Naturalismo
Características principales:
- Fisiología como motor de la conducta de los personajes.
- Anticlericalismo radical.
- Sátira y denuncia social.
- Concepción de la literatura como arma de combate político, filosófico y social.
- Feísmo y tremendismo como elementos repulsivos.
- Adopción de temas relativos a las conductas sexuales como elemento central de las novelas.
Realismo
Características principales:
- Presentar de forma fiel la realidad, ya que las obras literarias (y otras artes como la escultura) son representaciones de lo que ve el autor.
- Lenguaje literario variado: dependiendo del personaje, puede ser común o sofisticado.
- Ausencia de elementos fantásticos.
- La explicación de los sucesos intenta plasmar la realidad tal como el autor la observa.
- Se describen con lujo de detalle todas las características de los personajes, lugares y situaciones que aparecen en la obra.
- Al representar la sociedad tal y como es, estas obras realizan también una crítica social.
- Presentación de personajes con oficios y trabajos comunes de la época en la que se sitúan.
- Tienen un carácter histórico, ya que ubican a los personajes en un plano social, político y económico concreto.
- El tema central son los problemas que enfrentan las personas en su existencia.
La Regenta: Espacio, Tiempo y Narrador
El Espacio: Vetusta
El espacio se convierte en un elemento fundamental, casi arquitectónico, del relato. Vetusta es el espacio general donde se mueven los personajes. Apenas hay en la novela pequeñas alusiones a Madrid y París, siempre como referencias al mito de la capital: centro de elegancia, cultura y degeneración. Aparte de estas alusiones y de algunas salidas al Vivero y a la Costa, los personajes de La Regenta se mueven en los límites estrechos, cargados de tradición, de Vetusta, la noble.
La acción transcurre en lugares recurrentes donde los personajes se encuentran una y otra vez: la catedral, el paseo (Espolón), el caserón de los Ozores, el palacio de Vegallana, el Casino, por las calles…
El Tiempo
La Regenta es la crónica de una ciudad con sus habitantes y sus costumbres. Se describen calles, plazas, barrios e iglesias destacadas. El tiempo narrativo está bastante espaciado, transcurren varios años a lo largo de la obra, predominando los momentos significativos y festivos: Semana Santa, Navidad, verano, bailes, teatros, comidas…
Durante los primeros 15 capítulos, la acción se concentra en solo tres días, en los que se da a conocer Vetusta, sus habitantes, su pasado y los principales lugares y costumbres de la ciudad asturiana: la calle del Comercio, el Espolón (que es el lugar preferido por los habitantes para pasear), el Casino… El resto de la novela transcurre de manera más ágil.
Punto de Vista del Narrador
En La Regenta encontramos un narrador omnisciente. Primeramente, es un narrador que se fija mucho en los detalles. Al inicio de la novela, realiza un retrato muy detallado de la ciudad de Vetusta, demostrando tener una visión panorámica de la ciudad. Puede ver todo lo que necesita ver o, simplemente, ya sabe lo que sucede, sin necesidad de verlo.
El narrador también tiene acceso a los pensamientos y las emociones de los personajes. Tiene un acceso tan directo a los pensamientos de los personajes que los incorpora a su propio discurso, haciendo uso frecuente del estilo indirecto libre. Esta técnica le permite al narrador señalar sucesión, simultaneidad, duración, pasado y presente.
El narrador omnisciente nos muestra lo que está ocurriendo con los personajes y avanza con ellos en el tiempo; se sitúa en el tiempo de la historia.
Personajes Principales de La Regenta
Fermín de Pas (El Magistral)
Es el Provisor de la diócesis (referido comúnmente como Magistral). Es un hombre ambicioso, cuyo gran poder de seducción atrae irremediablemente a sus feligreses. Su presencia y sus palabras le dotan de una personalidad arrebatadora. Está completamente dominado por su madre, Doña Paula, ante la que se siente impotente para rebelarse. Se siente encerrado en Vetusta, ve su carrera estancada y desprecia a los vetustenses. Cuando aparece Ana Ozores, se enamora de ella, pero busca un equilibrio complejo, porque por un lado no puede rebelarse ante su madre y, por el otro, anhela la unión espiritual (y no solo espiritual) con Ana.
Ana Ozores (La Regenta)
Es una mujer joven, de gran belleza, considerada intachable y admirada por todos. Es un personaje solitario con un gran mundo interior que le hace alejarse de sus conciudadanos. Tiene un carácter retraído, desclasado e imaginativo. Presenta una gran falta de afecto familiar, ya que su padre no supo compensar la falta de una madre y, encima, su institutriz subrayó más su angustia hacia la falta materna. Tiene una gran tendencia al misticismo. Sus relaciones con el Magistral son ambiguas: es su confesor y confidente, y lo considera su salvador particular. Respecto a Don Álvaro Mesía, cuando este se introduce en su vida, Ana sueña con una felicidad romántica y desconocida; se enamora y se entrega por primera vez.
Álvaro Mesía
Es el donjuán local, muy elegante y dinástico; figura como jefe del partido liberal de Vetusta. Aspira a enamorar a la Regenta, pero sólo para considerarla como un nuevo trofeo de sus múltiples conquistas. Por lo que respecta a sus relaciones con el Magistral, lo considera su enemigo, su principal obstáculo para conquistar a la Regenta. Respecto al marido de Ana, Víctor Quintanar, cultiva su amistad para traicionarle; luego lo mata en el duelo y abandona a la Regenta. Actúa de forma miserable.