Relacion entre el boticario homais y el cura bournisien

PRIMERA PARTE

 Capítulo I.- Carlos Bovary  era un hombre dependiente de su madre, a los doce años lo llevaron a la escuela por primera vez, al terminar el tercer año lo sacaron de la escuela y lo llevaron a estudiar  medicina, su padre ex ayudante de cirujano del ejercito era un hombre manipulador, autoritario, machista, borracho, mujeriego y despilfarrador; su madre una mujer trabajadora, honrada y amorosa con su hijo, pero se obsesionaba  con sobreprotegerlo, en su obsesión por cuidarlo le consiguió una esposa: flaca, fea y viuda, pero con dinero, al contraer matrimonio Carlos pensó que podría gozar de su libertad, dinero y de su persona, pero no fue así porque la que mandaba era su esposa.

 Capítulo II.- Cierta noche llamaron a Carlos  para que fuera a la granja Berteaux  donde el señor Rouault  se había roto la pierna a lo cual Carlos acudió inmediatamente, ahí conoció a Emma una linda joven  hija del señor  Rouault  de la cual quedó fascinado por lo cual volvía con frecuencia a dicha granja. Al enterarse su madre de que ahí había una joven fue a contarle a Eloísa (la esposa de Carlos)  y ella le prohibió volver a dicha granja a lo cual él accedió, una mañana mientras Carlos corría la cortina de su alcoba Eloísa lanzó un   suspiro y murió.


Capítulo III.-Carlos siguió frecuentando a  Emma y al Sr. Rouault, el cual se percató de que Carlos se ruborizaba al estar junto a Emma, que se había enamorado de ella, pero  no se atrevía a pedirle la mano de la joven. Un cierto día cuando él intentaba pedirle la mano de Emma no había terminado la frase cuando el Sr. Rouault le dijo que el se la concedía con la condición de que su hija aceptase también, ésta aceptó, se casaron en cuanto termino el luto de Carlos.

 Capítulo IV.- Bovary madre no había estado de acuerdo con dicha boda por lo cual se retiro rápidamente, pero en  cambio su esposo se quedó fumando y bebiendo hasta  el día siguiente, los novios partieron en el  faetón del Sr. Rouault hacia Tostes.

 Capítulo V.- Al llegar a su nueva casa
 Emma subió a su habitación  en el cual encontró sobre la cama el ramo de novia de Eloísa. Carlos pensaba que su dicha y felicidad eran inmensas y no tenía ninguna preocupación, cada vez que  él era cariñoso con Emma ella lo rechazaba. Emma al casarse creía experimentar amor, pero ahora se daba cuenta de que había cometido un gran error al casarse.

 Capítulo VI.- A la edad de 13 años el Sr. Rouault internó a Emma en un convento, al principio le pareció agradable internarse en la sociedad de las monjas, era muy inteligente, las comparaciones de Prometido, Esposo, Amante celestial y Matrimonio eterno le parecían un dulce y hermoso sueño; su temperamento era más sentimental que artístico, buscaba emociones y no paisajes. Al morir su madre mandó a que le hicieran un cuadro con los cabellos de la difunta, tiempo después cambio radicalmente su carácter se volvió irritable y antipática. Una vez que salió del internado al estar en su casa al principio se sintió contenta al ordenar a la servidumbre, pero después sintió repugnancia por el campo, al ver por primera vez a Carlos sintió que la calma en la que vivía era la dicha que había soñado.


Capítulo VII.- Emma solía pensar que estaba viviendo “La luna de miel” como decía la gente, pero al no entender Carlos sus verdaderos sentimientos y estrechando su intimidad de su vida común se producía una cierta indiferencia que la desligaba de él, su esposo la creía feliz, pero ella tenía resentimiento por no poder recibir la felicidad que necesitaba y sentir que él a su vez obtenía la felicidad deseada. La madre de Carlos los visitaba con frecuencia y le enseñaba a su manera a Emma como ordenar su casa  ella aceptaba dichas sugerencias, pero al marcharse ésta manifestaba a Carlos su desagrado.

Sin embargo Emma, quien  quiso casarse por amor, al no lograrlo se sentía igual que antes, en cambio a Carlos parecía no importarle, pasando algún tiempo así tratando de sacarle un destello de pasión al corazón de Carlos. Sin conseguirlo Emma se persuadió de que la pasión de su esposo no era nada extraordinario por lo cual se preguntaba  ¿Por qué me habré casado?  no encontraba respuesta que la consolara, pero a fines de Septiembre sucedió algo extraordinario en su vida, fue invitada a Vaubyessard, la casa del Marqués de Andervilliers. Así que un Miércoles a las 3:00 PM los Señores Bovary en su buggy se dirigieron a Vaubyessard.

 Capítulo VIII.- Al llegar los Señores Bovary a la casa de Marques éste estiro su brazo a la esposa del médico para llevarla al vestíbulo, Emma se sintió rodeada de un aire cálido y su corazón  latía fuertemente al oír la música de la orquesta y ver las parejas bailando entonces recordó la gran Berteaux, ante los destellos de su vida presente su vida anterior tan clara hasta entonces parecía desvanecer por completo y casi dudaba haberla vivido. Carlos estaba medio dormido recostado contra una puerta. Emma no sabía bailar el vals, pero a uno de los que bailaba que llamaban Vizconde volvía por segunda vez a sacarla a bailar asegurándole que  él la guiaría, ella acepto y comenzaron a bailar lentamente cada vez más rápido arrastrándola con un movimiento, el vizconde desapareció con ella hasta el final de la galería donde, jadeante estuvo a punto de caer  y, por un instante apoyo su cabeza contra el pecho de él sin dejar de girar, pero más lentamente, siguieron bailando hasta que agotaron a los demás, se marchó, un poco después los invitados del castillo se fueron a acostar.

Carlos estaba cansado había permanecido 5 hrs. de pie observando bailar a Emma, tiritaba de frío soltó un fuerte suspiro de satisfacción al quitarse las botas y acostarse a dormir Emma admiraba el castillo se esforzaba por mantenerse despierta y prolongar la ilusión de aquella vida de lujo que pronto habría de abandonar, por fin se desnudó y se acurrucó junto a Carlos, al día siguiente el matrimonio Bovary se despidió de Marqués y de la Marquesa y tomó su camino hacia Tostes. Habían llegado a los altos de Thibourville cuando delante aparecieron unos jinetes riendo y fumando, Emma creyó conocer al Vizconde un cuarto de legua más adelante ellos se detuvieron para remendar la retranca partida, Carlos vio algo en el suelo y era una petaca para puros bordada con seda verde, Emma la guardo celosamente para recordar aquella experiencia maravillosa.


Capítulo IX.- El recuerdo del Vizconde reaparecía sin cesar en sus lecturas, entre él y los personajes se inventaba, establecía comparaciones y relaciones, en su deseo, confundía las sensualidades del lujo con los goces del corazón, la elegancia de las costumbres y las delicadezas del sentimiento en el fondo de su corazón la expectación de algún acontecimiento, pero no sabía cuál sería ese acontecimiento y cada mañana al despertar esperaba que sucediera aquel día y por fin sintió los primeros bochornos cuando se acercaba Octubre pensando que el Marqués mandaría otra invitación para el baile, pero nunca llegó y con esa frustración en  el corazón quedó nuevamente el vacío. Era sobre todo a la hora de la comida cuando toda la amargura que sentía le parecía servida en su plato y con el humo del cocido subían desde el fondo de su alma como bocanadas de desabrimiento. Ahora lo dejaba todo descuidado, se empeñaba en no salir, se tornaba difícil y caprichosa  ya no disimulaba su desprecio por nada y por nadie, recostaba su cabeza contra las paredes para llorar, palidecía

Y tenía palpitaciones; Carlos supuso que la causa de su enfermedad era alguna influencia local y pensó seriamente  en establecerse en otro lugar, Emma tomaba vinagre para adelgazar, contrajo una tos seca y perdió el apetito por completo, Carlos se entero que en el Distrito de Neufchatel había una población llamada Yonville-L’ Abbaye, cuyo médico acababa de irse la semana anterior y decidió mudarse en primavera sí la salud de Emma no mejoraba, cuando salieron de Tostes en el mes de Marzo la Sra. Bovary estaba embarazada.


SEGUNDA PARTE

 Capítulo I.- Emma se daba cuenta del embarazo y culpa a Carlos de todos los malestares, ella no toma su embarazo con alegría al contrario le parece terrible y por el contrario Carlos estaba muy contento y se sentía realizado.


Capítulo II.- La señora Bovary se acercó a loa chimenea y desde el otro lado de ella un chico de cabellos rubio la miraba en silencio era el pasante del notario Guillaumin, un muchacho llamado León que coincidía mucho con los sentimientos y pensamientos de Madame Bovary entonces ella empezó a interesarse en él, tenían conversaciones en que el azor de las frases los llevaba siempre a un mismo punto coincidente de una simpatía común.

 Capítulo III.- El Sr. Homais había infringido la ley por lo que fue situado en Rúan ante el Sr. Procurador del rey, su familia estaba asustada por eso el Sr. Homais trataba tan bien a Carlos Bovary ya que él si tenía un título y no estaba fuera de la ley, sin embargo Carlos no tenía clientes y para distraerse trabajaba en su casa como obrero, pero le preocupaba mucho los asuntos de dinero y con la llegada del bebé era más difícil y Emma al ver que no podía gastar y comprar todo lo que ella quería a todo lujo no quiso hacerse cargo de nada para el bebé, pero Carlos seguía con toda su emoción hablaba del crío a todo horas, ella deseaba que fuera un niño para que pudiera ser libre y que pudiera conocer todo el Mundo y no quería una niña porque llevaría la misma vida vacía que ella.

Por fin dio a luz un Domingo fue una niña a la cual le puso Berta, el Sr. Homais y la mamá de Carlos fueron los padrinos. Un día Emma tuvo la necesidad de ver  a su hija que había sido llevada a criar por una nodriza, en el camino encontró a León y le pidió que la acompañara, aquella misma noche se supo en todo Yonville y la gente decía que se estaba comprometiendo, pero ellos sin importarles siguieron su camino hasta llegar a la casa de la nodriza donde se encontraba la niña de Emma la levantó y comenzó a cantarle dulcemente, Emma volvió a acostarla cuando le vomito todo el vestido y regresó con su compañero a su casa los dos tratando de que la conversación no terminara, solo sus miradas estaban llenas de una tierna y dulce charla, eran como murmullos de alma profundos y continuos que dominaba al de las voces.

 Capítulo IV.- León se dirigía del bufete al Lion d’Or, desde lejos Emma lo escuchaba y lo esperaba para pedirle que le dijera versos y él le declamaba en voz baja, ambos se ponían a charlar en voz baja fue así como se estableció entre ellos una especie de asociación, Carlos no era celoso y no le extrañaba eso.

Emma recibió en su cumpleaños una cabeza frenológica, fue una atención de León, ella mando a que la pusieran junto a la ventana, ella le mandó una alfombra y los dos pensaron que era un buen motivo para recordarse.

 Capítulo V.- En un Domingo de Febrero todos fueron a ver una fábrica de hilados de lino que se estaba instalando cuando regresaron fueron todos a la casa de los Homais, Emma no quiso ir y fue a su casa, León no gusto por estar ahí sin ella así que el también fue a dormir, al regresar Carlos a su casa le contó a su esposa que León se había ido temprano y a ella le dio gusto.

Cuando León volvió a ver a Emma le pareció una mujer tan virtuosa e inaccesible que toda esperanza, hasta la más imprecisa se alejó de él cuanto más se percataba Emma de su amor más lo rechazaba, entonces los apetitos de la carne y de  la pasión se fundieron en un sufrimiento único y en vez de apartar todo ello de su pensamiento volvió sobre lo mismo.

 Capítulo VI.- Emma al sentir desesperación por la que sentía intento buscar ayuda en la iglesia pero el cura no la escuchó solo se la paso hablando bien de Carlos y diciéndole que no necesitaba nada ya que su esposo era  un hombre extraordinario que le daba todo, Emma salió enfurecida de la iglesia y fue a su casa ahí estaba su hija que le pedía que la cargara estirándole los bracitos, pero ella la empujó con el codo y la niña cayó lastimada en su mejilla en eso llega Carlos  y le dice que se lastimo jugando.

León había sufrido mucho por este amor así que decidió irse a París, arregló todo, escribió a su madre para explicarle sus razones y ésta aceptó, León fue a despedirse de la familia Bovary, Emma lo despidió con brusquedad, pero León la sintió entre sus dedos  y la sustancia misma de su ser le pareció descender hasta esa palma, húmeda sus miradas volvieron a encontrarse por última vez y se fue.

Todos en Yonville sintieron la pérdida de León.

 Capítulo VII.- Al día siguiente le resultó a Emma una fecha fúnebre y la pena le remolinaba en el alma con suaves lamentos cuando en su recuerdo experimentaba una melancolía taciturna, León aparecía de nuevo no la había abandonado, pero pronto se daba cuenta que solo era su imaginación, se daba cuenta que el único encanto de su vida, la única esperanza de ser feliz se había marchado, aquel recuerdo de León fue como el centro de su hastío y poco a poco el amor se apagó por la ausencia, ahora se consideraba más desdichada; cambiaba peinado, quiso aprender italiano, padecía crisis nerviosa; un día discutió con su marido y se bebió todo el agua ardiente, sentía desfallecer y hasta escupió sangre. Carlos escribió a su madre para que viniera, su madre acudió a su llamado, pero Emma solo necesitaba responsabilidades para no tener tiempo de ociosidades y tiempo para malos pensamientos, a pesar de eso aceptó quedarse un tiempo para ayudarlos. La madre Bovary salió un Miércoles al mercado en Yonville, Emma se asomaba por la ventana  cuando divisó un caballero vestido con levita de terciopelo verde, se dirigía a la casa del medico, Carlos llegó para atender al mozo de éste de un hormigueo que tenía en todo el cuerpo cuando Carlos término su trabajo el caballero dejó 3 francos sobre la mesa saludo descuidadamente y se fue. Emma lo vio caminando bajo los álamos deteniéndose como si reflexionara. Él se llamaba Rodolfo y pensaba que Emma era  mucha mujer para estar casada con un hombre como Carlos y que la mujer que él tenía llamada Virginia estaba perdiendo su encanto, pensaba en Emma y la desnudaba con el pensamiento y se propuso conseguirla planeando la manera de lograrlo pensaba también en los obstáculos que tenía en su contra, luego recordó que se aproximaba el Concurso y allí tendría muchas oportunidades para verla.

 Capítulo VIII.- En efecto llegó el famoso  Concurso, todos los habitantes charlaban desde sus puertas y comentaban preparativos, la multitud llegaba a la calle principal, pero el júbilo que animaba a todos los rostros parecía ensombrecerla la Sra. Lefrancois la mesonera.

Emma se encontró al Sr. Homais yendo a toda prisa para alcanzarla, pero ella iba acompañada de Rodolfo, éste aprieta el paso para deshacerse del Sr. Homais, cuando lograron deshacerse de éste platicaban de la mediocridad de la provincia y de cómo ellos no pertenecían a ese círculo de gente porque ellos sentían que eran de otra clase, ella se quejaba de que una mujer no podía llevar una vida tan intensa como un hombre por lo cual ella sentía gran coraje de ser mujer, Rodolfo coincidía con su idea, pero también le decía  a ella que no reprimiera todos esos sentimientos y pasiones insinuando que él podía ser con quien podía desahogar toda su frustración y su pasión.

 Capítulo IX.- Transcurrieron 3 semanas sin que Emma viera a Rodolfo, finalmente te presentó con la idea calculadora de que como no lo había visto en tanto tiempo al verlo lo amaría más y así fue cuando Emma lo vio éste comenzó a cortejarla, hablarle de todas las necesidades que ella tenía y cuando finalmente le dijo que la amaba ella se estremeció y aceptó sus halagos, en ese momento entró Carlos y disimulando Rodolfo invitó a Emma a montar con el pretexto de mejorar su salud, pero ella rechazó la invitación por que no tenía traje para montar y cuando Rodolfo se fue ella le dijo a Carlos que no sentía que era apropiado por lo que la gente fuera a decir y el respondió que no le importaba, cuando el traje de Emma estuvo lista Carlos escribió a Rodolfo para avisarle que su esposa había aceptado por fin la invitación. Por fin fueron a dar el paseo a caballo al llegar a la cuesta los caballos se detuvieron y Emma se echó a caminar por delante mientras que Rodolfo caminaba por detrás de ella antojándosele su desnudez se sentaron en un tronco y él le hablaba de su amor, Emma se posó de pie para marcharse, pero él la detuvo y le dijo: “ usted para mi alma es como una santa Madonna en un pedestal, ella le pidió rápidamente que volvieran y él aceptó, al llegar a Yonville su esposo la encontró con buen semblante y cuando Emma se vio libre de Carlos subió a encerrarse a su cuarto, al verse al espejo su rostro la sorprendió deleitándose con la idea de tener un amante y a partir de ese momento se escribieron con frecuencia dejándose las cartas cerca del río y viéndose a escondidas.

 Capítulo X.- un cierto día al ir al río a dejar su carta el capitán Binet la encontró y le preguntó que hacía ahí tan temprano ella respondió nerviosa que venía de casa de la nodriza olvidando que todo mundo sabía que su niña estaba en su casa desde ya hacía un año, poca era su preocupación ya que había quitado la llave de la barrera para que Rodolfo pudiera entrar mientras Carlos dormía y así llevar a cabo el adulterio.

En primavera el Sr. Rouault les mando un pavo junto con una carta, al leerla  Emma se sintió más infeliz que nunca ya que su padre la creía feliz y ella se preguntaba ¿qué la hacía tan infeliz?, miró a su alrededor buscando la respuesta y después hizo traer a su hija la abrazo y la beso fuertemente como nunca. Faltó a tres citas con Rodolfo y al volverla a ver éste la noto seria, justo cuando se preguntaba por qué  aborrecía a Carlos llegó el boticario para ofrecerle una solución.

 Capítulo XI.- El Sr. Homais encontró un nuevo método para curar pies deformes al saberlo Emma pensó que era buena idea para que Carlos hiciera algo grande y así se volviera a enamorar de él y lo convenció para que lo utilizara con el mozo Hipólito, Carlos aceptó posteriormente convencieron a Hipólito, al operarlo al principio resultó un éxito, pero al poco tiempo tuvieron que mandar a hablarle a l Dr. Canivet de Neufchatel el cual determino que la gangrena estaba avanzada a tal grado que había que amputarle la pierna. Carlos se sintió fracasado y le pidió a Emma que lo abrazara ella lo rechazó y se fue disgustada.

Esa noche cuando Rodolfo llegó al jardín encontró a Emma dispuesta a seguir con su relación.

 Capítulo XII.- A menudo al llegar Rodolfo, Emma salía corriendo a su encuentro y le decía que ya no aguantaba a su esposo que se fueran juntos a vivir a otro lugar. Ella le compró una fusta con manga como todavía no les llagaba el dinero que le mandaban anualmente a Carlos el Sr. Derozerays le pidió plazo al comerciante y en cuanto llegó el dinero a escondidas de su esposo pagó la deuda. Un día al llegar la madre de Carlos se dio cuenta de que Emma no actuaba de manera natural y cuando al fin la enfrentó discutieron después de ver a Rodolfo el cual le dijo que actuara de otra manera ante su suegra para que no sospecharan y ella amaneció más dócil que nunca. Planearon huir, ella saldría como si fuera a hacer las compras y él la esperaría con dos pasaportes a París dentro de un mes, Rodolfo atrasó unos meses más el viaje, pero decidió que partirían el 4 de Septiembre.

 Capítulo XIII.- Rodolfo viendo todas las cartas de sus demás amantes pensó que sería una locura huir con Emma, al día siguiente le mandó una canasta con frutas y una carta, al bajar a comer estaba tan llena de ira que dio un grito y se desmayó Carlos corrió y trato de ayudarla quedó 43 días con fiebre reumática cerebral, a mediados de Octubre comenzó a reaccionar, pero su esposo al ver sus síntomas creyó reconocer los de cáncer.

 Capítulo XIV.- Carlos tenía muchas deudas gracias a los caprichos de su esposa a un comerciante le debía  1250 francos que pidió prestados para pagarlos el 1° de Septiembre con 6% de interés después de que llevaron al cura para que la comulgara empezó a mejorar rápidamente dio un cambio total hacia obras de caridad, cuidaba de su hija, le hacía cariños en fin a todos sorprendió hasta fue al teatro con Carlos.

 Capítulo XV.- Por fin en el teatro Emma disfrutaba de la ópera de pronto Carlos la vio exaltada y fue por un vaso con agua allí se encontró a León lo invito a ir con ellos, al saludar a Emma comenzaron a  hacer mucho ruido tuvieron que salir del teatro, los tres se sentaron a charlar fue entonces cuando Carlos habló de la enfermedad de Emma, León los invito a pasar por lo menos un día en Rúan, Carlos dijo que el no podía, pero que si su esposa aceptaba que se quedara ella,  Emma dijo que lo pensaría toda la noche y a la mañana siguiente le daría su respuesta.


TERCERA PARTE

 Capítulo I.- Cuando León fue a buscar la respuesta de Emma, Carlos ya se había ido aprovecho y empezó a seducirla ella le dijo que era muy vieja y él muy joven, cuando intento besarla ella le pidió que se fuera y que al día siguiente se verían, él acepto. Ella se quedó sola y cuando reflexiono decidió no ir y le escribió una carta. Al día siguiente León llegó a la cita y estaba impaciente cuando por fin llegó él corrió a su encuentro en la catedral, ella no permitió que la tocara y solo le entrego la carta, él enfurecido la tomo del brazo y la llevo a un coche en el cual recorrieron casi toda la ciudad hasta la casa de Emma, León rompió la carta y la tiró.

 Capítulo II.- Emma salió corriendo y se encontró a Felicidad la cual le dijo que era urgente que regresara a Yonville ella se apresuró y alcanzó a llegar una vez allá le pregunto al boticario que sucedía él le dijo que su suegro había muerto, en cuanto entró en su casa encontró a Carlos inconsolable más tarde llagó su madre y juntos se echaron a llorar ya que nunca supieron ni le dijeron cuanto lo amaban cuando estaba vivo.

Quien también llegó fue el comerciante a cobrarle los pagares a Carlos el cual desesperado no sabía a quien acudir así que le pidió a Emma que fuera a Rúan a buscar a León ella aceptó y estuvo fuera durante 3 días.

 Capítulo III.- fueron 3 días plenos, exquisitos, espléndidos, una verdadera luna de miel, León encontró un lazo de seda rojo y el barquero le dijo que debía ser de una compañía de actores que estuvieron ahí hace algún tiempo y más de un tal Rodolfo Emma se estremeció. Después regresó a su casa.

 Capítulo IV.- Emma comenzó a verse con León como lo hacía con Rodolfo como éste viajaba a Rúan durante le semana ella dijo que buscaría la manera de verse por lo menos una vez a la semana. Cuando entró a su casa comenzó a tocar el piano como ya hacía mucho tiempo que no lo hacía Carlos le dijo que tomará clases con una maestra que cobraba 2 francos cincuenta la sesión ella lo convenció de tomar clases en la ciudad, pero en lugar de tomar clases se veía con su amante León y al cabo de un mes notó que Emma había progresado.

 Capítulo V.- todos los Jueves se despertaba sin hacer ruido y sé iba, en la ciudad León la esperaba sé iban al hotel de León y se amaban con intensidad, Emma lo disfrutaba. Un día Carlos se encontró a la supuesta maestra de Emma la cual le dijo que no la conocía cuando él le contó esto a Emma ella invento una excusa y su vida se convirtió en un rompecabezas de mentiras. Un día el comerciante la encontró saliendo del hotel del brazo de León, tres días después el comerciante fue a ver a Madame Bovary y le dijo que necesitaba dinero ella dijo que no tenía él le dijo que vendiera una vieja casucha que había sido propiedad del Sr. Bovary Emma aceptó, pagó 3 de 4 pagares que debían, pero el 4° llegó un Jueves cuando ella no estaba al ver eso la madre de Carlos enfureció al llegar Emma la Sra. Bovary empezó a discutir con ella y por primera vez Carlos salió en defensa de su esposa. Una noche Emma no llegó a su casa, Carlos salió como desesperado a buscarla fue y buscó la dirección de la maestra de piano cuando se dirigía a casa de la Señorita Lempereux al otro extremo de la calle vio a Emma corrió y la abrazó también le preguntó que porque no había llegado, ella respondió que se había enfermado y la maestra la había cuidado, también le dijo que si al menor retraso se preocupaban ella ya no se sentiría libre poco a poco sus vistas con León eran más frecuentes lo cual le disgustaba a él ya que por eso tenía problemas en su trabajo, pero no discutía con Madame Bovary y solo le cumplía sus caprichos.

 Capítulo VI.- Cierto día el boticario fue a buscar a León por lo cual llegó tarde a su cita con Emma le explico que el boticario no lo dejaba ir y le pidió disculpas, sin embargo el boticario volvía a buscarlo. León fue con el boticario, pero le prometió que no se tardaría y no fue así  cundo regresó al lugar de la cita Emma se había marchado ya muy disgustada.  Ella pensaba que jamás volvería con León por lo enojada que estaba y él pensaba que Emma era demasiado absorbente y que no lo dejaba ni respirar.

Al día siguiente llegó un hombre a cobrarle un pagaré que ella había firmado por lo cual salió enojadísima a hablar con el comerciante el cual le dijo que no podía hacer nada, a ella ya no le alcanzaba el dinero y tuvo que vender unas cosas que había comprado en la ciudad y ni aún así logró pagar la deuda.

León le escribió una carta a su mamá contándole todo lo sucedido, su madre habló con el dueño del bufete donde trabajaba León y éste habló con él, León prometió no volver a verla.

En la tercera semana de cuaresma Emma se fue a la ciudad y no regresó a su  casa se fue a una fiesta de mascaras, al llegar a su hogar Felicidad le dio un papel donde decía que tenía 24 horas para pagar 8 mil francos o sería embargada.

 Capítulo VII.- Al día siguiente llegaron 3 hombres a levantarle el embargo Felicidad estaba en la puerta vigilando que no llegara Carlos, Emma desesperada se fue a la ciudad a buscar a León el cual le dijo que no podía prestarle el dinero, pero tal vez un amigo suyo sí, también le comentó que si no llegaba a las 3:00 PM que se fuera al no llegar León se fue en el camino creyó reconocer al Vizconde el cual ni siquiera la volteó a ver posteriormente se encontró al boticario y se regresaron juntos a Yonville. Al llegar fue a buscar al notario pensando que tal vez le podría prestar el dinero, pero él a cambio le pidió que fueran amantes ella se indignó y regresó a su casa se dio por vencida y pensó en contarle la verdad a su marido de pronto se fue a casa de la nodriza que antes cuidaba a su hija para escapar, a la mañana siguiente mando a la nodriza a su casa la cual le dijo que Carlos estaba llorando como desesperado buscándola de pronto le invadió el recuerdo de Rodolfo y decidió ir a buscarlo a su casa.

 Capítulo VIII.- Cuando llegó Rodolfo estaba ahí, habló de su dolor y de su amor y después le pidió tres mil francos los cuales le negó, ella se fue diciendo que era un mentiroso que nunca la había amado. Cuando llegó a su casa estaba ahí Carlos el cual le pidió una explicación acerca del embargo ella solo se sentó en el escritorio y le escribió una carta se la dio y le dijo que la leyera el día siguiente y se fue a su cuarto, al día siguiente ella amaneció muy enferma Carlos leyó la carta en donde decía que había tomado arsénico  y que no culpara a nadie, Carlos le decía desesperado al boticario que la salvara llamó al doctor Lariviere él le dijo que ya no se podía hacer nada solo esperar todos desesperados, el cura en sus rezos, Carlos inconsolable hasta el boticario estaba conmovido, en un momento Emma reaccionó al escuchar una canción que le encantaba.

“Con frecuencia, el calor de un hermoso día, hace

soñar a las muchachas con el amor…”

Emma se levantó y se echó a reír cayendo nuevamente al momento siguiente, todos se acercaron, Emma había muerto.

 Capítulo IX.- Todos quedaron estupefactos y Carlos se lanzó sobre ella llorando y gritando: adiós, adiós mi amor…, el Sr. Homais lo llevó abajo para calmarlo él le dijo que quería que la enterraran con su vestido de novia sus zapatos blancos y una corona.

Al día siguiente llegaron la madre de Carlos, Felicidad y la Sra. Lefrancois vestían a Emma como lo había pedido Carlos, pero cuando la levantaron salió de su boca un líquido negro como vómito y todas se espantaron, en el velorio Carlos se acercó a ella y pensó que sería la última vez que la vería y añoraba aquellos días en que paseaba por su jardín en Tostes, empezaron a martillar el ataúd cuando llegó el Sr. Rouault y al ver el paño negro cayó desmayado.

 Capítulo X.- Cuando recobró el conocimiento cayó en brazos de Bovary pidiéndole una explicación, el boticario dijo que mejor siguieran con el entierro de Emma que no era tiempo para discutir, cuando terminó el entierro Carlos y el viejo Rouault se quedaron en el panteón para seguir recordándola y juntos se quedaron llorando y preguntándose ¿Por qué? al final el papá de Emma le dijo que siempre seguiría recibiendo su pavo y se fue a su casa.

Carlos pidió a su madre que se fuera a vivir con él ya que no quería estar solo su madre aceptó y le dio un fuerte abrazo.

 Capítulo XI.- Al día siguiente Carlos hizo llamar a su hija la que preguntaba por su madre, pero después se olvido de ella. El Sr. Lheureux seguía incitando al Sr. Vincart para que le cobrase el dinero a Carlos, la Srita. Lempereur reclamó seis meses de   lecciones  aunque Emma no hubiese tomado ninguna, el que alquilaba libros reclamaba tres años de suscripción, Felicidad se fugó con Teodoro y se llevó toda la ropa que le quedaba de Emma, la Sra. Dupuis le mandó la invitación de la boda de León, un día Carlos encontró una carta que Rodolfo le había mandado a Emma, pero su amor por ella era tan grande que no le tomó importancia.

Su hija estaba mal nutrida y con una tos crónica la madre de Carlos le pidió que dejara que la niña se fuera con ella, pero él no aceptó.

Encontró todas las cartas que le habían mandado a Emma León y Rodolfo, un día que Berta llegó encontró a su padre muerto, entonces la mandaron con su abuela la que murió el mismo año y su abuelo estaba paralizado, así que se fue con una tía que como era muy pobre la mandó a una hilandería de algodón para que se ganara la vida. Desde que Carlos murió pasaron tres médico, pero ninguno se había quedado por la guerra que les hizo el Sr. Homais estameña una clientela excelente, el respeto de la autoridades y la protección de la opinión pública. Por fin recibió la cruz de hoz

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