Tendencias de la poesía hispanoamericana

Poesía española desde principios de siglo CC hasta la posguerra.

Es España se produce un Romanticismo muy tardío. Muy pocos autores destacan, escriben durante un largo periodo de tiempo y tienen escasa difusión. Béquer es el único poeta que consiguió innovar. Paralelamente surge la escuela realista, que relataba en la poesía la vida tal y como era, con una poesía prosaica. Frente a lo que estaba ocurriendo en España, Clarín conocía la escuela simbolista francesa, que había surgido sobre la base del Romanticismo.Con la publicación de «Azul» de Rubén Darío, se introducen el Simbolismo y el Parnasianismo en la poesía española, especialmente por la utilización de los símbolos y del verso alejandrino, que no se utilizaba en la poesía española desde el mester de clerecía. La maestría de Darío es haber dotado de musicalidad a este verso. Así nace el Modernismo. Algunos autores se entusiasmaron por él: Juan Ramón Jiménez y los hermanos Machado publicaron sus primeros libros bajo la estela modernista.En 1917/1918 empiezan a conocerse movimientos de vanguardia franceses como el Dadaísmo y el Cubismo. Por estos movimientos comienzan a interesarse autores como Gerardo Diego, que entra en contacto con Vicente Huidobro, impulsor del Creacionismo, y con los intelectuales franceses de los años 20, con lo que traen las novedades a España.En 1916, Juan Ramón Jiménez publica «Diario de un poeta recién casado» con el que se acerca a la poesía pura en verso libre y los poemas en prosa. Empieza a ser el maestro de una nueva generación de poetas que será la futura Generación del 27. El 27 funde todas las tendencias anteriore. Esto constituirá el tercer núcleo de la poesía española hasta 1936. En torno a 1929 algunos poetas abandonaron la estela del maestro y se fueron aproximando a otro movimiento de vanguardia, el Surrealismo, de esta forma nace una escuela surrealista dentro de la generación del 27.Miguel Hernández cuando tiene unos dieciséis años conoce a Jorge Guillén, catedrático en la universidad de Murcia, quién influirá en unas décimas que escribe imitando su cántico. A través de él conoce a otros autores del 27 y empieza a escribir las octavas reales de «Perito en lunas», desarrolla entonces su capacidad de crear un lenguaje poético nuevo, el suyo. En 1934 viaja a Madrid y conoce a los dos poetas que más le van a influir en su creación poética (segunda etapa): Pablo Neruda, que lo acercará a una poesía más comprometida y cercana al pueblo, y Vicente Aleixandre, que le aportará la capacidad de crear un mundo irracional. A partir de 1935 con la muerte de Ramón Sijé, escribe la Elegía a su amigo y la publica en «El rayo que no cesa». Con este libro supera el gongorismo y se acerca a Lope y Quevedo, con algunos de los mejores sonetos de la poesía del Siglo XX. En 1936 se incorpora al frente y se convierte en un poeta de guerra. El MH más original es el último, se desprende de todo lo anterior y se convierte en el poeta popular que quiso ser al principio. Estando en la cárcel escribe «Cancionero y romancero de ausencias». Es un poeta popular con fortaleza lingüística, en el que siguen funcionando los símbolos. En definitiva, con el hermetismo que siempre lo ha caracterizado.

GM. BOOM DE LA NARRATIVA HISPANOAMERICANA

El boom de la narrativa hispanoamericana se produce entre 1940 y 1960, cuando se produce una ruptura en el Realismo social y la narrativa se hace más compleja, con una nueva visión de la realidad. Es llevado a cabo por autores como Borges, Bioy Casares, Onetti, Miguel Ángel Asturias o Alejo Carpentier. 

En las novelas de esta época se deja ver el Surrealismo y la influencia de las teorías filosóficas irracionalistas y existencialistas. Se rompe con el Realismo y comienzan a emplearse  formas narrativas más complejasDesde 1962 se asiste al desarrollo sorprendente de la novela hispanoamericana. Se trataba, en realidad, de un conocimiento repentino de una novelística que se había desarrollado en su propio aislamiento americano y que súbitamente daba sensación de un boom. El “Boom” también fue un fenómeno editorial. Aparecieron nuevos e importantes novelistas y antiguos escritores publicaron sus obras más significativas.Se sitúa su punto de partida en la publicación de “Rayuela” del argentino Julio Cortázar, contemporánea de la importante obra “La ciudad de los perros” de Mario Vargas Llosa y se consolidó con la novela de Gabriel García Márquez, “Cien años de soledad”, la cual se convirtió en la obra más famosa, vendida y traducida de la lengua española (de las posteriores al Quijote). Estos novelistas han asimilado las innovaciones técnicas de la novela de Siglo XX,pero en ellos es también significativa la presencia de la narrativa española clásica, en especial de Cervantes y algunos autores barrocos.Las carácterísticas principales de estas novelas son las siguientes:

No sigue una estructura lineal (final abierto, desorden),la gran variedad de recursos narrativos,el uso de técnicas de contrapunto, la combinación o superposición de personas narrativas y puntos de vista, se unen diferentes géneros literarios bajo la forma de la novela, hay experimentación lingüística y se le da mucha importancia a lo histórico y social.
La novela hispanoamericana se pone al servicio de una literatura muy comprometida con la realidad de una tierra sometida a violentos y traumáticos procesos históricos.
Se rechaza la moral burguesa y ciertos comportamientos.Gabriel García Márquez, ganador del premio Nobel en 1982, es el autor más influyente del “Boom”. Sus primeras novelas cortas presentaban ya la búsqueda de la uníón entre lo real y lo fantástico y la formación de un peculiar mundo imaginario, al modo de Faulkner. Estas obras son “La hojarasca” o “El coronel no tiene quién le escriba”.Este “Boom” fue consolidado con su novela “Cien años de soledad” (1967). La obra es a la vez una síntesis de la historia de un poblado fantástic,que representa metafóricamente la historia de Colombia, de América Latina, y de la Humanidad en general, con los riesgos que la acosan, todo ello representado por elementos fantásticos, fuerzas sobrenaturales insólitas, y elementos maravillosos, que dan a la novela una textura peculiar entre el Realismo y lo fantástico.

A esta obra le seguirán otras muchas, entre las que destacan “El otoño del patriarca”, “Crónicas de una muerte anunciada” o la que supuso ser su primera novela de amor, “El amor en los tiempos del cólera”.


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *