Tendencias de la novela: de 1975 a la actualidad

TEMA 9 LA NOVELA DESDE 1975 HASTA HoY. EDUARDO MENDOZA

1. LA NOVELA ENTRE 1975 Y EL FIN DE SIGLO El fin de la dictadura y la llegada de la democracia abren un nuevo periodo en la literatura caracterizado por libertad, la desaparición de la censura y la apertura de las fronteras. Así, se publican en España obras prohibidas o editadas fuera; textos inéditos o censurados aparecen ahora en su integridad; se recupera la obra de los exiliados; y se traducen obras extranjeras antes prohibidas. Además, la novela se convierte en objeto privilegiado de consumo literario, y algunos de sus rasgos vienen dados por su adaptación a los gustos de los lectores y a los intereses de la industria editorial.

A literatura de este periodo se la suele atribuir el calificativo de posmoderna. La posmodernidad se define a partir de rasgos como el individualismo, el escepticismo, el desinterés por el compromiso político, la desaparición del espíritu vanguardista y el eclecticismo.

La novela sigue siendo el género literario por excelencia. Rasgos generales y comunes a la narrativa en estas décadas:

a) La recuperación de la trama argumental. La narrativa se aleja del experimentalismo puro y los relatos hacen ahora de la intriga su eje argumental. Gran parte de las novelas recientes se proponen el objetivo de recuperar al lector y el placer mismo de leer.

b) La estética dominante en la novela será de carácter realista. La ambientación realista suele presentarse como marco verosímil de las circunstancias vitales y las preocupaciones de los personajes. Las novelas tienden al intimismo y se centran en la peripecia cotidiana de sus protagonistas.

c)Neorromanticismo. Se refleja en la abundancia de protagonistas solitarios y desolados, incapaces de comprender un mundo misterioso u hostil, y ante el que se muestran dubitativos o indecisos.

d) Técnicamente, tradición y vanguardia se ponen al servicio del argumento y la intriga. Narrador en tercera persona; narración en primera persona y monólogo interior para compartir la perspectiva de los personajes. Relatos sencillos y lineales, aunque tampoco es rara la alteración del orden cronológico. Acción única y concreción del espacio. Son muchas las novelas que optan por el relato cerrado y con final explícito, más fácil de interpretar por el lector.

Autores destacados en esta etapa: novelistas de la inmediata posguerra como Torrente Ballester y autores posteriores como Juan Marsé.

La primera generación de novelistas cuya obra se inicia en la transición o en plena democracia son los nacidos en los años 40. A una promoción posterior (nacidos en torno a los años 50).

Tendencias representativas de la novela de esta época:

1)Novela negra, policíaca y de intriga

2)Novelas históricas, que van desde la recreación un pasado más lejano hasta la revisión de la Guerra Civil y la inmediata posguerra

3)Novelas líricas e intimistas

4)Metanovela

5)Novelas de «no ficción»

Uno de los fenómenos más enriquecedores ha sido la dignificación de otros género narrativos, como el cuento (destaca Alberto Méndez), el microrrelato, la literatura de vía y los libros de memorias

2. LOS 90 Y LA ENTRADA EN EL Siglo XXI En este periodo se mantiene básicamente el estado de las cosas planteado anteriormente. Cabe añadir, como novedad, un efímero boom editorial protagonizado por un grupo de jóvenes novelistas en los años 90, que siguen la estela de la generación X norteamericana; son autores como José Mañas, que componen novelas generacionales y contraculturales, de fácil lectura, amenas y provocadoras, que pretenden reflejar la agresividad y la violencia de una sociedad alienada por la tecnología y la incomunicación.

Hay otros novelistas nacidos en los 60 y después, en cuya obra podemos advertir algunas carácterísticas comunes, como un experimentalismo al servicio de la narración, un sentido del humor y la ironía y el interés por el argumento. Ya no se trata de una generación, sino de nombres que han ido adquiriendo un prestigio entre el público lector, la crítica o ambos. Aquí entraría Ruiz Zafón que inicia una tetralogía que constituye el mayor fenómeno editorial de este siglo; otros novelistas son Belén Gopegui y Jesús Carrasco.

Muestra significativa del auge de los veteranos en las primeras décadas del siglo: Rafael Chirbes, cuyas novelas realizan un retrato verosímil y cruel de la España en crisis, y Javier Marías.

3. EDUARDO MENDOZA Debutó en la literatura con La verdad sobre el caso Savolta, novela que impresiónó al ambiente erario y que tuvo también una calurosa acogida entre el público; significó una vuelta a la narración convencional y un alejamiento del experimentalismo. La obra se desarrolla en una Barcelona conmocionada por las tensiones revolucionarias de los años 1917-1918. La obra se plantea como una intriga policíaca que se mezcla con esquemas propios de otros géneros narrativos. Sus originales personajes deambulan por un escenario donde se entremezclan los atentados anarquistas con las lujosas fiestas de la alta burguésía catalana.

Las dos obras siguientes se adscriben a un modelo de relato dirigido al entretenimiento, con grandes dosis de aventura y acción. El misterio de la cripta embrujada es una  novela policíaca en la que abundan el humor, un estilo ágil y muchas peripecias disparatadas. Años después, Mendoza continuará la saga del detective sin nombre.

Estas narraciones contienen dos rasgos reconocibles de la tradición española: el personaje del pícaro entrelazado con la figura del loco y la valleinclanesca visión esperpéntica, deformadora de la realidad contemporánea barcelonesa. Estos ingredientes posibilitan la parodia de la novela negra norteamericana.

En La ciudad de los prodigios la acción transcurre entre 1888, cuando la ciudad está metida de lleno en los preparativos de la primera Exposición Universal, y 1929, año en el que se desarrolla la segunda. Eduardo Mendoza volvíó en esta narración a su particular forma de entender la novela histórica, original y comprometida, retratando una vez más la sociedad barcelonesa de la época.

La estructura de esta obra se aleja de la sencillez de composición de las dos anteriores, con procedimientos como los saltos temporales o el perspectivismo. El humor está muy presente. La novela obtuvo numerosos premios.

La isla inaudita, presenta Venecia como espacio narrativo, verosímil e irreal. Es un relato sentimental que supone una novedad en la trayectoria literaria de Mendoza.

En cambio, Mendoza explota directamente el recurso humorístico en Sin noticias de Gurb
.Esta novelita es una sátira de las costumbres de la Barcelona contemporánea y recurre de nuevo a la mezcla de géneros.

El año del diluvio es un relato lineal ambientado en los años 50 que destaca por el esmerado análisis de los sentimientos humanos.

Una comedia ligera,  situada en la Barcelona gris de la inmediata posguerra, es una novela divertida que empieza de una forma seria, a la manera decimonónica, y se introduce, luego, en el relato policíaco a partir del asesinato en el que el protagonista.

Rina de gatos está ambientada en Madrid durante los meses previos al inicio de la Guerra Civil.

A Eduardo Mendoza le interesa mucho más el presupuesto narrativo que el literario, es decir, divertirse ante todo, creando una historia y sus personajes.

Sus obras han sido traducidas a 14 idiomas y algunas de ellas han sido llevadas al cine. En 2016 se le concede el Premio Cervantes.

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