14 se caracteriza también por su intelectualismo:
El rechazo del sentimentalismo y la exaltación personal les lleva al análisis racional del arte.

Esto se relaciona con otro de sus principales planteamientos: el “arte puro”: el arte ha de perseguir como finalidad única el placer estético, debe alejarse del sentimentalismo noventayochista buscando una mayor objetividad.

De esa concepción del arte surge la preocupación por la forma:
La estética novecentista tiene como principal objetivo la obra bien hecha, estructuralmente perfecta, totalmente acabada y revisada, sin defectos o partes de menor calidad literaria. El contenido es importante, pero también lo es la forma en la que se transmite, por ello se cuidan todas las convenciones literarias. Este anhelo de perfección conduce a la depuración máxima del lenguaje, a la pulcritud de las formas y, con ello, a una complejidad que convierte el arte en algo minoritario. El movimiento novecentista se inspira en los modelos clásicos griegos y latinos, cuya serenidad y elegancia son apreciadas e imitadas.

Tema 6. Novecentismo o Generación del 14. Carácterísticas de la novela y el ensayo. Juan Ramón Jiménez


Epígrafe 6.2. La novela (Ramón Pérez de Ayala) y el ensayo (José Ortega y Gasset) novecentistas.

LA NOVELA NOVECENTISTA

La novela sigue en dos líneas principalmente: por un lado, es una novela que continúa los modelos narrativos anteriores, es decir, los modelos realistas, es una novela de éxito. Y por otro lado, una novela que pretende renovar el género, apartándose del Realismo y Naturalismo, y continuando los intentos del Modernismo y 98. Esta, última, minoritaria, presenta cuatro tipos fundamentales: el lirismo, el intelectualismo, el humor y la deshumanización.

  • EN la novela lírica destaca Gabriel Miró (Nuestro padre San Daniel y El obispo leproso) ofrece una prosa trabajada al máximo, como si fuera verso. La acción tiende a desaparecer, ya que el autor suele detenerse en la elaboración formal. La descripción es la base de la novela, y al autor le interesa sobre todo, la emoción que producen los objetos.
  • En la novela de humor destaca W Fernández Flores (El bosque animado). Son narraciones con técnica realista que utilizan el humor como medio para reflejar la crítica social, por eso se va haciendo cada vez más negro, crítico e intelectual.
  • La novela deshumanizada. Benjamín Jarnés. Es una forma narrativa muy compleja e intelectual. (al estilo de lo que estaban haciendo en Europa novelistas de la talla de Joyce, Mann, Proust). No tienen estas novelas argumento, así que caen en la meditación y la reflexión, se da el perspectivismo, y la mayoría son de estructura circular
  • En la novela intelectual resalta RAMÓN PÉREZ DE AYALA, novelista que buscó la experimentación tanto en su forma de escribir, como en los temas seleccionados, de carácter intelectual. Asimismo, innova en cuanto a las técnicas narrativas utilizadas.

Se pueden diferenciar varias etapas en su producción, que se corresponden con diferentes enfoques literarios:

  1. Las novelas autobiográficas (1907-1913) tienen un personaje común: Alberto Díaz de Guzmán, pseudónimo bajo el que el autor cuenta sus años escolares con los jesuitas o la vida bohemia de la época. Las más famosas: La pata de la raposa y Troteras y Danzaderas. El tema es el reflejo de la crisis espiritual que se produce en España desde principios del Siglo XX. Como recursos técnicos hay que destacar la forma tradicional de narrar (realista) y la narración autobiográfica en primera persona.
  2. Etapa de novela lírica, crítica social y renovación narrativa (1914-1920) está representada por las novelas Prometeo o La caída de los limones. El tema principal es la degradación de la vida moderna. Son innovadoras en cuanto a la técnica, ya que pierde importancia el argumento, emplea recursos esperpénticos, y el perspectivismo (descripción y opinión).
  3. Novelas intelectuales, a partir de los años 20, tratan temas como el honor o el amor desde una perspectiva intelectualizada (pierde importancia la acción, los personajes son símbolos de ideas y predominan las reflexiones sobre distintos temas. Destaca Belarmino y Apolonio. Técnicamente continúa con el perspectivismo de la etapa anterior.

EL ENSAYO NOVECENTISTA En el Novecentismo se inscriben intelectuales, pensadores y filósofos que convierten el ensayo en instrumento principal de divulgación ideológica en su intento de europeizar España y buscar un arte puro y centrado en la forma. Sus máximos representantes son Ortega y Gasset y Eugenio d’Ors, pero junto a ellos destacan figuras tan relevantes como Manuel Azaña, Américo Castro, Gregorio Marañón o Claudio Sánchez Albornoz.

José Ortega y Gasset Nacíó en Madrid (1883-1955) y vivíó unido al periodismo y a la política, ocupando un lugar destacado en la vida intelectual española durante la primera mitad del Siglo XX. Es uno de los filósofos más importantes de la historia de España, cuya obra aborda temas sociológicos, filosóficos, históricos y, por supuesto, literarios.

Podemos clasificar los ensayos de Ortega según el tema tratado:

  • En los ensayos filosóficos (¿Qué es filosofía?), la postura que toma es el ratiovitalismo, es decir, en oposición a los irracionalismos filosóficos toma como objeto de la filosofía la propia vida humana (“yo soy yo, y mis circunstancias”).
  • En los ensayos de tema político y sociológico, (España invertebrada y La rebelión de las masas) pretende dar una explicación de las causas de la decadencia española y proponer una solución. Esta decadencia está provocada por la “disgregación” debida a los nacionalismos, los particularismos de clase y la indisciplina de las masas). La propuesta de solución al problema es la negación de la democracia, que debe ser sustituida por un sistema de gobierno donde dominen las minorías cultas y preparadas para llevarlo a cabo.
  • En los ensayos de tema artístico y literario (Ideas sobre la novela, Idea del teatro y sobre todo La deshumanización del arte). Expone cómo debe ser la nueva concepción de la novela:  debe dejar de ser descriptiva (como era la realista del XIX, que no plantea temas nuevos, ni exige al público culto), para ser “presentativa”, ya que el lector nuevo prefiere el juicio, la opinión del autor. Además la nueva novela debe ser un género lento, que describa más la atmósfera, que la acción.

El más interesante de sus ensayos es La deshumanización del arte. En él pretende caracterizar la nueva forma de ver el arte y la literatura en los autores jóvenes (los novecentistas y vanguardistas): es un arte puro en el que se eliminan los contenidos humanos y sentimentales; las herramientas del nuevo arte son la metáfora y el humor; es un arte intelectual e impopular (para minorías); un arte que se entiende como juego.

Tema 7. Las Vanguardias: tendencias y carácterísticas. Ramón Gómez de la Serna


Epígrafe 7.1. Las Vanguardias: definición y rasgos comunes.

                        En los inicios del Siglo XX se agudizó la crisis iniciada en el último tercio de la centuria anterior. El mercantilismo y la cosificación, derivados de la pérdida de valores espirituales de la sociedad capitalista, llevaron a la puesta en cuestión de los principios que regían el mundo occidental. La Primera Guerra Mundial (1914-1919) desencadenó entre los jóvenes europeos una conciencia de fin de época.
Estos reaccionaron contra el mundo de los mayores: contra sus presupuestos racionalistas y sus valores pragmáticos, que habían conducido al desastre. En este contexto surgieron las vanguardias.
(El término vanguardia es un término militar, parte de una fuerza armada que va por delante de la fuerza principal).

Cuando se habla de vanguardia se distinguen dos etapas evolutivas, aunque en ocasiones conviven en el tiempo:

– Los felices años 20, con una vanguardia alegre y confiada, donde predomina una expresión intelectual, donde el humor, el juego y el perspectivismo son factores importantes.

  • Los hoscos años 30, en la que se prefiere la impureza, menos racional pero de raíces humanas y con variable implicación en la lucha política y social.

CarácterÍSTICAS DEL ARTE DE VANGUARDIA

                        Se denominan vanguardias los movimientos artísticos que se desarrollaron a principios del Siglo XX con voluntad de rebeldía frente a la concepción del arte basada en la imitación de la realidad.

                        Estos movimientos mantuvieron el gusto por lo excepcional y lo extraño heredado del simbolismo y sus programas ideológicos y estéticos se difundieron por medio de manifiestos y revistas de gran importancia en la cultura de la época. Aun desde posturas muy diferentes, reunieron una serie de carácterísticas comunes que tuvieron profunda repercusión en el arte y la literatura:

Antirrealismo y autonomía del arte

El rechazo de la realidad se tradujo en la supresión de cualquier elemento que vinculara la obra de arte al mundo real. Esta debía ser autónoma y no perseguir otro fin que el estético.
Se elimina de la obra la anécdota y el sentimiento para liberar el poema de cualquier concomitancia realista o humana. Persiguen mundos puramente poéticos.

Irracionalismo

El deseo de que la poesía se sustentara en sí misma potenció el culto por la imagen (recurso que permite vincular objetos alejados en la realidad en una relación puramente poética), que permitía establecer relaciones entre seres y objetos que no se dan lógicamente. De este modo, los textos vanguardistas se impregnaron de irracionalismo.

Afán de originalidad

Las vanguardias buscaron la belleza en lo diferente u original.
Los artistas defendieron su individualismo y rechazaron la masificación de la sociedad.  El resultado fue un arte minoritario, destinado a  un selecto grupo de entendidos.
En poesía, esta actitud condujo al hermetismo del texto, solo accesible para una élite, y a un rechazo de la tradición literaria en lo que respecta a géneros temas y formas.

Experimentación estética

Los movimientos de vanguardia llevaron al límite el afán de experimentación, que ya había caracterizado al Modernismo. El desarrollo de la pintura en esos años atrajo a los poetas de vanguardia quienes llegaron a concebir el poema como un objeto visual. El deseo de experimentación es también observable en algunas propuestas de abolición de los signos de puntuación.
En la búsqueda de nuevas formas poéticas triunfó el uso del verso libre, ideal para transmitir las asociaciones libres, es decir aquellas que no obedecen a ninguna causalidad consciente.

Tema 7. Las Vanguardias: tendencias y carácterísticas. Ramón Gómez de la Serna


Epígrafe 7.2. Los movimientos de Vanguardia en Europa: Expresionismo, Futurismo, Cubismo, Dadaísmo y Surrealismo.

Los movimientos de vanguardia, también denominados –
ismos, se sucedieron con rapidez y tuvieron desigual trascendencia.

  1. El Futurismo


    Surgíó en Italia, bajo la dirección del escritor Marinetti, que publicó su Primer manifiesto en 1909. En él proclamaba su antirromanticismo y ensalzaba la civilización mecánica y urbana y las nuevas tecnologías. La literatura acogíó nuevos temas: el automóvil, el avión, las fábricas, las muchedumbres, el cine, el deporte, el riesgo, la violencia, el patriotismo…. En su afán de ruptura con la tradición, los futuristas reclamaron una renovación total del lenguaje poético.

2 El Cubismo


Nacíó como vanguardia pictórica liderada por Picasso, Braque y Juan Gris. Supónía la descomposición de la realidad en formas geométricas y ofrecía una nueva manera de observar el mundo real que implicaba la yuxtaposición de planos. Esta forma de presentar el objeto sedujo a poetas como el francés Guillaume Apollinaire, autor de Caligramas (1918) en el que los textos se dispónían en la página como verdaderos objetos visuales.

  1. El expresionismo:


    como el Cubismo se desarrolló vinculado a la pintura. Surgíó en los países germánicos en 1905. Los temas se refieren a la angustia, el miedo la opresión, el mundo moderno masificado e inhumano. Se caracteriza por el uso de imágenes intensas y violentas, la deformación de personajes y situaciones y la insistencia en el poder de lo irracional.
  1. El dadaísmo


    El escritor rumano Tristan Tzara fundó el dadaísmo en 1916 durante la Primera Guerra Mundial con el objeto de escandalizar a la sociedad capitalista que había llevado al hombre a la destrucción. Reivindicaba la negación total, la rebeldía. Los artistas dadá se opusieron a cualquier convencíón y reclamaron para el arte la destrucción de las normas, la incoherencia y el valor de la intuición y el inconsciente.

5. El Surrealismo


Surgíó de algunos componentes del grupo dadá, una vez cumplida la etapa de negación absoluta. Su fundador fue André Bretón, quien redactó el Primer Manifiesto Surrealista en 1924.

      Influidos por las teorías de Sigmund Freud, la meta de los surrealistas fue la búsqueda de la verdadera realidad mediante la exploración del inconsciente, que aflora cuando la razón no controla los instintos, como ocurre en los sueños.  Buscan atrapar la realidad desde la absoluta libertad, una realidad que no es ni la real ni la de los sueños, sino otra diferente en la que cesen las contradicciones entre ambas.

      Para tratar de transmitir la visión de ese mundo que está más allá de la realidad percibida por los sentidos, se recurríó, en un primer momento, a técnicas como la escritura automática, que consistía en escuchar el curso del pensamiento y escribir todo lo que pasaba por la mente sin que interfiera la razón o lógica alguna. Posteriormente este técnica se fue depurando y utilizaron un procedimiento que favoreciera el acceso al inconsciente por medio de imágenes y símbolos. Si se trataba de transmitir una realidad nueva, había que utilizar una estética nueva, un lenguaje que no estuviera contaminado de realidad. El resultado son obras de difícil comprensión pero de gran valor poético.

Tema 7. Las Vanguardias: tendencias y carácterísticas. Ramón Gómez de la Serna


Epígrafe 7.2. Los movimientos de Vanguardia en Europa: Expresionismo, Futurismo, Cubismo, Dadaísmo y Surrealismo.

Los movimientos de vanguardia, también denominados –
ismos, se sucedieron con rapidez y tuvieron desigual trascendencia.

  1. El Futurismo


    Surgíó en Italia, bajo la dirección del escritor Marinetti, que publicó su Primer manifiesto en 1909. En él proclamaba su antirromanticismo y ensalzaba la civilización mecánica y urbana y las nuevas tecnologías. La literatura acogíó nuevos temas: el automóvil, el avión, las fábricas, las muchedumbres, el cine, el deporte, el riesgo, la violencia, el patriotismo…. En su afán de ruptura con la tradición, los futuristas reclamaron una renovación total del lenguaje poético.

2 El Cubismo


Nacíó como vanguardia pictórica liderada por Picasso, Braque y Juan Gris. Supónía la descomposición de la realidad en formas geométricas y ofrecía una nueva manera de observar el mundo real que implicaba la yuxtaposición de planos. Esta forma de presentar el objeto sedujo a poetas como el francés Guillaume Apollinaire, autor de Caligramas (1918) en el que los textos se dispónían en la página como verdaderos objetos visuales.

  1. El expresionismo:


    como el Cubismo se desarrolló vinculado a la pintura. Surgíó en los países germánicos en 1905. Los temas se refieren a la angustia, el miedo la opresión, el mundo moderno masificado e inhumano. Se caracteriza por el uso de imágenes intensas y violentas, la deformación de personajes y situaciones y la insistencia en el poder de lo irracional.
  1. El dadaísmo


    El escritor rumano Tristan Tzara fundó el dadaísmo en 1916 durante la Primera Guerra Mundial con el objeto de escandalizar a la sociedad capitalista que había llevado al hombre a la destrucción. Reivindicaba la negación total, la rebeldía. Los artistas dadá se opusieron a cualquier convencíón y reclamaron para el arte la destrucción de las normas, la incoherencia y el valor de la intuición y el inconsciente.

5. El Surrealismo


Surgíó de algunos componentes del grupo dadá, una vez cumplida la etapa de negación absoluta. Su fundador fue André Bretón, quien redactó el Primer Manifiesto Surrealista en 1924.

      Influidos por las teorías de Sigmund Freud, la meta de los surrealistas fue la búsqueda de la verdadera realidad mediante la exploración del inconsciente, que aflora cuando la razón no controla los instintos, como ocurre en los sueños.  Buscan atrapar la realidad desde la absoluta libertad, una realidad que no es ni la real ni la de los sueños, sino otra diferente en la que cesen las contradicciones entre ambas.

      Para tratar de transmitir la visión de ese mundo que está más allá de la realidad percibida por los sentidos, se recurríó, en un primer momento, a técnicas como la escritura automática, que consistía en escuchar el curso del pensamiento y escribir todo lo que pasaba por la mente sin que interfiera la razón o lógica alguna. Posteriormente este técnica se fue depurando y utilizaron un procedimiento que favoreciera el acceso al inconsciente por medio de imágenes y símbolos. Si se trataba de transmitir una realidad nueva, había que utilizar una estética nueva, un lenguaje que no estuviera contaminado de realidad. El resultado son obras de difícil comprensión pero de gran valor poético.

Tema 7. Las Vanguardias: tendencias y carácterísticas. Ramón Gómez de la Serna


Epígrafe 7.3. Las Vanguardias en España: Creacionismo y Ultraísmo. Ramón Gómez de la Serna.

En el comienzo del Siglo XX se produjo en España una apertura cultural hacia Europa. El desarrollo del Vanguardismo español está marcado por hechos determinantes:

– En 1909, Ramón Gómez de la Serna publicó la traducción del Manifiesto futurista y en 1910, la Primera proclama futurista a los españoles, en la revista Prometeo. La influencia del Futurismo en la poesía española no fue decisiva, pero dejó su huella en la elección de ciertos temas relacionados con la vida moderna, los avances técnicos, el deporte, etc.

– En 1918 llegó a España el poeta chileno Vicente Huidobro, fundador del creacionismo junto con Pierre Reverdy.

– En 1925 se publicó la traducción  del Manifiesto surrealista de Bretón.
El Surrealismo, impulsado por el poeta Juan Larrea después de su etapa creacionista, fue la vanguardia de mayor influencia en España. Supuso el inicio de la rehumanización del arte.

– Durante el conflicto bélico español las inquietudes del momento llevan hacia un nuevo ‘Romanticismo’ y hacia el ocaso de la vanguardia.

Todas estas técnicas que venían de Europa se utilizaron y combinaron con lo mejor de la tradición literaria española, y de esa síntesis entre vanguardia y tradición salíó uno de los mejores momentos de la literatura española. En general, por tanto fueron muy bien recibidas y acogidas, y de ellas el Surrealismo, si bien no se aceptaba la técnica de la escritura automática, fue la vanguardia que mejor les sirvió para canalizar las profundas crisis personales que atravesaron los poetas españoles.

RAMÓN GÓMEZ DE LA SERNA

La más temprana manifestación de la vanguardia española se debe a Ramón Gómez de la Serna. A través de la revista Prometeo y de su tertulia en le café Pombo, Gómez de la Serna ejercíó una importante labor creadora y de divulgación de los movimientos de vanguardia a principios de siglo. Aunque su literatura muestra coincidencias con las distintas vanguardias europeas su marcado individualismo lo llevó a fundar un ismo propio: el ramonismo.

Fue un escritor puro, en el sentido de que no intervino en asuntos políticos o sociales. Concebía el mundo como un circo grotesco, al que describía con humor, pero también con alguna nota de amargura. Fue la encarnación plena del espíritu y de las actitudes de vanguardia, defendíó y difundíó las nuevas corrientes.

Gómez de la Serna cultivó diversos géneros, su obra es muy extensa: cuentos, novelas, en todos ellos rompe con los moldes de los géneros. Pero entre toda su producción destacan las greguerías, que él mismo definíó como metáfora más humor. Este sentido lúdico revela una concepción del arte como juego propia de las vanguardias.

Las greguerías son textos breves, en los que partiendo de objetos o circunstancias cotidianas se ofrecen asociaciones que no responden a la lógica de la realidad y que producen un efecto de sorpresa.

Con las greguerías se expresa una visión fragmentaria de la realidad: transmiten sensaciones, pinceladas, ideas, juicios, enunciados muchas veces a modo de sentencias. Las técnicas para transmitir esa visión son variadas:

  • metáforas y comparaciones, a veces hiperbólicas, y asociaciones ingeniosas: de la uníón de viuda y viudo sale el niño vestido de luto.
  • Seudoetimologías, paranomasias y dilogías: monomaniaco: un mono con manía; era tan moral que perseguía las conjunciones copulativas.
  • Desautomatización de frases hechas y refranes: más vale soltar el pájaro que tenerlo en la mano; nunca es tarde si la sopa es buena.

Mas ejemplos: Las palmeras se levantan antes que los demás árboles. Daba besos de segunda boca. Las pasas son uvas octogenarias. El amor nace con el deseo de hacer eterno lo pasajero. Cartas que no llegan, corazón que descansa. El hielo se ahoga en el agua. Los puentes son las cejas de los ríos. En el fondo de los pozos suenan los discos de la luna.

Ultraísmo y Creacionismo

Estos movimientos parten de un mismo principio  basado en el predominio de la lírica y en el rechazo de toda poesía que intente imitar la realidad.

El ultraísmo nacíó bajo la guía de Rafael Cansinos-Assens con el fin de dar a conocer las últimas tendencias del arte (Futurismo, dadaísmo, Cubismo). Los ultraístas postularon la supresión de elementos narrativos y sentimentales, que solo aceptaban bajo el prisma de la ironía.

Rompieron el discurso lógico y dieron vital importancia a la percepción y a la metáfora. En lo formal introdujeron innovaciones tipográficas hasta llegar al caligrama. La producción de los ultraístas fue escasa: desarrollaron una tarea más bien teórica, divulgativa y de agitación. En esta tendencia se inscriben Guillermo de Torre, Pedro Garfias y Jorge Luis Borges.

Carácterísticas:

  1. El poema no transmite ningún mensaje. Es una creación libre que no se ajusta ni a la realidad ni a la lógica.
  2. La poesía es metáfora: el poema será una sucesión de imágenes y metáforas irracionales.
  3. Como los futuristas encuentran la belleza en los avances técnicos de la vida moderna (cine, la velocidad, los deportes…)
  4. Formalmente utilizan el verso libro y tipográficamente “dibujan” una imagen (caligramas).

El Creacionismo llegó a España de la mano de Vicente Huidobro y fue cultivado por Juan Larrea y Gerardo Diego. En su primera etapa, los creacionistas propónían la eliminación de la anécdota y los sentimientos.

Los creacionistas recuperaron del simbolismo la intención de crear una realidad propia en el poema que debía tener la capacidad de emocionar al lector (por qué cantáis a la rosa, ¡oh, poetas/ hacedla florecer en el poema).
El poeta se concebía como un ser conpotencialidades divinas que podía crear mundos con su poesía. Influido por la pintura y la música: Huidobro fomentó el empleo de dos recursos:

  • La superposición de imágenes, a semejanza del Cubismo, que debían crearse sin referentes reales y basarse en puras asociaciones fónicas o en relaciones semánticas inusuales.
  • La creación del ritmo por medio de la disposición tipográfica y espacial del poema en la página, y una cuidada selección y posición de las palabras.

Carácterísticas:

  1. El poeta es un pequeño Dios: el poema no debe imitar a la naturaleza sino crear belleza como ésta.
  2. El poema es autosuficiente. Se explica por si mismo, tiene que ser bello en sí, sin recurrir al mundo exterior.
  3. Se prescinde de los signos de puntuación. Las imágenes se yuxtaponen unas a otras.

8. La Generación del 27: carácterísticas. Autores y obras principales

Epígrafe 8.1. La Generación del 27: definición y carácterísticas generales.

1. Componentes

                        A lo largo de los años 20 van a ir irrumpiendo en el panorama literario español una serie de poetas, de edad parecida, nacidos entre 1892 y 1906, que constituirán la llamada generación del 27. Los poetas que la componen son, fundamentalmente, los siguientes:

Pedro Salinas (1892-1951): Razón de amor. La voz a ti debida

Jorge Guillén (1893-1984): Cántico

Gerardo Diego (1896-1987): Imagen, Versos humanos, Alondra de verdad

Dámaso Alonso (1898-1990): Poemillas de ciudad. Hijos de la ira.

F. García Lorca (1898-1936): Romancero gitano. Poeta en Nueva York

Vicente Aleixandre (1898-1984): Ámbito. Espadas como labios. La destrucción o el amor. Sombra del paraíso.

Emilio Prados (1899-1962): Seis estampas para un rompecabezas

Luis Cernuda (1902-1963):La realidad y el deseo.

Rafael Alberti (1902-1999): Marinero en tierra. Sobre los ángeles

Manuel Altolaguirre (1905-1959): Las islas invitadas

Podemos hablar de varios rasgos que aglutinan a todos ellos:

  • Casi todos han sido profesores durante un tiempo de sus vidas.
  • Mantuvieron contactos personales y fueron amigos entre sí.
  • Hay un grupo andaluz (Lorca, Alberti, Prados, Aleixandre, Cernuda, Altolaguirre) y otro castellano (Salinas, Guillén,, G. Diego, D. Alonso)
  • En el año 1927 se celebra en el Ateneo de Sevilla el tercer centenario de la muerte de Góngora. Es un acto al que todos ellos se suman gustosos de tal manera que ha servido de base para dar nombre a la generación. A partir de este año los itinerarios creadores de la mayoría de ellos irán por caminos paralelos hasta 1936 año en que, por causa de la guerra, se dispersan: Lorca muere, otros van al exilio y sólo quedan en España D. Alonso, G. Diego y V. Aleixandre.

2. Raíces de la Generación

Se pueden rastrear en todos ellos una serie de influencias comunes:

  • G. A.

    Bécquer

    Punto de arranque de toda la poesía moderna española por la expresión de su personalidad en un tono simbólico-intimista.
  • A:
    Machado simbolista y popularista (Soledades y Nuevas canciones, sobre todo)

  • Juan Ramón Jiménez

    Es el maestro inmediato. Fundamentalmente con su obra posterior al Diario de un poeta recién casado (de 1917 a 1930). J.R.J. Es el dictador de la poesía. De él tomarán el gusto por la poesía desnuda y por la poesía breve (que ya estaba en Bécquer)

  • R. Gómez de la Serna

    Uno de los primeros autores que introduce en España el arte de las Vanguardias. Creador de las «greguerías» o «poemas-imagen»: radiador: ruiseñor del invierno (J. Guillén)
  • Influencia de la tradición literaria española;
    Fundamentalmente el Cancionero tradicional, las poesías de tipo popular del Siglo de Oro, Garcilaso, Lope de Vega y, muy especialmente, Góngora.
  • Influencia de escritores extranjeros:
    Por la Residencia de estudiantes, donde vivía J.R.J. Y donde vivieron algunos de los intelectuales más representativos de la época (Lorca, Dalí, Buñuel), pasaron grandes figuras de la intelectualidad europea: Chesterton, P. Valery, P. Claudel, L. Aragón, H.G. Wells, etc.

3. Carácterísticas comunes de la poesía del 27

3.1. El punto central del 27 reside en que el valor del poema no está en el contenido sino en la expresión (en la adecuación significante/significado).

3.2. Dicho valor queda resaltado cuando se expresan contenidos deshumanizados.
El poema no es lugar para expresar la problemática del hombre. Se trata de prescindir en los poemas de lo social, lo sentimental, lo filosófico, o lo político. Esto supone la superación del Modernismo y de la Generación del 98 en favor de la deshumanización del arte:

«La masa, ante las obras artísticas, se fija en el contenido y no en la expresión. Aprecia el paisaje que se ve, pero no la ventana. El artista moderno valora la ventana como tal» (Ortega y Gasset)

A partir de 1931/-32 por influencia del Surrealismo y de la revista de Pablo Neruda “caballo verde para la poesía” se vuelve a una poesía cada vez más humanizada y preocupada por la problemática social del hombre

3.3. Para la Generación del 27 el arte es algo autosuficiente, se justifica por si mismo, de aquí deriva el sentimiento lúdico de la poesía (poesía como juego). En este contexto el valor del poema está en la calidad de las imágenes que se utilizan (culto a la imagen)
. Ortega dirá: «la poesía es el álgebra superior de las metáforas».

4. Tendencias poéticas

                        Cuatro tendencias se pueden observar en la actividad poética de la gente del 27:
dos que miran hacia el futuro (Poesía Pura y Vanguardismo) intentan desarrollar el simbolismo hasta llegar al irracionalismo; y dos que miran hacia el pasado (Popularismo y Neogongorismo) que incorporan elementos de la tradición.

4.1. Poesía Pura


Guillén la define como «todo lo que permanece en el poema después de eliminar lo que no es poesía».

Es la tendencia que más encarna el afán de deshumanización. Es una poesía cerebral, intelectual, carece de intereses humanos.

La obra capital es Cántico de J. Guillén. Otras obras que participan de esta tendencia son: Presagio y Seguro Azar de P. Salinas; Poemillas de ciudad y Poemas puros de D. Alonso; Perfil del aire de L. Cernuda y Ámbito de V. Aleixandre.

Este tipo de poesía es un episodio pasajero que en los últimos años del -20 hace crisis. En los años -30 la poesía comienza una tendencia totalmente opuesta, comienza a humanizarse. En 1935 se edita la revista «Caballo verde para la poesía» en la que aparece un manifiesto de P. Neruda en favor de una poesía sin pureza, rehumanizada.

4.2. Popularismo (o Neopopularismo)
: Por popularismo se entiende la poesía inspirada en la tradición popular: desde la imitación de lo popular hasta su estilización.

El popularismo español empieza siendo muy mimético: pretende reproducir el cantar popular; poco a poco se irá estilizando (canciones breves de J.R.J.) hasta llegar a la cumbre con la Generación del 27 donde se produce una incorporación a la poética vanguardista de elementos rescatados de la tradición. Alberti y Lorca son los dos poetas más significativamente neopopularistas:


R. Alberti:             

Marinero en tierra (1925)

                                      La amante (1926)

                                      El alba del alhelí (1927)


F. G. Lorca: Poemas (1921)

              Canciones (1927)

Poema del cante hondo (1931, pero escrito hacia el 21)

              Romancero gitano (1928)


              La poesía neopopularista de Lorca parte del flamenco, toma elementos del Siglo de Oro, tanto en poesía (Lope, Quevedo, Góngora) como en teatro (Tirso, Lope); y, finalmente, recala en las canciones infantiles. Con todo ello construye un mundo centrado en la Andalucía alta, tierra de tragedias en la que ocupan lugar importante motivos vinculados a la tierra adentro:

la muerte, la luna, el jinete, el caballo y el toro, los gitanos, el agua, los cuchillos y la sangre (emparentados con el tema de la muerte)

              El popularismo de Alberti se apoya en los cancioneros tradicionales, el Siglo de Oro (especialmente en Gil Vicente), y en el folklore infantil. Alberti construye un mundo en torno a la Andalucía baja, marinera, alegre y luminosa (en contraposición a la de Lorca que es nocturna y trágica). El centro de esta poesía será la vitalidad, la luz, los barcos, el mar, las salinas, los peces, jardines marinos, sirenas,…

              A partir de 1935/36 empieza a producirse un popularismo de carácter combativo y militante. Los poetas van tomando posiciones ideológicas a partir de las cuales hacen una poesía buscando el influjo y el adoctrinamiento de los lectores. Precisamente para que llegue a todas las capas sociales y cale en el corazón de todas las personas utilizan metros y recursos de la tradición popular.

4.3. Gongorismo (o Neogongorismo)


En 1927 se celebra el tercer centenario de la muerte de Luis de Góngora.
Los poetas del 27 ven en este poeta dos carácterísticas comunes con ellos:

– La deshumanización: Góngora desecha todo lo filosófico, político o sentimental para crear un mundo de belleza ornamental.

– Culto a la imagen a la metáfora y a la expresión poética bella.

              En el homenaje que se le tributa el secretario es Alberti, Lorca conferencia sobre la imagen poética y Dámaso Alonso publica su estudio sobre la lengua poética de Góngora; además edita, comentada, su obra más compleja:

Las Soledades

Los elementos gongorinos más admirados e imitados serán:

– La metáfora preciosa)

– La sintaxis: periodo amplio, frase larga, oraciones parentéticas, fuertes hipérbatos

– Léxico gongorino; incluso algunos motivos mitológicos.

– Métricos: uso de la silva, la octava real o esquemas derivados de estas estrofas.

              El gongorismo de la Generación del 27 puede rastrearse en la obra de los siguientes poetas:

Lorca: Romancero gitano y Poema del cante hondo

Alberti: Cal y canto (1929): llega a escribir una «Soledad tercera»

G. Diego: Fábula de Equis y Zeda.

Guillén y Aleixandre escribirán poemas a L. De Góngora tomando prestados muchos elementos típicos de este poeta.

M. Hernández: Perito en lunas y El rayo que no cesa

              Aunque quizá lo más perdurable haya sido la revalorización del poeta cordobés que lleva a cabo Dámaso Alonso

4.4. «-ismos» de Vanguardia (ver tema 7):

              Habían apuntado ya en el panorama europeo de los años anteriores al -20, sobre todo en Apollinaire, figura capital de todas las vanguardias, pero estallan y se difunden a partir de los felices años -20. Europa siente necesidad de olvidar la guerra y este afán lleva a una especia de frenesí vital: deporte, entusiasmo por los autos y la velocidad, cinematógrafo, gramófono, charlestón, Jazz, vanguardias artísticas.

  • En literatura el más importante es el Surrealismo.
    No es solamente un movimiento literario, sino todo un enfoque de la vida con manifestaciones de muy diversa índole. El inventor del término es G. Apollinaire que lo concibió para aludir a lo que el creía que estaba por encima de la realidad. El gran teórico del movimiento será el también francés A. Bretón que desarrolla las ideas de Apollinaire hasta culminar en el primer manifiesto surrealista de 1924:

«Automatismo psíquico por medio del cual nos proponemos expresar, sea verbalmente, sea por escrito o por cualquier otro modo, el funcionamiento real del pensamiento, con ausencia de todo control impuesto por la razón, con independencia de preocupaciones estéticas o éticas»

Este pensamiento es el inconsciente en las teorías de Freud.

Hacia los años -30 los más importantes poetas surrealistas acogerán las doctrinas marxistas.

              En literatura su vinculación con el simbolismo es muy importante. Es el primer intento masivo de superar el simbolismo. El simbolismo manténía una relación con el objeto real refrendada por sensaciones objetivas, ahora con el Surrealismo llegaremos al absoluto subjetivismo de la imagen:
Se asociarán realidades que nada tienen que ver unas con otras, son imágenes producidas por el subconsciente (fantasías oníricas, sexualidad,…).

En general todas las Vanguardias son movimientos de rebeldía contra lo establecido.

Los libros y poetas del 27 más destacados dentro del Surrealismo

                        R. Alberti: Sobre los ángeles (con mucho de simbolismo) y Sermones y moradas

                        V. Aleixandre: Espadas como labios y La destrucción o el amor

                        García Lorca: Llanto por Ignacio Sánchez Mejía y Poeta en Nueva York

                        L. Cernuda: Donde habite el olvido, Un río, un amor y Los placeres prohibidos

8. La Generación del 27: carácterísticas. Autores y obras principales

8.2. Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Vicente Aleixandre y Dámaso Alonso: carácterísticas y obras principales.

                        A lo largo de los años 20 van a ir irrumpiendo en el panorama literario español una serie de poetas, de edad parecida, nacidos entre 1892 y 1906, que constituirán la llamada generación del 27. Los poetas que la componen son, fundamentalmente, los siguientes:

Pedro Salinas (1892-1951): Razón de amor. La voz a ti debida

Jorge Guillén (1893-1984): Cántico

Gerardo Diego (1896-1987): Imagen, Versos humanos, Alondra de verdad

Dámaso Alonso (1898-1990): Poemillas de ciudad. Hijos de la ira.

F. García Lorca (1898-1936): Romancero gitano. Poeta en Nueva York

Vicente Aleixandre (1898-1984): Ámbito. Espadas como labios. La destrucción o el amor. Sombra del paraíso.

Emilio Prados (1899-1962): Seis estampas para un rompecabezas

Luis Cernuda (1902-1963):La realidad y el deseo.

Rafael Alberti (1902-1999): Marinero en tierra. Sobre los ángeles

Manuel Altolaguirre (1905-1959): Las islas invitadas

Miguel Herández (1910-1942): Perito en lunas. El rayo que no cesa

A continuación comentaremos la obra de cinco de los más sobresalientes:

Pedro Salinas (1891-1951)

Nace en Madrid. Su vida transcurrirá impartiendo clases en distintas universidades españolas y extranjeras. Tras la Guerra Civil se exilia a Estados Unidos. Además de poeta, fue crítico literario y también escribíó obras teatrales y relatos cortos.

Dentro de su trayectoria poética se suelen señalar tres etapas que coinciden a grandes rasgos con la evolución del grupo del 27.

Las obras más destacadas de su primera etapa son Presagio (1923), Seguro azar (1929) y Fábula y signo (1931). Se aprecia en ellas la influencia de la poesía pura de Juan Ramón y el gusto por los temas futuristas, pero impregnados por la sensibilidad del poeta, que muchas veces establece un diálogo con las cosas.

En la segunda etapa se sitúan sus mejores obras:
La voz a ti debida (1933), Razón de amor (1936) y Largo lamento (1939). El tema predominante en ellas es el amor, el poeta muestra este sentimiento como algo alegre y vital, inherente al ser humano, pero también como un sentimiento angustioso ante la pérdida o la separación de la amada.

En su tercera etapa, tras la guerra, su poesía se tiñe de dramatismo y dolor. Temas como la muerte, la guerra, la angustia y el exilio llenan libros como El contemplado (1946), Todo más claro (1949) y Confianza (1955).

Su estilo sigue la línea de la poesía esencial de Juan Ramón. Busca la belleza formal sobre todo a través de la inteligencia, lo que le lleva a utilizar recursos como la paradoja, juegos de ideas, metáforas insólitas, etc. Con un lenguaje poético cuidado y preciso, en versos casi siempre cortos y sin rima.

Jorge Guillén (1893-1984)


Nacido en Valladolid, ejercíó como profesor en distintas universidades españolas e inglesas. Tras el exilio continuó su labor docente en Estados Unidos. En 1977 se le concedíó el Premio Cervantes.

Se le considera el poeta más puro e intelectual, el más fiel a la poesía desnuda de Juan Ramón.

Su poesía parte de la realidad cotidiana para estilizarla hasta la esencia misma del concepto. Recogíó toda su producción poética bajo el título general de Aire nuestro, que se divide en cinco libros:
Cántico (su principal obra, que recoge poemas escritos a lo largo de 30 años, 1928 y 1950), muestra de forma clara y desbordante la alegría del hecho de estar vivo. La aceptación de la vida tal y como le ha sobrevenido, aun con sus dolores y miserias, es el gran tema del libro. Los objetos que le rodean, sus amigos, su familia, la luz de la naturaleza, son los elementos que contribuyen a que su poesía transmita plenitud y armónía. Guillén evita las penas y la nostalgia; y la muerte se acepta como algo natural. En Clamor (de 1957 a 1963), se reflejan todas las miserias y tristezas que rodean al poeta: denuncia en sus versos la injusticia, la opresión, la guerra y la situación de España, y el exilio. No obstante, no es una poesía completamente triste y desgarrada, sino llena de protesta y optimismo moderado ante todo lo negativo que le rodea. En Homenaje (1967) se recogen poemas dedicados a importantes personajes históricos y escritores como Homero, Fray Luis, Machado o Lorca, entre otros. En Y otros poemas profundiza en temas cotidianos, como el amor o la vejez, y, por último, en Final, acepta serenamente la vejez.

Jorge Guillén utiliza una forma de expresión muy elaborada, con supresión de palabras innecesarias, estructuras oracionales sencillas y con abundancia de exclamaciones. Es muy importante la abundancia de sustantivos porque designan la esencia de las cosas. En cuanto a la métrica, opta por versos cortas y estrofas clásicas como la décima, el romance o el soneto.

Gerardo Diego (1896-1987)


Nacíó en Santander y desde 1920 fue catedrático de literatura. Vanguardista desde sus comienzos en las filas del Creacionismo, cultivó al mismo tiempo formas y temas tradicionales. Tras la Guerra Civil permanecíó en España y, al contrario que sus compañeros, mostró claras simpatías hacia los vencedores.

Es difícil clasificar su obra por su variedad temática y de estilo, aunque se suelen distinguir dos etapas.

La primera, poesía de vanguardia, incluye poemarios de corte vanguardista caracterizados por el verso libre, la ausencia de puntuación o recursos gráficos, al estilo ultraísta. Los poemarios más importantes son Imagen (1922) y Manual de espumas (1924), cercano al Creacionismo con poesías alejadas de la realidad que incorporan recursos sorprendentes y disposiciones tipográficas peculiares.

La segunda etapa, denominada de poesía relativa, agrupa su poesía tradicional, caracterizada por el empleo de formas clásicas como el soneto o el romance, y que incluye obras como Versos humanos (1925), Sonetos a Violante (1962) o Nocturnos a Chopin (1963).

Su estilo se caracteriza por la utilización de varios registros, combinando con igual maestría las técnicas de vanguardia, sobre todo el uso de la imagen y el verso libre; y las formas más tradicionales, el soneto (es, quizás, el mejor sonetista de su generación) y el romance.

Vicente Aleixandre (1898-1984)


Nacíó en Sevilla, pero su infancia transcurríó en Málaga hasta que a los once años se trasladó definitivamente a Madrid. Su débil salud le impidió cualquier actividad profesional y se dedicó por entero a la poesía. Al acabar la guerra permanecíó en España y en 1977 se le concedíó del Premio Nobel de Literatura.

Su visión del mundo se apoya en tres pilares: el amor, la naturaleza y la muerte. Suelen señalarse tres etapas en su trayectoria, relacionadas con sus influencias y sus inquietudes.

La primera incluye Pasión por la tierra (1929), su primera obra surrealista y Espadas como labios (1932), en la que aborda el tema del amor omnipresente que destruye las limitaciones del ser humano. Otros títulos importantes son La destrucción o el amor, Mundo a solas, y sobre todo Sombra del paraíso, donde imagina un mundo libre de sufrimiento y de muerte; un mundo en el que la muerte y el amor se contraponen como aniquilación del ser humano frente a su íntima uníón con la naturaleza.

En su segunda etapa trata del ser humano y su mundo, especialmente el transcurrir de la existencia, por lo que adquiere importancia el tiempo y su circunstancia. Las principales obras son Historia del corazón (1954), en la que expresa su solidaridad y su esperanza en la gente; En un vasto dominio (1962) y Retratos con nombre (1965).

En su tercera etapa utiliza la poesía como meditación sobre su trayectoria vital y, en algunos poemas, se retoman procesos surrealistas utilizados en su primera etapa. A esta etapa pertenecen Poemas de la consumación (1968), serena reflexión sobre la vejez, y Diálogos del conocimiento (1971).

Aleixandre ha sido, en palabras de Luis Cernuda, “el mayor poeta que ha dado el Surrealismo español”. Su poética se basa en el uso de metáforas irracionales, no basadas en semejanzas, sino en su propia subjetividad. Es importante también para el autor el gran cuidado en el uso y distribución del léxico a lo largo del poema (verbos al final del verso, uso de conjunciones), paralelismos, anáforas, etc. Métricamente predomina el verso libre.

Dámaso Alonso (1898-1990)


Nacíó Madrid. Fue poeta, profesor, lingüista y crítico literario. Enseñó lengua y literatura españolas en diversas universidades de Alemania, EE.UU. Y España. Fue director de la Real Academia Española desde 1968 a 1982.

Su contribución más importante al grupo se produce al comienzo, cuando revaloriza magistralmente la figura de Góngora y descubre a los jóvenes autores y al mundo entero el enorme contenido mitológico y estético de la obra del cordobés. Su obra se divide en dos etapas.

La primera muestra la influencia de Juan Ramón Jiménez y de Antonio Machado en obras como Poemillas de la ciudad (1921) o El viento y el verso (1925). Oscura noticia, que se publicará tardíamente en 1944, perfila la angustia de la poesía posterior.

Con Hijos de la ira (1944) comienza su etapa de poesía desarraigada.
Esta obra es un grito de rebeldía contra la situación del hombre y del mundo. En larguísimos versículos, con un lenguaje abrupto y violento, que incluso da cabida a lo vulgar, protesta por el espectáculo del mundo en el que los hombres no son más que muertos en vida entre los que resulta imposible la comunicación. También pertenecen a esta etapa Hombre y Dios (1955), expresión de hastío y soledad; y Duda y amor sobre el Ser Supremo (1985), de tema religioso.

Tema 9. El teatro español anterior a 1936: tendencias, rasgos principales, autores y obras más significativas


9.1. El teatro comercial: teatro realista (Jacinto Benavente), teatro cómico (Pedro Muñoz Seca y Carlos Arniches) y teatro poético (Eduardo Marquina).

El teatro es un género literario que necesita ser representado por unos actores ante un público para estar completo. Esto explica que encontremos dos fuertes condicionamientos comerciales de las obras:

a. Por un lado, la necesidad de unos locales apropiados para la representación. En el período que vamos a analizar, esos locales son de propiedad privada y están orientados hacia el negocio.

b. Por otra parte, el público que en esta época asiste a las representaciones es mayoritariamente burgués y acomodado.

Los dos condicionantes expuestos traen dos claras consecuencias:

a. Una consecuencia ideológica: la escasa crítica social y compromiso político de las obras que buscan el éxito comercial.

b. Y una consecuencia estética: la casi inexistente innovación técnica del teatro orientado hacia un público que entiende el género como simple divertimento.

Estos condicionantes y sus consecuencias explicarán perfectamente que nos encontremos en el período anterior a la Guerra Civil con dos tendencias teatrales muy marcadas:

a. Un teatro comercial, orientado hacia un público burgués, escasamente crítico y que aporta pocas novedades técnicas. Esta tendencia es la que triunfa en las salas teatrales de la época.

b. Un teatro innovador, que pretende ofrecer un nuevo tipo de obras, bien por su carga crítica, bien por sus innovaciones técnicas, o bien por ambas. Esta tendencia, sin embargo, fue en su mayoría un fracaso comercial.

Teatro comercial

Dentro de esta tendencia nos encontramos con diferentes formas teatrales que van desde el teatro neorromántico de Echegaray (primer autor español galardonado con el premio Nobel de literatura) hasta las obras firmadas por los hermanos Machado. En general se trata de un teatro popular muy del gusto de la época, aunque hoy en día ha perdido gran parte de su valor y podemos afirmar que no contribuyó nada la renovación del teatro español.

  1. Teatro realista o comedia burguesa

En la primera mitad del Siglo XX se desarrolla un tipo de teatro que atrae al público en masa a las salas de representación. Este tipo de teatro está dirigido principalmente a las clases sociales acomodadas, es decir, la alta burguésía, y se convierte en la principal actividad de ocio de este período. Sus formas se ajustan al llamado teatro realista.

El máximo representante es Jacinto Benavente.
Su teatro pasa por dos etapas muy claras:

a. Intento de renovación técnica y de crítica social en su primera obra, El nido ajeno (1894). En esta obra analiza y crítica la situación de la mujer casada en la sociedad burguesa. Técnicamente también supuso un avance respecto al teatro que se hacía en su tiempo, sobre todo por el uso de un lenguaje marcado por la sencillez y la sobriedad.

b. Comedias de salón. Jacinto Benavente era un hombre de teatro que entendía el género como un medio de vida, más que como un arte. Este hecho explica que cambiara su forma de escribir al comprobar el fracaso de su primera obra. A partir de ese momento compuso obras que se ajustaban a los gustos del público de su tiempo, aunque nunca renunció a la introducción de una ligera crítica social. Son obras que se basan en el retrato de las clases burguesas altas: Representan ambientes e historias cotidianas con una muy ligera crítica de costumbres sociales, sobre todo, de la hipocresía y los convencionalismos sociales. Precisamente esa crítica se dirige a las clases sociales que lo siguen: la aristocracia y la alta burguésía, aunque el tono suele ser superficial y raramente moralizador.

La producción de Benavente es muy amplia –comprende 162 obras–, de las que destacamos: La noche del sábado (1903) extiende su crítica a toda la aristocracia europea para concluir que la hipocresía de las clases privilegiadas no es algo propio sólo de España. En 1907 publica su obra más conocida, Los intereses creados. El argumento no está situado ni temporal ni espacialmente y recuerda al teatro clásico español. Dentro de una ambientación rural se sitúan dos de las obras principales de Benavente: Señora ama (1908) y La malquerida (1913), en las que continúa con la crítica social enmarcada, en este caso, en un pueblo. Por último, destacaremos La ciudad alegre y confiada (1916), continuación de Los intereses creados, aunque más agresiva y polémica. La actitud conservadora que se trasluce en todas las obras de Benavente se aclara con ocasión de la Primera Guerra Mundial, ya que nuestro autor se une al bando Germánófilo, con lo que se aparta de la ideología de los intelectuales más importantes de su época. Posteriormente, tras la Guerra Civil Española, Benavente se declara partidario de las tropas del general Franco, como demuestra su oportunista visión de la guerra en Aves y pájaros (1940). El teatro de Benavente ha sido tildado de acomodaticio, puesto que ofrece al público lo que éste solicita.

2. El teatro de humor

En esta primera mitad del Siglo XX se desarrolla un nuevo género teatral heredero de las tramas musicales de la zarzuela o género chico:
el sainete, originalmente era un solo acto de carácter jocoso. Poco a poco, en el último tercio del Siglo XIX, las obras de zarzuela fueron perdiendo la parte musical y, en ellas, la acción de los personajes fue ganando importancia, convirtiéndose en un teatro cómico, popular y desenfadado.

Se caracteriza por su ambientación popular; sus temáticas amorosas con final feliz; lenguaje sencillo y, fundamentalmente, muchas situaciones humorísticas.

Entre los autores de esta tendencia debemos destacar los hermanos Álvarez Quintero, con obras ambientadas en una Andalucía popular y tópica;
Pedro Muñoz Seca, recordado fundamentalmente por su obra La venganza de don Mendo, estrenada el 20 de Diciembre de 1918. En esta obra la temática histórico-poética está repleta de elementos humorísticos anacrónicos que producen comicidad. Se trata de un teatro a caballo entre la evasión histórica del teatro poético modernista y el teatro cómico y costumbrista.

Y, por encima de todos ellos, a Carlos Arniches (1866-1943), que ambienta sus obras en los barrios populares madrileños. Comienza escribiendo libretos para zarzuelas y sainetes musicales, como El Santo de la Isidra (1898), aunque poco a poco deriva hacia la creación de sainetes cómicos costumbristas al estilo de los hermanos Álvarez Quintero. Se centra en el Madrid de principios de siglo y en sus tipos: el albañil, el sereno, el chulo, la moza o la vecina criticona. Además de imitar en sus obras el habla típica madrileña, crea expresiones que, más tarde, han pasado al pueblo. Aparte de los sainetes, Arniches cultiva la tragedia grotesca, fusión de lo dramático y lo caricaturesco. Estas obras siguen siendo cómicas, aunque ahora con un trasfondo serio o grave. Entre los sainetes destacan El amigo Melquíades y La cara de Dios. La principal de sus tragicomedias grotescas y una de sus obras más importantes es La señorita de Trevélez (1916), además de Es mi hombre (1921).

3. Teatro en verso

Se pone muy de moda en estos años las obras en verso. Carácterísticas de estas obras son:

  • Ideología conservadora y tradicionalista.
  • Estilo modernista.
  • Imitación del teatro clásico español del Siglo XVII

Los autores más significativos son:

Francisco Villaespesa (1877-1936): Su teatro folklórico y lírico triunfa fundamentalmente con El alcázar de las perlas (1911) y el drama histórico Doña María de Padilla (1913).

Eduardo Marquina (1879-1946). Es autor de Las hijas del Cid (1908), obra en la que se basa en el gran héroe castellano. Los temas del teatro poético de Marquina suelen ser históricos y heroicos, como en Doña María la Brava (1909), En Flandes se ha puesto el sol (1910) y El Gran Capitán (1916).

Juan Ramón Jiménez

  1. Obra poética modernista o época “sensitiva”: Su producción hasta el Diario de un poeta recién casado (1916)
  1. Dos carácterísticas del Modernismo presentes en uno de sus poemas

Aunque dividida en dos etapas: desde Arias tristes hasta 1907 (“vino primero pura / cargada de inocencia…”) y a partir de Elejías puras (“se fue vistiendo de no sé qué ropajes…”), podemos hablar de rasgos comunes con el Modernismo puesto que JRJ participa de las ansias renovadoras de este movimiento en una triple vertiente:

  1. Temática: su objetivo será la búsqueda de la belleza como medio de huida de la prosaica realidad, para ello nos hablara de lugares exóticos y refinados, de jardines de delicada belleza, llenos de motivos coloristas y símbolos en los que refleja, al estilo postromántico, los íntimos sentimientos del poeta, desde el amor hasta la melancólica tristeza.
  2. Pero los temas, en literatura se expresan mediante el lenguaje. Aquí encontramos otra de las carácterísticas que le unen al Modernismo: la renovación del lenguaje poético. JRJ, como todos los modernistas, buscará un léxico en que dominen los efectos sonoros (aliteraciones, paralelismos, anáforas), las imágenes brillantes (metáforas atrevidas, sinestesias) y una adjetivación dominada por el color y la profusión de epítetos. Una curiosidad digna de comentar es su peculiar ortografía: Juan Ramón Jiménez no distingue dos grafías diferentes para el fonema fricativo, velar, sordo /X/, sino que aúna “g” y “j” en esta última (Segunda antolojía; poemas májicos,…)
  3. Tema y léxico se encierran en un estuche precioso: en una métrica que perseguirá siempre servir de caja de resonancia musical. Ya sea con el verso corto de su primera etapa (octosílabos al estilo ROMántico) o el largo y compuesto (tipo alejandrino) de su segunda etapa, más artificiosa,; el poeta buscará marcar un ritmo musical y sonoro que acompase con el tema. Correspondencia, pues, entre sentimiento y metro, entre letra y música, entre contenido y continente. Métrica al servicio del sentimiento y ambos, como el los simbolistas, como en los parnasianos, heraldos de la belleza.
  1. Dos carácterísticas de la poesía de Juan Ramón Jiménez presentes en uno de sus poemas

En su primera época, denominada por él mismo como “Época sensitiva”, aunque dividida en dos etapas: desde Arias tristes hasta 1907 (“vino primero pura / cargada de inocencia…”) y a partir de Elejías puras (“se fue vistiendo de no sé qué ropajes…”), JRJ participa de las ansias renovadoras del Modernismo tanto en los temas y motivos como en la métrica que utiliza. Veamos cómo se refleja en el poema:

  • En cuanto a los temas predomina la temática amorosa ubicada en paisajes típicamente modernistas (jardines, vegetación, noches de luna…), pero siempre con un enfoque sentimental y un tono melancólico basado en el sentimiento de que todas las cosas son tristes porque están destinadas a desaparecer. Es evidente la influencia del simbolismo francés (los paisajes, los motivos poéticos sirven como exteriorización de los estados de ánimo del poeta) pero también de las Rimas de Bécquer, con quien coincide en la expresión melancólica, con tonos tristes, de su intimidad.

Si el poema pertenece a uno de sus libros a partir de 1907 debemos indicar que, aunque los temas siguen siendo prácticamente los mismos (tema amoroso, paisaje, intimismo subjetivo, melancolía…) el gran cambio se producirá en el ámbito sensorial: incorpora motivos ornamentales brillantes al más puro estilo rubeniano, y dota a sus poemas de colores espléndidos (rojos, verdes…) muy alejados de los tenues que utilizaba en la anterior etapa. Con todo ello logrará poemas que son un gozo para los sentidos.

  • En cuanto a la métrica si que vamos a presenciar un importante cambio entre la primera y la segunda etapa de esta primera época, con lo que, si el poema pertenece a los libros anteriores a 1907, será normal que predomine el octosílabo y la asonancia; pero sobre todo el romance al estilo de Rubén Darío, es decir, versos de arte menor donde se busca fundamentalmente el efecto sonoro y un ritmo musical basado a menudo en aliteraciones, paralelismos y repeticiones al modo de estribillo.

Si el poema que hemos de comentar pertenece a alguno de los libros entre 1907 y 1915 (Elejías puras, Estío Poemas májicos y dolientes… y Platero y yo, poema en prosa) veremos cómo Juan Ramón Jiménez asimila los nuevos elementos métricos que han triunfado de la mano de Rubén Darío, fundamentalmente el alejandrino, verso compuesto, con cesura, y con una rima compleja y rica por ser consonante; aunque tampoco desdeña el uso del soneto (Sonetos espirituales) al que dota de un ritmo melodioso, basado en la alternancia acentual, y gran brillantez de imágenes y colorista.

Obra poética a partir del Diario de un poeta recién casado (1916):

La etapa que JRJ inicia con el Diario de un poeta recién casado (
1916) es la más feliz y menos neurótica de su vida. Dos motivos inducen a esta etapa: el encuentro del amor definitivo (Zenobia Camprubí: hindú por parte de la madre, su conocimiento profundo de la literatura inglesa acercó más a Juan Ramón a esta literatura) y su viaje a América (marcará un cambio radical en sus modelos poéticos: el contacto con el mar y la lírica de los del norte, concentrada, natural, diaria… Poetas como Shakespeare, Walt Whitman, Emily Dickinson, Yeats, Robert Frost serán los mejor asimilados. Es la etapa que corresponde a la Sed de Conocimiento:
La poesía es un modo de conocimiento, es una forma de penetrar en la esencia de las cosas.

Los rasgos generales que se pueden rastrear a partir del Diario de un poeta recién casado:

1. Abandono del poema estrófico (cultivado sobre todo en la segunda parte de su primera etapa), prescindiendo de metro y rima.

2. Prescinde de lo sensorial. Se quitan todos los adornos, todo lo superfluo

3. Prescinde del sentimiento

El resultado de todo ello son unos libros con poemas en verso libre, bastante corto, donde la musicalidad no viene determinada por aspectos externos, sino que depende de la propia sintaxis y de un léxico marcado por palabras bellas, ceñidas justamente al concepto, el colorido desaparece en función de la luz. El resultado será la palabra exacta -siempre bella, palabra poética- y la supresión de adjetivación propia de la época anterior. Son poemas fundamentalmente intelectuales (poemas de pura luz), generalmente muy breves.

El tema capital de esta poesía será la propia poesía:
El poetizar, la obra poética. Desaparecen paisaje y sentimiento para hablar de poesía, de creación, son metapoemas.
Además de éste, en algunos libros, como en el Diario de un Poeta…, el mar adquiere gran relevancia. El mar como símbolo de la vida, la soledad, el gozo del poeta, el eterno tiempo presente, la unidad cósmica. El mar como la belleza que le pone en contacto con lo universal y lo eterno, por lo que busca su identificación con él en lo que tiene de belleza y trascendencia (en su deseo de salvación ante la muerte, el poeta se esfuerza por alcanzar la eternidad y, considerando que lo bello es eterno, intenta crear belleza con su poesía para, de este modo, lograr la inmortalidad)

Libros de esta etapa son Eternidades (1918), Piedra y cielo (1919), Poesía (1917-1923) y Belleza (1917-1923). En 1922 aparece Segunda antolojía poética

Cuestión 5ª: García Lorca (Surrealista)

Estamos ante un texto de García Lorca, tal como podemos ver entre paréntesis, al pie del poema. Federico García Lora es, sin duda, el poeta más conocido de la Generación del 27 a nivel popular tanto por su mundo poético (Romancero gitano, Poeta en Nueva York…), como por el tratamiento del alma femenina en sus obras de teatro (Bodas de sangre, La casa de Bernarda Alba…). Además su temprana muerte, vilmente asesinado al comienzo de la Guerra Civil, lo han convertido en icono de su Generación y en mito de la literatura española y universal del Siglo XX. Algunos de los mejores cantautores hispanos (Paco Ibáñez) e internacionales (Leonard Cohen) cantan poemas de nuestro poeta.

El poema que comentamos aquí pertenece a Poeta en Nueva York, libro que junto con el Llanto por Ignacio Sánchez Mejías constituyen su etapa surrealista, cuyos rasgos fundamentales podemos apreciar.

Formalmente Lorca escribe poemas largos (ver nº de versos) con versos de muy distintas medidas (ver) y ausencia de rima. El ritmo está marcado por las imágenes que impactan la sensibilidad del poeta y del lector; por ello la forma dominante es el sustantivo, sustantivos que son rara vez nombres abstractos: se refieren a todos los seres y cosas orgánicos e inorgánicos que existen (animales, minerales, plantas, fenómenos naturales, objetos del mundo mecánico creado por la mano del hombre) (ver), y también al mundo de los deseos y de las emociones humanas. (ver). Los adjetivos son rara vez los que se esperaría asociar con los nombres a los que modifican. (ver). Los verbos suelen ser de movimiento, que expresan ideas de cambio y de destrucción con un significado muy dinámico (ir, buscar, tropezar, disolver, trepar, agitar, derrumbarse, erizar)

El contenido se expresa mediante sucesiones de imágenes de visionarias o irreales, e carácter surrealista. Son metáforas en las que el nexo de uníón entre el elemento real y el figurado ha desaparecido. Son imágenes irreales que impactan por su fuerza en el lector

En conclusión, el gigantismo, la mecanización, deshumanización de la gran metrópolis le sensibiliza y le hace encontrar un estilo (el Surrealismo, pero un Surrealismo controlado:
Imágenes visionarias e irracionales junto a otras que les dan sentido) y un contenido (libro de protesta)
. Lorca ataca a una sociedad que no le gusta y, lo que es peor, en la que ve el futuro de la sociedad y de la humanidad.

Cuestión 5ª: García Lorca

Estamos ante un texto de García Lorca, tal como podemos ver entre paréntesis, al pie del poema. Federico García Lora es, sin duda, el poeta más conocido de la Generación del 27 a nivel popular tanto por su mundo poético (Romancero gitano, Poeta en Nueva York), como por el tratamiento del alma femenina en sus obras de teatro (Bodas de sangre, La casa de Bernarda Alba). Además su temprana muerte, vilmente asesinado al comienzo de la Guerra Civil, lo han convertido en icono de su Generación y en mito de la literatura española y universal del Siglo XX. Algunos de los mejores cantautores hispanos (Paco Ibáñez) e internacionales (Leonard Cohen) cantan poemas de nuestro poeta.

El poema que comentamos aquí pertenece a………., libro que junto con Canciones, Poema del cante jondo y Romancero gitano completan su etapa neopopularista, cuyos rasgos fundamentales podemos apreciar.

En cuanto a la forma nos encontramos con un poema en versos de arte menor (ver: octosílabos, tetrasílabos…) con rima en asonante (ver) y ritmo muy marcado, como de poesía oral para ser cantada o recitada, ritmo basado en la poesía tradicional, en el folklore andaluz y en las canciones infantiles; de ahí los recursos que podemos apreciar: paralelismos (ver), repeticiones anafóricas (ver) repeticiones de versos enteros, repeticiones con pequeñas variaciones (ver) que sirven como estribillo (ver)…

En cuanto a los contenidos, Lorca crea un mundo propio: el mundo de la Andalucía alta, basado en una serie de temas y muy marcado por una simbología específica, casi mítica. Es la Andalucía de la tragedia (ver) en la que unos personajes con leyes, costumbres y tradiciones ancestrales que se mueven en un mundo dominado por las fuerzas telúricas de la naturaleza (ver).  Menudo estos personajes están representados por los gitanos, entendidos como una raza mítica con caracteres fácilmente reconocibles.

Una serie de símbolos dominan este mundo de pasiones primitivas: la propia muerte (ver), siempre presente, con la luna (ver) como embajadora, que refleja premoniciones de muerte en el agua fría y en los frío metales, en las navajas de Albacete que relucirán buscando muerte (ver), buscando sangre. En oposición están los símbolos de vida, relacionados con el fuego, con la fuerza, con la hombría del gitano varonil: el caballo y su jinete, el toro y la sangre caliente, la serranía y los bandoleros…(ver).

En conclusión, el poema, muy potente, se basa en la estilización de metros populares y ritmos tradicionales para mostrar unos contenidos en los que Lorca construye un mundo donde las fuerzas telúricas de la naturaleza mueves y dominan a los hombres.

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