Trabajo del cantar del mio Cid secundaria

2. LA ÉPICA MEDIEVAL: LOS CANTARES DE GESTA Y EL Cantar de mio Cid
Los cantares de gesta
Los cantares de gesta son las narraciones épicas de la Edad Media, centradas en las hazañas o “gestas” de nobles guerreros difundidas por juglares. Tienen en su origen fondo histórico y finalidad propagandística, ya que difunden valores propios de la aristocracia feudal, valores que estarían encarnados en los héroes del relato.
Se distinguen tres etapas en la producción de los cantares de gesta: etapa de formación , de apogeo y de decadencia.
En cuanto a la formación de los cantares de gesta, existen dos teorías: una primera que sostiene que son el resultado de refundición de leyendas o narraciones más breves y próximas a los hechos narrados (teoría tradicionalista) y una segunda que se inclina por considerarlos compuestos a imitación de la tradición oral por un autor individual para su difusión posterior (teoría individualista).
Los cantares de gesta están formados por versos compuestos irregulares agrupados en series o tiradas monorrimas asonantadas, lo que ayuda a la memorización e improvisación del juglar. El cambio de rima o serie suele indicar un cambio de secuencia narrativa. Los rasgos formales más destacables de los cantares son, por su condición oral, la presencia de fórmulas y epítetos épicos, expresiones fijas que se repiten para identificar y caracterizar fácilmente a los personajes, y el predominio del estilo directo, recurso de gran importancia para mantener la atención del público.
En nuestra literatura, se han conservado muy pocos cantares debido a que su transmisión era oral y no escrita. Además del Cantar de Mío de Cid, que se conserva casi completo, nos han llegado fragmentos del Cantar de Roncesvalles y del Cantar de las Mocedades de Rodrigo. De otros cantares de gesta nos han llegado noticia a través de crónicas históricas que los utilizaron como fuente.
Los principales temas de los cantares de gesta hispánicos son: 1) las hazañas de Carlomagno y sus caballeros , tema fundamental en la épica francesa ; 2) la constitución de Castilla como condado independiente y 3) la vida y hazañas de Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid.
Destaca nuestra épica principalmente por dos carácterísticas: la tendencia al Realismo y a la historicidad, frente al predominio de lo fantástico, propio de los cantares de gesta franceses y germánicos, y la pervivencia de sus temas y personajes en la literatura posterior, especialmente en los romances .
El Cantar de mio Cid
El Cantar de mio Cid se conserva en un manuscrito de la Biblioteca Nacional copiado en el Siglo XIV. Consta de un total de 3730 versos y desconocemos el comienzo del poema, pues falta el primer folio del manuscrito.
Sobre su autoría y su datación se han formulado diversas hipótesis: a) El texto que conocemos sería de hacia 1140 y obra de dos o más juglares. Señalán que el Realismo del texto sugiere una redacción primitiva no muy lejana a la época de la vida del Cid. B) La unidad y elaboración del texto apuntaría hacia un único autor culto, probablemente un hombre de leyes o quizá un clérigo. Los partidarios de esta hipótesis sitúan el texto hacia finales del Siglo XII o principios del XIII.
El Cantar narra las hazañas del caballero Rodrigo Díaz de Vivar, denominado El Cid Campeador. De la figura histórica conocemos que nacíó en un pueblo de Burgos en 1043 y estuvo al servicio del rey Sancho de Castilla. Cuando este murió en el cerco de Zamora, Rodrigo intentó vengar su muerte y cayó en desgracia ante su nuevo rey, Alfonso VI. Por este motivo, sufríó el destierro de Castilla. Conquistó y gobernó la ciudad de Valencia, donde murió en el año 1099. Su cadáver fue inhumado en el monasterio de Cardeña y alrededor de su sepulcro surgíó un culto casi religioso de sus reliquias. Tras su muerte, fue elevado por el pueblo a la categoría de héroe. De hecho, fue el único personaje de su época que, sin ser rey, contaba con una biografía en latín y un sinfín de leyendas que dieron lugar al Cantar. Se divide en tres partes o cantares:
1- El cantar del destierro: Narra cómo el Cid es desterrado por pedir juramento al rey Alfonso VI. El héroe abandona Castilla después de dejar a su mujer e hijas en el monasterio de San Pedro de Cardeña. Ya en tierra de moros, entabla diversas batallas, hasta llegar a Huesca, Zaragoza y Lérida. En estas escaramuzas hace preso al conde de Barcelona.
2-El cantar de las bodas: El Cid conquista Valencia, envía un regalo al rey y su mujer e hijas se reúnen con el héroe en sus nuevas tierras. Los infantes de Carrión solicitan el casamiento con las hijas de El Cid, para lo cual intercede el rey. 3-El cantar de la afrenta de Corpes: Los infantes de Carrión, hombres cobardes, no soportan las burlas de los hombres de El Cid y deciden vengarse en las hijas del caballero castellano, a las que azotan y abandonan en el robledal de Corpes. Ante esto el Cid pide justicia al rey, quien convoca unas cortes donde se restaura el honor afrentado. Las hijas del Cid terminan casándose con los infantes de Navarra y Aragón.
La estructura interna está marcada por el doble proceso de pérdida (destierro) y recuperación del honor del Cid (bodas de sus hijas con los infantes de Carrión), nueva pérdida (afrenta de Corpes) y nueva recuperación del honor (anuncio de nuevas bodas con los hijos de los reyes de Navarra y Aragón).
El personaje protagonista se nos presenta a lo largo del Cantar como un hombre de conducta intachable: es valiente, astuto, prudente, amoroso padre de familia, con gran conciencia de su honra y un fuerte sentimiento religioso.


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